• Capítulo 10: Cambio radical~

Después de lo dicho por Alessandro hacia la prensa, todo ha sido un caos. Los periodistas y canales de televisión no han parado de llamar a la empresa, las calles de mi propiedad están inundadas de ellos al acecho.

No sé cómo está la casa de Alessandro, pero la mía no se puede mover ni un pie sin ser vistos por los reporteros. Mis padres no tienen problema pero yo sí.

He pasado casi todo el día encerrado como si estuviera en prisión y ya estoy harto.

Estoy en mi cuarto saltando arriba de la cama como si fuera un niño pequeño otra vez, y aunque no quiera las feromonas de Domenico siguen impregnadas en mis cosas.

Me siento asqueroso.

-Joven, Elio -Entra la ama de llaves -El joven Minato vino a verlo

-¡¿Qué?!, ¡¿Minato está aquí?!

La ama de llaves asiente.

Debe estar loco, ¿Cómo se atreve a venir con semejante guerra que hay afuera?

Salto al suelo sintiendo el duro golpe recorrer mi cuerpo recordándome que afortunadamente o desgraciadamente, sigo vivo.

Al bajar las escaleras lo encuentro. Minato Taiga, es ahora dueño de una empresa en la sucursal de Tokio, lo conocí gracias a mi intercambio allá cuando estudiaba la universidad. Fue un gran, gran amigo, pudo ser algo más, tiene esos grandes pectorales y su pelo es... Su pelo es magnífico, ¿okey?

-Tiempo sin verte -Se levanta de su asiento

Sin pensarlo dos veces corro a abrazarlo.

Estoy tan feliz, no, feliz se queda corto, pero estoy feliz de que él esté aquí.

-¿Qué carajos haces aquí? -Lo golpeo suave -Deberías estar trabajando

-¡Hey!, no te desquites conmigo -Ríe -Estoy de paso por algunos negocios, vi todo el revuelo que está afuera -Ríe antes de fruncir el ceño -¿Cómo es eso que estás en una relación con ese tal Alessandro?

-Je, je, je, una larga, largaaaaa, historia

Minato se sienta nuevamente cruzándose de brazos.

-Pues cuéntame

Si en verdad quiero que está relación falsa firmada con papas frías funcione, debo hacer que todo el mundo, hasta mi familia, crea que es real, hasta puede que me haga creer a mí mismo. Esto debe funcionar a toda costa.

-Como empezar... ¿No quieres tomar una taza de té primero?

-No, Elio, quiero que me digas todo

-Buenoo, como empezar...

-De principio a fin por favor

Hago una mueca.

-¿Cómo quieres que te diga Minato?

-Con palabra -Alza los hombros

Termino sonriendo por su comentario.

-Claramente con palabras Minato, pero no sé por dónde comenzar, solo sucedió -Miro hacia otro lado

Minato se levanta.

-¿Qué?, ¿Ya te vas?

-Si no me vas a contar creo que no tengo nada que hacer aquí -Toma su chaqueta

-¡Oye!, ¿Qué tipo de chantaje es ese?

-Elio, quiero saber que pasa, de la nada te juntaste con ese tal Domenico y me dejaste de hablar, ahora te juntas con otro chico de la nada y dices que ya no te vas a casar -Se soba la frente -¿Que está sucediendo?

-No está sucediendo nadaaaa

Comienza a caminar a la puerta de entrada.

Genial, caí en su chantaje.

-Domenico era un imbécil que solo me utilizaba y Alessandro, bueno, creo que me enamore...

La verdad no todo es mentira, todo excepto Alessandro, el es la única mentira en todo esto, es mi gran mentira.

-Mi querido Elio -Cierra sus ojos -En los problemas que te metes

Me sobró las manos, nervioso.

-Jeje, sí

-¿Quieres ir a verlo, verdad?

Oh santos por todas sus madres.

Si digo que si, Alessandro se verá muy sorprendido pero si digo no, Minato estará dudando de mi credibilidad.

Asiento lentamente dudoso.

-Bien, a transformarte

-¿Qué?

-No puedes salir así no mas, los periodistas te comerían vivo y afortunadamente tengo un plan -Sonrie malévolo

-Si me dices que me tengo que vestir de rana te saco a patadas

Este bufea.

-Claro que no, algo mejor

-¿Qué?

Minato me lleva corriendo a mi cuarto y apenas entramos cierra con seguro.

-¿Esto es un secuestro?

-Puede ser, pero estamos en tu casa así que no -Se alza de hombros -Ahora prepárate, tu genial amigo vino preparado

-No es necesario Minato, puedo ver a Alessandro otro día

-No, claro que no, sé cómo eres y te debes estar muriendo de las ganas de verlo

Carcajeo alto.

¿Ganas de ver la cara de serio que tiene Alessandro?.

Ja, claro que no, lo dudo mucho.

Antes de decir algo mis ojos se quedan bien abiertos al ver lo que Minato saca de su maletín. Una peluca de mujer color negro y con fleco.

¡Oh por dios!

Minato debe estar loco.

-No, no, no, no -Niego con mis manos retrocediendo -Ni creas que voy a usar eso

-Es solo una peluca, no tiene nada de malo

Minato llega hasta mí me pone la peluca acomodándola. Este lunático me quiere vestir de mujer.

Quién en su sano juicio pensaría que soy mujer, aunque claro, al ser Omega tengo el cuerpo de una chica, somos delicados, con rasgos finos y con muy poca masa corporal, además, nuestras proporciones son curvadas y detalladas al igual que una mujer.

Este genio es todo un loco.

-Está bien, pero si sale mal te saco a patadas del país

Minato carcajea y en ese momento acomoda más la peluca, va hacia el cuarto de mi madre y saca varios productos de maquillaje que los pone sobre mi piel casi como si fuera maquillista profesional.

Después de una larga media hora Minato me pasa un espejo para verme.

OH POR TODOS LOS SANTOS.

¡Estoy irreconocible!, si quería un cambio radical antes, esto es lo que necesitaba, en serio. Minato sí que tiene talento.

-Ahora solo falta el vestuario... ¿Qué te ponemos?

-No tengo ropa de mujer así que...

-No, te quedaría bien algo más rockero y no un vestido todo rosita -Hace una mueca

-¡¿Rockero?! -Me levanto sorprendido -No, no y no

-Vamos, Elio, vas a quedar genial

Lo miro dudoso.

-¿Tú crees?

Minato asiente. El plan de Minato resultó bien hasta ahora así que no tengo nada que temer con todo este loco plan. Con miedo acepto.

Alessandro, ahí te voy.