CAPITULO 14

Hugo: —Tengo a Abigail sentada en mi regazo, donde me llena de besos por toda la cara, mordiendo mi oreja con pequeños besos.

Abigail: Hagamos el amor en el avión, guapo —le digo en un susurro.

Hugo: Pero hermosa, aquí en los asientos no. Llévame donde quieras, pero que tengamos privacidad. Vamos a la habitación.

—Me dice Abigail, cogiéndome de la mano y dándome un beso. Llegamos a la habitación del avión donde hice el amor con ella.

Abigail: Llegamos a Cancún es hermoso como lo recuerdo aquí pasamos dos años cuando era pequeña le doy la mano a mi esposo .

Vamos al hotel amor almorzamos y si quieres vamos a dar una vuelta, —¿qué me dices?.

 Hugo: —Me gusta la idea, ya que es la primera vez que salgo del país ,gracias Abigail por todo esto .

Nos quedamos mirando y no puede contenerme acaricio su mejilla con mi mano eres tan hermosa , perdón si no te digo que te amo .

Pero no puedo negar que me gustas demasiado, que me encanta tu olor a vainilla me acerco y la beso como siempre ella me corresponde los besos .

Abigail: —No te estoy obligando a que me ames Hugo de la noche a la mañana.

—Mejor, vámonos a la playa. Caminemos juntos en la arena, hablemos y nos conozcamos un poco más.

Hugo: —Entonces, vamos. Me muero por caminar en la arena y conocer la playa.

Narradora:

Hugo estaba muy feliz y ansioso por conocer la playa.

 Él es un hombre que no ha disfrutado muchas cosas de la vida debido a que ha cuidado de su abuela.

Abigail: —Llegamos, Hugo. Le digo mientras él mira por la ventana del auto y se baja con una sonrisa.

Me acerco a él y le digo: "Te ves adorable".

—Él me mira con esos ojos color miel que me derriten y me da una de esas sonrisas que siempre quiero que tenga en su rostro.

—Entrelazamos nuestras manos y empezamos a caminar por toda la orilla de la playa.

Hugo: —Abigail cuéntame de tu niñez quiero conocerte un poco más mientras caminamos por este hermoso lugar tú y yo.

Abigail: —Mi niñez fue la mejor después de conocer a María, Ángeles y a Daniel.

Las conocí aquí en Cancún, mi tío Giacomo era para mí o es mi padre postizo.

Hugo: —¿Por qué le dices así al señor Giacomo?

Abigail: Le digo así porque para mí era como mi papá, no conocía a mi padre hasta que llegamos aquí, no todo es color de rosa, Hugo.

—Mi refugio era mi tío Giacomo para ocultar la tristeza de no tener a mi verdadero padre.

—Pero el día en que llegamos aquí, mamá se reencontró con mi padre, que es Leo. Desde ese día tuve la familia que siempre quise, pero nunca dejé de querer a mi tío Giacomo como un padre.

Hugo: —¿Cómo conociste a María y Ángeles? .Ustedes no se separan nunca, me agrada la amistad que tienen, son muy unidas.

Abigail: Yo iba a una escuela aquí en Cancún con Ángeles, pero la rectora y la profesora nos la tenían montada junto con unos compañeros, así que le dije a Ángeles que yo no me iba a dejar de nadie.

—A la hija de la profesora y nieta de la rectora le corté el cabello con unas tijeras y a un niño le rompimos la nariz.

—Nos castigaron, pero cuando mamá y mi tía Amaya hablaron con la rectora y la profesora, no les agradó mucho ninguna de las dos.

Así que mamá recurrió a mi abuela Franchesca. Lo que no sabíamos es que nos colocaron muchos hombres para cuidarnos.

Resulta que el colegio era una fachada, ellas robaban a las niñas más bonitas para venderlas a los hombres. La abuela logró investigar y descubrió lo que querían hacer con nosotras, así que cogió su avión y llegó aquí.

—Nos sacaron del colegio a empujones y cuando salimos, una camioneta negra nos recogió.

—Nos recogieron cuando estábamos muy asustadas, pero resultó que eran hombres de mi abuela. Junto con papá, nos llevaron a casa. Pero cuando mi tío Giacomo llegó a casa, traía a María. Él la rescató junto con otras niñas y las devolvieron a todas a sus casas. Pero cuando fue a entregar a María, sus padres estaban muertos. Así que mi tío Giacomo y mi tía Soledad adoptaron a María.

Así conocí a María y con el tiempo nos volvimos inseparables, haciendo travesuras en la casa. Pero el que siempre nos aguantó hasta nuestros berrinches fue mi tío Giacomo.

Un día lo dejamos verde como al ogro Shrek jajajaja éramos tremendas, por eso nos llaman el trío maravilla.

Hugo: Pobrecito el señor Giacomo, ¿qué más le hicieron?

Abigail: Le echamos sapos en la bañera y le pusimos un polvo pica pica en su ropa.

Hugo: Jajajaja, eres tremenda Abigail. Me encanta tu forma de ser, no te dejas de nadie. Eres sincera, hermosa y tierna.

¿Por qué ocultas todo eso?.

Abigail: No lo oculto, simplemente no confío demasiado en la gente, solo en mi familia.

Hugo: —¿Por qué me escogiste a mí, Abigail?— Sabiendo que tenía una relación.

—¿Puedes confiar en mí? la miro a los ojos sin apartar mi mirada de ella.

Abigail: Lo miro a los ojos, coloco mi mano en su mejilla.

Hugo, te escogí porque eres un hombre sincero, aparte eres hermoso, sexy y muy bueno en la cama, pero lo más importante es que mi corazón te escogió desde el primer momento en que te vio.

—Él te ama, no puedo ir en contra de mi corazón, solo puedo aceptar lo que siento. Sé que me odias por hacer que te casaras conmigo bajo un contrato, pero no podía poner mis manos en ti.

Hugo: ¿Por qué?...

Continuara...

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