14:14

Salomé:

-- Me gustas, Salomé.

-- (What?! matame Diosito y vuelve a revivirme) Matthew...creo que las copas que te tomaste te volvieron loco-- sonreí y retrocedi lentamente-- buenas noches, amigo, que duermas bien, yo iré a mi casa a dormir-- sonreí y al voltear corrí hacia la puerta de mi casa y al entrar la cerré rápidamente sin mirar atrás-- Ja! no puede ser, no estaba preparada para escuchar esas palabras-- susurre y subí a mi habitación-- será verdad o Matthew estará jugando conmigo?

Matthew:

Miré confundido a Salomé por su reacción, creí que yo también le gustaba a ella. Acaso ella está dudando de mis sentimientos? me gusta de verdad.

Salomé:

Al día siguiente...

Me levanté como todos los días, y desayune para después ir al colegio.

-- Salomé, respira y exhala-- susurre cuando estaba por entrar al colegio-- (por qué te pones nerviosa por ver a Matthew? espero que sigamos siendo amigos después de la confesión de ayer...)

-- Salomé-- tocó Matthew mi hombro y salté del susto--soy yo, que ocurre?-- rió.

-- Na-Nada, solo me asustaste.

-- Salomé, con lo de ayer...

-- Será mejor que entremos rápidamente al curso, o nos pondrán a hacer limpieza de nuevo-- cambié de tema.

-- Te llevo tu mochila-- sonreí.

-- Gracias-- se la entregué y juntos entramos al curso.

Me senté en mi puesto como siempre y Matthew en el suyo. La estúpida clase de física empezó, es una de las clases que más odio, bueno, en verdad odio todas las materias, pero esta más ya que el profesor siempre me hace preguntas de lo que no me interesa. Le presté atención a la clase, todo iba bien hasta que el profesor me nombró.

-- Señorita Robinson, pase al frente y diga lo que entendió de la clase-- dijo el profesor de física con una sonrisa, el viejo me odia, pero lo bueno fué que Matthew me enseñó un poco de cada materia. Me levanté con unas ganas de girarle el cuello al profesor, pero no lo hice. Comencé a hablar de lo que había escuchado, todo estaba en mis labios, todas las palabras fluían como si fuera la chica más estudiosa del mundo. Las palabras correctas salían de mi boca, pero no estaba mirando a nadie, excepto a Matthew. Ni yo misma sabía lo que estaba diciendo, no estaba escuchandome al recordar las palabras de Matthew de anoche. Pero sabía que estaba diciendo el resumen correcto de la clase, ya que el viejo del profesor hasta se sentó a escucharme como si yo fuera la maestra.

-- Gracias-- terminé con un gracias al terminar de hablar, bajé la cabeza y esperé a que el maestro dijera que me sentara.

-- Perfecto, puede sentarse señorita Robinson-- caminé rápidamente a mi puesto.

Horas después tocó la clase de Matemáticas. La clase estaba más aburrida que escuchar las promesas del presidente de la república, más aburrida que hacer cola en el banco, más aburrida que escuchar las lamentaciones de Tamara cuando su novio la deja.

-- Señorita Robinson, pase a la pizarra a resolver el siguiente ejercicio-- miré confundida al maestro cuando me nombró. Simplemente hoy es mi peor día. Caminé hacia la pizarra y agarrando el marcador observé el ejercicio, ¿¡álgebra!? es enserio? es la clase que más odio ya que mezclan tomate con cebolla, agh!. Suspire y observé el ejercicio, parecía complicado, pero después de segundos de observación, logré recordar las clases de Matemáticas que me había dado Matthew hace dos días, gracias a eso me concentré y pude poner la respuesta correcta-- muy bien Robinson!-- sonrió el maestro-- estás aprendiendo mucho, sigue así.

-- Como no podré saber si tengo a uno de los mejores maestros-- me refería a Matthew pero el estúpido profesor se robó los créditos y pensó que estaba hablando de él.

Cuando estaba por sentarme en mi puesto el timbre de receso comienza a sonar y mis compañeros se levantan alborotadamente.

No quise salir al receso, por lo que me quedé en el salón leyendo algunos libros de las materias.

Después de varios minutos de reírme con una clase de física siento una mirada sobre mí. Sí, era Matthew el cuál estaba desde la puerta observandome.

-- Que haces aquí?-- pregunté fijando mi mirada al libro-- deberías estar en receso, con tus amigos, o amigas.

-- Tu también deberías estar en receso. Me sorprende que estés aquí leyendo un libro.

-- Bueno-- sonreí-- quiero aprender. Pero tú por qué regresaste?

-- Quería acompañarte.

-- No hace falta, yo estoy muy bien-- sonreí nerviosamente.

-- Por qué intentas alejarme de ti? por qué me quieres evitar?-- pregunta de repente y lo miro fijamente.

-- Yo...? Yo no, como crees...

-- Entonces por qué desde anoche tratas de no conversar conmigo?

-- Ay no, estás mal, yo no tengo nada en contra de ti. Estamos bien, seguimos siendo amigos...

