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Después de ir a casa, regresé a la oficina, donde me pasé la mayor parte del día realizando ese resumen de nuevo, Alejandro no salió de su oficina, canceló todas sus reuniones y almuerzos, de hecho solo quedamos de ir a hablar con su padre.

La tarde llega con un dolor de cabeza incluida, me levanté de mi escritorio lista para entregar el resumen nuevamente, está vez evitando que algún café lo arruine, toqué la puerta de la oficina y escuché el adelante

— aquí está lo que me pidió _ dije y él solo asintió

— ponlo sobre mi escritorio _ dijo y yo hice lo que me pidió

— ¿algo más?

— no, por ahora estoy bien _ dijo sin dejar de ver la computadora frente a él

— bien, me retiro _ iba a salir cuando la puerta se abrió dejando entrar a uno de los amigos de Alejandro

— perdón por no tocar, pero esto es urgente _ dijo entrando rápido

—¿Qué sucede?_ pregunta Alejandro sin despegar la vista de la computadora

— tienes visita _ dijo y Alejandro me miró

— trae un café _ me ordeno

— sí, señor

Salí en busca del café cuando vi a una mujer sentada en la sala de espera, era bella muy bella, su mirada era tierna muy cálida, ella se dió cuenta de mi presencia y me sonrió

— hola, ¿sigue ocupando? _ me preguntó

— eso parece _ respondí

— es la primera vez que veo a una mujer por aquí _ dijo, mirándome de arriba a abajo

— no eres la primera que me lo dice _ sonrío

— debe ser agotador trabajar para él _ dice y me le quedo viendo, no puedo hablar con amigos del jefe

— no tanto, ahora sí me disculpas tengo que traer un café, ¿se le ofrece uno?

— no, gracias, estoy bien

Salí en busca del café, para cuando regresé ella ya no estaba, por lo que toqué la puerta y escuché el adelante, y pase, ella estaba allí junto con uno de los amigos de Alejandro

— aquí está su café _ dije y el caballero lo aceptó

— gracias

— ¿algo más? _ pregunté

— si, llama a mi padre y dile que lo estamos esperando _ dice Alejandro y se dispone a ver a la mujer sentada aún lado de él

— sí, señor _ salí de allí y fui directo al teléfono y antes de hacer la llamada aparece el señor Martín

— justo iba a llamarlo

— no es necesario, me entero de todo antes que él _ dijo y por la expresión de su rostro, algo me dice que está molesto. El señor Martín entró en la oficina un poco tenso, después de varios minutos de silencio al fin escuché un ruido y fue de algo quebrarse

No entré me quedé en mi lugar, algo estaba sucediendo allí adentro y era muy grave

— hola _ me giré para ver al mismo tipo de la cena de aquella vez, el que estaba coqueteando

— el señor está ocupado_ le dije

— lo sé, vine a verte _ dijo acercándose al escritorio

— es una pena, tengo prohibido hablar con amigos y familiares del señor Alejandro _ dije ignorando su presencia y fingiendo estar muy ocupada

— Alejandro no dirá nada, esa regla solo la hizo para molestar, en realidad esa regla nunca ha existido

— pues ahora sí, asi que le sugiero que se siente a esperar a que él salga para que pueda hablar con él _ me hice la ocupada nuevamente y él no tuvo más remedio que tomar asiento en la silla frente a mi escritorio

— eres muy linda Sarah _ dijo y yo seguí con lo mío _ tengo una sola duda, ¿tú y Alejandro ya?... _ levanté mi vista al escucharlo decir tremenda barbaridad

— ¿disculpa? _ dije ofendida

— no te alteres, solo que... Conozco a mi amigo y él es capaz de muchas cosas, y eres la primera mujer que trabaja para él así que... Pensé que tú y él ya...

— no sé con que clase de mujeres están acostumbrados a estar, pero no quiere decir que yo sea igual que ellas _ dije

— si claro, todas dicen lo mismo y luego terminan en medio de nuestras piernas _ su comentario me hizo enojar, ¿joder como se atreve?

— te sugiero que te marches el señor no lo atenderá hoy _ dije y él sonrió

— ¿sabías que cuando te molestas te ves más linda Sarah? _ dijo y se levantó para acercarse a mi

— debería dejar de bromear, no estoy de humor para esto _ dije molesta

— uy así me encantan _ dice e intenta tocarme el rostro, pero lo aparto rápido

— dije que me dejara tranquila _ le dije amenazante

— ¿o si no, qué? _ dijo el muy imbécil, dándole la vuelta al escritorio para acercarse a mi

— no respondo _ le dije y en eso la puerta se abrió dejando salir a un Alejandro muy molesto y su padre igual, ambos se nos quedan viendo

— ¿ya se acabó la reunión?, Que mal, quedará para la próxima _ dijo el muy idiota mirándome

— no habrá una próxima_ le dije y me aparte de él lo más rápido posible

— ya ha desobedecido otra regla _ dijo Alejandro girando su cabeza para ver a su padre

— estoy seguro de que no fue ella _ dijo el señor Martín mirándome

— no es justo Alejandro, yo no hice nada malo ¿por qué me haces esto? _ pregunta la mujer que estaba adentro

— ya te lo dije, o lo tomas o lo dejas, detesto el compromiso _ dice y se aleja _ y tú _ me mira molesto _ te espero en el auto _ salió lo más rápido posible recogí lo más importante y me fui detras de él

Al llegar, él estaba en el estacionamiento parado junto a su auto, el chófer aún lado de él algo intimidado

— te advertí que no hablaras con nadie cercano a mi ¿por qué no obedeces ? _ me gritó

— no fui yo, él es quien...

— no quiero que se repita, por qué está vez no me molestaré en hablar con mi padre _ dijo y se subió al auto, miré al chófer quien solo se encogió de hombros para luego irse al lado del piloto para conducir.

Subí después de ellos y me quedé en silencio durante todo el tiempo de viaje llegamos a la casa de Alejandro y en la entrada estaba su hermana y su madre, no era un buen momento

— diles que se marchen _ dijo Alejandro con los ojos cerrados

— si señor_ bajé del auto mientras ellos siguieron su camino hasta adentro

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