ESPECIAL

Venir de unas tierras tan retiradas al este, tan grande, era un cambio de vida para mí. Todavía siento el aromático perfume de mi madre y la suave piel de sus mejillas y mano. También recuerdo las espadas, atravesarla y masacrar a toda mi familia. Con los fieles sirvientes hui del hogar tan cálido y fuerte, para adentrarme aún lugar desconocido para mí.

-Su alteza- mi nana me daba un pedazo de carne seca-

Mucha gente había fallecido en esta persecución, y mi nana había hecho todo lo posible para mí. Un niño de apenas diez años de edad, obligado a pasar miles de penurias y con una temprana sed de amor y venganza.

Hace tiempo, había comenzado a recibir extrañas cartas. Con una letra con un determinado reconocimiento. Estos escritos habían predicho que mi madre quedaría embarazada, y que el castillo ardería en llamas. No presenté atención, un príncipe siempre pasa situaciones así, sin embargo, esas cartas contenían verdades.

Al ver como mi madre se interponía entre el agresor y yo, descubrí que esas cartas eran una guía en mi vida. Me advirtió de un futuro rey tirano, pero sus pistas fueron realmente vagas, y por meses no recibí ninguna. Estaba desorientado, pensaba que el anonimato de esta persona me llevaría a alcanzar mi camino, pero cuan equivocado estaba.

-Alteza- un capitán se asomó con su caballo- Sé que esto va a sonar descabellado, pero detrás de las montañas. En donde el sol nunca se asoma, hay un castillo que ha estado abandonado por centenares de años- parecía dubitativo- Si me permite, creo que es el lugar más seguro para resguardarnos- se inclinó-

Era un lugar perfecto, nadie pensaría que en medio de la desolación se podría refugiar un príncipe caído.

-Has hecho bien tu trabajo capitán- palmé con suavidad su brazo- Vamos a donde nos dices-

Dicho eso, partimos por el lugar donde se congelaba la sangre y los huesos se astillaban. Temí por mi nana, y las ancianas que nos acompañaban. No deseaba verlas en un mal estado. Buscamos por los alrededores todo tipo de leñas, la prioridad era mantener a todos con el cuerpo caliente. Las noches eran eternas y el sol nunca nos visitó, realmente era un lugar desolador, pero majestuoso. Los picos altos y puntiagudos lo hacía ver impenetrable, las paredes eran frías y con un color oscuro y cristalino, ventanas gigantes y con vidrios intactos. Era tan alto, que llegaba a una altura similar a la de una montaña. Observé las puertas gigantes, las chimeneas eran muy similares, su gran altura me hacía intuir que en este lugar vivían o vivieron gigantes.

Mande a algunos soldados a investigar el perímetro, mientras tanto canalizamos a la ciudad. Sus casas era tan grandes como para construir cinco viviendas en ellas, y decidimos hacer edificios similares a los había en los lugares donde alguna vez estuvimos. Eso permitía que cada edificación mantuviera una determinada temperatura. A excepción del castillo, donde me era imposible estar. Pero, algo dentro de mí, impedía el rencuentro con mis padres.

Al recuentro con los soldados investigadores, la información fue vitalmente valiosa. Aún había gigantes, aunque solo un número reducido. Estos mismos abandonaron el pueblo y castillo, y fueron directamente a áreas donde el sol los visitaba con frecuencia. En ese momento decidí, que ellos serían mi conquista, aunque primeramente debía de cuidar a mis ciudadanos y sus necesidades.

-Maestro, una carta desconocida llegó- el guardia sostuvo el papel amarillo entre sus entumecidas manos-

La carta decía lo siguiente: "dentro de unos años la guerra llegará hasta tu trono, cuida a tu gente con la divinidad que corre por tus venas".

¿Guerra? ¿Divinidad? ¿Qué es lo que realmente quería decir? Aunque ya tenía una respuesta clara a una de las incógnitas, debía volverme un niño fuerte para protegerlos, y retomar mis tierras y venganza.

De noche, miraba la luna y de forma borrosa veía a la figura de una mujer. Al principio pensé que era mi madre, pero sus vestiduras eran extrañas. Y con agradable vos susurraba las iniciales de mi nombre, pero al despertar en las mañanas olvidaba su voz.

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