Capitulo 19 - Debo sacarte de mí camino

Karina … 

Me despierto algo cansada, miro la hora en el teléfono y son las 4 de la tarde. Me levanto me visto y salgo de la habitación directo para la sala 

Al llegar Alex se encontraba en el sofá concentrado en su laptop, me acerco junto a él y antes de que yo pudiera decir algo, él habló primero 

— El chófer ya está listo para llevarte — me dice sin mirarme 

Yo me quedo observandolo sorprendida por su reacción repentina 

— ¿Ya quieres que me vaya? — pregunto confundida mirándolo 

— De igual manera ya no puedes hacer nada, si aún no te recuperas de lo de hoy, así que es inútil que te sigas quedando — me dice aún sin mirarme y eso me molesta 

Si bien es verdad que me duele el cuerpo y los brazos por estar mucho tiempo colgada de la soga hoy, pero eso que acaba de decir, me dio justo en el ego 

Mientras él sigue concentrado en su laptop me quito la braga y el vestido, quedando completamente desnuda. Le demostraré que se equivoca y que yo también puedo jugar 

Me desprendo lo último que me quedaba en el cuerpo que son las sandalias y las tiro junto a él y es ahí que él levanta la mirada y me ve 

Me giro ante la atenta mirada de él y vuelvo a subir las escaleras mientras lo observo mirarme 

Llego al cuarto rojo, dejo la puerta abierta porque sé que él vendrá detrás de mí y me dirijo hasta uno de los cajones, de ahí saco un vibrador y caminó hasta la cama nuevamente

Miro de reojo hacía la puerta mientras me acuesto en la cama, y lo veo parado en la puerta del cuarto observándome lo que estoy haciendo 

Enciendo el vibrador y me lo coloco sobre mí punto sensible, mientras que con la otra mano libre me masajeaba los pechos 

Cierro los ojos y comienzo a gemir desesperadamente mientras continuó complaciendome con el vibrador, moviéndolo desde mí punto hasta mí entrada

Era tanto el placer que él vibrador me estaba dando que estando al borde de mí liberación, siento que Alex me lo arrebata de las manos, tirándolo para quien sabe dónde 

Se sube arriba mío, con una mano me sostiene mis brazos por encima de mí cabeza y con la otra me levanta una pierna, colocándola en su hombro y se introduce en mí interior con tanta fuerza que me hizo gritar por la intromisión repentina 

— ¿Qué haces? ¡Haaaa Alex! … ¿No querías que me vaya? ¿Qué haces aquí? Vete con tu laptop — le decía enojada, pero entre gemidos

— Lo hiciste a propósito, me provocaste, ahora te aguantas — me dice dándome fuerte 

En un movimiento rápido me giró quedando boca abajo, me puso en cuatro y se volvió a introducir en mí mientras que con una mano me jalaba el cabello y con la otra me daba nalgadas 

Luego me toma de los brazos, los coloca en mí espalda y me levanta, dejándome arrodillada en la cama y con mí espalda pegada a su pecho, me toma del cuello y me gira la cara para mirarlo, 

— ¿Querías ésto? — me dice acercando sus labios a los míos — ¿Dime cuánto lo deseas? — me dice pasando su lengua por mí mejilla y llegando hasta mí oreja haciéndome estremecer 

— A ti te deseo, todo lo que me haces deseo — le digo excitada por lo que me estaba haciendo 

— ¿Qué me has hecho? Me estás enloqueciendo Karina, te deseo a cada momento — me dice pasando su cara por mí cuello 

Me volvió a tomar de los brazos y me hizo abrazarlo por el cuello, aún yo de espaldas a él. Él me tomó de mis muslos y me levanto volviéndose a introducir en mí interior 

— Sostente fuerte — Me dice y me comenzó a mover con fuerza, subiendome y bajandome con tanta lujuria que me volvía loca 

Tanto qué no pasó mucho tiempo cuando al fin pude llegar a mí liberación. El continúo moviéndome cada vez más rápido hasta que lo siento terminar también 

Me baja con cuidado a la cama, yo lo suelto del cuello y me siento mirándolo a él, luego me levanto quedando parada frente a él, lo abrazo del cuello y lo beso

Él me tomó de la cintura y me siguió el beso, con más pasión que se estaba saliendo de control nuevamente

Pero de la nada, él se separó de mí y salió del cuarto rojo dejándome sola y confundida

— Para que alargarla si nada va a cambiar — me digo a mí misma 

Salgo del cuarto rojo, camino hasta mí habitación, me coloco ropa y vuelvo a salir 

Bajo nuevamente hasta la sala y Alexander no estaba, miro hacia la cocina y tampoco estaba. 

