Capitulo 13 - La Tortura

Karina …

Me despierto con Alex llamándome, en sus manos tenía una bandeja con comida que me había traído para que cenara 

— ¿Qué hora es? — le pregunto sentándome en la cama 

— Son las 9 — me dice colocando la bandeja en mis piernas 

— ¿Por qué me traes la cena aquí? Me hubieses despertado y bajaba a cenar contigo en el comedor — le digo mirándolo 

— No, quiero que descanses y no me cuesta nada subirte la cena, así que no te preocupes por eso y come tranquila — me dice caminando hacía la puerta y saliendo de la habitación 

Sinceramente no tenía mucha hambre, pero comí un poco para no estar con el estómago vacío hasta mañana y luego dejé la bandeja a un lado

Me levanté y caminé hacía el baño para darme una ducha, pero no use la regadera, hoy decidí darme un baño en la tina, más relajante 

Me sumergí en ella y ahí permanecí por varios minutos hasta que empecé a sentir que el agua se estaba enfriando 

Salgo de la tina, me coloco una bata de toalla y vuelvo a la habitación para colocarme ropa, pero al llegar, sobre la cama ya no estaba la bandeja con comida, en su lugar había otro traje pero este era de mucama 

Sonreí al imaginarme con eso puesto, luego procedi a cambiarme prenda por prenda hasta estar lista 

El traje consistía solo en un vestido corto, que apenas y tapaba mis nalgas, color negro en la falda y hombros y el pecho una tela blanca transparente, con un delantal en la cintura también en color blanco, sin ropa interior, además de unas muñequeras de felpa color negras 

Salgo de la habitación y camino hacia el cuarto rojo, aunque no había ninguna nota junto al traje, supongo que era como hoy que debía cambiarme y esperarlo en el cuarto rojo 

Al llegar Alex ya estaba ahí esperándome solo con un jogging puesto y descalzo. Camino sin decir nada hasta quedar frente a él y con la cabeza gacha sin mirarlo 

Lo veo que comienza a girar a mí alrededor mientras me observa. En su mano tenía una fusta de cuero

— Inclinate — me dice y eso hago, me inclino hacia adelante, apoyando mis manos sobre la cama 

Siento que me levanta un poco la falda del traje y me da un golpe suave en mí cola con la fusta ocasionando que un gemido se me escape involuntariamente

— Sshh no puedes emitir ningún sonido sin mí autorización, si te vuelvo a escuchar, te castigaré — me dice cerca de mí oído haciéndome estremecer

Continúa dando golpes suaves en mí cola y muslos y yo me mordía los labios para no gemir, pero se me estaba complicando demasiado, ya que esos golpes que él me daba con la fusta me estaban excitando demasiado 

Cuando finaliza con la fusta, me levanta quedando de pie nuevamente y me lleva hasta una base en forma de madera, acolchada de cuero rojo que tenía forma de X

Me ata las manos en alto con las esposas, una de cada lado, con mis piernas hace lo mismo, me las separa y me las engancha a las esposas

Lo veo alejarse y tomar algo de uno de los cajones y luego vuelve hacia mí. En su mano tenía un vibrador

Se acerca hasta mí y comienza a tirar de la tela blanca transparente que cubría mis pechos hasta quitarla, luego enciende el vibrador y lo coloca en uno de mis pechos sobre mí punto rosado y yo comienzo a moverme con desesperación por la excitación que estaba sintiendo y por no poder gemir como deseaba 

Cierro los ojos y aprieto mis labios para no ocasionar ningún sonido, luego lo pasa a mí otro pecho y hace lo mismo 

Mí respiración era agitada, estaba demasiado excitada y no podía demostrarlo y eso ocasionaba que me agitara aún más 

Comenzó a bajar el vibrador por mí abdomen hasta llegar a mí bajo vientre, luego lo levanta y lo mete debajo de mí falda sobre mí punto sensible 

Yo arqueaba mí espalda, la fuerza de voluntad que tenía en ese momento al no emitir ningún gemido con eso que me estaba haciendo, era sorprendente 

Apretaba mis puños y me mordía los labios, estaba siendo una completa tortura para mí y ya no estaba aguantando 

Estaba a punto de llegar a mí clímax cuando lo siento que lo quita y me observa 

Yo estaba demasiado agitada y de mis labios salía sangre por lo fuerte que me estaba mordiendo para no gemir 

Lo veo acercarse a mis labios y besarlos, mientras saboreaba mí sangre 

— Puedes gemir ahora, pero no puedes acabar hasta que yo te lo ordene — me dice y yo lo miro confundida. ¿Cómo iba a hacer para contener mí orgasmo? 

