Capítulo 20

Elyssia estaba recostada en su lecho nupcial, sumida en sus pensamientos, cuando Damien irrumpió en la habitación. Su presencia llenó la estancia con una atmósfera tensa y cargada, y Elyssia se enderezó ligeramente, observando cómo él comenzaba a desprenderse de sus prendas con la elegancia propia de un vampiro.

—Escuché sobre tu visita a los líderes de los clanes esta mañana —comentó Damien mientras se desabotonaba la camisa, su voz resonando en la habitación con un tono frío y calculador—. Me pregunto si pudiste tratar con esas ratas como se debe.

Elyssia lo observó con cautela, sintiendo la tensión en el aire mientras él se aproximaba lentamente hacia ella. No pudo evitar sentir un escalofrío recorrer su espalda al escuchar sus palabras, sabiendo que Damien estaba evaluando su capacidad para desempeñarse en el complejo mundo político de Nocturnia.

—Fue… interesante —respondió cuidadosamente, buscando las palabras adecuadas para transmitir lo ocurrido durante la reunión—. Los líderes de los clanes tienen agendas muy definidas, y no será fácil ganarse su confianza.

Damien asintió con gesto comprensivo, aunque había un destello de impaciencia en sus ojos que no pasó desapercibido para Elyssia.

—No esperaba menos de ellos —murmuró él mientras se quitaba el último de sus ropajes, dejando al descubierto su figura esbelta y pálida—. Pero confío en que sabrás manejar la situación con la gracia y la astucia que te caracterizan.

Elyssia asintió, aunque en su interior sentía una mezcla de ansiedad y determinación. Sabía que su posición en Nocturnia era delicada y que debía maniobrar con cuidado para protegerse a sí misma y a los intereses de su pueblo.

—Haré todo lo que esté en mi poder para cumplir con las expectativas —aseguró con firmeza, encontrando fuerzas en su determinación—. No defraudaré a Evergreen ni a ti, Damien.

El príncipe la miró con intensidad, evaluando sus palabras antes de acercarse a ella y tomar su mano con suavidad.

—Confío en ti, Elyssia —dijo con un tono más suave, aunque aún cargado de autoridad—. Pero recuerda, en Nocturnia, la debilidad no tiene cabida.

Elyssia asintió en silencio, sintiendo el peso de las expectativas sobre sus hombros mientras se preparaba para enfrentar los desafíos que le deparaba su nuevo hogar en Nocturnia. Sabía que el camino por delante sería difícil, pero estaba decidida a enfrentarlo con valentía y determinación.

—No te preocupes, Damien —respondió Elyssia con determinación, sintiendo cómo la fuerza crecía dentro de ella, una fuerza que la llenaba de coraje y determinación—. Ya no soy débil.

Sus palabras resonaron en la habitación, impregnadas de una confianza que antes había estado oculta bajo capas de dudas y temores. Mientras hablaba, una extraña sensación se apoderó de ella, una sensación de poder latente que parecía emerger desde lo más profundo de su ser.

Elyssia observó cómo la hierba y el musgo brotaban de las frías paredes de su habitación, sintiendo la conexión profunda que tenía con la naturaleza fluir a través de ella con una fuerza renovada. Damien la miraba con sorpresa y curiosidad, evidentemente impresionado por la manifestación de sus habilidades.

—¿Qué está pasando? —preguntó Damien, su voz ligeramente tensa mientras observaba el milagro que ocurría ante sus ojos.

Elyssia sonrió con confianza, sintiéndose más en control que nunca antes.

—No olvides que soy una elfa —respondió con calma, sintiendo la emoción crecer en su pecho al reconocer la fuerza de su herencia—. Tenemos una conexión innata con la naturaleza, una conexión que nos permite influir en nuestro entorno de formas asombrosas.

Damien la observó con atención, asimilando lentamente la revelación.

—¿Quieres decir que puedes controlar la naturaleza a tu voluntad? —inquirió, su tono mezcla de incredulidad y fascinación.

Elyssia asintió, su mirada brillando con determinación.

—Puedo hacer que la hierba crezca, los árboles florezcan y los pequeños animales encuentren refugio en nuestro hogar —explicó con orgullo—. Es un don que llevo en mi sangre y que ahora, más que nunca, estoy dispuesta a utilizar para proteger lo que amo.

Damien la miró con una mezcla de admiración y respeto, reconociendo la fuerza y la valentía que emanaban de ella en ese momento.

—Eres increíble, Elyssia —murmuró, acercándose a ella con reverencia—. Nunca imaginé que tendría el honor de compartir mi vida con alguien tan poderoso y noble como tú.

Elyssia sonrió, sintiéndose abrumada por las palabras de Damien y por la intensidad de las emociones que surgían entre ellos en ese momento.

—Somos más fuertes juntos —declaró con sinceridad, extendiendo la mano hacia él con un gesto de invitación—. Y juntos, superaremos cualquier desafío que se nos presente.

Damien tomó su mano con ternura, sintiendo la calidez de su piel y la fuerza de su espíritu, y supo en ese instante que estaban destinados a gobernar juntos en Nocturnia.

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