19:19

Salomé:

-- Quiero que mi hija, se comprometa con tu hijo-- habló mi padre y abrí los ojos de par en par-- ok, entonces te espero-- guardó su celular y salió de la habitación.

Salí de adebajo de la cama y me levanté.

-- No sé cómo tengo que reaccionar. Pero no permitiré comprometerme con un hombre que no conozco solo porque mi padre así lo quiere-- entré a mi habitación y me encontré con Matthew en toalla-- que haces así?-- me tapé la cara.

-- No tengo ropa.

-- Ponte esta-- estire mi brazo y sin mirarlo me senté en la cama-- Matthew.

-- Sí?

-- Que pasaría si mi padre me comprometiera con un hombre? te alejarías de mí?

-- Pues no. Oh eso creo.

-- Eso crees?-- lo miré y le tiré una almohada.

-- Es broma. Nunca me alejare de ti, dije que lucharía por ti-- sonreí.

-- Se me hace algo raro que un chico esté en mi habitación-- reí y cerré la puerta con seguro-- que crees que pasará en un futuro? podremos estar juntos?

-- No tengo ni idea.

Le tiré una almohada en la cara.

-- Tienes que decir "claro"

-- Claro, claro-- respondió rápidamente y sonreí.

-- Sabes-- rodeé su nuca con mis brazos-- tu eres mi dulce pecado. Y por ti me iré al infierno-- le di un beso y caímos sin querer en la cama. Reí cuando Matthew se pegó en la cabeza con la mesita que estaba a lado de mi cama-- discúlpame-- susurre entre risa.

-- Duele-- se tocó su cabeza.

-- Jaja...

TOC, TOC. Tocaron la puerta de mi habitación y le hice una seña a Matthew para que no haga ruido.

-- Quién es?-- pregunté sentandome en la cama.

-- Señorita Salomé, sus padres la esperan en el comedor para el desayuno.

-- Diles que no bajaré, voy a comer aquí en mi cuarto, sube mi comida.

-- Sí señorita-- sentí como la sirvienta se alejaba. Suspire y miré a Matthew.

-- Comerás conmigo. Ya conversaste con tu madre?

-- Sí, le dije que no regresaría a casa ya que estaba en la de mi amigo.

-- Bien. No podré salir de mi habitación por dos cosas; no quiero ver a mi padre, y la otra por ti, tengo que estar aquí o te pueden ver.

-- Que aburrido, entonces tiene que anochecer para poder salir-- suspiró.

-- Mmm. No nos aburriremos-- saqué una caja.

-- Que es eso?

-- Has jugado rompecabezas?

-- Sí-- caminó hacia mí-- de cuantas piezas es?

-- 1000 piezas.

-- Suena entretenido, mientras más piezas sean, mejor-- nos sentamos y empezamos a sacar las piezas.

Comenzaron a tocar la puerta de mi cuarto, por lo que la abrí por la mitad.

-- Muchas gracias-- agarré la bandeja con mi comida.

-- No quiere que la entre yo?

-- No querida, tengo pies y manos-- cerré la puerta en la cara de la sirvienta y con la bandeja en la mano me senté al frente de Matthew.

-- Eso es lo que comes todos los días?-- preguntó Matthew viendo sorprendido la bandeja.

-- Claro.

-- Tu tienes la vida de princesa. Será un cambio brusco si de vida de niña rica, pasas a vida de niña de barrio. Porque esa es la consecuencia de si quieres estar conmigo para siempre.-- agache la mirada-- pero no te preocupes, conseguiré un buen trabajo, y no viviré como un miserable...

-- Matthew, te diré lo que le dije a mi padre. Me da igual si eres pobre o no, yo estaré contigo hasta las últimas consecuencias. Y si es posible, soy capaz de casarme contigo a escondidas. Sé que es algo apresurado para pensar en eso. Pero siento que nuestro destino es estar juntos. Tu lo crees?

-- No lo creo. Lo sé-- sonreí.

-- Ya deja de hablar y come.

Al terminar de desayunar, empezamos a jugar muchos juegos de mesa, alejada de las redes sociales me aburría, pero el estar con Matthew me divertía, y mucho. Las horas pasaron volando y ya estaba por anochecer.

Salí de mi habitación para ir a la cocina. Quería celebrarle el cumpleaños a Matthew, y aunque no podía darle globos y regalos como tenía planeado, quería hacerle saber cuanto me importa.

-- Señorita, busca algo?-- me preguntó una de las sirvientas cuando estaba mirando por todos lados en la cocina.

-- Sí. Hay torta?

-- Torta? pues sí, pero eso es solo para su madre.

-- Mi madre no comerá torta a esta hora. Mañana compras una y listo. Dame la torta-- la sirvienta asintió dudosa y abrió la nevera para luego sacar un pastel mediano-- Cualquiero cosa, yo no vine a la cocina, en fin, no he salido de mi habitación. Entiendes lo que quiero decirte?-- la sirvienta asintió y tomé la torta en mis manos-- muy bien, tu te portas bien y yo me porto excelente-- sonreí y tomé dos platos y un cuchillo. Salí de la cocina con una sonrisa y subí a mi habitación.

-- Por qué tardaste tanto?-- preguntó Matthew sin mirarme y cuando volteó a verme me miró confundido.

-- Feliz cumpleaños-- sonreí y caminé hacia él.

-- No debías molestarte...

-- Deja de hacerte el difícil. Bien sabes que no es ni una molestia, además eres mi novio, es normal que quiera celebrar este día tan especial contigo-- nos sentamos en la cama y parti la torta.

-- Nunca nadie me había dado este detalle-- lo miré.

-- Y tu madre?

-- Ella está enferma y no tiene tiempo para celebrar nada, apenas y celebramos la navidad. Gracias por este detalle.

-- Ya que soy la primera, me siento muy feliz-- le di un pedazo de pastel.

-- Cuando es tu cumpleaños?

-- En cinco meses. Y en 6 meses es la graduación-- suspire.

-- Que piensas estudiar en la universidad?

-- Cosmetología, es algo que me encanta, y tú?

-- Aún no lo tengo muy claro. Pero me gusta todo lo que es de números, negocios y esas cosas.

-- Mmm.

-- Cuántos hijos quisieras tener?

-- Por qué esa pregunta tan de repente?

-- Curiosidad.

-- Bueno, quisiera tener una niña, un niño, una niña, un niño, una niña, y un niño. En total son 6.

-- Dale despacio preciosa, de dónde conseguiré tanto dinero para tantos hijos?

-- Y quien dice que tu serás el padre de mis hijos?-- sonreí.

-- Y entonces quién será?

-- No sé-- sonreí.

Horas después...

Ya eran las 11 de la noche, y a esta hora todos están dormidos

-- Bueno, creo que ya es hora de despedirnos-- abracé a Matthew-- podrás salir por la puerta que está en la cocina para no hacer tanto ruido. Adiós-- le di un beso.

-- Tengo una idea-- alcé una ceja-- que tal sí, te robo?

-- Qué...?

-- Que tal si salimos juntos y vamos a disfrutar. Todos están dormidos, y podrás regresar de madrugada. Nadie se enterará que salimos.

-- Matthew Cooper, es muy arriesgado...

-- No pasará nada. Hagamos esto, a partir de hoy, todas las noches, a las 11 p.m., te escaparas de casa y saldremos a disfrutar. Así que señorita Salomé, acepta arriesgarse para disfrutar con su novio?

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