CAPÍTULO XVIII

Los días se incrementaban e intuía que en algún momento llegaría la etapa de visitar la capital, aún no era el tiempo. El reloj caminaba al igual que las actividades con el regimiento. Habíamos hecho un círculo, en donde luchábamos juntos. El reto era la mayor avaricia del poder, y disfrutaba del mal.

-Princesa- uno de mis muchachos gritó- Me honraría pelear con usted, si me lo permite deseo utilizar las flechas-

¿Flechas?, me acordaba de él, aquella persona que alguna vez me lastimó de manera fascinante y casi caigo en muerte por sus manos. Fascinante a decir verdad, estuve entrando en caso de que alguna vez se repitiera el hecho, pero ahora lo quería de mi lado. Cuando creciera, iría por él.

-Está bien, si llego antes que vos. Harás el trabajo de mi soldado de vigilancia por veinticuatro horas, y en caso de que vos ganes, te concederé el deseo que quieras- decidimos-

Mientras los soldados del regimiento azul, y regimiento león golpeaban sus escudos al rededor de la plataforma circular, la medida del arquero atravesaba el aire. Mi espada golpeaba furiosamente la madera separándola por astillas minúsculas, el ki era la consecuencia de tal acción. La pureza era tan fuerte que podía casi pulverizar la flecha. La excitación que se producía era sumamente bellos; los gritos de los soldados, las gotas del sudor al golpear el suelo caliente, las chispas del ki al reventar el poder, y la sangre al caer por el cansancio. Todos aplaudían el poder que se desbordaba por mis manos.

-Has crecido-mi maestro golpeaba mis brazos con cuidado-

El crecimiento exponencial del ki, se debía al incremento de actividades que soportaba mi cuerpo, el sufrimiento era la clave para la fuerza que se escondía en míí. Tal vez, en pocos años, podría terminar de abrir las puertas congeladas del ki restante.

-Acá tenés, princesa- Lik se acercó con una toalla blanca- ¿Querés que limpie el sudor de tu frente?- no terminé por responder que se acercó y limpio el agua salada que caía de forma abundante-

-Gracias Ezelik, no tenés que ensuciarte con algo tan feo- tomé el trapo de sus manos- ¿Por cierto, cómo está el erudito?-

-Él viajó a la capital, el emperador deseaba verlo, para que llevara a cargo una misión. Me dijo que les dijera a todos que al volver nos daría la última lección.- suspiró con melancolía-

-Sí, sus enseñanzas han sido muy útiles a lo largo de los años. Gracias a su sabiduría, pudimos lograr ser casi iguales a la capital, en poco tiempo seremos mejores. Te lo prometo- lo abracé levemente-

La voz de Flexv se escuchaba a corta distancias.

-¿Por qué solamente lo abrazas a él?- hizo un puchero con sus labios- No es justo, Ask- con capricho tomaba mi mano y la balanceaba de un lado a otro-

-Lo hago, porque él me tiene más que respeto que vos y tu hermano-lo golpee levemente en su espalda-

Caminamos entre risas hasta la llegada de la montaña. El escuadrón femenino nos acompañaba para proteger la zona en caso de peligro de invasores. Vloy entró para tomar mi ropa y quedarse en caso de alguna emergencia, cuando la epidermis de mis pies tocó el agua congelada, tuve una sensación negativa que puso mi piel de gallina. Le di instrucciones a Vloy en caso de que surgiera algún tipo de necesidad.

Me coloqué sobre la cascada y dejé fluir mi ki.

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-¡Princesa!-el grito de Vloy me despertó de mi reposo de días- ¡Despierte!, ¡Estamos siendo atacados!- Vi su rostro cubierto de sangre-

Rápidamente, tome mis ropas y cubrí mi pudor para salir a hacer frente a lo que estaba atormentado mi pueblo. Las flechas con fuego, atravesaban las zonas más vulnerables, y otras se acercaban de manera terrorífica a la parte del ducado.

Me levanté sobre las hojas, y corrí por el aire para llegar hasta el enemigo. Estos eran de un color de piel extraño, tal vez cubiertas para camuflarse sobre la nieve de las montañas. Hablaban un idioma extraño, pero eso no impediría que los eliminara de la tierra. Cincuenta personas se tiraron sobre mí para dañarme, pero no permitiría que sus metas se entrometieran con las mías. Mi venganza era la razón por la que respiraba y mataba mi cuerpo. Rocé mi espada con la punta de mis dedos, llevando el ki a la parte más filosa, esta brillaba con un color celeste y unas brillantes ráfagas negras se disiparon por el aire.

