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Un Maravilloso Error

Un Maravilloso Error

Status: Terminada
Genre:Contratadas / Mundo de fantasía / Completas
Popularitas:648.3k
Nilai: 4
nombre de autor: CrisCastillo

En un mundo muy distinto al nuestro, en el que los seres humanos se han expandido por toda la galaxia y criaturas extrañas conviven con nosotros, vive Olivia Temple.
Su vida es perfecta, tiene un novio maravilloso y el trabajo que siempre quiso.
Pero una noche todo cambia para ella.
Alberto la deja y Olivia, despechada, se emborracha y pasa la noche con un desconocido.
Unos días después empieza a sentirse mal y, siguiendo un presentimiento, se hace una prueba de embarazo que resulta positiva.

NovelToon tiene autorización de CrisCastillo para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

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Aún recuerdo la primera vez que lo vi.

Hace tres semanas.

Fue un día importante para mí, no solo porque fue el día que le conocí, si no porque aquel día fue el motivo por el que recibí la mayor sorpresa de mi vida.

Empezó como cualquier otro día.

Mi novio de siempre, Alberto, me invitó a cenar. Eso no era algo inusual.

Desde que empecé a trabajar como residente de enfermería apenas le veía, y él siempre trataba de hacer planes para estar juntos.

Por fortuna, aquella noche salí temprano y pude aceptar la invitación.

Recuerdo que me arreglé a toda prisa, y que salí con el cabello alborotado y con el primer conjunto que encontré.

Aún así, al llegar al modesto restaurante Alberto me dedicó una sonrisa encantadora, con los ojos brillantes.

—Te ves fantástica, Olivia.

Realmente lo dudaba, pero era un detalle de su parte hacer tal cumplido.

Le di un beso en la mejilla y, cogidos de la mano, entramos al restaurante y una hermosa camarera nos condujo hacia nuestra mesa.

Alberto estuvo nervioso todo el rato, me di cuenta, pero no mencioné nada, atribuyéndoselo a su trabajo de reportero.

Comimos los entrantes y el primer plato con normalidad. Fue en el descanso entre el segundo plato que Alberto pareció coger fuerzas para decir lo que llevaba queriendo decir toda la noche.

—Olivia, nosotros... Llevamos mucho tiempo juntos, ¿verdad?

—Nueve años — le digo sonriendo. Tengo 27, llevamos juntos desde el primer año de universidad. Alberto asintió.

—Sí, eso precisamente. Llevamos muchos años juntos, te amo, pero parece que nuestra relación está estancada, ¿sabes? El estómago se me encogió, y perdí el apetito.

—¿Qué ocurre, Al? — le pregunté.

Alberto aspiró aire con fuerza.

—Liv, tengo que decirte algo muy importante.

En ese momento trajeron el vino. Sonreí con torpeza a la camarera mientras nos lo servía; noté como Alberto jugaba con las manos bajo la mesa.

Cuando la camarera se marchó, él parecía más decidido que antes.

—Olivia, tengo algo que decirte. Aceptaré cualquier reacción por tu parte.

—¡Alberto, por la diosa, me estás poniendo nerviosa! ¿Qué ocurre?

—¿Recuerdas a Rebecca Montoya?

Sí, la recuerdo. Coincidí con ella en una o dos fiestas del trabajo de Alberto. Era una fotógrafa de las que persiguen siempre la historia sin importarle las consecuencias.

Asentí con la cabeza en respuesta a su pregunta.

—Comenzó hará dos meses, en la fiesta de Navidad de la empresa. Fue un beso tonto, de broma, pero luego ha ido yendo a más y, bueno... ¡Lo siento Liv!

¿Sentía? ¿Qué sentía? ¿El haberme engañado durante meses o el tener que contármelo?

—Te mereces a alguien mejor, Liv— ¿por qué seguía hablando? —. Yo no te merezco. Eres una persona maravillosa y yo soy un imbécil por...

—Sí, lo eres— le corté. No quería oírlo más —. Eres un imbécil. Espero que te vaya bien con Rebecca Montoya. Esperaré con ansias la invitación a vuestra boda.

Me levanté de la mesa y fui directa hacia la salida del restaurante.

Me dirigí hacia un callejón y vomité la comida que había ingerido. Odio el pescado desde entonces.

Después no quise volver a casa. Sabía que me sentiría estúpida por no notar nada sobre el engaño de Alberto y en su lugar me dirigí hacia el primer bar que encontré.

Me senté en la barra y pedí la cerveza más fuerte que tuvieran.

Fue entonces cuando escuché su voz por primera vez.

—¿Ahogando las penas?

Miré con furia hacia mi derecha. Un hombre guapo, de unos cuarenta años, estaba sentado allí. Tenía el cabello castaño claro y una fuerte mandíbula que podría romper vidrio con ella.

—¿A ti qué te importa? — le reprendí—. Métete en tus asuntos.

—Me importa porque este no es un lugar seguro donde una dama deba beber hasta el olvido.

Me reí.

—¿Dama, dices? ¡Diosa, tiene gracia! No me siento como una dama en absoluto, así que este es el lugar adecuado para mí.

Le di entonces un trago a mi cerveza,pero el hombre no se dio por vencido.

—Escucha, soy de este barrio y créeme cuando te digo que no es seguro para alguien como tú. Deja que te saque de este lugar y...

—¿Y acompañarme a mi casa como un buen samaritano? No dejaré que me engañen dos veces en un mismo día.

