Todos estaban más que preocupados, ella se mantenía con los ojos cerrados. Al abrirlos se fijaron en la mujer, misma que fue invadida por un gran miedo.
Mary levanto su mano y la apunto hacia ella quien de inmediato comenzo a correr. Sin embargo en un de repente una enorme bola de fuego comenzó a perseguirla. Todos sus compañeros miraron esto preocupados, la mujer siguió corriendo mientras aquella bola de fuego se acercaba más a ella.
— ¡Ocultate!!...— Grito un cazador. Sin embargo antes de que ella hiciera aquello, una fuerte explosion se dejó ver mientras ella sucumbia ante las llamas.
Todos miraron esto entre sollozos y después miraron a Mary furiosos. Ella los observo y después dirigio sus manos hacia ella.
Un fuerte torbellino de comenzo a crearse hasta convertirse en un enorme tornado en el cual quedaron envueltos. Antes de poder idear como escapar, este se lleno de fuego por lo que todos quedaron calcinados allí...
A la distancia, aquel tren estaba por marcharse cuando vieron aquel tornado, todos temían por sus vidas pero finalmente el tren comenzó a avanzar.
Oscar temblaba en un rincón del vagón, apretando el colgante que su padre le dio mientras lloraba recordando a sus padres. Sin embargo a su vez sentía un fuerte coraje, una rabia inmensa...
...
En el edificio de la organización, ya solo quedaban unas cuantas personas. De entre estas el gran lider, mismo que escribía el informe de lo que estaba pasando para que el mensaje llegase hasta la ciudad.
— ¡Jefe!... Ya no queda nadie... Todos los civiles lograron huir. Pero... Todos nuestros cazadores... — Dijo un hombre al llegar allí.
— Todos murieron — Dijo una voz femenina desde la puerta del balcón. Ambos hombres la miraron, aquel mensajero terminó atravesado por una cuchilla de metal y después cayó al suelo.
— Mary Hangetsu... Reina de Rexulun... — Dijo el líder levantándose de su asiento con un arma en mano hasta poder verla. — Has cometido tantos crímenes... pagaras por ellos. — Dijo él.
— Soy tan culpable... como lo son ustedes. — Dijo Mary mientras descendía hasta tocar el suelo. — Una guerra fue lo que pidieron. Una guerra es lo que tendrán... Son ustedes, quienes pagaran por sus crímenes cometidos desde hace más 500 años. —
— No lograrás lo que quieres. No te dejarémos. Los humanos pelearemos hasta el final. — Dijo él.
— No tengo nada en contra de su raza... Solo en contra de ustedes cazadores... Cuando ustedes mueran... La humanidad y todas las demás razas podrán convivir en paz. — Dijo Mary.
— Ustedes monstruos.. no tienen humanidad... No se saldrán con la suya!— Dijo el hombre retrocediendo hasta un aparato en su escritorio. Apreto un botón y después sonrio. — Ya todos lo saben. Todas las organizaciones... lo saben — Dijo el.
— Eso me alegra. Es justo lo que quería. — Dijo Mary. El hombre se quedo sorprendido y antes de poder levantar la mano para disparar el arma, fue atravesado por fuertes cuchillas echas de agua.
Mary se dio la vuelta, camino hasta estar al límite del balcón y miró el pueblo en llamas. Estaba por anochecer por lo que el sol se escondía y la luna comenzaba a aparecer.
Una lagrima se deslizo por su mejilla, habían muerto muchas personas inocentes... y era lo que más le dolía.
— Lo siento...— Dijo Mary.
Aquella barquilla apareció justo frente a ella, Ezequiel extendía su mano hacia ella para ayudarla a subir. Mary tomo su mano y el le sujeto hasta subirla dentro de la barquilla.
Finalmente todos regresarían al reino, al final. El mensaje que Mary quería enviar... ya había sido enviado...
...
Por otro lado, en el centro de la ciudad más grande en la nación Española. Raikam se encontraba en las oficinas de la organización de cazadores.
Sentada ahora como la líder de la nueva alianza de organizaciones. Raikam miraba algunos papeles hasta que un hombre entro de golpe.
