capítulo 3- visita al palacio...

Una semana después, llego una invitación para Katerina, era de la emperatriz para reunirse con ella, quería conocerla y beber el té con ella, al saber de esto, la marquesa estaba más que feliz, por lo que no dudo en conseguir el vestido más elegante, aunque ante los ojos de Katerina, era más horrendo y con demasiados adornos. Katerina por su parte usa un vestido sencillo, aunque la marquesa quería que usará uno que ella escogió, pero para la niña era un vestido horrible y aunque la marquesa insistía en que lo usará, el marqués intervino, permitiendo que Katerina usará lo que ella quisiera.

Al llegar al palacio, son recibidos por las doncellas de la emperatriz, quien las lleva hacía el palacio de la rosa, residencia de la emperatriz, el marqués también iba con ellas, ya que la invitación era para la familia. Al llegar al salón, ya estaba la mesa lista con postres, la emperatriz estaba en su asiento, así que los tres hacen una reverencia ante la mujer con su respectivo saludo, aunque la emperatriz fija mejor su vista en la pequeña Katerina.

— adelante, tomen asiento. Lady Katerina, esta usted hermosa, no cabe duda que mi hijo es tan afortunado por tenerte como prometida.—

— gracias majestad.— responde de manera seca.

La emperatriz nota esa manera tan seca de responder, lo cual le hizo fruncir los labios.

— mi hija esta nerviosa, pero ella también se siente afortunada de ser la prometida del príncipe.— se excusa la marquesa.

Katerina solo mira a su padre, quien se ve molesto por como responde la marquesa, parece que la mujer esta muy interesada en quedar bien ante la emperatriz. Mientras ellas hablan, llega el príncipe heredero, así que los tres se ponen de pié para saludar con una reverencia.

— que honor que su alteza nos acompañe.— comenta la marquesa.

— me tome la molestia de invitarlo, será una agradable reunión de ambas familias, aunque el emperador no podrá venir.— se excusa la emperatriz.

— es comprensible, su majestad tiene muchos deberes.— responde el marqués.

—¿tampoco su alteza el segundo príncipe pudo venir? Siendo una reunión familiar me sorprende no verlo, y yo que quería saludarlo, su alteza el príncipe heredero me habló de él y admiro el valor del segundo príncipe.— no duda en expresar su admiración.

Quiere que sea evidente su mayor interés en el segundo príncipe y no en el príncipe heredero, lo cual parece funcionar, pues la emperatriz no luce nada feliz, aunque es obvio que nisiquiera lo invitó debido a que esa mujer no le interesa el segundo príncipe.

— l-lady Katerina parece muy interesada en el segundo príncipe, sin embargo, expresar ese interés podría ser malinterpretado.— responde la emperatriz.

—¿por qué? ¿En verdad es malo expresar mi admiración, padre?— Katerina observa al marqués con tristeza.

— no lo es, majestad, mi hija admira la valentía de los caballeros, por eso le emocionada saber que el segundo príncipe entrena cada día para ser alguien fuerte que protegerá el país.—

— ¡oh! Claro, es su deber, aunque no son intereses que debería tener una dama, espero considere eso, lady Katerina.— responde la emperatriz.

— lo sé majestad, sin embargo, puedo admirar a quien yo considere digno de admiración, ¿cierto? Cada persona tiene derecho a tener sus propios intereses, si no, ¿que clase de mundo sería con todos intentando tener los mismo ideales?—

La emperatriz parecía molesta por las palabras de Katerina, pero decir algo más sería demostrar que le estaba afectando sus palabras. El príncipe también parecía molesto por las palabras de la joven rubia.

— Katerina, tus palabras son muy bruscas. Lamento su comportamiento majestad, me aseguraré de que su educación sea más estricta.— se excusa la marquesa.

— querida, Katerina solo expreso su pensar, eso no es algo que enoje a su majestad, ¿cierto?— interviene el marqués.

— cierto, esta todo bien, es bueno que piense por si misma.— responde la emperatriz.

La conversación seguía, aunque era la emperatriz y el príncipe quienes más hablaban con la marquesa. Así que Katerina le susurra algo a su padre y este asiente.

— si me disculpa majestad, quede de ver al ministro Smith, por un asusto importante, ¿me acompañas, Katerina? Habías dicho que querías saludar al ministro Smith y agradecerle por su regalo por tu nombramiento.—

—¿como se va ir, estamos con la emperatriz.— la marquesa mira con enojo a Katerina.

La joven chica, se pone de pie haciendo una reverencia.

— si me disculpan, iré con mi padre.—

— mi madre la invitó a beber el té, creo que es grosero irse.—

— también sería grosero no saludar al ministro, quien fue amable conmigo y quien será un gran apoyo a futuro, ya que seré la princesa heredera.— agrega Katerina.

Sin más que decir, Katerina se va con su padre, aunque la marquesa estaba furiosa por la manera en la que Katerina prefirió irse con el marqués. Ambos se alejan rápidamente, pero contrario a lo dicho por el marqués, solo es él quien se va hacía en busca del ministro, mientras que Katerina camina por el palacio en compañía de su escolta, una joven mujer quien se mantiene a una distancia adecuada.

Tras caminar por los jardines, llegan a la zona de entrenamiento militar, varios hombres estaban haciendo ejercicio, corren o tienen un duelo. Katerina observa todo el lugar, en alguna parte de ese campo, debe de estar la persona que busca, el aliado que ella necesita para lograr su objetivo, después de todo, el príncipe heredero, no tiene el trono asegurado y no es el único, que puede heredar el trono.

Tras observar por todos lados, un oficial se acerco a ella para preguntar si estaba perdida, pero la rubia solo pregunta por el segundo príncipe, ya que le gustaría saludarlo.

— dígale que la hija del marqués Rosesky lo busca.—

— ¿Rosesky? U-usted es la joven santa, ¿cierto? Que honor estar en su presencia.— el hombre hace una reverencia y se va rápidamente en busca del segundo príncipe.

Mientras que Katerina es rodeada por otros caballeros quienes la saludan, pues al ser nombrada santa, es un título importante y que profesa buena fortuna para el imperio. Aquel hombre no demora en volver y le pide seguirlo, mientras caminan, Katerina puede observar la zona, tras pasar el campo de entrenamiento, hay una especie de granero, el hombre le explica que ahí se cuidan y se crían a los caballos de las tropas y los que son usados por las personas del palacio, incluyendo a los príncipes.

Pero para distancias largas, había otra clase criatura, una especie llamada grifo, la cual es muy resistente y leal, perfectos para volar a largas distancias. Al verlas, Katerina quedo fascinada, eran criaturas hermosas. Quizás le pida uno a su padre, sería muy necesario tener una mascota así.

Tras una larga caminada, llegan a una especie de invernadero, al pasar, más adelante hay una mesa, donde ya la esperaba aquel chico que ella buscaba, era un joven de cabello oscuro y ojos rojizos.

Katerina sonríe y hace una reverencia, ante él, era justo el chico que ella buscaba, el aliado perfecto para sus planes, porque ella, si tendrá el trono.

...

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