Los periodistas y presentadores de noticias se apresuran al auto de Minato quien con mucha paciencia y dulzura les dice que se alejen si no quieren ser atropellados, aun así no le hacen caso.
-Está saliendo un auto negro de la mansión Armani ¿El joven Elio estará ahí? -Dice una señorita acercando el micrófono a Minato
-Parece estar acompañado por una señorita ¿Será algo para el joven Armani? -Dice un chico al lado
-Es mi hermana -Dice Minato antes de arrancar a velocidad el auto
-Tu hermana -Rio tratando de calmarme
Mi estómago y mejillas me duelen por reír fuertemente por mucho tiempo. Limpio mis lágrimas causadas por la risa y miro la ventana. El día es caluroso y los árboles se mueven suavemente con la brisa que hay, es hermoso.
-¡Elio!, ¿Me estás escuchando? -Detiene el auto Minato
-¿Qué ocurre?
Un silencio encierra todo el ambiente en el auto, las manos de Minato están apretando el volante, tensado.
-Tienes que ver esto...
Me pasa su celular con la página ya abierta, es de un canal de farándula y mi foto junto a Domenico está en todo su esplendor.
-¿Qué mierda?
-Mira desde el inicio
Al repetirlo, Domenico se hace presente, está siendo entrevistado por dos periodistas quienes le preguntan una infinidad de cosas de nuestra relación. Luce tranquilo, pero a mitad del video comienza a llorar...
-¿Cómo se siente respecto a las declaraciones recientes del joven Armani?
-Devastado, yo lo amaba... -Se cubre la cara con sus manos -Pero él me engaño con Alessandro Bernocchi, me engaño en mi propia cara
-¿A hablado con el joven Armani?
-Le he tratado de llamar para arreglar lo nuestro, pero él ha cambiado de número...
-¿La noticia de su boda era verdad?
Domenico asiente mas no contesta nada acerca del tema. Maldito mentiroso.
-Aquí en TV conferencias, nos despedimos al lado del empresario afectado, Domenico Docel acaba de aclarar lo sucedido con Elio Armani, este es el verdadero afectado por toda esta situación. Hasta la próxima noticia.
Apagó el celular enojado por lo que acabo de escuchar, es un mentiroso de primera, en serio. Lo veo y no me lo creo, es un maldito Alfa.
-Es un hijo de-
-Lo sabemos, Elio, ya estamos llegando a la empresa Bernocchi, aclara todo esto con Alessandro -Sonríe leve
-Gracias por haberme ayudado...
-Encantado, llámame para llevarte de regreso hermana -Ríe
La inmensa empresa de los Bernocchi ya se hace presente a mi vista, mis manos regatean en mi regazo con insistencia, no puedo controlar mi nerviosismo y ansiedad. Tendré que pasar a la prensa otra vez y atender todo este asunto con Domenico...
Los problemas no terminan.
-Bien, espero que todo salga bien
Salgo del auto y una inmensidad de personas se acercan a verme, al ver que técnicamente no me parezco al que buscan se dispersan otra vez.
Que alivio.
-Gracias por tu ayuda
-Llámame si necesitas algo más
Cierro la puerta del auto con mucho nerviosismo, no voy a soportar más estar sofocado por la prensa, si vuelve a pasar no dudaré en volver a vestirme como mujer. Mis pasos son fuertes y decididos, paso por toda la multitud sin ser visto y al entrar a la empresa de Valentino todo parece un huracán.
Los teléfonos suenan sin parar y los trabajadores están atendiendo lo más rápido posible, algunos de los actores están en la sala de espera exhaustos y otros repasan sus guiones.
Los inversionistas están dando vueltas furiosos y muchos de ellos atienden las llamadas.
-Disculpe, ¿Dónde se encuentra Alessandro Bernocchi?
Pregunto a uno de los trabajadores quien cansado se pasa una mano por su cabello despeinandolo y suspirando. Me toma por los hombros y me arrastra hacia la puerta.
¿Pero qué carajos hace?
Me giro enojado.
-¿Quién dejo entrar a la señorita?
-¿Acaso necesito permiso? -Me cruzo de brazos
-Salga por favor
-No, vine a ver a Alessandro
-Le digo que salga
-¡No lo voy a hacer!
-Seguridad, traigan a seguridad
Los guardias aparecen molestos y cansados y me toman por los hombros. ¿Pero qué les pasa? este trato es tonto. Ya sé que Minato se lució con el cambio radical, pero esto ya es pasarse.
-¿Elio?
-¡Alessandro! -Corro hacia él
-¿Pero qué? -Parece aturdido -¿Por qué te vestiste así?
Me mira de arriba a abajo analizando mi apariencia.
-Señor Bernocchi, ¿Conoce a esta señorita? -Pregunta el trabajador
-¿Señorita? -Dice cubriéndose la boca
Este sin vergüenza se está reído de mí.
Me quito la peluca haciendo que todos me regresen a ver con la boca abierta.
-No puede ser... ¡Joven Elio!
Me cruzo de brazos.
-¿Ahora si puedo pasar? -Pregunto enojado
-Si, adelante -Dice apresurado -¿Desea algo de tomar?
-No
Alessandro sigue tapándose la boca tratando de mirar hacia otro lado, pero pasa rápidas miradas hacia mi. Su risita no pasa desapercibida puesto que está a mi lado.
-¿Piensas seguir riéndote o qué? -Frunzo el ceño
Este tose aclarando su voz y volviendo a su postura seria.
-Vamos a mi oficina
La razón por la que he venido es por salir de ese encierro mortal en el que me encontraba, Domenico y disque ver a Alessandro. Con todo esto siento una fuerte presión en la espalda, toda esta situación... siento que me está consumiendo.
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