CAPITULO 15

Abigail: Primero, porque no ibas a traicionar a la estúpida de Karen. Segundo, porque mi abuela me prohibió meterte en mi cama si no era algo serio lo que siento por ti.

Hugo, créeme que si Karen te amara como te amo yo, no me hubiera metido en esa relación. Estás ciego por ella, pero cuando abras tus ojos, me vas a amar más de lo que yo te amo.

Abigail ¿Por qué estás tan segura, Abigail?.

Abigail: Porque tu corazón ya me ama, a pesar de que tú no lo quieras aceptar. Yo te amo y lo acepto.

Me acerco a él y lo beso te amo Hugo soy sincera contigo...

Abigail: Después de ese beso que nos dimos, nos cogimos de las manos otra vez y seguimos caminando.

—Hugo, cuéntame algo de tu vida, de tus travesuras de niño.

Hugo: No hice travesuras, era un niño callado. Me volví así después de la muerte de mis padres cuando tenía ocho años.

—Fue muy duro, Abigail, dejar ir a mis padres y aceptar su muerte no fue fácil. Así que no jugaba con mis compañeros, lloraba mucho. Hubo un tiempo en el que no comía ni dormía.

La abuela vino por mí y me llevó a vivir con ella. Pagó un psicólogo que me ayudó mucho. Poco a poco fui saliendo de mi tristeza.

Abigail: Lo lamento de verdad. María fue afortunada con mis tíos. —La vi llorar muchas veces por sus padres y por su hermanito que venía en camino.

Abigail: Lo miro a los ojos, le limpio sus lágrimas y le digo: "Quiero abrazar tu alma entera, quiero que este amor sea una realidad y quiero aferrarme a ti toda mi vida".

Hugo, siempre te voy a amar. No quiero que te vayas de mi vida jamás, pero es tu decisión al final de todo.

—Cuéntame —¿qué país quieres visitar o conocer?.

Hugo: —Siempre he querido conocer Italia, me parece un hermoso país.

Abigail: —Si quieres, nos quedamos una semana aquí en Cancún y la otra semana vamos a Italia.

—Veo cómo sus ojos se abren de par en par.

—En serio, ¿Italia? —me pregunta atónito y yo le contesto con un si con la cabeza.

—Así que aprovechemos esta semana aquí en Cancún. La otra semana en Italia es hermosa, no te vas a arrepentir de querer conocerla.

—Así que lo agarro de la mano y salgo corriendo con él para meternos en el agua.

Lo escucho reír y eso llena mi corazón. "Me siento feliz por verlo con una pequeña sonrisa en sus labios", siento que me besa.

—Después de caer sobre su cuerpo, no puedo evitar que mi corazón se acelere como una cabra desquiciada.

—Te amo, Hugo —le digo en nuestro beso.

—Él me aprieta fuerte y me pega a su cuerpo, —¿quiero hacerte el amor? —puedo.

—Quiero tocarte, no sé cómo explicarte realmente lo que siento por ti, Abigail.

—Quiero tomarte de la mano, quiero disfrutar de tu cuerpo, tu sonrisa y de tus besos que me enloquecen.

Abigail: —Entrégate y déjame amarte, Hugo. Eres mío, solo mío. —No quiero que nadie te haga daño, mi príncipe.

Hugo: —"Todo lo que quiero es verte, escucharte hablar por horas, abrazarte, besarte lento y con amor. Pero no quiero aceptar que te amo, Abigail" .

—Hicimos el amor durante unas horas bajo el agua de esta hermosa playa. Salimos y nos acostamos un rato en la arena, viendo las estrellas que iluminaban la noche junto a la luna.

—Estoy perdiendo mi batalla porque tú te has ganado mi alma, Abigail.

—Ella me mira con una sonrisa pícara y se sienta en mi regazo, —eso es porque soy sincera con mis sentimientos.

—Quiero amarte toda la vida. Nos besamos y luego nos levantamos para ir al hotel.

—¿Tienes hambre? me pregunta Abigail, —un poco, hermosa.

—Entonces vamos a cenar, guapo. Te tengo una sorpresa. Ven, camina conmigo.

—Esto es hermoso gracias Abigail por todo esto nunca me habían consentido tanto en mi vida , gracias, hermosa .

—Esto es muy bonito, gracias Abigail por todo esto. Nunca me habían consentido tanto en mi vida. Gracias, hermosa.

—Solo quiero que te sientas feliz, que disfrutes del viaje.

—Que estés tranquilo y relajado. ¿Sabes cómo está mi abuela? Si, ella está cada día mejor. Llamaré a mi abuela, ella la está cuidando junto con la enfermera.

Después de la cena, ella se sentó en mi regazo y empezamos a hablar de sus sueños y de los míos del futuro.

—Me sorprende que quieras tener una familia conmigo. "La verdad, pensé que ella solo me quería por capricho". Que equivocado he estado.

La abrazo y me lleno de su olor a vainilla.

—Dime, hermosa, ¿cuántos hijos quieres tener? —Yo quiero tener unos cuatro o cinco, dos niñas y tres niños.

—Amo esa idea, es mi sueño, Hugo. Siempre he querido construir una familia como la de mis padres o tíos.

Hugo: —Algún día la tendrás. Te mereces la familia que sueñas porque eres una mujer muy valiosa.

Abigail: —Ojalá esté y sea a tu lado. Nunca pensé enamorarme de verdad.

—Mucho menos querer dar la vida por esa persona. De verdad, mi corazón te ama demasiado. No soy una buena mujer, Hugo. Antes de conocerte, me acostaba con cualquiera que me gustara. Solo pasaba una noche con ese hombre y al otro día, si te vi, no me acuerdo.

—Pero contigo, yo quiero todo. La verdad, me enamoré de ti desde el primer momento en que te vi. La abuela me regañó por estar viendo a tu amigo escondido en tu pantalón.

Hugo: —jajajaja suelto una carcajada— Eres pervertida, hermosa.

Abigail:— Solo contigo, guapo.

"Te quiero porque tú vales la pena, la alegría. Gracias por estos momentos. Te quiero cada día más, sin importar lo que suceda a mi alrededor. Me muero por vivir contigo lo que me queda de vida. Lo miro a los ojos y lo beso...

Continuará...

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