-- Pero yo no quiero ser tu amigo-- se acercó a mí y puso sus manos sobre mi mesa-- yo quiero ser algo más que eso.

-- Algo más...?...Bueno, está bien, podrías ser como mi hermano...

-- Sabes a lo que me refiero, ni te hagas la tonta, que aunque pareciera, sé muy bien que no lo eres.

-- Mira Matthew-- me levanté y le di la espalda mientras me cruzaba de brazos-- tu y yo no podemos ser más que amigos.

-- Por qué?

-- Porque...porque mi padre jamás lo aceptaría, el quiere casarme con un hombre millonario, no creas que te estoy menospreciando, eres muy guapo y todo...pero para mi padre no hay hombre ideal, que el que tiene dinero, una fortuna.

-- Que pasaría si te digo que pienso trabajar mucho y conseguir mucho dinero para poder ser el hombre ideal que tu padre busca?

-- Ay Matthew, por qué tanta insistencia?

-- Porque me gustas, estoy enamorado de ti.

-- Yo creo que mejor es que me vaya con Tamara y...-- caminé hacia la puerta pero Matthew me detuvo agarrandome del brazo. Lo miré confundida y me quedé más confundida cuando el colocó su mano en mi nuca y se acercó a mí para darme un beso. Pasaron los segundos y ni uno de los dos hizo algo para separarnos, más bien, yo rodeé su nuca con mis brazos. Me estaba encantando aquel beso. Pero que estoy haciendo!. Cuando estaba por alejarme de Matthew veo que todos mis compañeros nos estaban viendo. Empujo a Matthew y me quedo congelada al ver la leve sonrisa de los demás.

-- Uy!-- rieron todos-- así que por eso no estaban afuera. Porque estaban besándose!-- volvieron a reír.

-- No nos estábamos besando!-- hablé-- el solo me estaba ayudando a sacar algo de mi rostro...

-- Deja de mentir Salomé, nos estábamos besando-- ne interrumpió Matthew cruzado de brazos con una sonrisa de satisfacción.

-- Bueno sí-- hablé-- pero el me besó primero!-- lo señaló.

-- Todos te vimos como estabas disfrutando...-- comentó Tamara y la amenace con la mirada-- me callo-- susurró.

-- Que está pasando aquí, por qué no están en sus puestos?-- preguntó el maestro cuando entró al salón y enseguida todos nos sentamos.

Ahora todos han de pensar que Matthew y yo somos novios! espero que esto no llegue a oídos de mi padre, espero y ruego. Solo faltaban dos horas para terminar las clases, por lo que oré para que se terminara rápidamente. El timbre sonó, ya era hora de salida.

-- (Gracias al cielo!)

Salí del curso sin despedirme de nadie.

Cuando estaba por subirme a un taxi, siento la presencia de Matthew tras de mí.

-- Salomé necesitamos hablar.

-- Yo no tengo nada que hablar contigo, Matthew-- apenas volteé-- ahora todos han de pensar que somos novios, espero que mi padre no se entere de esto por tu culpa-- abrí la puerta del taxi-- adiós-- entré al auto y cerré la puerta para que Matthew no siguiera insistiendo.

Al llegar a mi casa me crucé con mi madre y con mi padre.

-- Buenas noches-- apenas los saludé. Subí a mi habitación y antes de quitarme el uniforme me acosté en la cama-- por qué tengo que llevar una vida de millonaria? quisiera ser de clase media para poder ser feliz con quien yo quiera-- cayó una lágrima en las suaves sábanas de seda de mi cama-- por qué justo cuando tengo la oportunidad con alguien que me gusta no puedo ser feliz!?-- tiré todas las almohadas y me senté en mi cama.

▪︎▪︎▪︎

Ya han pasado dos días desde lo sucedido en el colegio. He ignorado a Matthew pero no he podido evitar mirarlo, así sea por unos segundos.

-- Salomé podemos hablar?-- fué lo primero que me preguntó Matthew cuando entré al colegio. Rodé mis ojos y me crucé de brazos, decidida a escucharlo.

-- Tienes dos minutos, corre tiempo-- le señalé mi reloj y el suspiró.

-- Solo necesito preguntarte algo.

-- Ahora solo queda un minuto-- hablé impaciente.

-- Dijiste que tu padre jamás permitiría que estuvieras con alguien como yo, pero si fuera por ti, estuvieras conmigo? te gusto, Salomé?

-- Se acabó el tiempo-- volteé y di pasos apresurados.

-- Sientes algo por mí?!-- gritó y me detuve al ver que todas las miradas estaban sobre mí-- estás enamorada de mí?-- volteé y alcé una ceja.

-- Recuerda los momentos que hemos pasado juntos como amigos, y reflexiona, te he demostrado algo?-- volteé-- piensa lo que quieras-- entré con una leve sonrisa al curso y me senté en mi puesto.

-- Salomé!-- entraron compañeras de otros cursos y se me acercaron-- osea que Matthew está enamorado de ti?-- preguntaron todas al mismo tiempo.