En ese momento me dejó en paz, pero sentí su mirada en mí durante todo el tiempo que estuve allí.

No recuerdo cuánto bebí, es lo único que no consigo recordar de aquella noche.

Si recuerdo que, cuando me levanté del taburete, el desconocido se hallaba repentinamente a mi lado.

Desistí de decirle que me dejase en paz, y simplemente me limité a ignorarlo mientras me dirigía hacia mi coche.

—No pensarás conducir en tu estado, ¿verdad? — me preguntó.

Aspiré aire con fuerza, y le arrojé las llaves.

—Avenida South, bloque 3—le dije.

Él asintió y se sentó en el lado del conductor.

El viaje fue tranquilo. El sueño se iba apoderando de mí, y cada vez me costaba más mantenerme despierta.

—Ya hemos llegado — informó el buen samaritano.

Giré la cabeza y comprobé que, efectivamente, nos hallábamos ante mi bloque de apartamentos.

La sola idea de entrar ahí sola hacía que se me revolvieran las tripas.

—¿Quieres entrar? — le pregunté.

Me miró con sorpresa y, podría jurar, un poco avergonzado.

—No creo... Tú no estás...

Le callé con un beso en los labios.

Él me lo devolvió.

—¿Quieres entrar? — repetí, dejando claro que no volvería a ofrecerlo. Él asintió.

Subimos a mi piso entre besos y tocamientos desesperados, no sé en qué pensaba él, yo solo quería olvidar a Alberto.

Fue increíble.

Aún se me eriza la piel cuando recuerdo sus besos y sus manos sobre mi piel desnuda.

Desperté a la mañana siguiente con un dolor de cabeza horrible, y me dirigí inmediatamente al baño para vomitar.

Cuando no quedaba nada más en mi estómago que echar abrí el gabinete donde guardaba las medicinas, me tomé dos ibuprofenos y me dirigí de vuelta al dormitorio.

No había nadie más.

Admito que me sentí un poco desilusionada, pero me encogí de hombros y me vestí para ir al trabajo.

Los siguientes días fueron normales.

Empecé a notar los primeros síntomas a las dos semanas.

Cada mañana me despertaba con ganas de vomitar, aunque no hubiese comido nada la noche anterior,y empecé a detestar el olor a tabaco cuando nunca me había molestado.

Fue mi compañera de trabajo Mónica la primera que lo notó, aunque fuese como un comentario en broma hacia mis quejas por el pescado de la cafetería del hospital.

—¡A lo mejor estás embarazada! — dijo entre risas.

Eso me alarmó. Recordé aquella noche — fue la última vez que tuve sexo con alguien — y me llamé imbécil de mil maneras distintas por no exigirle que se pusiera un condón.

Cuando salí del trabajo me dirigí hacia la primera farmacia de guardia que hallé y, un poco cohibida, compré dos tests de embarazo, solo para asegurarme.

La farmacéutica no dijo nada, pero su mirada despectiva se me quedó clavada.

Conducí hasta mi piso y, nada más entrar, me fui al baño para hacerme la primera prueba.

Esperé pacientemente y miré con horror como la rayita del tubo se ponía rosa.

Me hice la segunda prueba, el corazón a mil por hora, y casi lloro de horror cuando volvió a salir el mismo color.

Mi mayor temor — en ese entonces— quedó plasmado en aquel tubo de plástico.

Estaba embarazada.

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Caty Camila Cortes
no entendí nick es quien la acosa alguien que me explique por favor
Liliana Bonilla
Mónica????? Jamás me lo imaginé 🤢
Gelis Trinidad Torrealba Núñez
Bien
DAISY VARGAS
esta chica no piensa o bueno será por el susto pero bueno ella fuera para q hubiese ido a la policía será la putizorra de rebe🤔
forastera
Buena, tiene una trama algo complicada, los misterios de la creación Jajaja, muy buena, éxitos
Herr schneidet
brother vaya que iniciaste con fuerza qué capítulo más intenso Fue increíble/Hey//Hey//Hey//Hey//Hey/
Yolanda De la hoz
Excelente
Ivette González
Será Isaias el que estaba hablando con Mónica.
Maru GARCIA
Excelente
Rita Coba
Malo
Rita Coba
Normal
Lizeth
me pareció súper tu novela y estaré con ansias la segund aparte ya que quede con muchas intrigas de saber el pasado de nik
Betty Saavedra Alvarado
Autora Cris me gusto la historia de Oliv y Nick espero que pronto subas la segunda parte han quedado muchas preguntas y respuestas son resolver
Betty Saavedra Alvarado
Rebeca se vengara de Thomas era una selkie seguiré leyendo la segunda parte
Betty Saavedra Alvarado
Olivia y Nick están juntos Andy tiene 19 años están de vacaciones el la playa que será lo que dice el sobre Rebeca murió Alberto encontró el amor en Sarah
Betty Saavedra Alvarado
Nick y Oliv Yvan a tener una niña de irán a Yrilion no encontraron el cuerpo de bRebeca Thomas esta metido en todo este lío Alberto despertó
Betty Saavedra Alvarado
Nick vuelve Olivia está en peligro Thomas esun traidor mal policía no se que busca con todo esto
Betty Saavedra Alvarado
Thomas quien eres en realidad pronto lo descubriremos
Betty Saavedra Alvarado
Oliv no te metas en problemas Rebeca es peligroso te puede hacer daño la fotografía debes dársela a Nick
Betty Saavedra Alvarado
Rebeca no trabaja para la revista su meta era conquistar al dueño lo consiguió
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