Narra Mildred
Jean se había acercado mucho a mi, cosa que desde luego me puso nerviosa.
— Note que estabas hablando con Charles... ¿puedo saber sobre que? — Me preguntó mientras se acercaba más a mi y se colocaba en cuclillas frente a mi.
— Oh — Mencione y no tome mucha importancia — Si, Charles estaba aquí hablando conmigo hace un rato ¿Por qué la pregunta? — Giré mi rostro lo suficiente como para mirar bien el rostro de Jean.
— Pregunte, ¡¿Que fue lo que dijo?! — Lo último lo dijo de una manera más sombría, esa acción me asustó bastante pues nunca me había hablado así.
Seguí como si nada hubiera pasado y solo respondí.
— Bueno me saludo y me dió unos cuantos cumplidos — Dije y esté me miraba aún fríamente — También me pidió una cita… — Antes de que terminara Jean me grito.
— ¡Dime qué no aceptaste! — Lo mire extrañada, ¿Acaso está loco? él nunca me habló así.
— Le dije que si, hace mucho que no lo veo y me gustaría estar enterada de que fue de su vida el tiempo que no estuvimos en contacto — Me miro furioso.
...Narra Jean...
Me sentí la peor basura del mundo, yo no podía reclamarle que quisiera saber más de Charles y lo sabía.
Pero en cierto momento note que ella se asustó por mi mirada.
— Ya veo... — Le dije y mi rostro cambio de una mueca de molestia a una de desesperación.
— ¿Sucede algo padre? — Pregunto al notar que yo estaba tenso y yo me quedé helado.
— …¿Por qué me has llamado padre? — Le mire serio y está solo me miraba.
— Bueno tu eres mi padre después de todo ¿o no? — Ella me sostuvo la mirada y sentía que algo se estaba quebrando dentro de mi.
— Pero… antes no me llamabas así — Apreté los puños molesto — ¿Acaso el beso de Charles te gustó tanto? — Pregunte y ella no me dió respuesta.
— Es solo que creo que ahora debo llevar un poco más de distancia — Dijo ella y mi primer impulso fue tirarme sobre ella.
Su pequeño cuerpo quedó bajo el mío y yo tomé sus muñecas con una sola mano, mientras con la otra me mantenía un poco retirado de ella.
— Padre... — Dijo con la voz un poco temblorosa —¿Que haces?.
— Quiero que pruebes mis labios y me digas que yo soy mejor que Charles — Acto seguido la bese y introduje mi lengua a su cavidad bucal.
Mildred se opuso al beso sacando el rostro a un lado y me sentí desfallecer, ella había rechazado mi beso... pero no rechazo el de Charles.
— Dime ¿Acaso te doy asco? — La miraba y está no me contestó — Supongo que si.
Esto era demasiado para mí, así que solté sus muñecas y me levanté.
— ... — Ella permaneció callada y yo me retire rápidamente del lugar mientras sin saber cómo una pequeña lágrima de coraje recorrió mi mejilla.
...Narra Mildred...
Jean se encontraba alejándose de mi y yo me sentí muy mal de haberlo rechazado, él me besó y yo me moría por responder ese beso tan deseado.
Pero fue cuando recordé lo que me dijo Tatiana después...
— Mildred escúchame por favor, tu ya no puedes decirle Jean a tu padre, Elena no se tomará eso de la mejor manera — Suspiro — Su padre es un mafioso y puede mandar matarte en cualquier momento solo para que su hija este feliz.
— No creo que Jean deje que ese señor me haga daño — Le dije a Tatiana muy confiada.
— Puede que Jean se convierta en un capo de la mafia, pero con tal de conseguir ser el siguiente jefe haría lo que fuera... incluso te mataría con sus propias manos, digo es lo que cualquiera haría por poder — Trague saliva al pensar en todo lo que me dijo Tatiana.
— ¿Dime qué harás? digo en caso de que suceda ¿tienes la mínima idea de lo que podrías hacer en ese caso? ¿o acaso esperarás hasta que Jean te tire al río? — Me asusté bastante debido a sus palabras pero mi mente se calmo rápidamente.
— ¿Y si las cosas no llegan a ser así? — Imaginé buenos escenarios — Quizá Jean y yo podamos ser pareja a espaldas de todos, y cuando Elena muera yo y él podremos hacer pública nuestra relación.
— Si claro — Dijo en un tono burlesco — Mildred por si no lo sabes los millonarios se casan entre millonarios para aumentar su fortuna, dime ¿cuántos millones tienes en tu poder? — Ella me preguntó y sentí que era una simple cucaracha.
— Tatiana, yo se que no soy rica... — Unas lágrimas recorrieron mis mejillas — Y es por eso que no tengo ninguna opción, no tengo el dinero para huir en caso de que algo como lo que mencionaste suceda — Apreté los puños con frustración — Pero yo sé que en el fondo de su corazón Jean siente algo más por mi.
