Colágeno

Sentía que era el más estúpido por cómo me salieron las palabras, en realidad no quería hacerla sentir mal, es lo que menos quería, la carita que puso después hizo que mi corazón se estremeciera, al recordarle que estaba sola, estaba ahora estoy yo para hacerle compañía, joder que me haría feliz con ella si me lo pidiera soy capaz hasta de casarme. 

Qué tonterías ando diciendo seguro no se fijaría en mí, así me haya matado en el gym para estar lo más presentable ante sus ojos.

Por suerte la rubia amiga de ellas apareció, liberando de la tensión en la que me encontraba, ni mi mamá supo cómo salvarme.

¡Qué estúpido! La próxima vez pienso las cosas antes de decirlas.

Cuando llegó la amiguita de ellas me despedí y me aleje, ya que, la muchachita esa lo único que hace es mirarme y no quiero que Kat terminé por pensar que soy un mujeriego, eso fue mientras estaba en otro país, por qué si está mujer me acepta, me voy a portar bien juicioso.

Me fui para donde estaba el enamorado de mi mamá, conversando con otras personas.

Para que negar el tipo es muy amable, es dueño de varios clubes en todo EEUU, acá tiene uno que acaba de inaugurar, y es donde mi madre se la pasa metida.

El tipo no sé si será que quiere congraciarse conmigo, pero me invitó a su club.

—Puedes ir con tu mamá, ¿si quieres?

—Vi la ilusión en sus ojos. 

Pero no les negaré que me aterra que mi madre sufra de nuevo, ya que el tipo de trabajo de este sujeto atrae a muchas féminas.

—Claro, yo voy con mi madre, con eso sirve para protegerla de los cazadores—Lo miro fijamente, Lo vi tensarse y reí mentalmente.

—Si claro, debes cuidarla, ¿me imagino que nunca apoyarías que ella tenga una nueva relación?—Se atrevió a preguntarme si apoyo su relación. 

—Lo único que deseo es que mi mamá sea feliz, Pero el hombre que esté con ella debe saber que si la hace sufrir se las verá conmigo—Lo veo pasar saliva, pero, en cambio, esbozo una sonrisa que lo dijo todo.

En esta reunión que se le ocurrió a mi madre está bien aburrida, así que se me ocurrió una idea.

—Mira Gustavo, voy a decirle a mi mamá que corra a toda esta gente aburrida y nos vamos todos nosotros para el club. 

Al parecer al hombre le gustó la idea, me cae bien, me inspira como confianza.

Me voy directo hasta donde están las chicas, iba a decir lo mismo de hace rato, pero mejor no, no quiero que la rubia se haga ilusiones.

****************

Por suerte Mila llegó Para disipar la tensión, se que Rodrigo no dijo eso con mala intensión, es más, entendí perfectamente lo que quiso decir, lo vi alejarse con vergüenza.

Mila llegó con sus ocurrencias

Vi la expresión de Lucía cuando la rubia dijo que Rodrigo estaba de más de bueno, así como es ella.

Todas volteamos a mirar que estaba hablando con Gustavo. 

—Amiga tu hijo y tu hombre si como que se la están llevando bien.—Comenta Mila. 

—No es mi hombre, Mila—Refuto Lucía.

—Pues yo que tu no amiga lo atrapó de una vez, no sea que otra te lo quiera quitar—Declara la rubia. 

Vi la expresión de Lucía, en sus ojos se posó algo llamado celos, miedo, temor—No voy a atrapar a nadie, que se vaya con la que quiera—Dice. En un tono no muy claro.

—Si tú lo dices, después no vengas a decir que no te lo advertí—Advierte Mila. 

Veo la seguridad en sus palabras y no puedo dejar de pensar en las veces que he notado algo de confianza en ella con él, ¿será que esos dos personajes se traen algo entre manos?

Mis pensamientos son interrumpidos por Rodrigo que llega al lado de su mamá y más atrás aparece Gustavo.

—Mami la noche es joven y nosotros también—me mira a los ojos.

—¿Qué quieres decir hijo?, y por supuesto aquí habemos puras quinceañeras—Ella ríe de su chiste junto con Mila, Rodrigo solo me observa.

—Mami despide a toda esta gente aburrida y vamos para el club con Gustavo.

Mila es la primera en gritar que si y bailar. 

Todos la miramos, Lucía por su parte dice que no hay problema, Rodrigo clava su mirada en la mía, buscando mi Respuesta, tampoco es que quiero ser el agua fiesta del grupo o la aburrida.

—¡Está bien, vamos!—Termino por aceptar, es que joder, sentí que me estaba presionando con la mirada, esos ojos verdes tan profundos que me erizaron la piel.

Lucia se aleja para despedir a los invitados, cuando ya todos se han ido nos disponemos a salir de la casa. 

Ok ahora a decidir cómo iremos.

—Lucia puede ir conmigo—Sugiere Gustavo. 

—Yo aún no tengo auto—Dice Rodrigo

—Puedes ir conmigo—Me asombré con la rapidez que salieron esas palabras.

Él me miro con una sonrisa de satisfacción. 

—¿Y yo?—Dice Mila cruzada de brazos

—Te vas en taxi, —dice Rodrigo, divertido. 

—Ven sube al auto—Le digo

Rodrigo me pide las llaves del carro, para conducir él.

Mila cuando vio que él conduciría se quería ir en el asiento del copiloto.

—Hey ¿qué haces?—Le dice Rodrigo—Ese lugar es de Kat.

La rubia se sienta en la parte de atrás, mientras yo subo al lado de él.

Él solo me da una sonrisa de medio lado.

No se qué pasa, pero lo siento tan amable conmigo, ha cambiado tanto, ahora es todo un hombre, y la verdad no está nada mal, me doy una cachetada imaginaria, para no pensar en ello. 

—¿Cómo va el salón?—Pregunta para cortar el silencio. 

—Todo muy bien mejor que nunca, no tengo de que quejarme.

—¿Tienes la semana full?

—Bueno, depende, lo que quieras. 

¿Limpieza facial?—Pregunta de una vez. 

Yo le miró el rostro y se le ve la piel tan tersa con esa barba apenas visible. 

—Llama y te hago un espacio, ¿si quieres?

—Está bien, el lunes te llamo.

Nos quedamos callados de nuevo—Pero no tengo tu número—Me dice entregando su teléfono para qué agregué el mío.