Tras haber conformado la alianza de los cuatro reinos. Mary había vuelto a Rexulun, esta vez acompañada de los Gigantes a los que habían traído gracias a la ayuda de Kanack.
Con su poder de crear portales, había logrado hacer que todas las personas que habitaban las tierras de Tellus Bellator, llegasen a Rexulun.
Mary otorgó un espacio a parte de todos, al que llamarían Bellator y seria el nuevo hogar de los Gigantes...
Por otro lado, en el palacio de Rexulun las personas estaban comenzando a preparar el banquete que se daría para recibir a los reyes de los cuatro reinos.
Debido a esto, todos se encontraban trabajando arduamente para garantizar que todo salga perfecto...
...
Durante la noche, Mary se encontraba en su habitación sentada en la cama mientras intentaba relajarse. Estaba cansada y agobiada claramente, pero debía de fingir que todo se encontraba bien para poder mostrarse como una verdadera líder nata.
— Ahh... — Suspiro para después ponerse de pie y caminar hacia su armario.
— Estás cansada... Llena de temor y dolor — Dijo una voz. Mary miro detrás de ella y después alrededor buscando de donde provenía dicha voz.
— ¿Quién está alli?.— Preguntó Mary.
— Nadie... Solo yo... Solo nosotras... — Dijo la voz. Mary comenzó a caminar por la habitación hasta llegar a estar cerca al espejo, miro a este cuando noto algo que la sorprendio.
Allí se podía ver reflejada a si misma, pero no completamente ella, si no con muchos cambios. Su cabello teñido de negro, sus ojos de un color dorado intenso y unas marcas oscuras como grietas alrededor de su rostro y cuello.
— ¿Quién eres...?— Dijo Mary confundida.
— Sabes bien quien soy... Y lo que haría si tomó el control. — Dijo ella en el espejo. Mary nego con la cabeza y tomo el espejo lanzandolo al suelo. Al quebrarse Mary retrocedio e intento tranquilizarse.
— Eso no servirá. Lo sabes bien, sabes que tarde o temprano tomaré el control!... Pero es más fácil si tu me das el mismo... no tendremos problemas — Dijo la voz.
— No no... ¡Callate...!— Dijo Mary cubriendo sus oídos.
— Debemos de hacer algo... Sabes bien que esa paz no es posible! Si no hacemos algo de verdad... Todo lo que has creado caerá — Dijo la voz. Mary trago saliva y negó con la cabeza, sabía que dejar salir ese lado suyo, podría empeorar las cosas.
— Ya viste lo que hiciste allá afuera no?... Lo disfrutaste... Acabar a esos cazadores fue satisfactorio, ellos nos quitaron todo y ahora guiados por Raikam... jamás viviremos en paz — Dijo la voz.
Mary trago saliva, recordar aquello que había pasado, era doloroso y provocaba un fuerte dolor en su cabeza.
— Aahh..!... ¡Callate!— Grito Mary golpeando su cabeza varias veces.
— ¿Lo recuerdas..? Los alumnos de Presegelio... Asesinados sin piedad... — Dijo la voz. Esta vez Mary se cubrio de lagrimas apretando los puños y negando con la cabeza. — Yo quiero acabar con eso... ¿Cuantos más deben morir?... ¿Cuantos?!— Dijo la voz.
— ¡YA TUVE SUFICIENTE!!— Grito Mary.
— ¡Mary!!— Dijo Ezequiel tomandola en brazos. Mary volvio a si y le miro con sorpresa, Ezequiel había entrado al escuchar sus gritos y ahora estaba realmente preocupado. — ¿Estás bien..?. — Preguntó.
— Ezequiel... No quiero... No quiero que tome el control...— Dijo Mary temblando. Ezequiel la abrazo contra su pecho y ella comenzó a llorar allí...
...
A la mañana siguiente, Ezequiel se despertó algo cansado. Miro a lado suyo sobre la cama; en donde Mary dormia profundamente, pues anoche no ella no le había dejado ir; no quería estar sola.
Ezequiel notaba cuanto ella estaba sufriendo, quería ayudarla pero realmente no sabía como hacerlo.
Sin más se levanto de la cama, arropó bien a Mary y salió de la habitación.
Mary siguió durmiendo por varios minutos hasta que después de este tiempo, Kanack entro a la habitación, camino hasta la cama de Mary y noto que parecía que alguien más estuvo en ella.
Miro a su alrededor notando que el espejo estaba roto, se agachó a recoger los pedazos y después los volvió a tirar. Supuso ya que es lo que estaba pasando; al fin y al cabo... el lo estaba provocando sin querer.
— ( Perdóname... )— Fue el pensamiento que atravesó su mente...
Por otro lado, Ezequiel se había alistado para salir a los campos de entrenamiento, en donde se encargo de vigilar el avance de los reclutas.
Le agradaba lo que veía, aunque no todos los reclutas eran buenos, habían unos que lograban sus cometidos a la perfección.
Mientras miraba esto; Priscilia se acerco hasta el, se puso a lado suyo y miró hacia los muchos reclutas que entrenaban.
— ¿Pasa algo.?— Preguntó Ezequiel fijando su mirada en los reclutas.
— Si... Algo esta pasando. Y es muy grave — Dijo Priscilia. Ezequiel le miro y después se giro hacia ella.
— dime. — Dijo Ezequiel.
— Verás... — Priscilia estuvo por hablar cuando las alarmas del pueblo comenzaban a sonar. Los invitados de Mary estaban comenzando a llegar...
...
Los muros se habian abierto, permitiendo la entrada a un grupo de personas.
En primera, un enorme ejército mismo que caminaba alzando la bandera de la paz. Sus armaduras tenian similitud con escamas y tenían armas realmente increíbles. Detrás de ellos venían un grupo de hombres que cargaban en sus hombros un enorme trono con escaleras de Mármol y cubiertas de escamas.
En las escaleras venía Calisto de pie, sujetando su lanza mientras miraba al frente. Terminando las escaleras estaba Cirene admirando el pueblo y en el trono se encontraba la gran Reina Runa de Atlantis.
Todos les abrian paso hacia el castillo, sabian a lo que venian por lo que celebraban su llegada con orgullo y felicidad...
Desde el gran castillo, en el balcón. Mary miraba con atención como iban llegando, se sentía aun cansada.
Sin embargo no se permitiría verse mal por lo que se dio vuelta entrando a la habitación en donde se comenzo a arreglar para atender a sus invitados...
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 85 Episodes
Comments