Capitulo 7 - Reencuentro de amigas

Karina … 

Al llegar a mí departamento, subo sin ánimos, imaginando el drama que hará Leonardo por haber desaparecido todo el fin de semana 

Entro despacio sin hacer ruido, rogando que él no esté, pero ahí estaba él sentado en el sofá de la sala, con un vaso de algo en la mano 

Leonardo al verme llegar, se levanta de golpe del sofá, pero pierde el equilibrio y cae nuevamente. Parece que está ebrio 

Se vuelve a levantar con más cuidado y se acerca rápidamente hasta mí, intentando abrazarme, pero yo me hago aun lado evitando cualquier contacto con él 

— Mí amor, pe .. pe .. perdóname, se que te fallé, te .. te juro que no lo vuelvo a hacer, da .. dame una última oportunidad, yo .. yo te amo Kari — dice arrastrando las palabras con dificultad por lo ebrio que está 

— Te quiero fuera de mí casa en este instante, te lo dije por teléfono, que no te quería ver cuando volviera, jamás te perdonaré, vete de mí casa y de mí vida — le digo furiosa señalando la puerta para que se fuera. Lo veo que se arrodilla en el piso y se aferra a mis piernas 

— Por .. por favor Kari dame otra oportunidad, no .. no me dejes mí amor te .. te lo suplico — dice suplicándome 

— No me toques, suéltame, me das asco, ya no te quiero en mí vida, ve y sigue revolcándote con Tamara y no me molestes mas — le digo enojada intentado sacarlo de encima 

— No, no quiero, Tamara fue un error, perdóname por favor, amor no me dejes — dice desesperado 

— Tu fuiste un error en mí vida, un error que no pienso volver a cometer, largo — le sigo diciendo señalando la puerta 

De pronto lo veo levantarse de golpe con la mirada perdida en mí vientre, sin darme tiempo a nada, me abre el saco que llevaba puesto 

— ¿Qué son esas marcas en tu vientre? ¿Qué carajos son esas malditas marcas en tu vientre? — dice furioso y yo me miró. No me había dado cuenta que me habían quedado marcas por los latigazos que me había dado Alexander en la mañana 

— No tengo que darte ninguna explicación a ti, largo de mí casa te he dicho — le digo evadiendo responder sus preguntas 

— No me voy a ir hasta que me respondas, ¿Qué son esas malditas marcas? ¿Con quién estuviste? RESPONDEME — me grita enojado tomándome del brazo con fuerza

— SUÉLTAME, TU NO TIENES DERECHOS A RECLAMARME NADA CUANDO TÚ TE REVOLCASTE NO SE POR CUÁNTO TIEMPO CON LA PERRA DE MI HERMANA, ASÍ QUE SI ESTUVE O NO CON ALGUIEN, NO ES TU PROBLEMA, LÁRGATE DE MI DEPARTAMENTO — le gritó aún más enojada dándole una bofetada para que me suelte 

— ¿CON QUIÉN ESTUVISTE? — me grita. De pronto me devuelve la bofetada aún más fuerte, ocasionando que cayera al piso — Lo siento, lo siento mí amor, no quise golpearte, perdoname por favor, lo siento — dice arrepentido intentando acercarse a mí 

— LÁRGATE — le grito llorando, ya que me había dolido el golpe que me dio, tiene la mano pesada, ya que siempre le gustó ejercitarse 

— Está bien, entiendo que lo has hecho por venganza, estamos a mano ahora, dejaré que te tranquilices y luego hablamos, pero no permitiré que tires 3 años de relación a la basura por un error — dice tomando su abrigo y saliendo por la puerta, sin darme tiempo a responder

De la bronca que tenía, tomé el jarrón rosado con flores que estaba sobre la mesita junto al sofá y lo di contra la puerta, ni bien se cerró

— MALDITO DESCARADO — le grité sabiendo que me oiría 

No podía creer que tuviera la cara de decirme que yo tiraría 3 años de relación, cuando fue él quien los tiró a la basura en el momento que decidió traicionarme con mí propia hermana 

Estaba furiosa, tanto que todos los adornos que Leonardo me había regalado cuando me mudé a vivir sola, los comencé a dar contra la pared, uno por uno los hice pedazos 

Después de desahogarme un poco, caminé hasta la cocina, tomé la pala y el escobillón y comencé a limpiar el desastre que había hecho 

Me sentía deprimida, a pesar de todo aún lo amaba, fueron 3 años junto a Leonardo y había llegado a enamorarme de él o eso creía yo, pero a la misma vez sentía mucho asco y repulsión de solo recordar cómo se revolcaba con la perra de mí hermana el mismo día de nuestra boda 

Comencé a llorar como tonta, le había entregado 3 años de mí vida en vano, había dejado de salir por él, había hecho a mis amigas de lado por él, porque decía que ellas eran malas influencias en mí vida y yo como tonta enamorada lo obedecía y terminé alejándome de todas 