Vuelve a introducir el vibrador sobre mí intimidad y vuelvo a cerrar los ojos, comencé a gemir con mucha excitación por el placer que estaba sintiendo en ese momento 

Continúo con el vibrador subiéndolo y bajándolo entre mí entrada y mí punto sensible 

Yo estaba que no aguantaba más me estaba por llegar mí clímax cuando lo siento que lo vuelve a quitar dejándome con las ganas de poder acabar 

Mí respiración estaba fuera de control, me estaba torturando demasiado y no sabía porque eso lo excitaba demasiado a él 

Lo vuelve a introducir y nuevamente la misma secuencia, lo frotaba en mí intimidad y cuando estaba a punto de llegar a mí clímax lo quitaba dejándome fuera de sí

— Acaba para mí — me dice besando mí labio y lo volvió a introducir nuevamente y a frotarlo de arriba hacia abajo hasta que ya no aguante mas y terminé liberandome como jamás en mí vida lo había hecho  

Estaba demasiado agitada y me costaba respirar, era tanta la agitación que terminé perdiendo el conocimiento por toda la adrenalina que había sentido hoy.

Me despierto y veo que estoy acostada en mí cama, miro la hora en mí celular y son las 7 am, intentó levantarme para ir al baño, ya que tengo ganas de orinar y me duele todo el cuerpo 

Me siento en la cama y veo que arriba de la mesita de noche había un vaso con una pastilla y una nota que decía 

“Tomatela cuando despiertes para aliviar los dolores” 

Enseguida me tomé la pastilla, pero sabía que tardaría en hacer efecto y yo tenía que ir al baño si o si ahora

Por lo que me levanté con cuidado y apoyada de las paredes, caminé hasta el baño para poder orinar 

Estando ya en el baño decidí darme una ducha en la tina, para poder relajar un poco más mis músculos 

Comencé a llenarla y una vez lista, me introduje en ella y me relaje por mucho tiempo, no me importaba que el agua se enfriara, simplemente me sentía tranquila y relajada 

Después de casi una hora dentro de la tina, fue que decidí salir. Ya me sentía mucho mejor, el baño en la tina, más la pastilla, habían disminuido considerablemente mis dolores 

Volví a la habitación, me cambié con un vestido corto que apenas me cubría la cola y unas sandalias bajas 

En realidad no había otra cosa que ponerme en el armario, eran todos vestidos, camisas y faldas. No había ni un solo pantalón de ninguna clase y todos los vestidos eran cortos 

Salgo de la habitación y bajó a la cocina a ver si había algo de desayunar y ahí estaba Alex sentado en el comedor, parecía que recién acababa de desayunar 

— Buenos días — digo llegando a la mesa para sentarme 

Él se quedó observándome sin decir nada y en un movimiento rápido, tomó mí mano y me jalo hacia él haciendo que yo cayera sentada en sus piernas 

— Buenos días, ¿cómo te sientes? ¿Te duele algo? ¿Te has tomado la pastilla? — me bombardeo con preguntas 

— Estoy bien ahora, ya no siento tanto dolor en mí cuerpo y si, me tomé la pastilla — le digo para que se tranquilizara 

Acercó su cara a mí cuello y comenzó a olerlo mientras me apretaba mis muslos, de repente me hizo levantar de encima de él, para luego levantarse él 

— Desayuna tranquila, yo estaré ocupado en mí despacho toda la mañana, tu haz lo que quieras para no aburrirte — me dice saliendo del comedor y yo quedé mirándolo sorprendida 

Había comenzado excitarse con solo olerme y tocarme la pierna, lo sentí por su bulto duro debajo de mí 

Pensé que me tomaría aquí mismo en el comedor o que me llevaría al cuarto rojo, pero agradezco que no lo haya hecho, ya que muero de hambre y quiero desayunar

Después de que él saliera del comedor, tomé asiento en la silla y miraba todas las delicias que había sobre la mesa, había hotcakes con miel, medialunas con dulce de leche, una porción de torta de chocolate y tostadas con mermelada por si no quería cargarme con tanto dulce, pero no pude resistirme y comí un pedazo de cada cosa que había junto con una taza de café con leche 

Todo estaba delicioso y yo me deleité con cada cosa, me sentía una niña cuando le dan todo los dulces que quiere.

Después del desayuno, me levanto y comienzo a limpiar todas las cosas que habían quedado sucias, luego caminó hacia la sala y me tiró en el sillón con mí celular

Tenía mensajes de las chicas en el grupo, así que comencé a responderles y a charlar con ellas.

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