Capitulo 18 - Obsesión

Alexander … 

Después de dejarla en su cama descansando, baje hasta la sala, tomé mí laptop y volví a la habitación de ella

Me senté en el sofá que hay dentro de la habitación y me puse a revisar unos email de la empresa, mientras esperaba a que Karina despertara, ya que tocaba jugar 

Iba a esperar un rato más para traer a Karina al cuarto rojo, pero se me hizo imposible seguir esperando, no podía dejar de mirarla todo el tiempo, he imaginarme todas las cosas que le haría 

1 horas después, Karina despierta desorientada, mira para todos lados hasta que me ve sentado en el sofá 

— Alex, ¿Por qué estás ahí? — me pregunta confundida 

— Estaba esperando a que despertarás para seguir con la segunda parte del juego — le digo yo sonriendo 

— ¿Otra vez me vas a torturar? — me pregunta asustada

— No nena, está vez lo vas a disfrutar, tu castigo ya terminó — le digo acercándome a ella y cargándola en mis brazos para llevarla al cuarto rojo 

Una vez dentro del cuarto, la llevo hasta un sillón mecánico reclinable con soporte para atar sus manos en los laterales del mismo y en la parte de los pies también tenía soportes para enganchar los pies estilo ginecológico, donde las piernas quedaban abiertas y elevadas 

Entre sus piernas salía un soporte donde en el mismo había un consolador, que al colocarlo frente a ella, ese mismo se comenzaba a mover de adelante hacia atrás introduciendose en su interior  

Gemidos placenteros salían de su boca, y a mí me excitaba demasiado verla disfrutar de todo lo que le estaba haciendo, con cada nivel ella se volvía más loca

Ya estaba al borde de su liberación, le subí un nivel más dejándolo en 4, el consolador comenzó a moverse con rapidez 

Ella gemía y gritaba a más no poder, ya estaba a punto, y solo unos segundos después, acabó en una gran liberación 

Mí corazón latía a mil con solo verla, quería estar en su interior en este instante, pero esperaría un poco más 

La desato del sillón y la llevó hasta una camilla negra, la hago arrodillarse en el borde de la misma y le ato las rodillas a la camilla 

Sobre la camilla colgando del techo, hay una cuerda, tomo las manos de ella, se las levanto por encima de la cabeza  y se las ato a la cuerda 

Una vez que la tengo atada a mí merced, camino hasta un estante, tomo un abanico de plumas y vuelvo de nuevo hasta donde está ella y comienzo a pasarle el abanico de plumas por todo su cuerpo

Comenzando desde sus mejillas, bajando por su cuello, llegando hasta sus pechos, donde acaricie suavemente sus puntos rosados 

Deslizó las plumas hasta sus axilas y sigo bajando hasta llegar a su bajo vientre, mientras la observo desesperarse por la reacción que le causaban las plumas en su cuerpo 

Paso las plumas hacia su espalda y hago el mismo recorrido, desde su nuca, bajando lentamente hasta llegar a su cola y finalizando en sus pies 

Karina se sacudía con desesperación y su respiración se había acelerado por la excitación que estaba sintiendo en ese momento 

Con mis manos acaricio sus pechos y voy bajando lentamente hasta su intimidad, donde corroboro la humedad que había allí 

Dejo las plumas de lado, me posicionó detrás de ella, me desprendo el pantalón bajándolo junto con el boxer dejando a la vista mí gran y erecta anatomía 

La tomó del cabello haciéndola mirar hacia arriba y de una sola estocada me introduzco en su interior 

Comencé a embestirla con fuerza, introduciendome bien hasta el fondo como a mí realmente me gustaba, disfrutaba mucho de estar con Karina, ella no ponía resistencia a nada, todo lo que le hacía le encantaba, lo sabía por su forma de gemir en el momento que le daba placer 

Continúo jalandole el cabello con una mano, mientras que con la otra mano le froto su punto sensible logrando que en pocos minutos llegue a su liberación 

Al sentirla terminar, eso me excitó tanto, que en un par de embestidas más, pude liberarme como tanto deseaba 

Karina perdió fuerzas en su cuerpo después de llegar a su liberación, por lo que quedo colgada de las cuerdas de sus manos 

Me apresuré a desatarla, primero libere sus piernas y por último desate sus manos, atrapandola en aire antes de que cayera 

La cargué en mis brazos y la llevé hasta su habitación para que descansara, sabía perfectamente que estás sesiones en el cuarto rojo la dejaban sin fuerzas para continuar y más con el castigo que había recibido antes, la habían dejado muy cansada 

La dejé en la cama y caminé hasta el baño y puse a cargar la tina, una vez lista, vuelvo a la habitación, la cargo nuevamente y la llevo hasta el baño, depositandola dentro de la tina 

Yo me siento en el borde de esta y tomando una esponja enjabonada, comienzo a pasarselo por todo su cuerpo 

— ¿Estás bien? — le pregunto acariciando sus mejillas 

— Si, estoy bien, solo un poco cansada y con un poco de dolor en mis brazos — me dice con un tono de voz suave 

— Lo siento, debí haber esperado un poco más para llevarte al cuarto rojo de nuevo, no hace mucho que te tomaste el analgésico para el dolor de cabeza, no puedo darte otro para los dolores en los brazos, perdóname — le digo con tristeza, ya que era cierto, no podía volver a darle otro analgésico apenas habían pasado 4 horas del que se había tomado  

— Está bien, descansar me hará bien — me dice con una pequeña sonrisa 

No dije más nada, continúe lavandola, luego la ayudó a salir de la tina, la comienzo a secar con la toalla y una vez lista, la cargo nuevamente y la llevo hasta la cama, la cubro con las sábanas y la dejo descansar.

