CAP 1

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Sarah James 💙

Mi nombre es Sarah James, tengo 24 años y vivo con mis padres en mi pueblo, un pueblo pobre donde las esperanzas ya están perdidas, pero aún así tú sigues creyendo que mejorará. Trabajo en una cafetería de medio tiempo, terminé la universidad hace ya un año, no consigo un trabajo más importante por qué mi profesión no se aplica en los trabajos aquí… 

Aquí solo hay panaderías, cafeterías, heladerías, tiendas de ropa, tiendas de mercado, lo típico de un pueblo. Mi madre sueña con verme siendo alguien importante una mujer de futuro, algo con lo que yo pueda decir esto soy yo… y estar orgullosa de lo que logré, pero como lo haría si no he salido de aquí nunca, siempre me la he pasado aquí desde que nací, no he visitado otro lugar que no sea mi pueblo… y a decir verdad me gusta estar aquí, es un lugar tranquilo no tienes por qué preocuparte por el tránsito o por el recibo de la luz, el gas y cosas así, ya que donde vivimos la mayoría tiene su agua propia, su luz propia y el gas no es tan caro como en la ciudad… 

Pero mi madre necesita verme siendo una mujer de bien, y yo le cumpliré el sueño,  yo lograré que este orgullosa de mí…

...1 año después 🔵💙...

No se en que pensaba cuando dije todo eso, por Dios la ciudad es horrible, es lo peor que puede pasar, mi trabajo es un asco, apesar de que lo hago muy bien la paga es muy poca y apenas puedo pagar la renta, trabajo triple, en una cafetería por la tarde, en un restaurante por la noche y en una tienda de cosméticos por la mañana, mi vida se ve resumida en un fracaso total…

— la mesa 3 pide un café doble con unos panecillos de chocolate _ mi compañera me dice y yo asiento

— de acuerdo ya entrego la orden

Comencé a trabajar de nuevo, ya era mi turno de salida, pero el dinero llama y estás horas extras no pienso desaprovecharlas, hoy no trabajo en el restaurante ya que está cerrado por las vacaciones de la jefa… 

Entregué la orden y seguí limpiando mesas, he hecho esto desde que llegué a la ciudad, vivo sola, mis padres no han venido de visita y se los agradezco,no me imagino la cara que pondría si me ven trabajando aquí.

Pasé la noche trabajando sin parar en la cafetería ya era la hora de cerrar cuando a un hombre muy arreglado se le da por pedir un café fuerte sin azúcar, solo su orden me hizo entender que era un amargado, cuando le entregué su pedido ni siquiera agradeció, solo se marchó sin decir nada, aquí la mayoría de los riquillos se creen la última Coca-Cola del desierto.

Salí de la cafetería lista para ir a casa cuando el mismo hombre de hace un rato estaba insultando a alguien por el teléfono, no le tomé importancia y seguí caminando como si nada, de la nada el vaso que tenía en su mano me lo lanzó sin previo aviso bañándome de café semi caliente al cuerpo, pegué un grito y eso fue lo que lo hizo entrar en razón y ver lo que me había hecho,pero de nada sirvió mi grito por qué siguió discutiendo con la persona por el celular y ahora lo acusaba de lo que había hecho.

— espero que al llegar tengas todo resuelto _ dijo él colgando la llamada yo, por otro lado, había comenzado a caminar para ir a casa y cambiar mi ropa, el café no estaba tan caliente, pero si se sentía un poco de ardor en mi piel, más que todo en la cara, iba refunfuñando, ¿por qué solo a mi me sucede esto?, a nadie más solo a mi, camine lo más rápido que pude. Ya era tarde y no podía darme el lujo de pasar por esta zona a estas horas, usualmente salgo a las 10 de la noche, pero ya son pasada las 11 pm, caminé tan rápido como pude, llegué a mi apartamento me dirijo al baño y me doy una ducha, luego de eso, tomo un poco de pomada que uso para cuando me toca trabajar en el restaurante y a veces salgo lesionada, me aplico un poco en mi cara y en mi pecho fueron las zonas en las que más les cayó y más me arden.

