Abdelary La Guerrera Albina

_ Gran general ¿podemos hablar a solas un momento?

_ Claro que sí.

Cuando se retiraron de Abdelary el general Bongani dice.

_ Sé que mi hija parece una niña caprichosa, pero no es así, es la niña más juiciosa y educada que conozco, es solo que tiene mucha ira y está descargando toda su frustración contigo, sé que el hecho de no realizar una fiesta es difícil para ti, pero para ella también sería difícil que en su boda alguien dijera algo fuera de lugar, ¿te imaginas como se sentiría ella?

_ Cualquiera que se atreva a faltarle al respeto le haré tragar sus palabras.

_ Eso no sería bien visto, ella siempre ha querido mostrarse fuerte, pero sé que le molesta que todos la queden mirando como un bicho raro y digan comentarios molestos, si a mí me molestan sus comentarios y miradas, imagina como se sentirá ella.

Y en cuanto a los hijos; ella siempre dijo que no iba a tener hijos, pero creo que cuando esté en tu reino y se dé cuenta de que no hay tanta opresión a las personas albinas quizás cambie de parecer, ten paciencia por favor, a ella le ha tocado muy duro y simplemente no quiere que un hijo de ella pase por las humillaciones que pasó ella.

Por más que he tratado de protegerla y tenerla en una burbuja ha sido imposible evitarle algunos sufrimientos.

_ Lo entiendo general, pero mientras ella no cambie esa actitud conmigo, yo no agacharé la cabeza y espero que no me salga con ninguna sorpresita de mal gusto.

_ yo lo que veo es que se están enamorando el uno del otro y por eso pelean tanto.

_ ¿Tú crees que de verdad ella me quiera, aunque sea un poco?

Si, pero tendrás que seguir trabajando en eso, porque estás como quedadito.

_ Decidieron entrar nuevamente a la sala, Abdelary y Aziza iban de salida, Aziza le decía a su hermana.

_ No estoy de acuerdo con esto, si él se entera te matará _ cuando vieron a Mandla, ambas hicieron silencio.

_ ¿Van a salir?

_ Sí, tenemos que hacer algo importante.

_ ¿Chicas puedo acompañarlas? _ Dijo Halima.

_ no _ dijeron ambas

_ Espéranos aquí, no vamos a demorarnos.

_ A bueno, entonces yo las acompaño.

_ No es necesario, son cosas de chicas.

Abdelary no lo miraba al rostro y por ese motivo Mandla se imaginó que iba a realizar algo delicado e indebido, así que decidió seguirlas.

Llegaron a una casa en las afueras y decidieron entrar.

_ Buenos días.

_ Buenos días, pero si eres tú qué bella estas.

_ Te conocí el día que naciste.

_ ¿En serio?

_ Si, aquí te acosté cerca a tu madre y a tu hermano ¿Cómo está él?

_ Bien señora.

_ ¿Y ya conociste a tu príncipe?, tiene un lunar igual al tuyo.

_ Si, pero ese hombre no tiene nada de príncipe, es un tonto arrogante _ la anciana sonríe.

_ Qué pena interrumpirla, pero no podemos demorarnos, necesito algo que no me permita tener hijos, algo efectivo y definitivo.

_ ¿Y tu futuro esposo está de acuerdo?

_ Sí, claro que sí.

_ ¿Y por qué no te acompañó?

_ El tenía cosas por hacer, ha estado muy ocupado el pobre.

_ Entonces, ven en tres días y estará listo.

Las jóvenes salen de aquella casa y Aziza le dice a su hermana.

_ Esto está mal.

_ Deja de regañarme, me estás poniendo nerviosa.

_ Sal de tu escondite, sé que estás allí.

_ lo siento mucho.

_ No estás de acuerdo ¿verdad?

_ Por supuesto que no y le voy a dar una lesión a esta niña caprichosa.

Todos volvieron a casa y en las horas de la noche, llegó un hombre misterioso a visitar al general Bongani.

_ General, usted y su familia están en peligro, deben irse lo más pronto posible, si se quedan los van a matar.

_ Muchas gracias, amigo mío.

_ Váyanse antes del matrimonio de tu hija.

_ Sí lo haremos.

A la mañana siguiente: Mandla llega muy temprano a hablar con Abdelary y sus padres.

_ Buenos días.

_ Buenos días.

Miró a su novia y ella no le sostuvo la mirada, Mandla solamente le sonrió.

_ Amigo mío, teniendo en cuenta que no vamos a realizar una fiesta, vamos a adelantar nuestro matrimonio.

_ Entonces ¿cuando se casaran?

_ En cinco días.

"Todo quedó en silencio".

_ También había pensado en tres días, pero me gustaría que su hija tenga un poco más de tiempo con ustedes.

_ Hija ¿tú estás de acuerdo?

_ Me da igual, madre.

_ Bueno, si ambos están de acuerdo no veo ningún problema.

_ yo tampoco.

Sus padres se retiraron y ambos se quedaron allí mirándose las caras.

_ Creí que con la noticia ibas a poner un grito en el cielo.

_ No te voy a dar el gusto de disfrutar de mi sufrimiento.

Mandla bajó su tono de voz y le contestó amablemente.

_ Quiero que sepas una cosa, “yo jamás disfrutaría al verte sufrir” aunque no lo creas puedo sentir tu dolor, porque eres importante para mí y cada decisión que tomo, la tomo pensando en ti.

Mira, esto es para ti, me gustaría que lo usaras el día de nuestra boda, era de mi abuela, sé que no es nuevo, pero.

_ No te preocupes, usaré este hermoso brazalete ese día, de verdad me gusta.

Se pone de pie, luego se acerca a ella y la abraza

_ ¿Qué haces?, suéltame alguien podría...

_ No me importa, quiero que sepas que siempre estaré a tu lado así no quieras…

Mandla mira el lunar de Abdelary y lo toca suavemente y de inmediato ella lo aparta, ya que su cuerpo se estremece.

_ Te pido por favor que no vuelvas a hacer eso.

_ ¿Por qué?

_ No me gusta, me molesta

_ No pasa nada, si quieres puedes tocar el mío es solo un lunar.

Le acerca su brazo y ella se deja llevar por la curiosidad y hace lo mismo que él y de inmediato él se aparta y le sonríe.

_ Lo siento, yo no lo sabía.

_ Es solo un lunar, quizás estamos imaginando tonterías

_ Quizás.

_ ¿Qué hacen ustedes dos?

_ Nada hermana, solo conversábamos.

_ Que bueno que se traten como personas civilizadas, ya era hora _ aplaude y dice…

_ Que felicidad.

_ No exageres, no somos amigos, solo hablamos, ni porque fuera la gran cosa.

_ Para mí si lo es, que tú compartas conmigo es muy importante, es como si me ganara un gran premio

_ Que romántico ¿no te parece hermana?

_ Si tú lo dices.