cap 18

'Johan'

Mi presentimiento no era erróneo, todas me veían como si fuera una amenaza aquí y no supe que hacer, voltee mi mirada a Williams y el me sonrió para luego besar mi mejilla.

- Llevábamos tiempo escondiendo lo nuestro pero hemos decidido de formalizarlo con el matrimonio y los quisimos hacer participes de nuestra felicidad. - dijo Williams y vi a los muchachos sonreír alegres pero las demás.. ellas no estaban muy contentas.

- Entonces.. podemos suponer que cada ves que el jefe elegía un proyecto nuevo, siempre eligió el de Johan solo por ser su prometida. - comentó Aide, otra de las enamoradas de Williams y mi rival en diseños.

- Usted está equivocada señorita Aide. - respondió Williams con seriedad.- Dentro de la empresa siempre fuimos dos profesionales que solo se hablaban en los momentos de junta o cuando algún inconveniente se presentaba, no debemos de mezclar lo personal con lo laboral. - Añadió y volteo a verlos a todos.- Si los proyectos de mi mujer fueron escogidos, fue por el trabajo y empeño que ha puesto en ello, por lograr metas que sus diseños no habían alcanzado.

- Pero señor..

- No hay peros que valgan aquí, pueden hacer y deshacer a su forma cada pensamiento que tengan, pero lo adecuado sería en que se planteen el porqué esta trabajando en un área baja cuando es la dueña de la empresa completa. - la interrumpió y me sonroje, no podía creer que este diciendo esto frente a todos. - Prefirió ser compañera de ustedes a tener que ser quien les da las órdenes de que hacer o que no, deberían de tener un poquito de consideración con mi prometida y fuera de ello, si se me antoja subirla de puesto por ser mi esposa, ese es asunto mío, no suyo.- continuó. - Ahora, para aclarar todo de una ves dejare una única advertencia, Johan tiene el mismo poder que tengo yo sobre esta empresa, quien se atreva a faltarle el respeto no solo se las verá conmigo, sino que también podría ser despedido por ella misma, quiero que todos los presentes la traten como a su jefa y no se sobrepasen los límites de creer que pueden acer y deshacer a su manera, ella los tratará con respeto siempre y cuando ustedes hagan lo mismo. No quiero comentarios inapropiados en la empresa ni cuchicheos sobre nuestro pronto matrimonio, dicho todo.. pueden retirarse.

Vi a todos salir uno por uno, la última en dirigirse a la puerta fue Karen quien hizo un gesto con su mano indicándonos fuerzas y se marchó dejándonos completamente solos.

- Williams..

- Dime ,cariño. - dijo sin voltear a verme.

- Yo.. luego de escuchar lo que le decías a los empleados estuve pensando seriamente en tus palabras y.. hay algo de lo que debemos hablar. - él me ve y se apoya en el borde de la mesa para luego cruzar sus brazos y verme.

- Te escucho.

- Yo.. no quiero tu dinero ni tus bienes.- respondí y vi su cara de sorpresa. - Se que en el matrimonio todo debe de compartirse pero lo cierto es que yo no podría vivir sabiendo de que todo lo que obtengo es solo por ser tu esposa, quiero ganarme las cosas con mis propios esfuerzo, no quiero nada regalado así eso sea un puesto.

- Johan..

- Se que no eres la clase de hombre que vendrá a echarme todo lo que me ha dado en la cara pero... si hay algo que he a prendido de mi padre es a ganarme las cosas con mi propio esfuerzo, nada es mejor que la satisfacción de saber que lo que obtienes es por el sudor de haber trabajado para obtenerlo.

- Puedo hacerte sudar para que veas que si trabajas por obtener lo tuyo. - respondió con una sonrisa y me sonroje.

-¡cállate o le diré al abuelo! - contesté y él río para luego acercarse a mi y abrazarme.

- Todo lo que yo consiga será tuyo solo por el hecho de que tu trabajo y esfuerzo diario son mis logros, si tu no hicieras bien tu trabajo, el mio tampoco rendiría.

- Entonces..¿no es porque sea tu prometida y prontamente tu esposa? - pregunté levantando mi mirada a él.

- No es completamente por ello, pero debes de saber que tienes que tomar tu lugar como jefa en esta empresa, no puedo permitir que mi mujer sea la empleada de alguien siendo la dueña total de todo el lugar. - respondió y cuando quise quejarme me beso para callar mis palabras, luego me vio a los ojos y me tomó de ambas mejillas. - Johan, no tienes una idea de todo lo que he comenzado a amarte, no veo el futuro si me faltas solo uno día. - sonreí a sus palabras y lo besé para luego abrazarlo. Se que esperas oír las mismas palabras de mi boca Williams, pero no puedo mentirte, aún no he superado los sentimientos que tengo por Jey**.* - Vamos, la organizadora de bodas llegará a el restaurante en media hora*. - dijo jalando mi mano y asiento para luego seguirlo**.

Pasamos primero por mi oficina para que recogiera mi cartera y las carpetas que debo llevar a casa para trabajar luego de la boda y luego fuimos a la de él, donde el toma su saco y celular.

Al caminar por los pasillos de la empresa no pude evitar sentirme perseguida por las miradas de todos, algunas eran sorprendidas, otras eran neutras y otras prejuiciosas.

No sabia que pensar al respecto pero.. Al voltear mi mirada y ver el rostro de Williams relajado y refrescante, simplemente ignore a los demás y me aferre a su brazo para hacerle saber que no importa lo que pasará de aquí en adelante.. yo seré su apoyo siempre.

...

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Luego de un largo trayecto llegamos a un restaurante en el cual, luego de adentrarnos, fuimos recibimos por una amable señorita que nos guió a la mesa que nos otorgaron.

No comprendía como es que sabia quienes eramos pero entonces caí en la cuenta, Williams es un hombre famoso, no solo por ser el propietario de una de las más grandes empresas con distintos rubros, sino que también era el soltero más cotizado en el rubro de la prensa, todas las mujeres que lo veían morían por él, aunque claro, él ni siquiera prestaba atención a ello.

- Señora Angeles, sus invitados. - dijo la amable señorita por lo que la mujer rápidamente se pone de pie y nos saluda a ambos con una agradable sonrisa.

- Bienvenidos, enseguida nos traerán el almuerzo. - comentó la mujer y ambos asentimos.

Williams corrió la silla para mi y luego se sentó a mi lado tomando mi mano y sonriendo como un verdadero enamorado.

- Debo de confesar que cuando su secretaria me llamó pidiendo cita para usted no podía creer que sea cierto. - comentó la mujer sonriente. - Ahora que veo a su prometida puedo comprender el porqué de esta decisión, es una hermosa mujer.

- Gracias señora Angeles, la verdad es que al verla ya no quise dejarla ir más y pues.. le pedí que sea mi esposa. - respondió Williams mientras me veía con una tierna sonrisa y yo me sonrojaba.

- Son una hermosa pareja. - comentó la mujer y ambos agradecimos.

Seguimos hablando por un momento hasta que trajeron el almuerzo el cual se veía realmente delicioso.

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