Ella es una chica que vive su vida segura de que no nació para amar, mientras que él es un hombre que ya amó una vez pero que no supo hacerlo bien.
Una noche se encuentran en una situación extraña sin saber que el destino ya lo tenía todo planeado.
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Once
Hable- escuchó Renato del otro lado del teléfono la voz nada amable de la chica.
- Sofía todavía estoy esperándote para la reunión. - le reclamó su ausencia o por lo menos una explicación.
- Mi nombre no es Sofía señor Patel, es Danara, pero al tratarse de usted preferiría que me llamara señorita Parisi.
Le respondió con aspereza y Renato no entendió nada, aquel día que cerraron el trato todo había quedado bien entre ellos, él salió huyendo para no pasar una vergüenza delante de ella pero todo estaba bien hasta donde recordaba, además la tarde anterior cuando concertaron la reunión no se escuchaba así de enfadada con él.
- ¿Pasó algo?Digo, no me importa decirte señorita Parisi si lo prefieres pero quiero saber que ha sucedido, teníamos una reunión, ayer hablamos y quedamos que vendrías y nunca apareciste.
- Creo que habríamos tenido esa reunión si en lo que yo estaba esperando afuera usted no hubiera estado perdiendo el tiempo teniendo sexo con su secretaria dentro de su despacho.
- Hey, hey, para un momento.¿De dónde sacaste que yo tenía sexo con mi secretaria?
- Creo que cuarenta minutos afuera de su oficina y verla salir poniendo en orden su ropa fue suficiente para darme cuenta, puede que yo sea una niña, pero no soy tonta.
- ¿Estuviste aquí?¿Pero porqué no entrastes? Yo te estaba esperando.- él dejó de lado el comentario de lo de creerla una niña, se lo decía únicamente para molestarla y no entendía el porqué no llegó hasta su despacho.
A Danara le hirvió la sangre en las venas pero pensó que lo mejor era mantenerse calmada, si armaba un berrinche por lo que no le correspondía entonces él sí tendría razones para decir que ella era una niña.
- A ver señor Patel, no se haga problemas.- respiró serenando el monstruo Parisi que habitaba dentro de ella y que en estos momentos se afilaba las garras presto a despedazar a quien fuera- Mañana voy a enviar a otra persona para que se haga cargo de este negocio y todo va a seguir como hasta ahora, no se preocupe que no romperemos el trato.
- No, yo ni siquiera supe que estuviste aquí. - intentó justificarse, él no quería tratar con alguien más, la quería a ella.
- Ya le digo, usted estaba bastante ocupado con su secretaria y yo no quisiera volver a interrumpirlo.
- ¡Yo no tengo sexo con mi secretaria y menos aún en mi oficina! - le gritó perdiendo la paciencia.
- Señor Patel. - le dijo para llamar su atención.
- Lo siento, perdona Danara, no quise gritarte, pero te aseguro que lo que te digo es verdad, yo no he tenido ni tendré sexo con mi secretaria, dime donde puedo encontrarte y hablemos.- él bajó la voz y puso un tono más tranquilo, no se estaba entendiendo muy bien pero no la quería lejos, y menos después de lo que le dijo de tener sexo con cualquiera, ella era una niña y cualquier monstruo por ahí podía aprovecharse y lastimarla.
- Hoy no, hoy déjame pensar y mañana te llamo y nos vemos.- volvió a tutearlo y él se dio cuenta, como también se dio cuenta de que ella había cambiado el tono como había hecho él.
- Sofía. - le dijo cambiando la voz a una aún más dulce y más profunda y a ella por un momento le pareció que él estaba intentando manipularla pero le gustó la sensación de darle ese poder.
- Ya te llamo mañana Renato.- le contestó y terminó la llamada.
Renato puso su teléfono sobre el escritorio y gruñó.
- Lisett ven un momento por favor.- habló a su secretaria por el intercomunicador.
- Diga señor Patel, estoy a su entera disposición para cualquier cosa que desee.- la escuchó decir nada más entrar a su despacho y no sabía porqué, pero le pareció que no estaba hablándole de trabajo.
- Por el momento lo único que deseo es saber porqué el mayor socio que tiene esta empresa estuvo esperando afuera de mi despacho sin que usted me avisara.
El hombre arregló varios documentos sobre su escritorio mientras le hablaba a la secretaria para así contener la explosión que estaba formándose en su interior, nunca le había gritado a un subordinado y no quería empezar a hacerlo aunque ella lo merecía.
- Señor no sé de que me habla.
- Le hablo de la señorita que estuvo temprano y que usted no me dijo que había llegado.
- Hay- se puso una mano en la boca fingiendo un falso olvido- Perdón señor Patel, entré a avisarle pero nos pusimos a conversar y lo olvidé y cuando salí ella ya no estaba.- le mintió sin ningún tipo de pudor.
- ¿No estaba? Ella me dijo que sí.- la escaneó con la mirada y vio la mentira en ella, ya sabía que no podía confiar demasiado, en cuanto se venciera el contrato que tenía no iba a renovarlo.
- No, se lo aseguro, si no yo al verla de nuevo habría recordado que debía avisarle.
La mujer siguió mintiendo como si hacerlo fuera lo más natural del mundo para ella, por su cabeza no pasó que aquella chiquilla pelirroja fuera un socio de la empresa, pensó que era una de las tantas conquistas del guapo inglés que venía a hacerse notar.
Pero igual era mujer, así que podía convertirse en la competencia en cualquier momento y por consiguiente en un peligro potencial para sus planes de pescar a un soltero millonario como lo era su jefe.
- Señor Patel, le suplico por favor que perdone mi falta, yo llamaré a la señorita y me disculparé por las molestias que le causó venir hasta aquí y le agendaré una nueva reunión.
- No, déjelo, creo que por hoy ya tuvo su dosis de metedura de pata y estoy seguro de que usted es la última persona que ella desea escuchar en estos momentos.- Renato se removió incómodo en su lujosa silla de cuero marrón- Pero tenga algo presente, mi empresa pudo haber perdido millones por su imprudencia de hoy, la próxima vez que usted olvide avisarme de la presencia de algún socio sea el que sea puede estar segura de que ese es el último día que trabajará aquí y además saldrá de este edificio con una demanda millonaria debajo del brazo por incumplimiento de funciones. - la rubia tragó en seco al pensar que las cosas no le habían salido muy bien pero al menos según ella pensaba logró engañarlo- ¿Entendió señorita Lisett?
- Sí señor Patel. - le respondió rápidamente.
- Me alegro, ahora vaya para su puesto.
De verdad que está historia estuvo GENIAL!!!!!