Era hora de retomar nuevamente mí vida. No sabía si mis amigas me perdonarían por haberlas hecho a un lado, pero haría el intento de acercarme nuevamente a ellas 

También debía buscar empleo, ya tenía mí título en literatura, por lo que al día siguiente saldría a dejar currículum en las editoriales de la ciudad

Debía ocupar mí mente en otra cosa, no podía permitirme caer en depresión solo por él. Él ya no merecía que gastará un minuto de mí tiempo en él 

Tomé mí teléfono, cree nuevamente un grupo de WhatsApp y volví a agregar a mis amigas en él

👥 - Hola 😔😔 — escribo agregando dos caritas tristes 

👥 - Vaya, mira quién decidió a aparecer 😒 — responde Selena 

👥 - Ja, ahora que te has separado, te acuerdas de nosotras? — Responde Lili con sarcasmo 

👥 - Chicas, dejenla que hable y se explique del porqué se alejó — responde Mimi, ella siempre fue la más pacífica del grupo 

👥 - Lo siento, fui una completa idiota, me cegue por un amor que al final no valió la pena, perdí a mis mejores amigas por un hombre que creí que era el indicado y me terminó fallando. No espero que me perdonen, entiendo que estén enojadas conmigo, porque yo lo estaría, pero quería pedirles perdón y decirles que las he extrañado muchísimo. Estos 3 años me han hecho mucha falta, y jamás las he olvidado 😭 — le respondo con sinceridad, agregando una carita llorando 

Me quedé mirando mí teléfono por unos minutos esperando una respuesta, el mensaje había sido leído, pero ninguna de las 3 habían vuelto a responder 

Con tristeza, bloqueó mí teléfono y lo dejo sobre el sofá, me levanto y caminó hasta el mini bar que hay aún costado del desayunador, destapó una botella de vino y comienzo a beber de la misma botella 

Eran las 7 pm, ya ni ánimos y ni ganas de comer tenía, solo quería desahogarme con alcohol que era lo único que me quedaba 

Me tiró en el sofá, con la botella en la mano y continuo bebiendo, aunque había tenido un fin de semana bastante excitante, el volver a casa me deprimía

— Debo mudarme, este departamento me trae muchos recuerdos que quisiera olvidar — me digo a mí misma 

Permanecí acostada un buen rato, la botella de vino que tenía en la mano, ya se me había terminado. No estaba completamente ebria, pero si me sentía algo mareada, eso porque había tomado con el estómago vacío 

De pronto, el timbre comenzó a sonar y maldeci internamente al pensar que podía ser Leonardo otra vez, luego recordé que él tiene llave de acá por lo que no tocaria timbre

Me levanté algo mareada y caminó hacia la puerta, tal vez eran mis padres que se enteraron que ya estaba en casa 

Pero gran sorpresa me llevé al ver del otro lado a las 3 mujeres con bolsas en las manos y con una sonrisa cada una

— ¡¡SORPRESA!! — gritaron las tres cuando me vieron, pero al verme su sonrisa desapareció

— Por dios mujer, ¿qué te pasó en la cara? — me pregunta Selena al verme 

— ¿Fue Leonardo? — pregunta Lili enojada y yo las miro sorprendida

Camino hasta un espejo que hay en la sala para verme y veo un gran hematoma en la mejilla donde me había golpeado Leonardo. Ni siquiera me había dado cuenta que me había dejado marca

— Nena, ¿Qué pasó?, ¿Realmente fue Leonardo el que te golpeó? — me pregunta Mimi parándose junto a mí

— Si — digo con tristeza y vergüenza de que ellas me vieran así 

— Maldito perro infeliz, si lo tuviera enfrente ahora mismo, le desfiguro la cara — dice Lili furiosa 

— Si, yo te ayudo, ese maldito cobarde, ¿cómo se atrevió a ponerte una mano encima? dice ahora Selena

— Ven Kari, vamos a comer algo, trajimos comida y bebidas para celebrar que te has separado de ese perro, así que arriba esos ánimos y a disfrutar — me dice Mimi tomándome del brazo y yo la abrazó y comienzo a llorar de nuevo

Me sentía feliz de que ellas me hayan perdonado y estuvieran hoy aquí conmigo, las había extrañado tanto y más el vino que me había tomado, me sentía sensible 

— Gracias por estar aquí — le digo sin dejar de abrazarla, y tanto Selena, como Lili, se unieron al abrazo 

— Pequeña tonta, si nos vuelves a dejar de lado por un hombre, ya no nos vuelvas a hablar cuando te quedes sola nuevamente — me dice Selena abrazándome 

— Lo juro, jamás volveré a dejarlas de lado nunca más, lo prometo — les digo feliz 

Después de ese abrazo tan reconfortante para mí, ya me sentía con más ánimos, por lo que nos dirigimos al comedor, las chicas comenzaron a sacar las bandejas de comida y yo fui a la cocina por cubiertos y vasos

Nos sentamos a comer mientras yo les contaba todo lo que había pasado con Leonardo, omitiendo lo de Alexander, ya que había firmado un contrato de confidencialidad.

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