Después de eso solo me acosté para dormir mañana tenía que madrugar, al día siguiente:

Todo marchaba con normalidad, hasta que llegó la jefa del local y comenzó con sus gritos y sus insultos cosa que ya me tenía sin cuidado, siempre era asi, siempre llegaba de mal genio y como siempre yo tenía todo listo para que no me dijera nada malo, las demás chicas eran masoquistas les encantaba que les gritan por qué nunca resolvían los productos que ella pedía. Terminé mi turno para ir a la cafetería, al llegar encontré el letrero de que se busca mesera, lo que me sorprende por qué ya estábamos completas, entré y tomé mi ropa continúe con mi día para cuando terminé ya eran las 11 pm. ¡Otra vez tarde!, tengo que salir temprano para la próxima, comencé a caminar hasta mi casa cuando un auto negro muy lujoso, por cierto, se detiene justo enfrente, me asusté pensé que me robaría o algo parecido, pero no, la persona que bajó del auto era un hombre mayor lo digo por sus canas en la barba y en el pelo de la cabeza, él me sonríe y yo lo miro extraño

— no se asuste, mi jefe me envió a darle esto en señal de disculpa _ me dice el hombre sacando un sobre amarillo de su traje 

— ¿su jefe? Disculpe creo que se está equivocando 

— no, estoy seguro de que fue a usted quién baño en café _ dice y me sorprendió

— aaaa eso, pues dígale a su jefe que debió disculparse ayer, así que si me permite tengo que llegar a casa _ dije caminando, ¿qué le pasa a ese hombre? primero me baña en café caliente luego manda a su empleado para disculparse y no solo eso, me da dinero, está mal de la cabeza, sigo caminando y de la nada el coche para frente a mi de nuevo, me detengo el hombre vuelve a bajar

— disculpe si la molesté, pero si no recibe esto mi jefe me despedirá 

— no pienso aceptar dinero de alguien a quien no conozco, no tengo la mínima intención de recibirlo, así que lamento que se quede sin trabajo _ dije y seguí caminando el hombre me detiene tomando mi brazo cosa que me dio rabia 

— disculpe señorita, pero por favor acepte el dinero 

— mire, ya le dije que no, ahora o me deja ir o voy a comenzar a gritar, me está acosando así que déjeme en paz

— señorita solo recibalo, si no lo quiere puede regalárselo a alguien más _ me dijo entregándome el sobre en mis manos y sin más se subió al auto, yo me quedé con el dinero en mi mano, el auto no avanzó y yo tampoco, en eso un mendigo iba pasando y le entregué el dinero

— puede gastarlo en comida si quiere  _ le dije al hombre, este me miró y me agradeció, yo por otro lado, le saque el dedo medio al tipo del carro y seguí caminando, ¿que se creen estos hombres? solo por qué tienen dinero pueden pisotear a los demás…

Al llegar a casa, me encuentro con la dueña del apartamento, debí de guardar el dinero, pero ya no puedo hacer nada 

— tienes hasta mañana Sarah, no puedo seguir atrasando tu deuda 

— lo sé, tienes razón, mañana iré a ver a dónde me puedo quedar 

— ¿de verdad no piensas pagarme?

— no tengo dinero, lo que tenía ya lo gaste en el recibo de luz, lo siento Sora de verdad 

— mi niña, no puedo dejar que te quedes en la calle, pero ya me debes dos meses

— lo sé, el mes pasado lo que gané se los envié a mis padres, no quiero que ellos vengan y me vean en estas circunstancias 

— te lo paso por hoy, necesito que me pagues Sarah 

— lo aseguro, no gastaré nada este mes y te pagaré por adelantado

— eso espero

Ella se marcha y yo continuo, mi camino hasta mi puerta, antes de entrar se me da por ver a la calle y allí estaba el auto de hace un rato, un escalofrío se apoderó de mí cuerpo, lo miré con pánico luego entre a mi casa y no salí de allí hasta el siguiente día 

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