11:11

Salomé:

Al día siguiente...

BIP, BIP.

Abrí mis ojos al escuchar el sonido de mi alarma.

-- Que fastidio-- susurre mientras levantaba mi mano para apagar la alarma.

Me levanté de mi cama, y al arreglarme bajé a desayunar.

-- Buenos días, papito-- abracé a mi padre cuando estaba por sentarme a la gran mesa-- mami-- la abracé para luego sentarme a comer-- les comento que hoy no hay clases, no habrá por una semana-- hablé llevándome una fresa a la boca.

-- Bueno, pero de todas formas tendrás que seguir estudiando-- respondió madre.

El ambiente en el comedor estaba demasiado tenso, sentía como si mis padres habían discutido.

-- Pasa algo? por qué están tan serios?-- pregunté mirando a los dos.

-- No pasa nada-- se levantó mi madre de la mesa-- no tengo hambre-- salió del comedor con una mirada molesta.

-- Que le pasa a mamá?

-- Cosas de mujeres, no le hagas caso-- sonrió y cuando iba a continuar comiendo, mi celular empieza a sonar. Veo la pantalla del teléfono y veo el nombre "El idiota de Matthew".

-- (Ahora que quiere?!)

-- Por qué no contestas?-- me pregunta mi padre y sonreí levemente mientras me levantaba de la mesa.

-- Iré a mi cuarto, papá-- salí del comedor rápidamente-- Hola, que quieres?-- hablé cuando contesté la llamada.

-- Oye tranquila, no pensé que te molestaría mi llamada-- rió Matthew y abrí la puerta de mi cuarto-- mas que sea preguntame como estoy-- miré por todos lados y cerré la puerta de mi habitación.

-- Cómo estás?-- rodé los ojos.

-- Bien.

-- Ahora dime que quieres?

-- Bueno, quería invitarte a salir, nuestros compañeros de clases saldrán al parque de diversiones, y me dijeron que podía invitarte, aceptas?

-- No sé si pueda, tengo tareas que hacer.

-- Tareas?-- rió-- como cuales? tomarse fotos y subirlas al Instagram y pintarse las uñas?

-- Ay está bien. Acepto la invitación, a qué hora será?

-- A las dos de la tarde.

-- Pero...-- miré mi reloj-- solo tengo una hora para arreglarme, no sabes que una chica necesita arreglarse?

-- Está bien, te espero a las dos y media-- sonreí.

-- Está bien, adiós-- guardé mi celular y me tiré a la cama-- que suerte la mía. nada estaba planeado, todo sucedió de repente-- susurre-- que me pongo?-- abrí mi armario-- necesito ropa nueva-- agarré una ropa adecuada para salir y después me puse algo de maquillaje.

-- Lista-- salí de mi habitación después de arreglarme-- papá-- entré a su despacho-- me podrías dar permiso para salir con unas amigas del cole?

-- Está Bien. Pero ya sabes a qué hora tienes que llegar.

-- Antes de las siete-- respondí con una sonrisa-- adiós-- salí de mi casa y me subí en un taxi.

Al llegar al parque de diversiones, me encontré con Matthew, Bianca, Tamara y otros siete compañeros más.

-- Hola, chicos-- hablé cuando me acerqué a ellos.

-- Te estábamos esperando, Salomé-- habló Tamara.

-- Bueno, como ya llegó la que faltaba, entremos-- sonrió Bianca la cuál agarró del brazo a Matthew.

Entramos al parque de diversiones. La estúpida de Bianca no soltaba a Matthew, y cada que volteaba a verme me sonreía. Tamara me había dejado sola por estar con el que parecía ser su nuevo novio.

Todos estaban con sus parejas, excepto yo.

-- Quiero subirme a la rueda de la fortuna, me acompañas Matthew?-- preguntó Bianca, mientras me miraba de reojo con una sonrisa.

