Una mirada de lujuria

Lugar: Cafetería

Fecha: Sábado

Hora: 9:20 A.M.

Narra Mildred

Me encontraba sentada en la mesa de la cafetería de la cita, ellas siempre han llegado tarde así que no me sorprendió mucho que ellas se retrasaran.

Suspiré y tome mi teléfono para jugar un juego de carreras. En eso escuché mi nombre.

— ¡Sofía! — Fany se acercó a mi y me abrazo — lamento llegar tarde, debe ser muy tedioso esperar sola — ella me soltó y yo negué con la cabeza.

— No te preocupes Fany — Sonreí y luego guarde mi teléfono — Creo que yo soy la que siempre llega mucho antes — En ese momento vi al chico que venía tras de ella.

— Bueno ahora sí Robert — Dijo Fany mirando a su hermano — acércate a saludar a mi amiga — El chico se acercó a mi y me extendió la mano.

— Buenos días señorita Sofía — Tomé su mano — Se ve tan linda como ayer — Me sentí un poco avergonzada por mi aspecto la noche anterior.

— Gracias, usted se ve muy bien — Le sonreí y note que alguien más se acercaba — Ahí viene Tatiana — Dije cuando ella ya estaba más cerca.

— ¡Hey! — Dijo Tatiana y corrió a abrazar a Fany — Tanto tiempo sin vernos Fany — Dijo Tatiana abrazando fuertemente a Fany.

— Lo mismo digo Tatiana, te desapareciste de mi vista por un año — Ellas se soltaron; Fany era un poco rellenita y su piel era pálida, cabello marrón y ojos del mismo color.

— ¡Parece que solo se extrañan ustedes! — Escuchamos otra voz y fue cuando ví a Mary; Su pelo era negro y risado, su piel morena y sus ojos marrones, era delgada y muy alegre.

— ¡Mari! — Grite y todas nos abrazamos.

— ¡Hola! — Dijo Mary mientras nos abrazamos — Hace tanto que no escuchaba sus voces tan chillonas que me producen dolor de cabeza — Todas nos reímos, y díganme ¿Dónde está su novio? — Creí que no haría esa pregunta, ¡rayos!.

— Mi pareja no ha tenido tiempo de venir, ha estado muy ocupada en sus asuntos de trabajo — Tatiana se excuso y Mary miro a Fany.

— ¿Y tu? — Preguntó Mary.

— No tengo novio pero traje a mi hermano para que se lo lleven — Dijo y todas nos reímos mientras las mejillas de Robert se llenaban de un color carmín.

— La verdad no me imaginé que me quisieran regalar a un hermano pero me lo llevo con todo gusto para mi casa — Robert parecía tomate y yo solo me reí ligeramente.

En ese momento Mary me miró fijamente cosa que causó miedo en mis adentros.

— Todo está bien pero... — Su mirada se volvió más intensa que antes — ¿Sofía? por favor no me digas lo que piensen que saldrá de tu boca.

— Lo bueno es que ya te sabes la respuesta — Sonreí y continúe — Así que no diré nada para que no te enfades conmigo.

— ¡Amiga! — Mary resoplo — Está bien, quizá no haya tanto problema, pero hay una pregunta que me gustaría hacerte Sofía — Sin quitar su mirada de mi hizo una pregunta que al parecer incómodo a todos — ¿Eres lesbiana? ¿Es por eso que no buscas novio para que te acompañe en la vida? — La verdad yo no tenía nada en contra de los homosexuales o las lesbianas, pero el que pensaran que a mí me gustaba una mujer era algo extraño.

— ¿Cómo dices? — Dije entre risas y luego de un rato me calme.

— Bueno a mí me parece que tú tienes esos gustos, pero no quieres decirnos ¿no es así?, no está mal que tú tengas otro tipo de atracción así que si nos lo dijeras no vamos a juzgarte — Me dijo y yo tragué saliva.

— El que no tenga novio no quiere decir que yo sea lesbiana, se que te parece muy extraño que yo no sienta atracción a alguien más pero no es de preocuparse — Dije con tranquilidad pero Mary continúo.

— Ah~... ¿O acaso eres una persona bisexual y te gusta un chico y una chica pero no sabes a quien escoger? — Tatiana comenzó a toser y yo solo me quedé pálida.

— No Mary, no son así las cosas — Fany parecía estar en un completo Shock y Tatiana estaba pálida.

— ¿Entonces tú si amas a alguien pero es una imposible? — Dijo y sus ojos se llenaron de un peculiar brillo debido a la emoción — ¡Dime!, por favor ¡dime! — Me quedé con los ojos y la boca abierta.

