• Capítulo 5: Renacer~

-¡El joven Elio esta muerto!

-¡Mi hijo, por favor, salven a mi hijo!

-¿Cómo quedó suceder esto?

-¡Traigan una camilla, es una emergencia!

El eco de esas voces a lo lejos me hace saber que no ha terminado, no siento mi cuerpo, pero si el calor que emanan las personas a mi alrededor. Mis ojos están cerrados y se sienten pesados, unos lloran y otros gritan.

Es lo único que puedo escuchar en mi cabeza, sus gritos.Aun así no tarda mucho en desvanecerse.

No sé cuánto tiempo ha pasado, pero he dejado de escuchar los gritos, no sé de quienes son, no sé dónde estoy. Todo está tan oscuro, y mis ojos siguen pesados, incapaces de poder abrirse.

Un tintineo se escucha además de pasos pesados acercándose a mi. Todo esto es tan confuso, tan raro.

-Elio, ¿Puedes escucharme?

Pregunta una voz grave, se siente cálida, muy cálida.

Unas manos calidas toman mis manos delicadamente.

-Elio, todo va a estar bien, no te preocupes

-Te recuperarás -Comenta la voz grave

Es cuestión de segundos cuando mis ojos se abren poco a poco. La luz aturde mis sentidos haciendo que gire rápidamente hacia otro lado más oscuro. Agh, ¿Me quieren matar o ya estoy muerto? ¿Está es la luz del otro mundo?.

-¡¿Elio?!

-¡Traigan a una enfermera!

Cuando mi visión se aclara lo primero que veo son monitores y cables conectados a mi cuerpo, varios de ellos de diferentes colores, además tengo una aguja clavada en mi mano con un tubo que parece ser suero y hay otro de sangre. Mi cabeza duele por el movimiento brusco de antes, todo mi cuerpo parece inmóvil y pesado como una piedra, mi garganta se siente seca.

Una enfermera llega hasta mi y comienza a tomarme mis signos y revisarme, al final me da una sonrisa y me dice que me mejoraré pronto.

¿Pero qué mierda paso para que llegue a esto?

Miro a las personas al frente mío, son mi madre y padre que me miran con lastima.

-¿Qué fue lo que paso? -Pregunto con dificultad

Mi madre me toma de mi mano y comienza a llorar.

-Al amanecer escuchamos un ruido fuerte proveniente de tu habitación, todos corrimos a ver que paso y te encontramos en el suelo inconsciente -Traga duro -Pensamos que solo te desmayaste por el alcohol que habías tomado pero... No lo hiciste.

Hace una larga pausa, sus manos frotan las mías y sus lágrimas mojan la sábana. Debió ser duro para mi madre verme en ese estado, para mí también lo es, ahora que recuerdo la llamada a Domenico y el celular estrellado en la ventana. No me reconozco.

-Te llevamos al hospital y los doctores dijeron que tu hígado estaba afectado, pero por suerte el daño era mínimo. Dijeron que tenían que revisar si no tenías cristales incrustados, pero por suerte todo está bien. Por el duro golpe que te diste al caer pasaste durmiendo por dos días.

-¡¿Por dos días?!

Mi madre y mi padre asienten. No puede ser, eso es mucho tiempo, tengo que llamar a Valentino y explicarle lo que pasó.

-¿Mi celular? -Miro a todos lados

Los dos se regresan a ver y después de unos segundos sacan una funda con mi celular roto. No sé si me pase o fue la emoción del momento o las ganas de que ese celular fuera Domenico y estrellarlo contra la venta, en un mismo día rompí muchas cosas. Es claro que a partir de ahora no quiero ni siquiera que me nombren a Domenico, pero una parte de mi muuuy, muuuuuuy en el fondo quiere una disculpa de parte de él.

Se que eso no va a pasar así que mando a comprar otro celular. Se puede ver que quiero comenzar de cero, no, tengo que comenzar desde cero, no quiero volver a ser pisoteado, denigrado y humillado por un alfa estúpido que solo piensa en usar a las personas para su beneficio. Desde hoy cambiaré todo, comenzando por mi número telefónico.

Quiero cambiar tanto que cuando alguien me vea en la calle no me recuerde por ser el último hijo de la familia Armani, que no me recuerden por ser el Omega que nunca en su vida destacó en otra cosa que no sea la televisión, que no me recuerden por ser novio de Domenico.

No, estoy harto de esas referencias hacia mí y en serio me urge cambiarlo, voy a hacerlo.

Después de poner mi nuevo número les hice prometer que no se lo dieran a nadie que yo no aprobara. Esa misma tarde me dieron de alta y salí de compras.

-¿Estás seguro de que no quieres que te acompañe? -Pregunta mi padre

-No, necesito aprender a estar solo padre...

Gerardo Armani, mi padre, se acerca hasta mí y me da un beso en la frente. La verdad nunca crecí apegado a él si no a mi madre quien pasaba en casa la mayor parte del tiempo cuando era pequeño, tengo un lazo más grande con ella, pero eso no significa que no quiera a mi padre. Lo quiero mucho, y más en momentos como estos donde sé que cuento con todo su apoyo.

Al llegar al centro comercial me dirijo a diversos almacenes, pero ninguno me llama la atención. Por ningún lado hay ropa del estilo que planeo comprar. Oh verdad, el centro comercial 'Bernocchi', muchas, muchas gracias a la banda con nombre raro de Alessandro por existir, gracias a ellos podré comprar la ropa que quiero.

-Algún día te recompensare Alessandro, por mi cabeza mal caída que lo hago

Estilo retro con un toque moderno es la ropa que compro, igual algunos accesorios que le darán más estilo. La ropa que no usaré la daré al orfanato 'Amani', hace años que fue fundada por mi padre, más por los niños omegas recesivos que usualmente se quedan por no ser adoptados, a ellos les damos una educación máxima para que en el futuro puedan tener un trabajo estable y vivir cómodamente.

Listo, algo menos en mi lista, ahora voy a llamar a Valentino.

Tengo que arreglar el malentendido que pudo haberse creado por mi ida al hospital.

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