-Sean bienvenidos al ducado del Sur. Como muestra de un buen encuentro, bañaran mi espada con su miserable sangre- reí mientras corrí hacia ellos-

Y cumplí con mi palabra. La espada jugaba con mis manos mientras bailaba con los cuerpos de ellos. Sentía mi liberación, mis manos se pegaban al sentir el filo caliente desfilar por las tiernas carnes enemigas. El suelo, era un pequeño baño rojo que largaba un aroma metálico. Algunas espadas rompieron mis ropas, pero ninguna me quebrantó el cuerpo. Aunque estaban teñidas a medida que avanzaba por el brillante color rojos. Estaba cegada de ira, tanto tiempo y esfuerzo que planté para que me lo quieran arrebatar.

-¡PRINCESA!- oí el grito de Flexv mientras cabalgaba con el regimiento azul-

Arrestaron al último sobreviviente y los cuerpos fueron enviados a la capital.

-Princesa, lamentamos llegar tarde- los regimientos se arrodillaron al igual que mis amigos-

-Nos los voy a regañar, sabía que en algún momento comenzarían a reaparecer nuestros enemigos. El ducado del sur ha crecido de una manera descomunal. Muchos va a querer eliminarnos, sin embargo, desde mi reclusión llegué antes que ustedes. Parte de mi escuadrón de mujeres fueron y apoyaron en donde estaban atacando. Los dos regimientos, más mi escuadrón, suman 3.000 soldados.- suspiré- Quiero movilidad, en esta zona eran cincuenta personas, y yo maté 49. Quiero un informe urgente de todos los soldados, no puede ser que este minúsculo número nos retrase. A la vuelta, quiero que recorran ocho horas al trote y se repitan los ejercicios 20 veces. Necesitamos soldados de calidad y que valores a las personas de este pueblo, quien sea un estorbo, que se retire y le de el lugar a alguien que quiera morir por este pueblo- me di vuelta y me fui buscar a las personas heridas de la ciudad-

Aunque dije que no los regañaría, no pude evitar enojarme ante la falta de eficiencia por parte de los, 3000 soldados del orden. Lo que me faltó por enseñarles en mi vida de antes, fue a utilizar el ki de manera segura. Mientras caminaba, me propuse la meta de hacer de estos regimientos, el primero que utilice el ki. Los soldados de la capital solo eran fuertes por sus entrenamientos rigurosos y porque el emperador les brindaba piedras que contenían chackras vitales. Ahora, yo les daría las claves para manejar el ki. De esta forma nadie los volvería a menospreciar, incluso si esto tenía que tardar años.

Le pedí Vlix que llevara en conjunto a otros soldados al culpable y los cuerpos asesinados  para que el emperador investigara la razón. Además, se adjuntó evidencia que indicaba que era un atentado para mí.

El sol caía, y los soldados seguían haciendo los ejercicios, mientras yo los miraba con mis ropas aún manchadas del tinte.

-Formación-grité-

Todos pararon y se acomodaron según el orden establecido.

-Como verán, se ha verificado por Ezelik, que lo que sucedió hoy es un atentado dirigido a mí- comenté-

Los soldados estaban confundidos y gritaron furiosos ante esta noticia.

-No me sucedió nada, como verán. Pero hace unos momentos, una anciana falleció por ser gravemente herida por estos bandidos- caminé en la dirección de ellos- Lo que sucedió ahora, no volverá a suceder de nuevo. Quiero que esta noche, descansen lo suficiente, porque a partir de mañana. Todos ustedes, van a pasar la prueba de ki. Y de manera espontánea, van a ser redirigidos a las montañas donde yo medito. Van a ir por día, un grupo de 5000.- todos quedaron estupefactos ante esta noticias- Solo tendrán un día de regalo para descanso, esto seguirá así hasta que logren el nivel suficiente para defender estas tierras. Como dije anteriormente, el que es un estorbo, que se marche. Entonces les pregunto, ¿se quedarán a mi lado y defenderán estas tierras?- grité-

-Defenderemos estas tierras y seremos el honor de la princesa- golpearon el suelo y gritaron a grandes voces-

Me marché orgullosa hasta el sauna personal, estaba agotada. El día fue tan agotador, que sentí mis músculos descompensarse. Todavía era una niña en crecimiento, y necesitaba descansar lo suficiente.

-Princesa- Miel ingresó con las otras mujeres para ayudarme con el baño- Lamento tanto que tenga que pasar por situaciones difíciles- largó unas lágrimas- Usted aún es una niña, lo lamento mucho-

-Miel, cuando yo crezca, voy a hacer que tus hijos disfruten de lo que es la paz. Esto es  mi trabajo, no llores, no estoy lastimada- hablé mientras mis ojos se cerraban lentamente- Por cierto, decile al maestro que se encargue de los soldados para que verifique el nivel de ki, y los mande a la montaña para que mediten. Flexv o Lik le pueden dar más detalles. Y a Vloy, decile que se quede en su casa hasta que quede recuperada de forma completa, por favor. - dije para finalmente entregarme al sueño más profundo que mi cuerpo necesitaba-

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