Capítulo 7

MAIRIM

Cuando él se fue dejándome sola me di cuenta que la habíamos jodido, como pudo pasar eso éramos hermanastros eso no era correcto que demonios pasaba conmigo, estaba tan enojada conmigo misma por dejarme llevar no iba a tener cara para volver a verlo a los ojos, como le decía a mamá y a Roberto, me sentía realmente mal, no quería salir de mi habitación  pero sabia que si no salía iban a sospechar y nos empezarían a hacer preguntas, decidí darme un baño y procesar como iba a ser mi relación con Joan después de lo que había pasado, no quería verlo me sentía tan avergonzada.

Me cambié, me acosté en mi cama abriendo mi computadora para entrar a mis redes sociales y distraerme un rato, no paso mucho cuando Martha mi mejor amiga me mandó un mensaje preguntándome qué que estaba haciendo, le contesté que estaba revisando mis redes sociales en mi habitación, quería decirle lo que había pasado con Joan digo era mi mejor amiga no teníamos secretos entre nosotras, pero no podía mas bien no sabía como decirle por dios era mi hermanastro.

Tocaron mi puerta y mi corazón  empezó a latir con fuerza.

—¿Quien es?—, pregunté

—¡Soy Roberto!—, me dijo detrás de la puerta.

—¡Pasa Roberto!—, le dije mientras me levantaba de la cama.

—Hola, me dijo tu mamá que la cena está lista!!—, respondió cuando entró a mi habitación.

—¡Gracias, bajo enseguida!—, le dije dándole una sonrisa mientras mis manos sudaban, por que sabia que Joan estaría ahí no solo eso iba a sentarme frente a él.

Mis manos temblaban, mi corazón se me quería salir de mi pecho, estaba aterrada, no quería bajar.

Terminé por dar un gran suspiro y salí de mi habitación, bajé las escaleras y vi a mamá y a Roberto preparando la mesa, Joan todavía no bajaba eso me hizo sentir mal pero también me sentí aliviada.

Ayude a colocar platos y cubiertos, cuando estábamos a punto de sentarnos escuche la voz de Joan detrás de mi, un escalofrío recorrió mi espina dorsal, hice como si no pasara nada y empezamos a cenar, yo tenía la cabeza agachada pero sentía sus ojos mirándome, no se cuanto tiempo pasó así, levanté mi mirada y nuestros ojos se encontraron, no podía seguir mirándolo así que mire a otro lado, estábamos en silencio cuando mamá me dijo:

—¿Hija, como estuvo tu día?—, me dijo mientras tomaba un poco de agua.

—Bien, mamá—,  le dije mientras recordaba lo que había pasado, moví la cabeza para borrar ese pensamiento.

—¡Que bien hija, me da gusto!—, me dijo mientras su vista se dirigía hacia Joan—, y a ti Joan que tal tu día?—, le dijo sonriendo.

—Bien, hoy fue interesante—, le dijo mientras su ojos me miraban por un segundo.

—Muchas gracias por la cena mamá me retiro tengo mucha tarea—, le dije mientras me levantaba y agarraba mi plato para irme a la cocina, lo lavé, después de secar mis manos fui a darles las buenas noches y me fui a mi habitación.

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