capítulo 11- rumor...

Todo se iba preparando para que Arek pueda salir rumbo a la frontera con las tropas del palacio, aunque, los soldados creían que el emperador se estaba pasando al enviar al segundo príncipe como representante de la familia imperial, ya que este apenas tenía 15 años, era demasiado joven como para tener que sufrir en un campo de batalla, la mayoría de los que estaban ahí, saben lo estresante y traumante que puede ser un campo de batalla.

"Enviar a un niño al campo de batalla, el emperador debe de estar loco."

"Se supone que el príncipe heredero vendría, ¿como puede el emperador enviar al más joven."

"Por qué el príncipe heredero solo esta demostrando su cobardía."

"Eso se sabía desde hace tiempo, es un cobarde, nadie se cree que este enfermo."

Los murmullos continúan, Arek puede escuchar perfectamente lo que dicen y sonríe levemente, es bueno saber que los soldados están de su lado y saben bien de la cobardía del príncipe heredero, ya que eso será una ventaja para él. Ya con todo listo, el momento de partir llego, el emperador salio dar unas palabras de aliento y junto con la emperatriz, realizaron su acto de padres preocupados y orgullosos de Arek por ir a un lugar peligroso. Después de eso, las tropas iniciaron su marcha. Llevaban carruajes llenos provisiones y otros de armas, también llevaban varios grifos, tal como le dijeron antes a Katerina, son usados para grandes distancias, pero llevan carruajes, asi que deben ir a caballo y solo en caso de ser necesario, usaran los grifos.

Mientras tanto, la emperatriz, estaba feliz, pues no solo evito que su hijo fuese a la guerra, también se pudo deshacer de Arek, porque duda que regrese con vida.

Con las tropas en camino a la frontera, en el camino fueron alcanzados por un grupo de guardias, cuando Arek les vio, reconoció el uniforme de la familia Rosesky y su sorpresa fue ver al marqués y este le pide hablar en privado, por lo que se alejan de las tropas.

— mi hija me contó lo que sienten y se me rompe el corazón al saber que mi hija se separa de su primera ilusión amorosa. Así que alteza, necesito que regrese a salvo.—

Arek no comprendía bien lo que el marqués decía y entonces recordó lo que Katerina le dijo la última vez que hablaron, por lo que deja salir un largo suspiró y levanta la cabeza.

— siento que se haya enterado de esta manera, lo que sentimos es inevitable, yo le prometí a lady Katerina volver a salvo y así lo haré.— se sentía un poco apenado al tener que mentir de esa manera.

— quiero asegurarme que así sea. Se adelantaron desde ayer, lo estarán esperando en el pueblo de Heliz. Es todo lo que puedo hacer, no muera, no quiero ver a mi hija llorar.—

El marqués le entrega un pergamino con su sello y una insignia, la cual Arek toma sin dudarlo. Dicho esto, el marqués se retira y Arek sigue su camino hasta detenerse a descansar. Arek revisa el pergamino, que es un documento donde le cede temporalmente el mando de las tropas Rose, tropas especiales que han servido al marquesado Rosesky por siglos, estos son soldados de élite y poderosos magos, aunque no es fácil obtener su ayuda, pues nisiquiera el mismo emperador puede disponer de ellos cuando quiera.

— el hombre realmente quiere a su hija feliz, los Rose, no son cualquier cosa.— menciona Jack.

— debe ser una buena actriz si logro que su padre me diera esto.— responde Arek.

— o, te ama demasiado. Los he visto hablando y como se miran. Ah, el amor.— deja salir un suspiro.

Arek solo le da un golpe con el codo y Jack solo ríe.

\*\*\*\*

Por otro lado, Katerina estaba en una fiesta de té, no le gusta asistir a ellas, pero en esta ocasión, le servirá mucho, es hora de dejar en ridículo a la emperatriz y a su bebito cobarde, ya que el centro de atención ese día, era Arek, pues todos ya saben que irá al campo de batalla en lugar del príncipe heredero.

— es una pena que sea enviado a un horrible lugar siendo tan joven.— se lamenta una condesa.

— yo jamas podría enviar a mis hijos a una guerra, son unos niños.— responde otra.

— pero el segundo príncipe es tan valiente, no protestó y esta dispuesto a ir al campo de batalla, yo siento gran admiración por él.— menciona Katerina.

— lady Katerina tiene razón, es un joven admirable.— le sigue otra joven ahí presente.

— y lady Katerina debe sentirse aliviada, ya que su prometido no irá a un sitió peligroso.— agrega otra chica.

— ¿aliviada? No, me siento humillada, ¿que clase de honor hay en un hombre así? Ser conocida como la esposa de un cobarde...no hay honor en eso...— Katerina agacha la mirada.

Las damas se quedan sin palabras al escucharla y se miran entre si, pero si lo piensan, las palabras de la joven chica tienen sentido, nadie cree que el príncipe heredero este enfermo, ya que es demasiada casualidad que enfermara justamente a pocos días de ir al campo de batalla.

—l-lo siento, creo que sido muy dura con mis palabras...— Katerina se muestra apenada por sus palabras anteriores.

— lady Katerina solo expreso como se siente, y si lo pensamos de ese modo, ¿que clase de emperador tendremos? — menciona una joven dama.

Las demás la miran, saben que hablar mal de la familia imperial no esta bien, pero, era verdad lo que expresa Katerina y la otra joven tiene razón, un heredero que se gana al trono solo porque sus padres lo favorecen, no asegura que será un buen gobernante.

Tras aquella platica, una semana después, ya se hablaba de lo humillante que debe de ser para Katerina Rosesky, pues no solo perdío el título de santa por las mentiras de su madre, ahora también es conocida por ser la prometida de un príncipe que demostró cobardía al no ir a pelear por su imperio y en su lugar, envió a su hermano menor. Esa información no tardo en llegar a oídos de la emperatriz y por supuesto, estaba furiosa, ya que ahora el príncipe heredero era apodado, el príncipe cobarde.

— soy la burla de todos, madre, tenemos que hacer que algo.— pide Rowan.

— por supuesto que lo haremos, haré que le corten la lengua a todo aquel que hable mal de ti.— amenaza furiosa.

— ¿te has vuelto loca? Todo esto es porque él no quiso ir a la batalla.— el emperador señala a Rowan.

Aunque claro, también tiene la culpa por apoyar a la emperatriz.

— pero esto debe de ser obra de alguien que quiere perjudicar a nuestro hijo. N-no importa, nadie más podría subir al trono, Rowan será emperador y nadie puede refutar eso.— la emperatriz se veía nerviosa.

— manda una carta a la mansión Rosesky, que mi prometida venga, así todos sabrán que si estoy enfermo y que mi prometida cuida de mí.— sugiere Rowan.

— buena idea, dejaran de hablar si lady Rosesky ve que estás enfermo, ella hablará y todos sabrán que no es mentira.—

La emperatriz pide le traigan pluma y una hoja para escribir, esta segura que Katerina acudirá de inmediato cuando lea la carta.

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