— Descansa, cualquier cosa estaré abajo — le digo dándole un beso en los labios y saliendo de la habitación 

Camino hacia mí cuarto y me meto directo al baño a darme una ducha, por varios minutos estuve bajo el agua analizando mis emociones, Karina me volvía loco en todos los sentidos, pero no debo olvidar que ella es solo mí juguete, un juguete del que disfruto todos los fines de semana 

Beatriz mató todas mis esperanzas en el amor y ya no confío en las mujeres para una relación, pero el deseo que le tengo a Karina es diferente, a ella quiero tratarla con delicadeza

Con Beatriz llevaba mis deseos al extremo, muchas veces la torturaba en el sexo de maneras salvajes y violentas, verla sufrir me excitaba, por eso me consideraba un sádico, pensé que con Karina sería igual, pero con ella fue diferente, a ella quiero hacerla disfrutar, hacerla experimentar cosas que no haya conocido antes, la veo tan frágil que solo quiero tratarla con delicadeza, con ella no pienso en mí satisfacción, sino en la de ella y verla disfrutar del placer que le doy, me hace sentir lleno 

Me he obsesionado tanto con Karina que quiero saber de ella las 24 hs del día, que es lo que hace, a dónde va, con quién se ve, todo. Ella es mía desde el momento que firmó el contrato y no hay vuelta atrás hasta que el contrato se venza.

Salgo del baño, me visto solo con un jogging y una remera y bajo hasta mí despacho a llamar a Tomás

📲 - ¿Hiciste lo que te encargué? — le pregunto ni bien responde

📲 - Si Alex, ya está hecho, ese no va a volver a drogar a nadie nunca más — me dice Tomás y yo sonrió en mí silla 

📲 - Perfecto, buen trabajo — le digo colgando la llamada 

— Maldito infeliz, drogaste a Karina para abusar de ella y ahora el abusado fuiste tú — pienso en voz alta mientras sonrió con malicia

Espero que eso le haya enseñado una lección y que antes de volver a drogar a una chica, lo piense dos veces

Salgo de mí despacho y vuelvo a subir hasta la habitación de Karina. Al entrar ella se encontraba dormida

Me acerco muy despacio para no despertarla y me siento con cuidado a su lado, mientras la observo dormir tan tranquila

Quiero contemplarla lo más que pueda, hoy se va nuevamente y hasta el próximo viernes no la tendré conmigo 

Maldita sea, yo y esa estúpida cláusula que puse en el contrato de solo vernos los fines de semana

Me doy golpes mentales mientras me levanto de la cama de golpe

“No pierdas la cabeza Alexander, que no se te olvide que ella es solo tu juguete de satisfacción, no debes sobrepasar los límites” — me vuelvo a decir yo mismo 

Salgo de la habitación de Karina maldiciendome internamente por ser tan idiota, jure que jamás me metería sentimentalmente con otra mujer, no puedo romper ese juramento … Lo mejor será que ni bien se levante, se vaya para su departamento o terminaré peor 

Bajo nuevamente a la sala y me tiró en el sofá necesito poner la mente en blanco y no pensar más en Karina 

Estaba acostado casi a punto de dormirme cuando mí teléfono comienza a sonar. Maldigo nuevamente a quien me este llamando ahora

📲 - ¿Qué sucede ahora? — le digo a Tomás que me llamaba nuevamente 

📲 - Lo siento Alex, Beatriz se escapó del hospital, no la pudimos ubicar — me dice y yo me paso la mano por la cara con frustración

📲 - Dejala, mientras no venga a molestarme, que siga con su vida — le digo yo restándole importancia a lo que haga Beatriz 

📲 - De acuerdo Alex, el guardia que la vigilaba volvió al departamento de ella por si vuelve, ¿le digo que siga ahí o que deje el puesto? — me dice 

📲 - Déjalo, si vuelve que se mantenga oculto para que no lo vea y que la mantenga vigilada — le digo antes de colgar 

Esa mujer me traía fastidiado desde que volvió, solo esperaba que haya entendido lo que le dije en el hospital y ya no vuelva a molestar 

Después de colgar la llamada con Tomás, me levanté del sofá, me dirigí hacía el mini bar y me puse a beber un vaso de whisky 

Había tenido un fin de semana estresado, comenzando con Beatriz que se me apareció en el penthouse, seguido con su intento de suicidio, luego el robo de información de la empresa y para finalizar Karina que la habían drogado, que de no haber llegado a tiempo a buscarla hubiera terminado en tragedia si ese imbécil llegaba a tocarla 

Eso me tenía dando vuelta la cabeza, no tolero pensar en que alguien toque a Karina, ya sea con o sin su consentimiento, no tolero pensar en que Karina esté con alguien más que no sea yo

Esa obsesión con ella me está volviendo loco y no puedo controlarlo es más fuerte que yo.

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