— Mary, no creo que eso sea lo que le suceda a Sofía, ella no busca una pareja por qué no se siente preparada para tener una, quizá Sofía pronto se de cuenta de que hay alguna persona allá afuera que está esperando ansiosa por su amor, y que está dispuesta a hacerle muy feliz — Dijo Tatiana y sus mejillas se llenaron de un ligero color rosado.

¡Mierda!, por el discurso de Tatiana ahora todos pensaran que estoy dispuesta a asistir a citas a ciegas. pensé para mis adentros y Mary prosiguió.

— ¡Bueno, bueno! — Dijo Mary — Entonces me veo en la obligación de presentarle unos cuantos chicos a mi amiga — Dijo Tatiana mientras levantaba el brazo derecho con decisión — Quizá entre ellos este el príncipe azul de nuestra amiga Sofi.

Estaba muy distraída pero logré escuchar unos taconazos que provenían de la entrada de la cafetería estos se dirigían hacia nosotras.

— ¡Chicas! — Reconocí la voz de Kenny y more como todos se giraban, menos yo, tenía una extraña sensación en la garganta — ¡Me da mucho gusto verlas a todas! — Grito Kenny y cuando dijo lo siguiente sentí un escalofrío — El es mi profesor Jean Ackerman —El escuchar ese nombre fue la peor tortura que pude haber experimentado, comencé a sudar frío y a temblar un poco.

Cuando mire a Tatiana de reojo ella estaba mirando hacia Kenny con horror, fue cuando la sensación de pánico se apoderó de mí y me gire a verlos.

¡Era el! ¡Definitivamente era Jean, yo di un paso hacia atrás y un jadeo de horror se escapó de mi boca, el se veía casi igual a la última vez que lo ví, ahora llevaba un traje que resaltaba más su figura.

— ... Mildred … — Jean logro formular esa palabra mientras me veía detenidamente.

— ¡No sabía que conocía a mi amiga Sofía! — Grito Kenny y yo seguí congelada en el mismo sitio.

¿El era el novio de Kenny? me quedé impresionada por la noticia y luego se me helo la sangre al pensar que quizá ella y el... ¡no! no puedo ponerme a pensar en esas cosas.

— Es una grande sorpresa verte aquí padre... — Dije de una forma vacía y lo mire directamente a los ojos.

— ¿Padre? — Preguntaron todos al tiempo exacto, la única que se encontraba aterrada como yo era Tatiana.

— Bueno… el es mi padre adoptivo — En ese instante solo pude maldecir haber asistido a ese lugar cuando pude estar tranquila mente en mi casa viendo la Tv — Iré al baño — Tomé mi bolso y me fui a paso apresurado rumbo al baño, al llegar al baño abrí el grifo y tome agua entre mis manos para mojarme la cara.

yo no traía máscara para pestañas ni pintura en la ceja. Así que no fue tanto problema la hora de desmaquillarme.

Pues solamente traía puesto lápiz labial.

Al mirarme al espejo de el sanitario note algo que hizo quebrarme enteramente, sin darme cuenta tenía los ojos llenos de lágrimas.

Fue cuando ví entrar a Jean al área de los espejos y lavabos, el se acercó poco a poco a mi y yo comencé a caminar hacia atrás huyendo de el a paso lento.

— … Mildred ven... — El siguió caminando y yo retrocediendo, lo hice hasta que tope con la pared del lugar, Jean se acercó y extendió los brazos — Mildred déjame abrazarte un momento — Llegó hasta donde estaba yo y me abrazo, quise oponer resistencia pero mi cuerpo no me respondía; cuando me chocó contra su pecho sentí un alivio inexplicable en el corazón.

Inmediatamente deje de llorar y Jean comenzó a acariciar mi cabello delicadamente.

Narra Jean

Comencé a acariciar su cabello lentamente y sus manos rodearon mi cintura con cuidado.

— Te extrañe mucho hermosa — Regrese mi marcada a su rostro y ella se encontraba asustada — No pienso hacerte nada — Ella se tranquilizó un poco pero yo no pude evitar mirar un poco su cuerpo, una mirada de lujuria se poso sobre su pequeño cuerpo.

Me sentí culpable, pues no estaba acostumbrado a dirigirme hacia Mildred con semejante lujuria, siempre fue la pequeña niña a la que quería cuidar y ahora se había convertido en una mujer la cual quería desnudar y hacer mía.

Una mujer a la cual atesorar y complacer de todas las formas posibles; ahora no podía apartar mi mirada de sus curvas, ella trae puesto un vestido negro un poco a la medida y unos tacones del mismo color.

Ligeramente pose mis manos sobre sus caderas, ella comenzó a ponerse un poco roja y entonces reaccionó; alejo un poco mis manos y se soltó completamente de mi agarre mirándome fijamente.

— J-Jean — Dijo y el escuchar su voz en apenas un susurro fue una sensación exquisita.

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