Reencuentro

Ares escuchó atento lo que el aprendiz de Ciro le contó. Las lágrimas no dejaban de caer por su rostro, estaba verdaderamente mortificado por haberla dejado sola, él solo pretendía protegerla, su intención nunca fue lastimarla. Pero el resultado obtenido fue el contrario al buscado. Ahora ella está sufriendo por su idiotez.

Si demora todos los hombres se dirigieron nuevamente al gran barco. Debían volver cuanto antes.

Ares, no podemos anclar en Merlán con este barco, deberíamos ir con uno de los pesqueros, esos que van y vienen. Tal y como lo hizo Malika Aldric se vio en la necesidad de recordar a su amigo la peligrosidad de ir con su propio barco, ellos después de todo, eran malvados piratas buscados por todos.

Bien, busca a alguien que quiera ayudarnos Ares no tuvo más remedio que aceptar, esos barcos eran más lentos, y bastante inseguros a decir verdad.

No tardaron demasiado en encontrar quién quisiera ayudarlos. Después de todo, esa isla era un refugio creado por los piratas, y todos ahí lo consideraban su señor.

Mientras que Ares se adentraba nuevamente a altamar, Malika seguía perdida en su sueño. Parecía que no tenía intenciones de despertar, es como si hubiera encontrado su lugar seguro y no quisiera salir de él.

Ciro y Teresa estaban más que alarmados, ellos no sabían cómo ayudarla, se había encerrado en sí misma y no pretendía volver. Malika estaba recostada en la verde pradera, sonreía feliz al ver a esos hermosos niños jugando y corriendo por todos lados. A veces, sentía algún estremecimiento en su interior, como si alguien la buscase en algún lugar remoto, como si ella fuera necesaria para personas que no estaban presentes en ese momento. Pero desechaba esa sensación de inmediato y volvía a centrarse en los pequeños.

Diez días había demorado Ares en llegar, diez días en los que Malika continuaba encerrada en su interior. Ciro y Teresa se estaban dando por vencidos, ella había comenzado a languidecer ya que no tenían métodos para alimentarla, lo que los tenía más intranquilos aún. Habían tomado la decisión de buscar a Ares, por lo que en cuanto Ciro llegó al puerto en busca de un traslado, pudo ver llegar el barco pesquero del que descendían Ares y Aldric camuflados.

¡Ciro! grito el pirata desesperado.

¡Ares que alegría verte! ¡Ven vamos! No hay tiempo que perder dijo el sabio comenzando a tironear al otro de la manga de la camisa para que se moviera con rapidez.

Esta actitud logró asustar en gran manera al joven, sabía que esa prisa no era por nada bueno. Al llegar al lugar en el que había vivido su amada por esos meses se encontró con una llorosa Teresa y él no pudo menos que pensar lo peor.

¡Ares! saltó la joven sobre él para luego llevarlo hasta una habitación.

Al verla tan pálida, acostada sobre la cama, con los brazos sobre su pecho, el alma del hombre se hundió en lo profundo del averno. Las lágrimas comenzaron a rodar por sus ojos, era su culpa, todo esto era su culpa. Él se había marchado, había roto la promesa y la había dejado sola. Se postró al costado de la cama y lloró desconsolado acomodando su cabeza en el pecho de ella.

Aldric había ingresado segundos después y miraba la situación con una tristeza infinita. Se aferró a su dulce Tere y lloró amargamente la desgracia de su amigo.

En cuanto Ares llegó a esa habitación Malika sintió que era tironeada. Se puso de pie de un salto y miró hacia atrás, a ese lugar que no había querido ver anteriormente. Allí vio nuevamente al bondadoso hombre.

Él llegó por ti…mi traviesa heredera dijo Lizander con voz suave es hora de continuar…ellos te necesitan, el mundo te espera… agregó.

Ella miró hacia atrás, pero su vista volvió a posarse en los niños jugando. No quería abandonarlos, no quería dejar a nadie.

