capítulo 13- los años en la guerra...

Los días se tornaron semanas, las semanas meses y los meses años, pero la guerra parecía no tener fin, mientras que en el palacio, los emperadores gozaban de paz y celebraban los cumpleaños del príncipe heredero, en el campo de guerra, miles de soldados se debatían entre la vida y la muerte, Arek luchaba por mantenerse en pie, superando las batallas y las pesadillas que estas dejaban en él, pues al principio le costaba dormir, soñaba con sus compañeros bañados en sangre sobre el campo de batalla o sentía que se dormía, el enemigo lo atacaría. Así fueron los primeros años, pero poco a poco su mente y su corazón se endurecian, volviéndose un hábil guerrero, quería acabar con esa guerra pronto, volver a casa y verse de nuevo con Katerina, ya que muy pocas veces ella envió cartas, donde le daba ánimos y además le contaba que ella también estaba entrenando, que quería mejorar su magia.

Arek se sentía tranquilo cada vez que una carta de ella llegaba, pues le hacía saber que alguien esperaba por él en el imperio.

Por otro lado, años atrás, la emperatriz supo donde se había ido Katerina y envió a Rowan con el afán de que este se ganará su amor, pero Katerina simplemente le dio hospedaje una semana y durante ese tiempo, lo ignoraba, ella salía desde muy temprano a entrenar y tomaba clases, eso canso a Rowan quien no demoró en regresar al palacio resignado, pero la emperatriz le dijo que el emperador no había aprobado la disolución del compromiso y aunque el marqués presionaba, el emperador no cedía. Aún así eso no era de mucha ayuda. Por lo que la emperatriz le sugirió que debían buscar a la verdadera santa, si él la encuentra y se gana su corazón, tendrán el apoyo del templo, que vale mucho más que el apoyo del marqués, así que Rowan, durante los siguientes años se ha dedicado a buscar a la santa, pero sin éxito.

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4 años han pasado ya, Arek ahora era todo un hombre de 19 años, de aquel joven de 15 años ya no quedaba nada, ahora su aspecto era más masculino y de cuerpo más tonificado gracias a las batallas que ha enfrentado. Esa mañana él y Jack miraban el mapa para la siguiente estrategia, cuando un soldado entra todo agitado y tras calmarse, les cuenta que el enemigo ha sufrido una baja en las laderas del sur, una tropa de mil hombre fue destruida por un enemigo desconocido y las montañas del norte, pocos sobrevivieron, pero estos aseguran que sus compañeros acabaron congelados y ellos vieron a una misteriosa mujer que parecía congelar todo a su paso.

— la bruja de hielo, fue lo que ellos dijeron. El enemigo envió una tropa hacía las montañas para investigar lo que paso.— menciona aquel soldado.

Jack y Arek se miran entre si, era una situación difícil de creer y no podían alegrarse, si bien el enemigo perdió dos tropas, no significa que ese misterioso atacante este de su lado, así que deben de tener cuidado.

Cerca de las montañas, tres hombres huyen por el bosque, aterrados, uno de ellos apenas puede moverse porque tiene un pie congelado y los otros dos tiemblan de frío, pues el propio bosque estaba helado, una neblina cubría los suelos de dicho lugar y mientras escapan en la oscuridad, se escucha como el filo de algo era arrastrado por el suelo y la risa traviesa de una mujer resuena por el bosque. Los hombres tratan de huir más rápido.

— mirense, hasta hace un momento reían y contaban sus planes de que harán con las mujeres del imperio, pero ahora, están huyendo de una.— la risa hace eco por todo el bosque.

"No por favor...piedad."

"Todo eso era broma, perdóneme por favor."

"Tenga piedad mi señora."

— no se preocupen, uno logrará salir de aquí, quiero que todos sus aliados sepan que la bruja de hielo irá por ellos.—

De entre las sombras sale una persona cubierta con una capucha arrastrando una guadaña, la cual deja un camino de hielo por donde pasa, esta arma fue levantada por aquella persona con una sola mano y solo se escuchan los gritos de aquellos hombres, pero justo como ella dijo, solo uno quedo con vida y este al abrir los ojos, no vio más a esa persona, así que rápidamente se puso de pie para huir de aquel lugar.

En otro lado del bosque, aquella persona cubierta, se acerca a un precioso grifo blanco, el cual agita un poco las alas al verla, ella sube al lomo del animal y este se eleva para volar lejos de ese campamento destruido. Ella hará todo lo posible para que la guerra acabe antes y así poder iniciar con su plan, el cual será obtener el trono.

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En cuestión de días, ya se sabía de la misteriosa mujer que arrasaba con tropas pequeñas del enemigo, por lo que estos comenzaban a preocuparse, no solo tenían que derrotar al ejercito de Lutzalya, también a esa mujer que los estaba atacando. Los generales de Ketzania, han informado este hecho al emperador y este ha enviado a uno de sus hijos, pues se niega a creer que una sola mujer les este causando problemas, aunque hayan magos poderosos, nadie podría derrotar a tantos hombres. El tercer príncipe de Ketzania, Edwin Linux, de 27 años, había llegado y se daba el informe de todo, pues el segundo príncipe de Lutzalya, estaba guiando bien a sus tropas, pese a que este apenas tenía 15 años cuando todo comenzó. Edwin señala diferentes rutas en el mapa, las cuales podrían servir para poder adelantarse.

— envíen al quinto escuadrón por esta ruta, si logran pasar, podremos atacar desde dentro.— señala Edwin.

Tal como lo ordeno el tercer príncipe, las tropas fueron enviadas rápidamente. Después de un par de horas, estos habían logrado pasar, estaban felices de saber que lograrían atacar por la espalda al ejercito de Lutzalya y causar una gran baja, pero justamente en la noche que estaban acampando, comenzaron a sentir que el aire se enfriaba, la temperatura estaba bajando rápidamente. Así que salían de sus tiendas para buscar en los carruajes más sábanas, pero estos ya estaba cubiertos de hielo.

"La bruja de hielo." Menciona uno de los soldados, el cual estaba asustado.

"¿Que? Eso no puede ser."

"Las brujas desaparecieron hace siglos."

"No puede existir alguien con tanto poder."

— claro que las brujas existimos, pero vivimos tranquilamente, aunque ustedes han cometido el error de despertarme.— se escucha la voz de una mujer.


Todos levantan la vista y sobre el carruaje, estaba una hermosa rubia de ojos azules, quien los miraba con una sonrisa y sin que estos puedan hacer nada, Katerina levanto las manos y dagas de hielo aparecieron arriba de ellos, las cuales se lanzaron contra los soldados, esa noche solo se escuchan los gritos de desesperación, pero algunos lograban escapar por el bosque, aunque se escuchaba el eco de una especie de disparos, Katerina voltea hacía la entrada del bosque y al bajar del carruaje y caminar hacía ese lugar, la luz de la luna iluminaba la imagen de un hermoso rubio de ojos azules, era la viva imagen de Katerina, pero este era un hombre.

— Thomas...— menciona Katerina.

— parece que te has estado divirtiendo sin mi.— sonríe.


...

\*\*\*\*\*\*\*\*\*NOTA\*\*\*\*\*

Ahora viene la duda, ser madrastra de Katerina o cuñada 🫢 jajaja

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