es él

Edith se acerco al príncipe Alán y se colgó de su brazo, mucha confianza en poco tiempo, le sonríe.

- no se preocupe alteza, muchas chicas desean bailar, debe invitarlas.

- c-claro, eso haré.

Pero su mirada seguía a Alice, la cual con tal de alejarse de él, se fue perdiendo entre la multitud, también lo hizo para no ver a su madre, no quiere escuchar tan pronto sus reclamos por no haber usado el vestido que ella misma compró.

Encontró una mesa libre en el balcón así que se fue a sentar ahí, no fue mucho tiempo que estuvo sola, porque una chica, de su misma edad acerco con ella y le entrego un vaso de jugo.

- señorita Alice, luce muy bien hoy. Aunque debo admitir que creí que la vería con un gran vestido.

- Merry, si, era la idea, pero, preferí algo menos llamativo.

- no del todo, el príncipe Alán no dejaba de verla, creí que estaría bailando con él, escuche que lo rechazo.

Era bien sabido entre las amistades cercanas de Alice, que ella gustaba del príncipe, por eso, a Merry le hace extraño que rechazará su oferta de bailar cuando, durante toda la semana, estuvo hablando de como pensaba impresionar al príncipe usando el vestido más hermoso, pero ha hecho todo lo contrario.

- señorita Alice ¿esta bien? No estará enferma.

- por supuesto que no, estoy bien, mejor que nunca, Merry, mejor que nunca.

- no es por molestar, pero, esa chica, Edith, mientras venía hasta aquí, la vi muy pegada al príncipe ¿es la razón por la que lo rechazó?

- no, no le preste atención a esa chica, pero prefiero no meterme en esa clase cosas, mi mente ahora, esta enfocada en otra cosa.

Esta tratando de recordar mejor que sucedió durante la fiesta de presentación, porque, hasta donde logra recordar, ella llegó con ese elegante vestido que su madre compró, bailo con el príncipe, incluso se sentaron juntos y hablaron durante mucho tiempo, ahora que ha evitado eso, significa que pueden cambiar varías cosas en el futuro, incluso si no va la guerra, su país podría perder, lo que no es mala idea, el rey se lo tendrá bien merecido, pero el problema es su familia, no sabe que sería de ellos si el otro país logrará invadirlos.

- debo ser cuidadosa.

Murmuró para si misma, mientras que la joven Merry, esta por ahí llamando a los meseros para que les traigan más jugo y un platillo para cenar.

- ¿en que piensa señorita? Definitivamente esta un poco rara.

- solo quiero ir a casa pron...

Desde donde estaba, alcanza ver que va bajando de un carruaje un chico, joven, con cabellos negro e intensos ojos verdes, vestía un elegante traje negro con capa, si bien, destacaba por su atractivo rostro, lo que llamaba más la atención eran esos cuernos que sobresalen de esa cabellera negra, era imposible que no llamara la atención, no era extraño ver diferentes seres, en ese mundo, puesto que habitan desde hadas, duendes y demonios, la raza de demonios, era la que menos se veía, sobre todo, aquellos que poseían grandes cuernos y hasta donde sus memorias alcanzan, nunca vio a ese chico en el pasado o quizás estaba tan cegada con el príncipe Alán que no lo notó en ese entonces.

Se paro repentinamente y corrió dentro de la mansión, Merry se extraño pero la sigue, Alice corre en dirección hacía la entrada, necesita comprobar quien si aquel chico es justamente quien cree que es.

Las miradas se posaron en aquel chico cuando hizo su entrada a la fiesta, las chicas estaban aun más fascinadas por lo atractivo que era, el hombre de la puerta enseguida le anuncia.

- el gran Duque Rael Leblanc, del país del Sur.

Bajo las escaleras y mientras se abría paso por la multitud, todos se inclinaban ante él a modo de respeto, Alice le observa desde el segundo piso, sin duda era él, ese hombre, en su pasado, fue su gran enemigo, el Duque que guió a las fuerzas enemigas conocido como el Duque Darkness.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***