— Mira Mildred se que la manera en la que te lo dije no es lo mejor, pero quiero que sepas que en caso de cualquier cosa tu puedes disponer de mi fortuna — Ella estiró una tarjeta de crédito hacia mi — Así que toma está tarjeta y utiliza el dinero para lo que tú necesites en caso de que cualquier cosa suceda.
— Yo no puedo aceptarla — Trate de negarme y ella la puso en mi mano.
— Creeme en algún momento esto te será de utilidad — Ella en verdad era una gran amiga, nadie hace lo mismo.
— En serio te agradezco que hagas esto por mi — La abracé y está correspondió el abrazo.
— Por favor no confíes en Jean, él no te tiene el aprecio que yo te tengo — Me dijo y yo me puse un poco triste — Si el trata de seducirte solo dime, yo te ayudaré a tomar una decisión buena y que no te traiga problemas.
— Por favor ya no digas eso... — Susurré y esta me abrazo aún más fuerte.
— Si él llegara a tomarte alguna vez como mujer... después de eso no sabría que hacer, siento que te haría mucho daño al dejarte si se aburre de tí — Eso me hizo sentir aún peor de lo que ya lo hacía.
Esas palabras me dañaron de una increíble manera el corazón...
...Narra Jean...
Me encontraba sentado en una mesa junto a Elena, quien no paraba de abrazarme y besarme la mejilla.
— Mi amor, agradezco que ya te hayas desocupado — Me dió un beso en los labios y se alejo un poco.
— Me quedaré aquí el resto del día — La abracé y justo en ese momento Mildred se acercó a una mesa no muy lejos de nosotros.
La verdad ya no me importaba si ella me veía o no, al parecer ella ya no sentía un cariño especial a mi, si ella iba a salir con Charles yo le daría una cucharada de su propia medicina portando me cariñoso con Elena lo que restaba de el día.
Quizá si ella me hacía un berrinche frente a todos yo la iba a reprender, si ella me quería solo como su padre yo me comportaría como tal con ella.
Cuando nos miro note que su rostro se puso molesto y un poco de color carmín en su rostro se formó.
...Narra Mildred...
Al llegar a la mesa de mi abuela, pude notar que Jean y Elena estaban muy acaramelados, me puse como objetivo no molestarme o hacer una escena
Pero la verdad era imposible, mi abuela me hizo recobrar la calma y todo habría marchado bien de no ser por qué Elena me llamo.
— ¡Mildred! — Me llamo Elena — ¡Ven aquí! — No tuve opción más que acercarme un poco más a ella — Tu padre y tú madre quieren darte un abrazo.
Cuando escuché eso el corazón me dió un golpe horrible.
— ¡Creí haberte dicho ya que yo no soy tu hija Elena! — Subí el tono de voz y todos los invitados nos miraron.
— ¡Mildred Sofía Ackerman! — Me grito Elena y me molesté, ¿Quien se creía para pronunciar mi nombre así la estúpida? — ¡No le grites a tu madre! — Mire a Jean en busca de ayuda y este solo bajo la mirada.
...Narra Elena...
Mi padre me aconsejo que alejara a Mildred lo más posible, al parecer a Jean si le gustaba ella.
Mi hermano había ayudado un poco para que Jean no estuviera muy feliz con el comportamiento de Mildred así que esto sería más fácil de llevar acabo.
— ¡Jean te exijo que le pongas un alto a tu hija para que no me esté molestando! — Rogué ayuda de este pero solo desvió la mirada a un lado.
— No quiero resolver asuntos de mujeres estúpidas — Fue lo que dijo en un tono bajo.
— ¡Jean! — Lo volví a llamar y este se molestó.
— ¡Ya cállense las dos! — El me callo y yo solo le di una bofetada.
— ¡No lo toques! — Mildred corrio hacia mi y trato de darme una bofetada.
— Mildred por favor no te metas en mi matrimonio — Jean tomo su mano antes de que me golpeara.
— Pero Jean... — Ella lo miro extrañada y puso una mano en la mejilla de Jean.
— ¡Dije que no te metas! — Jean le gritó y ella soltó lágrimas.
...Narra Mildred...
Sentí que me moría... solo huí de ese lugar lo más rápido que pude y me eche a llorar.
— Vámonos de aquí Mildred — Tatiana me había seguido hasta la casa y solo asentí a lo que ella dijo.
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Comments
Gisela Lorena Martinez
esa Tatiana es la peor enemiga no la amiga....estan todos para separarlos hasta la madre de el
2021-04-18
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Yamile Peña
ya veo que la amiga es mala ella también está ayudando la otra familia de elena
2021-04-18
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