Analisis

Esa noche Fanny y Riki hicieron el amor hasta el cansancio, al parecer querían recuperar esos 4 años de abstinencia en una sola noche, ambos sabían que al día siguiente deberían regresar a la realidad y esto tal vez no se repetiría, Riki conscientemente se metió en todo aquello y ahora debía asumir las consecuencias.

Por la mañana la pareja despertó abrazada, se ducharon juntos, en su idilio de amor sin sospechar las consecuencias de aquella noche de pasión... Ambos estaban radiantes de felicidad, pero todo lo bueno acaba y en algún momento tenían que volver a la realidad; mientras tomaban cafecito, ella le comento:

— Supongo que sabes que en realidad no hay ningún seguro, aunque ahora que Robert quiere el divorcio, de pronto si sería buena idea dejarle un seguro privado a los niños— dijo agachando la mirada y respirando pesadamente, se sentía confundida con lo que pasó con Riki, volvió a dudar de sus decisiones.

— Sí, lo sospeché, sin encargo, ¿por qué vas a someter a los niños a exámenes médicos, ¿es realmente necesario,?— pregunto Riki confundido, el también tenía muchas cosas en la cabeza, entre ellas hablar con Robert, de lo sucedido con Fanny, es su amigo y siente que lo traicionó de alguna manera.

—Riki los antecedentes de cáncer en mi familia son bastante extensos— vio la curiosidad en sus ojos—, te explicó: el primero fue mi abuelo paterno, cuando yo tenía 6 años, cáncer tiroideo, su padre mi bisabuelo también padeció y murió de cáncer de tiroides... En aquel tiempo mis padres se estaban separando así que durante su enfermedad, solo lo vi una vez, estaba tan delgado, incluso me daba miedo tocarlo, luego lo volví a ver en el funeral, fue el primer cadáver que vi en mi vida, esa imagen me persiguió durante años— dijo con una sonrisa llena de amargura—. Cuando llegue el momento, si llego a estar en ese estado, por favor no permitas que mis hijos me vean, quiero que me cremen de inmediato— sus palabras salieron sin pensarlo, Riki sintió un dolor profundo, ella lo notó y trato restarle importancia al seguir hablando—. La segunda fue mi tía materna, también cáncer tiroideo, para ese entonces yo ya tenía 11 años, fue la única que se salvó, aunque paso por años de tratamientos, quimios, 2 cirugías y al final yodo radioactivo, la enfermedad de mi tía fue parte de mi escape del infierno que viví con mi madre, ya que fui a su casa a ayudarle con mi primita pequeña durante un tiempo— tomo aire antes de continuar—. Luego mi abuela paterna, cáncer de colon, mi viejita amada, lucho poco mas de 3 años con la enfermedad, iba a cumplir 20 años, estaba embarazada de Magui, cuando falleció, fue por ella saque mi certificado en enfermería, para cuidarla, algún día te contaré la historia, si nos da tiempo, en resumen con ella viví algunos años después de irme de casa, siendo aún menor de edad, siempre le dije que ella no se iba a morir antes de conocer a mis hijos, pero no lo logro— la tristeza era palpable en su voz—. un año después el hermano menor de mi madre, osteosarcoma, la peor muerte que he visto, los médicos lo mutilaron poco a poco a medida que iba avanzando el cáncer. Él me pidió perdón antes de morir, por lo que me hizo de niña, yo lo perdone, pero no pude sentir compasión por el. Luego mi abuela materna, cáncer en el celebró, unos meses después de mi tío se fue, yo tenía 21, a ella también la perdone, su mayor culpa era amar a su hijo. El último fue mi padre, hace 4 años, ya sabes cómo terminó, nunca te he contado el trasfondo que hay detrás, no fue fácil para el, ni para nosotros.

El rostro de Fanny reflejaba una gran tristeza, al terminar de narrar ese largo historial de muerte y dolor. Respiró profundo se recompuso y siguió hablando, mientras Riki la escuchaba en silencio, tomando su mano en señal de apoyo.

—En fin volviendo al punto— sonrió tristemente—, el oncólogo que me ve, casualmente es el mismo que estuvo a cargo de mi abuela y de mi papá; hace 4 años nos advirtió a mí y a mis hermanos que había grandes posibilidades de que con estos antecedentes de ambos lados de la familia al menos dos, de nosotros 4 desarrollemos cáncer, nos recomendó hacernos pruebas anuales en busca de células cancerígenas activas, yo en mi inmensa necedad, lo se— le sonrió—, dije que prefería no saberlo, pensé que cuando llegará el momento lo enfrentaría, pero no me iba a matar la cabeza esperando lo inevitable y aquí estoy ¡echándole pierna!— sonrió tratando de disimular la tristeza evidente—, ahora este asunto afecta a mis hijos más de lo que pensé, este tipo de cáncer en específico es hereditario, a eso se le suman las posibilidades ya existentes y como resultado, desde ahora los chicos deben realizarse exámenes periódicamente para descartar cualquier anomalía.

