Una semana después...
Hugo: Ha pasado una semana desde que Abigail me ha mostrado lo que significa amar de verdad a alguien.
Por casualidad, me enteré de que el hotel en el que estamos hospedados pertenece a sus tíos y sus padres, por lo que prácticamente ella es la dueña.
Así que cuando me enteré, pude comprender por qué la trataban con tanto respeto y amor. Es una niña con un corazón humilde y sencillo.
En estas semanas, la he llegado a conocer y puedo decir que la amo con toda mi alma. Esa niña ha robado mi corazón y ya no puedo vivir sin su amor.
Pienso decirle que la mano cuando volvamos a España delante de mi abuela , también me hace feliz mi esposa permitiendo que mi abuela viva con nosotros , —¿Cómo no amar a esta mujer?.
Metido en mis pensamientos. "Tengo que hablar primero con Karen para que no me espere. No volveré con ella. Amo a Abigail con todo mi corazón".
Abigail: Entro a la habitación y veo a Hugo perdido en sus pensamientos. Esta semana ha sido perfecta y maravillosa.
Me acerco a él dándole un beso en el cuello. Tenemos que irnos en diez minutos. El avión ya está listo para nuestro viaje a Italia. ¡Cariño! Le dejo un beso en el cuello.
Hugo: Solo estaba pensando, nada más. ¿Nos vamos o podemos despedirnos y disfrutar de estos últimos momentos aquí en esta habitación?
—Como quieras, guapo. Ya sabes que estoy dispuesta para ti a cualquier hora.
Hugo: Me volteo y quedo frente a ella dándole un beso apasionado donde me lleva al cielo. Ya no tengo dudas, la amo mucho.
—Me vuelves loco con tantas atenciones que me has dado en estos últimos días.
Después de 15 minutos, el avión empieza a despegar directo a Italia. No lo puedo negar, estoy tan ansioso por este viaje donde solo seguimos siendo ella y yo.
En mi campo de visión aparece una azafata con un escote exagerado y una falda que casi no tiene tela.
Sin querer, volteo a ver a Abigail y está que la mata con la mirada. La niña dulce en estos momentos no está.
Abigail: —¿Qué miras, estúpida?
Coloco mi mano encima del pantalón de Hugo, acariciando a su amigo que es mío en estos momentos.
Así que le digo a la azafata, cogiendo con mi mano el amigo que tiene Hugo en medio de las piernas: —¡Esto es mío, zorrita barata!
Desaparece de mi vista porque soy capaz de matarte aquí mismo.
Ella me mira, da media vuelta y se va sin decir nada. A los dos minutos llega otra mujer igual o peor que la otra.
—Permiso, soy Angie y estoy para servirles. ¿Desean algo de tomar o comer?—Su mirada está puesta en Hugo y lo devora con la mirada.
—Fíjate que sí —le respondo con una sonrisa falsa , trae fruta y un jugo de mora—, la miro de arriba a abajo.
Hugo: Yo quiero lo mismo que mi esposa, solo que el jugo sea de naranja. Muchas gracias.
—Ella se queda mirándome con una sonrisa y trata de coger mi mano, pero cuando la veo ya es demasiado tarde miro un puño en la cara de la azafata Angie.
—Me rompió la nariz, estúpida —le grita Angie a mi esposa.
Abigail: —Lárgate de aquí si no quieres que te mate. Saco mi pistola y le apunto directo a su cabeza.
—¿Qué estás haciendo? —me pregunta la azafata con lágrimas en sus ojos y sangrando por su nariz—. Así que le digo: "Están despedidas las dos".
—No nos puede despedir. Usted no es la dueña del avión, es el señor Giacomo Greco y su esposa Soledad Alvarez me mira con una sonrisa de victoria.
Así que la miro y le marco a mi tío Giacomo. Coloco el teléfono en altavoz.
Giacomo: Estaba discutiendo con una de mis hijas, la verdad es que salieron muy pervertidas, pero ver a una de mis niñas llorar me duele el corazón.
Sara: ¡Papá, por favor!
Nadie humilla a ninguna de mis hijas y te entiendo, Sara.
El teléfono suena y al mirar quién es, contesto la llamada. Hola, la loca mayor de mi corazón.
Abigail: Hola, papá postizo, ¿cómo estás? Bien, mi niña, ¿y tú?
Tus azafatas han estado coqueteando con mi esposo, así que las despido, pero me dicen que no tengo ningún derecho de despedirlas.
Giacomo: Mi niña, tú tienes todo el derecho de despedir a quien tú quieras, así que diles que están despedidas. Te quiero y espero que estés muy feliz en tu luna de miel.
Abigail: Gracias, papá, y estoy de maravilla. Hablamos cuando vuelva a España.
Ya escucharon que están despedidas, así que cuando lleguemos a Italia les doy su cheque con su sueldo y su liquidación.
Se puede retirar. Permiso, escucho decir.
Hector se ríe a carcajadas y yo lo miro con una ceja levantada.
—No me mires así —me dice, mirándome fijamente. Se acerca a mí y me besa, después me dice al oído "Mi vida no es la misma si no te tengo en ella".
—Eres ruda, ¿eh? —respondo—. Solo cuido lo que es mío, y tú lo eres, querido. Por fin llegamos a nuestro destino.
Hugo: Cuando bajamos, ya había una camioneta esperándonos. El chófer subió nuestro equipaje y salimos del aeropuerto directo al hotel.
Miro por la ventana y sé que estamos en Roma la capital de Italia...
Continuara ...
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 76 Episodes
Comments
Loire Mairena Gonzalez Mejia
cual Héctor? se supone que el esposo se llama Hugo
2025-03-09
0
Lisetty Acosta
es hector o hugo🤔
2024-03-22
1
Ailid Manzano
así es es suyo usted se lo ganó jajajajajajaja
2024-03-19
0