-- Que chismosas-- negué con la cabeza-- no les diré nada, si quieren saber preguntenselo al mismo Matthew-- sonreí y saqué mi libro para leer algo.

Pasaron los minutos y todos mis compañeros entraron al curso, excepto Matthew, lo cuál se me hizo raro.

-- Y Matthew?-- le pregunté disimuladamente a Tamara-- dónde está?

-- Pensé que no querías saber nada de él-- sonrió-- el salió del colegio, dijo que se sentía mal.

-- Que tiene?

-- No sé, preguntaselo tú misma.

-- Boba-- me alejé de ella y saqué lo necesario de mi mochila para escribir lo que el profesor estaba enseñando.

Cuando terminó la clase, salí apresuradamente del curso.

-- Amiga-- me tocó el hombro Tamara-- puedes acompañarme a un lugar?

-- Lo siento, pero sabes que mis padres no me dejan estar en la calle después de las siete de la noche.

-- Por favor-- sollozo-- necesito que me acompañes, eres mi única amiga, Trinidad está enferma y no puede acompañarme, por favor.

-- Dónde quieres que te acompañe?

-- A la casa de mi novio.

-- Y que es lo que ocurre? por qué te ves tan mal?

-- Es que...te lo diré pero no le digas nada a nadie-- asenti con la cabeza rápidamente-- yo...yo tengo un retraso, estoy embarazada-- murmuró cuidadosamente.

-- Qué?!-- grité y me tapé la boca-- estás embarazada?-- susurre y ella asintió-- amiga...

-- Por favor, quiero que estés conmigo cuando le dé esta noticia a mi novio.

-- Amiga-- susurre-- está bien, te acompañaré, no importa si mis padres se enojan si no llego temprano a casa, tu eres más importante.

-- Gracias-- se lanzó a mí para abrazarme-- te quiero un montón.

-- Y yo a ti, loquita.

Minutos después nos fuimos en un taxi, Tamara le dió un papel al conductor, el cual era la dirección del hogar de su novio. Nos bajamos del carro en una calle que me parecía conocida, pero no podía recordar cuando he venido.

-- Tamara, por aquí vive tu novio?

-- Sí. Amiga necesito ponerte una venda, a mi novio no le gusta que nadie excepto yo, sepa dónde queda su casa-- pero que absurdo.

-- Bien...?-- no replique y permiti que Tamara me pusiera la venda.

Tamara me estaba guiando donde tenía que pisar. Después de dar varios pasos nos detuvimos. La brisa chocó con mi rostro, se sentía tan bien.

-- Tamara dónde estamos? tu novio vive en el campo o qué?-- pregunté.

-- Amiga, a ti te gusta Matthew?

-- Por qué me preguntas eso tan de repente?

-- Te gusta?

-- No, me encanta-- sonreí-- él es un chico demasiado lindo, guapo, caballeroso, divertido, algo insistente, inteligente, atento...para qué me haces decir todo esto? siento vergüenza.

-- Así que piensas todo eso de mí-- un susurro en mi oído me hizo temblar, y como no, si era la voz de Matthew.

-- Matthew?!-- me quité la venda y me quedé petrificada al verlo a él.

-- Lo siento amiga-- habló Tamara y la fulmine con la mirada.

-- Me mentiste! dijiste que...entonces no estás embarazada?-- Tamara negó con la cabeza y me tapé la cara-- En estos momentos son los que maldigo el momento en el que salí del vientre de mi madre-- susurre y miré de reojo a Matthew-- no me mires así, no me gusta-- me volteé y noté que estábamos en la playa. Suspire y me crucé de brazos.

-- Entonces si te gusto?

-- Para qué preguntas si ya escuchaste lo que le dije a Tamara? o quieres que te lo explique con peras y manzanas? no me jodas-- suspire.

-- Quiero que me lo digas mirándome a los ojos-- me volteé.

Rodé los ojos y sonreí levemente. Coloqué un mechón de cabello atrás de mi oreja y miré fijamente a Matthew.

-- Me gustas, me encantas Matthew-- hablé.

...♡♡♡♡♡♡♡☆♡♡♡♡♡♡♡...

NOTA:

Hola preciosuras, les quiero comunicar que si no actualizo rápidamente es porque tengo clases de tarde, y mandan muchas tareas, pero trataré de subir lo más rápido posible los capítulos. También les invito a pasar por mi perfil y leer mis novelas: Entre mafiosos, y Las tres caras de Valeria. Entre mafiosos ya está completa, y las tres caras de Valeria es la segunda parte de esa historia, y está en emisión. Y si pueden, denme sus opiniones al respecto de esta novela, me ayudarían mucho. Muchas gracias por su atención. Esperen el próximo capítulo, gracias 😘😘.

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Comments

SE Pti

SE Pti

estás niña es buena para quejarse de todo lo que le aburre jajaja jajajaja 🤣😂

2024-09-05

0

Jesus Castro Montero

Jesus Castro Montero

Por fin Salomé le dijo a Matthew que lo ama grandiosa novela te felicito escritora

2024-07-23

0

Tania Morillo

Tania Morillo

hola Believer por donde las conseguiste

2024-07-12

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