Capítulo 15

En la lujosa estancia de Nocturnia, Elyssia estaba siendo preparada para su gran día por la princesa Lilith, hermana menor del príncipe Damien. A pesar de su apariencia juvenil, Lilith irradiaba una elegancia y madurez que sugerían una sabiduría más allá de sus años aparentes. Sus ojos, de un profundo color carmesí, reflejaban una mezcla de curiosidad y empatía mientras observaba a Elyssia.

—¿Estás emocionada por tu gran día, Lady Elyssia? —preguntó Lilith con un tono suave y melódico.

Elyssia se encontraba sentada frente a un tocador adornado con joyas y perfumes exquisitos, mientras los sirvientes vampiros la arreglaban para la ceremonia. A pesar de la meticulosa atención que recibía, su mente estaba plagada de pensamientos tumultuosos sobre su destino inminente.

—En realidad, preferiría casarme con el príncipe Aldarion —confesó Elyssia con sinceridad, desviando la mirada hacia el espejo.

Lilith se acercó con gracia felina, colocándose a su lado y estudiando su reflejo en el espejo con curiosidad. Sus labios curvaron en una sonrisa comprensiva mientras hablaba.

—Entiendo tus sentimientos, Elyssia. Pero a veces la vida nos lleva por caminos inesperados, y debemos adaptarnos a lo que nos depara el destino —respondió con calma—. Damien es un buen partido, y estoy segura de que con el tiempo aprenderás a apreciar sus cualidades.

Elyssia asintió con resignación, aceptando las palabras de Lilith aunque su corazón anhelaba otra cosa. A pesar de todo, sabía que no tenía elección y que debía cumplir con su deber como hija de Evergreen y como peón en el juego político entre reinos.

El maquillaje de Elyssia seguía el estilo tradicional de los vampiros, con tonos oscuros y dramáticos que realzaban su belleza pálida y etérea. Sus labios estaban pintados de un rojo intenso, como la sangre, mientras que sus ojos estaban delineados con sombras ahumadas que resaltaban su mirada penetrante. Su cabello dorado estaba peinado en suaves ondas que caían elegantemente sobre sus hombros, aportando un toque de sensualidad a su apariencia regia.

Su Vestido de seda negra, adornado con encajes y bordados de hilo de plata que resaltaban su figura delicada y elegante. El diseño del vestido era una combinación perfecta de sofisticación y misterio, reflejando la esencia de la realeza vampírica.

—¿Estás comprometida, Lilith? —preguntó Elyssia con curiosidad mientras los sirvientes continuaban trabajando en su aspecto.

Lilith asintió con serenidad, su rostro bañado por una expresión melancólica mientras recordaba su pasado.

—Estuve comprometida con el hijo mayor del Alfa de la manada del norte, Thorgal —respondió con calma—. Pero después de la muerte de Astrid, todo cambió. Mi madre pensó que ahora sería mejor que me casara con el príncipe Aldarion.

Elyssia sintió una pequeña punzada de celos al escuchar la mención de Aldarion, pero rápidamente se dio cuenta de que Lilith no lo había dicho a propósito. Había algo en la forma en que hablaba que indicaba que simplemente estaba compartiendo su historia sin segundas intenciones.

—¿No te sientes mal por tener que vivir según los deseos de tu familia? —preguntó Elyssia, buscando un poco de consuelo en la experiencia de Lilith.

Lilith suspiró, una mueca de resignación cruzando su rostro mientras consideraba la pregunta.

—Es lo que hay —respondió con sinceridad—. Si mi esposo me trata mal, siempre puedo chuparlo hasta dejarlo seco —añadió con un toque de humor, soltando una risita que resonó en la habitación.

Aunque la respuesta de Lilith estaba envuelta en una capa de ligereza, Elyssia no dudó ni por un momento de que la princesa vampiro fuera capaz de llevar a cabo sus palabras si fuera necesario. Era un recordatorio vívido de la naturaleza intrépida y poderosa de los vampiros.

Los sirvientes continuaron su labor con diligencia, peinando y maquillando a Elyssia con destreza mientras ella permanecía en silencio, perdida en sus pensamientos. La atmósfera en la habitación estaba cargada de tensión y expectación, y Elyssia podía sentir el peso de las responsabilidades que recaían sobre sus hombros.

Finalmente, después de horas de preparativos meticulosos, Elyssia estuvo lista para su boda con el príncipe Damien. Se levantó del tocador y se encontró con la mirada compasiva de Lilith, quien le ofreció una sonrisa de ánimo antes de acompañarla hacia la ceremonia.

Mientras caminaban por los pasillos del castillo hacia la sala del trono, Elyssia se aferraba a la esperanza de que, a pesar de las circunstancias desfavorables, pudiera encontrar un poco de felicidad en su nuevo papel como princesa de Nocturnia.

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Comments

Ido Rojas

Ido Rojas

posiblemente la hermana del príncipe vampiro y la ella la ayuden

2024-04-18

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