amenaza

El Duque Leblanc había ido a ver nuevamente al Rey Marcus, pues aún no se podían poner de acuerdo con los asuntos de quien gobierna a quien, si bien el país del sur es muy independiente, el Rey Marcus es demasiado ambicioso y desea que le den el poder absoluto de ese reino.

- Rey Marcus, mi Rey no esta dispuesto, ceder ante esa petición. Creemos que pide demasiado.

- Duque Leblanc, su Rey debe considerar que tengo un ejército más numeroso, además unir a ambos países es bueno, con un Rey es más que suficiente.

- si con su ejército numeroso trata de asustarnos, me temo que se confía demasiado, le advierto que nuestro país cuenta con magos y demonios muy poderosos.

- en este país también tenemos magos, muy talentosos también, por ejemplo la señorita Alembert, destaca entre muchos aunque sea solo una jovencita.

Que el Rey mencionará a Alice solo le hace enojar más, pues significa que en caso de ir a guerra, ese Rey planea usar incluso a los más jóvenes para enviarlos a combatir, ahora entiende lo muy poco que hablo con la albina.

- usar a niños para combatir, eso es de cobardes.

- en una guerra se dispone de quien sea para ganar. La señorita Alembert es solo una de tantas que podemos usar.

- mi Rey a dado su última palabra, no cederá ante un Rey tan ambicioso.

Dicho esto, se apuro a salir de la sala de conferencias, le parece absurdo que el Rey Marcus este dispuesto q declarar la guerra solo porque quiere poseer ambos territorios; el mayordomo que había ido con él le sigue, mientras van camino a la salida.

- quiero que vayas por la señorita Alembert, debo hablar de algo muy importante con ella.

Nisiquiera sabe porque se preocupa por ella, pero realmente detesto que el Rey haya insinuando que la usaría en la guerra.

- si señoría.

El mayordomo subió al carruaje mientras que el Duque tomo un caballo para dirigirse a la mansión que ocupaba.

Por otra parte, en el salón donde el Rey hablaba con el Duque, el príncipe entró, saludando a su padre.

- vi al Duque salir furioso. ¿Que paso?

- esta enojado, porque no están dispuestos a ceder, hijo mío, ese Duque y su Rey son series muy ambiciosos.

- si padre, ellos no entienden que tú solo eres suficiente para dirigir ambos países, unificarlos es lo mejor que se puede hacer.

- oh hijo mío, si nos declaran la guerra, será terrible, no quiero que los jóvenes desperdicien sus vidas de esta manera.

- ¿a que te refieres padre?

- para hacer más numeroso nuestro ejército vamos a necesitar de los jóvenes, sobre todo de los magos, que terrible.

- no padre, eso es terrible, hay que hacer entender al Rey del sur que comete un gran error y que su ambición solo traerá muerte.

- lo se, lo he intentando, pero no cede, para mi, que el Duque Leblanc es quien lo manipula, hay que tener cuidado con él.

Al escuchar eso, lo primero que le vino a la mente, es Alice, ya que ella esta haciendo amistad con él, ahora más que nunca, necesita salvarla de las manos de ese malvado Duque.

El mayordomo del Duque llegó a la escuela y pidió que mandarán llamar a Alice, no tardo mucho para que llegara a la sala del director.

- señorita Alembert, el señor dice que viene en nombre del Duque Leblanc.

- claro, lo recuerdo. ¿En que puedo servirle?

- mi señor me pidió que la llevará a la mansión de inmediato.

Debe ser algo urgente, ya que el Duque le pide ir aun estando en horario de clases, así que, pide permiso al director, esta no muy convencido le deja ir, porque sabe bien quien el Duque, aunque no sea del país, es reconocido; Alice sigue al mayordomo al carruaje justo cuando el príncipe va llegando, la llama pero ella lo ignora, cuando pregunté, fungirá que no lo escuchó. Rápidamente el príncipe Alán sube de nuevo al carruaje, pidiendo que siga al de Alice, justo como creyó, se dirigía a la mansión del Duque; quiso pasar pero le cerraron las rejas, así que bajo rápidamente para llamar de nuevo a Alice, no puede dejarla seguir cerca de ese hombre, por su parte, Alice ignoró todo y entró a la mansión, donde el Duque ya la esperaba en su estudio.

