cap 8

'Williams '

No estaba totalmente seguro de el porqué la señorita Johan ha decidido ayudarme en esto pero.. sea lo que sea que me exija, estoy dispuesto a dárselo, sin importar nada.

La veía caminar de un lado a otro con nerviosismo y me fue imposible no reír, pues ella se encontraba muy nerviosa.

- No se preocupe por eso, yo puedo dormir en este sofá, solía hacerlo cuando vivía aquí. - comenté al verla preocupada por compartir la cama conmigo.

- ¿¡Y si su abuelo entra a mitad de la noche!?

- Él no haría eso, respeta mucho la privacidad de los demás. - contesté y ella volteo a verme.

- No podemos correr el riesgo y dejar todo a la suerte, deberemos de compartir la cama. - añadió y reí para luego ponerme de pie y caminar a ella para una ves estar frente a ella, tomar sus manos.

- No tiene de que preocuparse, solo podemos decirle que hemos tenido una discusión y lo preferimos así.

- ¿Toda nuestra estadía? - preguntó con sarcasmo y baje mi mirada mientras sonreía. - ¿Acaso a usted no le importaría tener que compartir la cama conmigo? porque lo veo muy tranquilo.

- En primera, yo respetaré sus decisiones, si no quiere compartir la cama conmigo no lo hará. - respondí mientras acomodaba un mechón de su cabello tras la oreja. - En segunda, creo que cualquier hombre en este mundo estaría dispuesto a compartir la cama con usted, yo en particular no me sentiría para nada incomodó y tres, no voy a hacer nada contra usted.

- Se que no me hará nada y tampoco alardee tanto sobre que hombre podría resistirse porque créame que existe ese hecho y sin ir más lejos, usted tendría que preocuparse porque yo le haga algo. - finalizó dejándome sorprendido mientras ella se sonrojaba. - ¡Hay Dios! ¿qué acabó de decir?

- Que tal ves no este tan mal la idea de compartir la cama. - respondí para luego tomarla de su cintura y acercarla a mi cuerpo. - ¿Que sería capas de hacerme?

No respondió, solo quedó allí viéndome avergonzada mientras mis ojos se iluminaban al verla de esa manera tan inocente.

Deje a un lado la vergüenza y tomé su cabeza con una de mis manos para luego acercar su rostro al mío y comenzar a besarla, al principio quedó sorprendida pero poco a poco fue llevando sus manos hasta mi cuello para luego abrazarme y corresponder a este beso que yo acababa de empezar.

No planeaba alejarme ahora, sus labios me cautivaron por completo, el sabor que poseían podían dominar a cualquier hombre y eso me hacía pensar en querer ser el único con el derecho de hacerlo y a demás de eso, encajaban a la perfección con los míos.

Los movíamos al mismo ritmo, degustando en la boca de cada uno el sabor dulce, el sabor de la atracción. El sonido que probocabamos al besarnos estaba provocando algo en mi que seria difícil de calmar, por lo menos en este momento.

Acerqué su cuerpo al mío, pegandola aún más y sintiendo el calor en mi cuerpo al escuchar como salía un pequeño y apenas audible gemido.

- C-creo que.. lo correcto sería parar aquí. - dijo luego de separarse un poco de mi y viéndome con sus ojos oscurecidos. - U-usted.. tiene..

- Solo un poco más. - *la interrumpi para luego acercarla una ves más y volver a besarla. *¿Que es lo que me esta haciendo esta mujer? ¿Porque es que deseo con ansias sus labios, su cuerpo y todo lo que la complemente? ¿que es lo que tiene*?*

La voltee en dirección a la cama y caminamos a ella sin romper el beso para luego dejarla caer a ella para luego dejar caer mi cuerpo sobre el suyo.

- ¿Que hace conmigo Williams?

- La deseo señorita Johan. - respondí para luego tomarla de sus muslos provocando que envuelva mi cintura con sus piernas para luego hacerle sentir lo que su sola presencia provocaba en mi. - Ahh.. - *ge**mi al sentir como mi miembro rozaba contra su feminidad*.

- Se-señor Williams..- gimió ella mientras me tomaba de el rostro y me acercaba a sus labios una ves más.

-Williams hay alguien que.. - ambos quedamos congelados al ser descubiertos por mi abuelo en esta situación y volteamos a verlo.

- Abuelo..

- Lo siento, sigan con lo suyo. - respondió saliendo por lo cual volteo mi mirada a la señorita Johan y sonrió al verla cubierta con sus manos.

- ¿No dijo que el abuelo no entraría sin permiso? - pregunto y reí para luego levantarme y tomar su mano para que ella también lo haga. - Señor Williams, creo que lo mejor es mantener la distancia, terminaremos cometiendo un error si nos dejamos llevar por nuestros impulsos.

- No creo que cometamos un error pero.. - suspiro para luego tomarla de su mentón logrando que me viera. - Usted me esta volviendo loco Johan y creo que lo mejor será que se deje enamorar por mi.

- No pierda su tiempo, mi corazón ya tiene un dueño. - *respondió dejándome sorprendido. *¡Claro, como no tendría a alguien! pero.. si ese fuera el caso ¿porque es que piensa ayudarme con esto*? - Él ni siquiera sabe de mis sentimientos ya que esta comprometido con alguien más pero.. aún no pierdo las esperanzas.

- En el amor lo último que se pierde son las esperanzas. - respondí sonriendo para luego darle un pequeño beso en sus labios. - Aún así no me daré por vencido, voy a conquistarla señorita Johan.

- Si su abuelo escucha que me llama de esa manera.. en verdad creerá que esto es todo una mentira.

- Tienes razón, de ahora en más te diré... Cariño. - respondí y ella me vio sonrojada. - ¿Tu como me dirás?

- Supongo que Williams.

- No no, no es correcto que me llames por mi nombre. ¿ Que te parece.. Cielo?

- Mm de acuerdo.-respondió no muy convencía y sonreí.

- Todo saldrá bien, ya lo verá. - ella asiente. - vamos, mi abuelo nos espera. - agregué ofreciéndole mi mano, la cual ella toma haciéndome recordar algo importante.

- ¿Que sucede? - preguntó al verme caminar a mi escritorio y tomar una pequeña caja que tenía guardada.

- Esta es mi forma de demostrarte que lograré conquistarte Johan.

- ¿A que se refiere? - preguntó pero solo observé aquella vieja cajita y luego de suspirar la abrí. *tenía mucho tiempo sin abrirla, sin ver las fotografías de mis padres y todo lo que ellos planearon para mí desde que he nacido.* Tomo de ella la caja más pequeña y saco de ella un hermoso anillo.

- Mi madre dejó una carta junto a él.- comenté mientras dejaba el anillo en su dedo corazón. - Ella quería que le diera este anillo de compromiso a la mujer con la cual me casaría.

- Pero yo..

- Se que por el momento será fingido pero.. planeo enamorarte y veras que lo lograré. - finalice para luego besar su mano y volver a tomar de ella para por fin salir de la habitación.

Ella no agregó nada más y agradezco a que no lo hiciera, pues me dolía escuchar de sus labios que su corazón ya tenía dueño.

Quiera o no, usted me amará mi hermosa señorita Johan.

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