-- Lo siento pero no quiero subirme-- se acercó Matthew a mí-- prefiero quedarme con Salomé, yo la invité y no sería bueno dejarla sola, pero ve tú-- sonrió.

-- Tienes razón-- sonrió forzadamente y no pude evitar sonreírle, burlandome de ella-- yo me subiré sola-- se alejó de nosotros.

-- Si hubiese sabido que la lagartija de dos patas iba a venir, no hubiese aceptado tu invitación-- miré a Matthew.

-- Lagartija de dos patas?-- rió Matthew-- dónde quieres ir? yo invito, yo pagaré todo-- puso su brazo en mi hombro.

-- No sé, decide tú-- me crucé de brazos.

-- Bien, a la montaña rusa?-- abrí los ojos de par en par.

-- Yo no me subiré en una montaña rusa-- me volteé dando pasos lentos-- nunca me he subido a una, pero sé que es horrible.

-- Por lo mismo que no te has subido a una, no sabes como se siente-- se puso al frente de mí-- andale vamos, te vas a divertir mucho.

-- Dije que no.

-- No será muchos minutos, te lo prometo, será inolvidable, vamos, yo me subiré contigo.

-- (Será la primera vez que me subiré en una de esas cosas, pero me subiré con Matthew, tengo oportunidades para enamorar a Matthew, así que tengo que aprovecharlas) Está bien, vamos-- sonrió.

Después de que Matthew pagó la entrada, nos subimos a la montaña rusa.

-- Me prometes que serán solo unos minutos?-- le pregunté a Matthew cuando ya faltaba solo unos minutos para que el juego empezara.

-- Te lo prometo.

-- No sé, ya me estoy arrepintiendo-- susurre y mi corazón empezó a latir 100 por segundo-- no sé porque acepté subirme a esto...

-- Ten-- miré a Matthew y vi su mano extendida hacia mí-- agarra mi mano.

Lo miré confundida y sonreí levemente, para después tomar su mano. Se sentía tan cálida, no como la mía que estaba helada. Solo con tocarlo me sentía nerviosa, una emoción que no tenía cuando me le desnude.

Lo miré fijamente y de pronto siento como mi corazón se paraliza cuando el juego había empezado. Mi madre siempre me decía que la montaña rusa era un juego divertido, pero también muy horrible. Ahora entiendo a qué se refería. Aquel momento era el más horroroso que he pasado en mi vida, sentía que la sangre se me bajaba y subía de mi cuerpo, sentía que el corazón se me iba a salir.

Minutos después el juego se terminó, aquellos minutos que estaba subida en esa montaña rusa, fueron los más eternos de mi vida.

-- Que divertido!-- rió Matthew cuando nos bajamos de la montaña rusa-- te gusto...?-- me miró y solo pudo ver como yo vomitaba.

-- No debí hacerte caso-- me limpié la boca con un pañuelo-- nunca más me subiré a ese maldito juego-- caminé algo mareada hacia él.

-- Pensé que te habías divertido, ya que estabas gritando, pensé que era de felicidad-- sonrió.

-- Idiota-- le agarré el cuello de la camiseta.

-- Hasta que los encontramos-- escuché la voz de Tamara y volteé-- los estábamos buscando, dónde estaban?

-- En la montaña rusa-- me abrazó Matthew-- estábamos divertiendonos, no es así Salomé.

-- Claro que n...

-- Vamos Salomé, vamos a comer algo-- me agarró del brazo y junto con los demás fuimos a un puesto de hot dog.

-- Yo invito!-- sonrió Bianca-- no se preocupen yo pago la comida-- rodé los ojos.

-- Yo compro mi propia comida-- hablé-- (No puedo permitir que la lagartija me dé de comer, antes muerta que comer algo que venga de su asqueroso dinero) Deme un...

-- Deme dos hot dog-- me interrumpió Matthew y apoyó su brazo en mi hombro.

-- Enseguida-- respondió el vendedor.