— Señora!!... Hay problemas!!!— Dijo el hombre. Raikam le miro con notoria sorpresa esperando a que hablase. — La villa de Morth fue atacada por... Rexulun..— Dijo el hombre. Raikam fruncio el ceño y se puso de pie estirando su mano hacia el hombre.
Este le entrego una carpeta misma que al abrir tenia fotografías a blanco y negro, además de un reporte completo, el número de bajas de civiles y soldados, además de la baja de enemigos.
Raikam miro la fotografía notando en primera imagen el imponente zorro. Una sorpresa enorme se mostró al ver esto, miro a otro lado y después azotó los papeles contra la mesa.
— Llamen a los líderes... ¡Ahora!— Le grito Raikam al hombre quien salio corriendo tras la orden.
Raikam se sentía mal, leyo después el número de bajas de civiles e inocentes y fruncio el ceño.
— Malditos monstruos... Acabaré cos ustedes...!—...
...
De regreso en el reino. Mary había ido hasta su habitación en donde se mantuvo en el balcón mirando hacia el reino.
En un de repente la puerta de su habitación se abrio y entró Priscilia. Mary le miro de reojo y después volvió a mirar al frente.
— ¿Por que lo hiciste...?— Preguntó Priscilia. Mary le escucho y sin poder evitarlo sus lágrimas habian comenzado a brotar de sus ojos, Se sentía realmente mal. — ¡Eran inocentes!!... ¡Niños, mujeres y hombres inocentes!. Murieron por culpa de este ataque...!— Grito Priscilia al estar a lado de Mary.
Mary se cubrio de lagrimas y apreto las manos sobre el balcón y después se giro para verla.
— Y cuantos inocentes no han muerto en manos de ellos!....?— Preguntó Mary.
— Muchos... ¡Muchos han muerto! ¡Pero no por eso cometeremos los mismos errores que ellos!. — Dijo Priscilia. Mary de giro para darle la espalda, puso sus manos sobre sus brazos intentando contener el dolor que sentía.
— Lo se... Ya lo sé... — Dijo Mary cubierta de lagrimas. — ¡Pero quería hacerlo!... ¡Quiero venganza...!... ¡VENGANZA!!...— Dijo Mary girandose de nuevo hacia ella, esta vez su cabello se había vuelto negro. Priscilia entendió que su emoción de ira y venganza se había convertido en otra personalidad.
— ¡Mary!. ¡Tú no eres así!... Tu eres buena..— Dijo Priscilia acercándose hasta poner una mano sobre su mejilla y otra sobre su hombro. Mary dejo caer sus lágrimas y negó con la cabeza.
— Quiero protegerlos... Quiero salvarlos a todos... Pero ya no se que hacer — Dijo Mary con su cabello volviendo a la normalidad.
— Entonces hazlo... Pero no mates inocentes.. — Dijo Priscilia.
— Está bien... Esta bien...— Dijo Mary.
Priscilia se alejó de ella y después ambas miraron hacia el Reino. Todo este prosperaba y no solo eso, celebraban que Mary había acabado con esa organización de cazadores.
— Celebran una masacre... eso... no esta bien...— Dijo Priscilia.
— Hemos sido perseguidos... asesinados y humillados por siglos... ¿Que esperabas...? Todos aquí... desean venganza...— Dijo Mary.
— No se las des... La venganza... solo atraerá odio... Debemos de evitar que esto se convierta en una verdadera guerra. — Dijo Priscilia. Mary trago saliva y después a la habitación entró Kanack.
— Ama mia, las cartas fueron enviadas — Dijo Kanack. Priscilia escucho esto y miro a Kanack para después ver a Mary.
— ¿Por que...?— Preguntó Priscilia. Mary mantenía la mirada al frente y después miro hacia Priscilia.
— No hay paz... si no hay guerra... Despues del caos... vendrá el orden. La guerra es inevitable — Dijo Mary. Priscilia nego con la cabeza y después miro a Kanack.
— No estaré en esto... — Dijo Priscilia caminando para salir de la habitación. Kanack le miro irse con una sonrisa y después camino hasta estar a lado de Mary.
— La fabricación de armas y trajes con la tecnología que Lion robo para nosotros... esta saliendo perfecto. — Dijo Kanack.
— Sigan con eso... No detengan nada — Dijo Mary...
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