- Duque.

Le saluda con una leve inclinación.

- señorita, vengo a informar que mañana mismo me regreso al país del sur, me temo que las cosas se han vuelto tensas.

- comprendo, en un par de días todo iniciará. Le dije que se algunas cosas, parece que aunque haya cambiado algunas cosas, hay otras que sin inevitables.

- así es. Señorita Alembert, su Rey nos ha querido oprimir desde hace mucho tiempo y parece que no le importa usar a su gente, con tal de obtener lo que desea.

- ¿me esta diciendo que es el Rey Marcus quien esta declarando la guerra?

El Duque asiente; Alice no puede creerlo y eso le hace preguntarse "¿fue así en mi pasado"?

Si es así, ella lucho para un tirano, siente un leve dolor en la cabeza y cae sobre el sofá, esto le extraña al Duque que enseguida se acerca para sostenerla.

Ahí está, Alice, frente a su siempre enemigo, el Duque Darkness, puede verlo caer de rodillas después de que ella lo atravesara con la espada, el Duque le sujeta de los brazos con sus últimas fuerzas.

- la sangre de los inocentes, esta en tus manos.

Esas fueron sus últimas palabras para después caer muerto, sin poder reaccionar a sus palabras, todos a su alrededor gritan celebrando porque el ejército enemigo se retiraba al ver al Duque vencido; abrió los ojos despacio, el Duque la sostiene con el brazo cruzado por su espalda.

- señorita ¿esta bien? ¿Debo llamar un médico?

- yo, lo siento, realmente lo siento...fui tan tonta...

Aun estaba sumergida en los recuerdos, así que llevo una mano sobre la mejilla del Duque, mientras le miraba con tristeza.

- no se preocupe, no se repetirá...

Reacciona por completo mientras se reincorpora para sentarse frotando la frente con la mano.

- lo lamento Duque, es solo que, recordé algo.

- le mandaré traer agua, quizás por hoy debe quedarse y descansar, más tarde mi mayordomo la llevará de regreso.

- espere, dígame una cosa, es el Rey Marcus, él, no puedo dejar que haga esto.

- el Rey es necio, incluso usará a los jóvenes magos para la guerra, entre ellos usted destaca más.

- ahora entiendo todo, Duque, yo iré con usted, quizás su gente no me acepté, pero no puedo quedarme del lado equivocado de nuevo.

- bien, la espero mañana en el arco de la salida.

- ahí estaré. No mencione nada de esto.

Alice se puso de pié, ya esta mejor, así que debe volver a casa y empacar lo necesario, si el viaje va ser largo, va necesitar ropas adecuadas para la ocasión.

Subió de nuevo al carruaje, justo cuando iba de salida, el príncipe se atravesó, tuvo que detenerse y bajar.

- alteza, que casualidad ¿también vino a ver al Duque?

- señorita Alembert, le pido no se acerque de nuevo a ese hombre malvado.

- no se de que habla, el Duque ha sido muy gentil conmigo.

- no! Esta mal, él vino a declarar la guerra, su Rey quiere tomar posesión de nuestro reino.

Vaya mentira más grande, ahí comprende, que también el príncipe era cómplice de todo y pensar que creyó que era un hombre generoso.

- alteza, comprendo, no se preocupe, ya voy de regreso a la escuela.

- venga, la llevaré yo, no debe ir en ese carruaje.

- se lo agradezco príncipe, pero primero pasaré por mi casa, quede de ir a ver a mi madre.

- yo la llevó, venga.

Ya le tomo de la mano para llevarla a su carruaje pero Alice en respuesta usa su magia de hielo para congelar la mano del príncipe y este la aparta rápidamente.

- pero que...

- lo siento, es solo que, me sentí asustada, por favor no insista, me iré sola.

Subió de nuevo al carruaje y le indicó al cochero que avance lo más rápido posible.

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Comments

Elvira Fretes

Elvira Fretes

El príncipe también fue engañado por su padre

2025-01-06

1

Fan del Manga🐺

Fan del Manga🐺

Ja!,que hipócrita 🤬

2024-12-11

3

Fan del Manga🐺

Fan del Manga🐺

tremendo caradura 😡

2024-12-11

2

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