Tranquila…ellos llegarán, cuando llegue el momento la mirada de Lizander se ensombreció debes destruir a los hijos de este tiempo, ellos deben morir o serán la destrucción de todos. Nadie podrá ser feliz hasta que ellos no mueran

Tras estas palabras Malika pudo ver parte de las atroces acciones cometidas por todos ellos. Kira, El conde, El Rey de Antares y su propio padre, todos ellos eran la perdición del mundo, juntos encarnaban todo el mal existente en la tierra conocida.

Lo haré, volveré a destruirlos, pero también por él dijo pensando en Ares, a quien sentía llorar junto a su cama _ también por él.

Tras decir estas palabras ella abrió los ojos.

¡Malika! gritó Teresa eufórica al verla volver.

Ares no pudo decir nada, pero se lanzó sobre ella y comenzó a besarla. Estaba tan feliz de verla.

Perdón mi amor…no debí dejarte, yo…yo solo quería protegerte…tenía miedo…me moriría si algo te pasara, si tan solo yo te pierdo él intentaba hablar mientras la besaba y las lágrimas caían por su rostro.

Mali…tu pelo Aldric estaba feliz de verla despierta, después de todo él pensó que había muerto, pero no pudo dejar de sorprenderse al ver que el pelo de ella se había vuelto completamente blanco.

Ella ha terminado su transformación a bruja blanca dijo Ciro asombrado _ ha llegado al máximo de su poder.

Todos miraron a Malika asombrados, pero también con admiración. Era una joven, había llegado a ese mundo hace solo algunos meses y ya había logrado lo que otros brujos tardaron años en lograr.

Ares…tenemos que hablar dijo con seriedad Malika.

Ares asintió, sabía que la había lastimado, pero también tenía muchas cosas que decirle. Tenía que hablar de Lina, que estaba en la isla con el capitán. Todos salieron del lugar y los dejaron solos, pero antes de que Tere cerrara la puerta…

Tere, tengo hambre, me comería una vaca completa dijo la niña acariciando su barriga mientras pasaba la lengua por sus labios como saboreando un delicioso platillo.

Ahora mismo te preparo algo muy rico contestó saliendo ahora sí del lugar.

Mali…mi hermosa Mali, yo siento que sin ti me muero, yo no sobreviviría ni un instante sin ti en este mundo, por eso decidí dejarte. Sé que me equivoqué, pero quería protegerte, tontamente pensé que era la decisión correcta, ahora sé lo equivocado que estuve dijo aún de rodillas junto a la cama.

Ella se limitó a observarlo. Su rostro estaba demacrado, sus pupilas dilatadas, su estado general era lamentable, pero lo que más la conmovió es que él solo besaba su mano suplicando perdón de rodillas.

Ares…solo esta vez… dijo acariciando la cara del hombre las promesas se hicieron para cumplirse, sino que objeto tendrían le recordó _ casi muero al saber que me dejaste…

Lo sé…lo sé…yo casi muero al saber que no estabas, por favor mi brujita…por favor repetía besando sus mejillas, y sus labios.

Ares…solo esta vez volvió a decir ella como recordando palabras viejas por esta vez, te perdonamos

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Comments

Eleonor Baker

Eleonor Baker

Es que las cosas se hablan, se dialogan, no al ahí se va! Que confíe en mi y bye

2025-01-24

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Eleonor Baker

Eleonor Baker

Y yo pensé, lo va a cachetear por dejarlas solitas 🙈

2025-01-24

0

Liliana Barros

Liliana Barros

Tiene razón Malika. Las promesas se hicieron para cumplirlas. Ares debió hablar con ella ya que hace tiempo que se conocen . Su descuido casi mató a su gente. Por más que la haya querido proteger debió haberle avisado. Lo bueno es que con esto aprenderá.

2024-10-07

3

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