—¡¡¡Valla chiquilla!!! —dijo Riki acercándose para abrazarla—, lo siento.

— Está bien he tenido tiempo para hacerme a la idea, solo espero que todo salga bien— dijo serenamente.

— Creo que lo que conozco de ti no es ni la punta del iceberg en tu historia ¿me equivoco?

—eso es muy cierto, pero no quiero hundirte, como al Titanic — sonrió con picardía.

—No importa, algún día me gustaría que me cuentes tu pasado, de pronto escribo Una novela jajaja

— ¡¡¡oye!!! No seas odioso.

— jajaja ¡vale hermosa!

— Bueno, hora del volver al mundo real.

—No será fácil, pero es lo correcto, vamos por los chicos.

—Si, se nos está haciendo tarde para ir a la clínica.

Riki quería hablar sobre ellos dos, pero entendia que no era el momento, no sabía si ella aceptaría tener algo formal con el, a su vez le dió miedo preguntar, no quería ser rechazado, quería vivir está felicidad un poco más.... El fue a despertar a los terremotos y ella a despertar a Magui

Cuando Robert abrió los ojos ya había amanecido, se levantó con un terrible dolor de cabeza, fue al baño, se cepilló los dientes y lavo su rostro... En silencio bajo las escaleras mientras escucho voces en la cocina, le empieza a hervir la sangre de nuevo, tuvo que contenerse para no explotar. Paso de largo hasta la sala de estar sin ser notado, tomo siento en el sofá, conteniendo su ira, escucho parte de la conversación donde Riki le expresó s Fanny que creía no conocerla tanto como creía, sin pensarlo mucho estuvo de acuerdo con “el traidor”, «tal parece que tampoco conozco a mi esposa», penso, "pero no quiero hundirte como al Titanic" «clásica respuesta de Fanny, ella siempre soporta todo en silencio» "No importa algún día me gustaría que me cuentes tu pasado, de pronto escribo Una novela jajaja" «ja, Maldito imbécil»"¡¡¡oye!!! No seas odioso" según Rob se escuchaban tan felices, que le daba asco y muchos celos a la vez, «ella debería ser feliz conmigo es mi esposa» reflexionó, "No será fácil, pero es lo correcto, vamos por los chicos" «¿de que me perdí? ¿De qué habla? ¿Mis hijos? ¿Lo correcto?» "Si ya nos deben estar esperando en la clínica"... «¿clínica? ¿De qué están hablando? ¿Quién está enfermo? Siento que me estoy perdiendo de algo» tenía muchas preguntas en su mente. Los observo salir de la cocina, e ir a las habitaciones de los niños, minutos después la casa se llenó de risas en un alboroto, como si fuese Una fiesta... «¡Maldición! Es mi familia y ese debería ser yo» grito mentalmente con indignación e importancia. Salió de la casa antes de explotar delante de los niños...

Una vez listos los chicos, fueron a la clínica, debido a que tenían que presentarse en ayunas.

Robert fue a casa de sus padres, su madre le ofreció desayuno, pero el se nego, estaba tan molesto que la comida le podía caer mal, además no tenía hambre, solo sentia ira, decepción y dolor. se dió una ducha rápida, vistió con su traje habitual y salio camino a la empresa, de pronto en su mar de pensamientos recordo que Fanny y Riki hablaron sobre llevar a los niños a una clínica, la curiosidad le ganó, se dijo a si mismo que si está pasando algo con los niños el deberia saberlo, volvio a pasar por su casa, estaciono a cierta distancia y observo, 5 min después salieron todos, desde el punto de vista de Rob parecían una gran familia feliz, alimentando aún más su rencor, observó como subieron a la camioneta de Riki y arrancaron, los siguió hasta y efectivamente estacionaron frente a la clínica oncológica y entraron juntos.

 «¿Qué hacen aquí?, si no me equivoco es el mismo sitio del informe que había en la carpeta de fanny, Tengo que averiguar si se trata de mi familia» razono Rob, mientras se quitaba el cinturón, cuando estaba bajando de la camioneta, el teléfono empiezo a sonar, contesto, era Lina, con intención de recordarle que tenía una reunión a primera hora, se vio obligado a regresar al auto y dirigirse a la oficina.

Los exámenes de los niños se hicieron sin problemas y solo quedaba esperar los resultados, debido a que no eran urgentes demorarían un par de semanas.

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