Como pudimos, nos escabullimos con los niños a seguir a los soldados hasta una fría montaña, había nieve en ella y tal vez algunos animales salvajes. Sin embargo, quería analizarlos y ver de lo que cada uno de ellos era capaz.
En mi camino fui atrapada por mis compañeros, que no ocultaron su entusiasmo de hacer una pequeña travesura lejos de los adultos.
-Este es nuestro secreto-sellamos nuestro pacto pisándonos los pies-
Era una costumbre un poco dolorosa, pero su mensaje era bueno.
Seguimos las huellas de los soldados, aunque por la cantidad de nieve se iba borrando lentamente. Una parte de mí decía que lo que estaba haciendo estaba bien, pero otra parte estaba intranquila al saber que detrás de mí tenía dos vidas como mi responsabilidad. Agregado que eran parte fundamental de mi plan.
-Solo deben de seguirme, no se desvíen a ningún lado. Y si tienen miedo, pueden tomar mi mano- este acto de bondad era lo mínimo que podía hacer por ellos-
Como había mencionado, las huellas lentamente iban desapareciendo, pero los ruidosos soldados se escuchan rechinar como los caballos, y sus ecos eran al copas de ellos. No había medido tiempo, tal vez eran las tres de la tarde, cuando Miel había ido al mercado y el maestro estaba analizando los puestos de los corruptos encontrados. En ese momento pensé que era lo mejor.
-Askary, tengo miedo- dijo el hermano menor mientras tomaba mi mano con cuidado-
Se veía muy tierno para ser regañado. Vi al hermano mayor intentando no mostrar que pronto lloraría.
-Todo va a estar bien, estoy al lado de ustedes- dije para no mortificarlos-
Al llegar cerca de ellos, pude ver que estaban entrando para soportar cada tipo de dolor, miedo, angustias y diversas emociones que pueden sacarlos del foco de una guerra. A escondidas robamos un poco de alimentos, agua y algunas mantas para soportar el frío. Aunque el control de determinadas puertas del ki, me podrían mantener el calor corporal, ellos no podían. Entonces los abrigué, y como una gallina cuida de sus huevos, los abracé y les di de mi calor. Miré el cielo, y caí en mi error, era de noche. Sus padres estarían preocupados, y mi maestro en conjunto a Miel también, pero aun mi cuerpo, siendo el de un niño, caí en un profundo sueño.
Estaba soñando, lo sabía dentro de mi mente. Sentía como una persona, me contaba un secreto, era el hombre que me había atravesado con sus flechas algún tiempo en mi vida. Él tenía un mensaje importante, pero no podía oír ni una palabra, solo veía sus labios moverse. Vi su rostro, y no se veía, me vi en el agua y tampoco me veía, ¿era un sueño?, ¿era un fragmento de mi pasado?, ¿qué era?
Alguien me hablaba, esta vez era audible.
-¡ASKARY!- era el mayor de los Lucio- Pensé que habías muerto, ¿estás bien?, los soldados se han ido y las huellas están borradas- se veía preocupado-
-Hay que bajar, procuren seguir mis pasos. Inclinen sus pies y traten de tirar su peso atrás- dije mientras sentí como mis pies se iban resbalando con el frío suelo-
No tenía conocimiento de la hora exacta, tal vez las 6 am. El sol aún no se asomaba sobre nosotros.
Mientras caminábamos, podía sentir que mi cuerpo se iba agotando rápidamente. Al usar el calor corporal, me había agotado de una manera muy profunda y tenía necesidad de dormir, peor no era el momento. Me giré a verlos, se veían agotados y muy pálidos. Me horroricé, los senté en una fría roca y transmití lo más que pude de mi ki. Podía sentir como los cuerpos de ellos tomaban gran fuerza y vitalidad, si ellos no hubiesen recibido los primeros auxilios, tal vez habrían muerto y eso es algo que no me perdonaría.
Seguimos nuestro caminar, seguramente a esta hora nos estarían buscando por todo el ducado. Faltaba cada vez menos, pero para estos cuerpos era muy pequeño.
-Askary, ¿sentiste ese ruido?- dijo Vlix asustado-
Miré los alrededores y no podía sentir nada. Estaba realmente agotada, seguramente mis avances ahora eran un retroceso. Había pasado menos de una semana, y ahora mis frutos estaban desperdiciados. Lo que me costó lograr, tendría que esforzarme el doble para recuperarlos.
-No pude oírlo, quédense cerca de mí- tomé a los dos niños para que siguieran su rumbo-
Seguimos bajando, cuando el grito de Vlix me despertó de mis pensamientos. Un gran oso, había tomado a Flexv por sus vestidos. A vista rápida, pude ver su piel un poco lastimada. Le grité a Vlix que corriera cuesta abajo y se escondiera en un lugar seguro. Corrí hasta Flexv que gritaba de dolor y susto, traté acercarme, pero el oso estaba en modo de ataque. Intentaba sacarlo de sus garras, sin embargo, era difícil de hacerlo con mis fuerzas. Cuando lograba hacer formaciones con mi ki, se desvanecía y mi cuerpo caía.
En un momento el oso me tiró de mi brazo, y rasgó mi vestidura. Sentía el líquido caliente bajar por mi frente y brazo.
-¡ASKARY!- podía sentir como el dolor de Flexv salía de su garganta-
Había caído en una zona de residuos, unas latas retuvieron mi peso al caer. Una cosa brillante me molestaba con la luz del sol, gateé lo más rápido que pude para alcanzar lo que creía que era: una espada oxidada. La tomé con cuidado y transmití el ki más puro, a trotes resbaladizos, fui hasta el oso que estaba a punto de arrancar la cabeza del niño mayor. Con un gran salto, clavé la espada en su ancha espalda. El oso soltó al pequeño con brusquedad e intentaba sacarme de encima de él. Saqué la espada y con poca habilidad corté su cabeza cayendo a su lado en el congelado suelo. Tomé a Flexv, quien estaba en silencio, seguramente estaba en shock. Me caí, pero con el soporte de la espada pude levantarme, vi a Vlix a la distancia que estaba con unos soldados, su padre y mi maestro, quienes ambos corrieron hasta nosotros. Entonces mi cuerpo cayó, y vi el gran rastro de sangre que había dejado atrás, aunque hoy no quería morir.
-Maestro- susurré- aún no debo morir-
Pude ver sus ojos preocupados, y fue lo último que vi.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Me dolían las manos y mis piernas.
-Princesa- Miel estaba a mi lado llorando- ¿Por qué se fue?, ¿sabe lo preocupado que estábamos todos?-
-Lo lamento Miel, no va a suceder nunca más. ¿Dónde están los niños?- intenté sentarme aunque las punzadas persistían-
-Ellos están a salvo, en niño Flexv solo tenía un pequeño rasguño, y Vlix tenía la rodilla un poco raspada- estaba preocupada por sus padres- Ellos no la culpan, están tan orgullosos de que usted los haya salvado-
No sé si los salvé por compasión o conveniencia, de cualquier manera estaban vivos.
-Miel, ahora debo recuperarme. Es conveniente que esté en mi baño privado por un mes aproximadamente- los ojos de Miel salieron de su órbita- No te preocupes, solamente voy a estar hasta que sea necesario-
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 42 Episodes
Comments