Estrella

Malika dormía plácidamente tras la larga y apasionada noche que había vivido junto a Ares. Su cabello estaba revuelto, y su hermoso cuello había quedado al descubierto dejando ver una sutil mancha. Era algo extraño, que llamó de inmediato la atención de Ares, que se acercó a mirarla con más detenimiento. Tomó el cabello que aún permanecía sobre esa mancha y la observó con detenimiento.

Era una hermosa estrella de seis puntas, perfectamente delineada y marcada. Parecía brillar con luz propia, no solo brillaba sino que cambiaba de color según la refracción de la luz. Era simplemente increíble y único, una hermosa mancha de nacimiento que no era para nada natural ni casual.

Él no era un hombre voluble, claro que sabía muy bien que esa no era una simple mancha, y también sabía perfectamente qué significaba, pero algo sí no le cuadraba, si ella tiene esa misma marca que tiene Malika ¿Qué significa? Es imposible que ambas sean las destinadas, eso lo quiere decir que una es una impostora ¿Será posible que ella…?

Dejó la idea a la mitad, cada cosa que descubría lo hacía sentir más rencor sobre la mujer que ha cuidado, aún con su vida, por años ¿Siempre habrá sido así?

Sus preguntas no tenían respuesta, solo una persona podía sacarlo de dudas y esa era la misma Kira, sentía que debía ir a enfrentarla, pero antes de eso necesitaba más información, si la mujer en su cama es la verdadera, entonces ella tiene que ocupar el lugar que le corresponde y que Kira ha intentado quitarle, ahora todo comienza a cobrar sentido.

Malika comenzó a despertarse, su cuerpo se sentía no solo adolorido, sino aplastado. Era como si todo un convoy de camiones le hubieran pasado por encima. Quería quedarse quieta, inmóvil durante horas esperando que por fin el dolor cediera.

Mmm, duele mucho dijo en un quejido arrugando la nariz por la fuerza del punzante dolor.

Ares hinchó su pecho de placer, lejos de sentir pena por ella se sintió orgulloso de haber sido quien dejó ese cuerpo completamente maltrecho.

Bien que lo disfrutaste contestó a la queja de su mujer pediste muchas veces por más así que ahora no te quejes agregó sonriendo con burla a la hermosa y adolorida niña.

_ Malvado _fue la simple respuesta de Malika mientras que hacía un hermoso puchero al hombre que la miraba con ganas de devorarla nuevamente.

Ella simplemente estiró sus brazos al hombre que se había parado junto a la cama, él entendió inmediatamente la insinuación y se aproximó hasta ella para tomarla en brazos y llevarla hacia la bañera. Ares aún permanecía desnudo, su hermoso cuerpo era completamente visible para ella que mordió su labio inferior era evidente que, a pesar del dolo ella querría más de él en esa bañera, por lo que comenzó a besarlo ni bien ambos estuvieron juntos dentro del agua.

Mm, he creado un monstruo lujurioso comentó él en un suspiro para luego comenzar a devorar a su presa nuevamente.

Esa bañera fue testigo del apasionado momento, que no terminó ahí, sino que continuó nuevamente en la cama y luego en la alfombra cuando ambos cayeron del lecho y finalmente Ares la tenía entre sus brazos, de pie, con la espalda de ella apoyada en la pared y sus piernas envueltas en la cadera ajena.

El movimiento era salvaje, desesperado y sumamente satisfactorio. Ninguno de los dos pensó jamás que la pasión entre ellos fluiría de esa manera. Eran simplemente el uno para el otro, se acoplaban a la perfección. Al finalizar la joven volvió a dormirse profundamente cansada.

Al despertar se encontró sola en la habitación, sus ropas estaban en un rincón, no las habían roto, pero no sentía deseos de usarla nuevamente. Comenzó a buscar entre las prendas de él, después de todo los pantalones son más cómodos.

Vestida de manera informal y con el cabello atado salió por fin de la habitación. Seguía sin saber cómo volver a la propia, por lo que se lanzó al éxito por los pasillos del castillo. Caminaba despreocupada cuando chocó en un cruce con alguien y al mirar mejor vio que no era otra que Tere, quien se encontraba un poco desaliñada, la estudio mejor y vio algunas lindas marcas en su cuello, y las grandes ojeras que adornaban su rostro.

Bueno Tere, tal parece que ahora ambas podemos morir en paz, ya hemos experimentado el placer carnal dijo riendo.

Teresa la observó detenidamente y pudo corroborar que ellas habían experimentado de la misma manera la noche anterior. Tras verse en evidencia las comenzaron a reír. Había sido la mejor experiencia de sus vidas, pero las dos sabían que las cosas no habían terminado allí y que los desafíos del porvenir serían muy grandes.

Ares por su parte, había mandado a llamar a uno de los sabios que habitaba en sus tierras. Había sido expulsado del reino de Merlán, y buscó refugio entre los piratas y bandidos que habitaban según todos por esos lados, sabía que si viajaba a Antares también podría morir.

Necesitaba explicaciones y sabía que esa era la persona correcta para ayudarla.

“—“

En Merlán Kira seguía furiosa por no tener noticias sobre la inútil de Malika. Necesitaba saber que por fin esa maldita estuviera muerta.

Lina la primera princesa escuchaba todo el alboroto que su hermana causaba. No estaba segura bien de qué era lo que ocurría, pero si esa mujer estaba furiosa ella era feliz. Ella era la primera princesa y era la heredera lógica al trono, pero su padre decidió dárselo a la que ni siquiera era una princesa, era una bastarda que no sabía de donde había salido.

Lina había investigado, tenía que conocer muy bien a su enemigo si quería ganarle, y lo que había descubierto de Kira no era nada alentador. Supo que toda su vida fue una maldita, que utilizaba a otros para lastimar a aquellos que le estorbaban y al parecer eso había hecho con Malika.

Lina pensaba, no, estaba segura de que Kira era hija de su padre, una bastarda de alguna de sus tantas amantes…era la única manera de que la tuviera allí, era el hombre menos generoso que ella había conocido, jamás haría un acto tan altruista como adoptar, mucho menos le daría el poder del reino. Estaba más que convencida de que había algo oculto tras toda esa situación algo que se le estaba escapando de entre los dedos y ella, pronto, muy pronto lo descubriría.

Maldita sea, ¿dónde diablos está esa endemoniada? gritaba ofuscada Kira caminando por los pasillos del palacio.

Ya aparecerá mi amor el conde Kox corría detrás de ella _ te dije que esa no era una buena idea, debiste dejar que en Antares encontrara su muerte y no involucrar a ese pirata de pacotilla.

Sabes que esa era la mejor manera, después de eso iríamos en contra de Ares y terminaríamos con él, era la excusa perfecta Kira miraba a su prometido furiosa, ella había planeado todo de manera tal que nada recayera en sus hombros. Necesitaba acabar con Malika y también con Ares, él conocía todos sus secretos y no le convenía en lo absoluto que algún día él viniera a verla y pudiera revelar esos oscuros secretos.

Una maldad palpable era lo que Lina podía ver en ambos escondida detrás de una viga. Agradecía que su hermana menor no haya caído en las garras de ese cerdo, solo esperaba que el pirata no la haya matado. Tenía que enviar a sus espías a las tierras piratas. Escuchar esa conversación fue muy productivo, ahora sabía el destino que había tenido Malika, solo esperaba no llegar tarde.

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