Levantó la ropa que había dejado tirada, la acomodo sobre el sofá, miro las escaleras esperando ver si Alexander bajaba, pero no había rastros de él 

Tomo mi bolso y mí abrigo y me dirijo hacía el ascensor, apretó el botón del estacionamiento y aún mientras las puertas se cerraban esperaba con esperanzas que Alex apareciera justo al último segundo, pero tampoco fue así 

Resignada, salgo del ascensor una vez que llegó al estacionamiento, el chófer al verme me abre la puerta del auto, me subo al auto, y una vez dentro suspiró de tristeza 

Me he enamorado de Alexander y eso no debía pasar, fue lo principal que él me había dicho qué no debía hacer y yo como tonta me he enamorado, ya no puedo seguir negándolo, me he dado cuenta ahora que me he tenido que ir

No quería irme, quería seguir junto a él, quería que él me siguiera tomando de esas formas que me traen loca, quería estar con él para siempre 

Pero debo bajar de esa estrella de la que me he subido, antes de que me caiga de golpe por la realidad 

Pero como hacer para no sentirme así, si cada fin de semana es especial para mí, cada vez que vengo, él me hace sentir especial y eso fue lo que me enamoró también 

Suspiró nuevamente, solo me queda amar en silencio, seguir disfrutando de los fines de semana a su lado y nada más, después cada cual sigue con su vida.

Llego a mí departamento, entro, me quito el abrigo y los zapatos y me tiró en el sofá con frustración 

— A la realidad nuevamente — me digo a mí misma con tristeza 

De pronto siento ruido provenir de la cocina, me levanto de golpe del sofá, pensando que un ladrón se metió a mí departamento, cuando de repente sale Beatriz con una cuchilla en la mano 

— Sabes, si tu no estuvieras, Alex habría vuelto conmigo, todo es tú culpa, él no me quiere perdonar por ti — dice acercándose a mí y yo retrocedo 

— Yo no tengo culpa, yo ni siquiera sabía de tu existencia, tus problemas con él, los arreglas con él, no me incluyas en ellos — le digo asustada 

— ¡NO! — grita enojada — Él no quiere verme, no quiere perdonarme y eso es porque tu estás en el medio, debo sacarte de mí camino — me dice con odio intentando acercarse a mí 

— No, espera, si tu problema soy yo, prometo alejarme de él, prometo no volver a interferir en su relación, pero déjame, no cometas una locura — le digo con mí respiración entrecortada por el miedo 

— Él no te va a dejar, lo sé, por más que intentes alejarte de él, él no lo va a permitir, entonces solo me queda matarte para que él quede libre — me dice y salta sobre mí queriéndome apuñalar con la cuchilla 

Ambas caemos al piso y yo comienzo a forcejear con ella intentando alejar la cuchilla de mí cuerpo, pero ella al estar sobre mí, tiene más ventaja 

— Beatriz detente, yo no tengo la culpa de las decisiones que toma Alexander, arregla esos problemas con él — intentó hacerla entrar en razón para que no cometa una locura 

— ¡NO! — vuelve a gritar — Él no me quiere escuchar, él se obsesionó contigo, tu tienes la culpa — me dice haciendo fuerza para acercar la cuchilla a mí cuello 

Intento empujarla para quitarla de encima mío, pero los brazos me duelen demasiado, ya de antes de irme del penthouse que me duelen y ahora siento que estoy perdiendo fuerzas 

En un movimiento rápido logra hacerme un corte en el brazo, haciéndome gritar de dolor, vuelve a levantar la cuchilla para clavarla en mí pecho, y justo en ese momento entran varios hombres al departamento y me la sacan de encima 

Una vez que la tienen agarrada y el peligro ya pasó, comienzo a llorar por todos los nervios que estuve sufriendo por culpa de esta loca demente 

De pronto entra Alexander al departamento y al verme en el piso y con sangre en mí brazo, se apresuró a llegar junto a mí, me cargó en sus brazos y me sacó del departamento 

— Llevenla a la comisaría, yo me encargaré luego de que no vuelva a salir más de ahí adentro — le dice Alex a los guardias que tenían a Beatriz antes de salir del departamento 

— NOOOO ALEX, POR FAVOR, YO TE AMO, NO ME HAGAS ESTO, POR FAVOR, ALEXXXXX — gritaba Beatriz desde adentro del departamento, pero Alex no le prestó atención y salió conmigo en brazos hasta su auto 

— Vamos al hospital — le dice al chófer, una vez que me subió al auto y se subió él.

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