-- Que haces?-- pregunté-- por qué tan de repente quieres ser mi amigo, y me tratas tan bien? eh? me lo puedes explicar?-- alcé una ceja.

-- Digamos que no puedo sacar de mi cabeza el recuerdo de cuando me besaste, y de cuando contemplé tu cuerpo-- susurró en mi oído y me quedé paralizada.

-- Tenga-- le entregó el vendedor los hot dogs a Matthew.

-- Gracias-- me entregó un hot dog y lo recibí sin mirarlo a los ojos.

-- Gracias-- susurre y me acerqué a Tamara-- amiga, podrías estar conmigo y no separarte de mí?-- tartamudee.

-- Pasó algo? por qué estás nerviosa?

-- No me preguntes nada, solo quédate conmigo.

-- Bien-- me agarró del brazo y sonreí levemente.

Luego de subirnos a muchos juegos más, decidimos salir del parque de diversiones.

-- Bueno, me divertí mucho por hoy, no creen que deberíamos repetir esta salida?-- habló Bianca-- bueno, adiós chicos, nos vemos en el colegio. Adiós Matthew-- le dió un beso en la mejilla y luego me miró-- adiós Salomé-- me sonrió y después se alejó de nosotros.

-- Hipócrita-- susurre.

Los demás también se fueron, excepto Matthew, Tamara, su novio y yo.

-- Salomé-- me abrazó Tamara-- aquí nos despedimos, me tengo que ir, iré a cenar con mi novio, te quiero amiga. Adiós Matthew-- abrí los ojos de par en par y le hice señas para que no me dejara sola con Matthew. La muy tonta no entendió, y se marchó en un taxi con su novio.

Miré de reojo a Matthew y caminé de largo, dando pasos apresurados.

-- (No puedo creer que el idiota de Matthew me haya dicho que no puede sacar de su cabeza cuando me le ofrecí)

-- Te llevo a tu casa?-- me preguntó Matthew y me detuve.

-- Iré sola-- rodé los ojos y abrí mi cartera-- por Dios!-- susurre-- Como se me pudo olvidar mi dinero-- suspire frustrada-- no puede ser! (está demasiado lejos mi casa, y de seguro mi padre se ha de molestar si llego después de las siete)-- miré mi reloj-- Son las 6 y media!

-- Si quieres puedo...

-- Aún sigues aquí?-- volteé y me crucé de brazos.

-- Si quieres puedo llevarte a tu casa, digo, no traes dinero, y va a anochecer, y no está bien, que una chica tan...-- alcé una ceja-- tan linda-- se acercó a mí-- se quede sola. Vamos, te puedo llevar en mi moto.

-- Está bien. Puedes llevarme a mi casa, pero solo acepto porque mi padre me puede castigar si no llego a la hora justa.

-- Ok. Vamos-- caminé atrás de él y se subió a la moto-- quieres que te ayude a subir de nuevo?

-- Si no es mucho pedir-- extendió su mano y me ayudó a subir-- por favor, no vayas a toda velocidad, o puede que me caiga...-- lo primero que dije, y lo primero que hizo. Manejó con toda velocidad y me tenía con el Jesús en la boca.

Al llegar a mi casa me bajé de la moto.

-- Gracias-- susurre.

-- Que cosa?-- lo miré fijamente-- no escuché.

-- Gracias-- dije entre dientes.

-- De nada-- sonrió y me volteé.

-- Por cierto-- volteé con una sonrisa-- olvida lo que pasó esa noche, estaba con copas de más, solo fué eso-- se le borró la sonrisa de la cara-- no te hagas ilusiones, yo jamás estaría con un chico como tú-- volví a voltearme y me detuve en seco, esperando una respuesta de él. Me di media vuelta y lo miré. El solo me miraba seriamente. Volteé y entré a mi casa-- (Creo que todo me salió mal. Ya no podré hacer sufrir a Matthew, o yo terminaría sufriendo también, ya que me he enamorado de él)

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