EL FENIX DE AURORA

Ya no recuerdo muy bien como llegue a este lugar tan asqueroso, he hecho todo lo posible para mantener la poca cordura y rasocinio que me queda, pero las esperanzas de salir de este lugar se me están acabando, ¿cómo es que después de salir del palacio termine aquí?, en aquel entonces recuerdo que mis padres me mimaban era su pequeña adoración, creo que fui como un regalo del cielo para ellos, mamá siempre me decía que soy su pequeña bendición y papá que soy su tesoro, cuando salía del palacio para una reunión de esas de té, me secuestraron, ¿Quién? Aun no lo sé, pensaran que estúpido que dejen salir a una niña a esa edad, bueno no iba sola, me acompañaban varias damas de compañía y prácticamente 20 guardias, además siempre quise ser una guerrera y había convencido a punta de chantajes y muchos pucheros a mi padre que me dejara entrenar, lo convencí, pero apenas estaba informándome por medio de libros de tácticas y formas de pelear, no es por nada, pero soy bastante inteligente y se retener información muy bien, creo que tenía un poco de soberbia al respecto porque me sentía alguien especial, capaz de realizar cualquier hazaña; en fin cuando estábamos a mitad de camino nos atacaron y creo que solo quede viva yo.

Cuando desperté estaba en este maldito lugar una habitación de unos 4x4, con una mini cama, un pequeño lavado y ya, no entraba ni un rayo de luz, los primeros días claro que me asusté y grite, pero nadie venía a verme, empecé a rallar las paredes para saber más o menos cuanto tiempo pasaba y creo que fueron como cinco días después que ese hombre tan asqueroso y desagradable apareció diciendo que olvidara todo lo que había sido mi vida que de ahora en adelante todo sería diferente, que si me portaba bien y no hacia tanto ruido podría vivir muchos años, pero que si por lo contrario mi vida sería muy, muy corta, ¿Qué reacción esperaban? Claro que grité y pataleé simplemente era una niña, el primer castigo fue duro, hablo de castigo físico porque la comida aparecía cuando estaba durmiendo, los primeros latigazos me rasgaron mi pequeña espalda, no quise darme por vencida así que siempre buscaba la manera de escapar, después de muchos golpes entendí que si quería volver a ver a mi familia simplemente tenía que quedar en silencio.

No sé cuántos años pasaron, pero odiaba en lo que me había convertido, parecía un animal que se guiaba solo por su instinto y era el de sobrevivir, mi cuerpo fue cambiando, me hice un poco más alta pero mi desarrollo como mujer fue más complicado y antihigiénico, maldigo la hora en que Sali de casa, por querer saltarme mi etapa de niña estoy metida en esto, pero quería crecer y tener muchas aventuras recorriendo el mundo, ser una guerrera y defender la justicia a donde quiera que fuera, cuando ese animal quería desquitarse conmigo simplemente lo hacía, un día si me asuste él quería tocar mi cuerpo pero yo solo sentía repulsión y asco, creo que estaba ebrio y cuando medio reacciono dijo que el día iba a llegar tarde o temprano, considero que las veces que me salve fue porque no era agradable a su vista, pero quien lo seria si parecía un despojo humano, ese día volvió a dejar muchas cicatrices en mi cuerpo, en un momento creí haber sentido una presencia poderosa en ese lugar, y en medio de mi ilusión pedí ayuda, solo que nadie apareció para salvarme, con tantos golpes el muy miserable siempre dejaba un poco de medicina supongo que era para tenerme medio viva y utilizarme cuando él así lo quisiera, soy la princesa Aurora y esta es mi historia.