El Detective...

EL DETECTIVE

SUSANA.- ¡Tengo irme, tengo cosas que hacer!  ¡Crees que una mujer como yo se va  a mezclar con toda esta gentuza!

NEGRO.- ¡Todo esto podría ser tuyo preciosa!

SUSANA.- Jajaja ¿Y a  tu señora donde carajos la dejas? porque yo no estoy para ser la amante de nadie y menos tuya… así que si eso era todo me retiro…

NEGRO.- ¡Espera hablemos de negocios, sabes que me necesitan para cruzar la aduana!

SUSANA.- Por eso recibes tu tajada y si algo no te parece velo con Verastegui, con migo no vas a solucionar nada…

NEGRO.- ¡Con muchos huevos parece que no sabes quién soy y donde estas!… tal como me gustan las mujeres

SUSANA.- ¡No se qué quieres en  sí, tu mejor que nadie sabe que le negocio está rindiendo frutos! nadie sospecha como pasamos la droga, y si me invitaste aquí para seducirme…

NEGRO.- Yo no podría ser tu marido pero si…

SUSANA.- ¡Negro, Yo no voy a revolcarme contigo!

NEGRO.- ¡Matrimonio no puedo ofrecerte!

SUSANA.- ¡No voy hacer tu amante, Negro! ¡Soy mucha mujer para ti! ¡No puedes ofrecerme el mundo a mis pies, porque ese ya lo tengo…!

NEGRO.- Bien entonces podemos trabajar juntos, Sin intermediarios solo tú y yo tengo muchos contactos y…

SUSANA.- Lo sé negro pero no has sido lo suficientemente inteligente, hay mucha gente escarbando en tu vida el sexenio de Salinas está por concluir  y tu sabes que eso significa el acabos de tu imperio, de tu Partenón tu deberías estar planeando tu huida del país  por que van a cazarte como a un perro rabioso.

NEGRO.- ¡No va ser  tan fácil acabar conmigo!

SUSANA.- ¡Ese es tu problema no el mío! tal vez aun estas a tiempo porque es estúpido creer que somos eternos, hasta yo sé que algún día llegara mi final y no me preocupa en lo más minino, pero ese día aun está muy lejos negrito, esa es la gran diferencia entre tú y yo tu vas de salida y yo apenas comienzo Jajaja.

NEGRO.- ¡Vaya que eres una maldita perra…! una mujer muy entrona una mujer digna de un hombre como yo…

SUSANA.- Pero lo que si podrías hacer por mí como un gran favor y teniendo en cuenta tus influencias es quitarme del camino al teniente Carlos Faverman…

NEGRO.- Jajaja ¿Y tienes alguna sugerencia?

SUSANA.- Tú eres el experto,  en sembrar droga, robo u homicidio, no se, has con él lo qué quieras pero no me menciones  solo quítalo de mi camino.

NEGRO.- Dame una noche  y te juro que lo mando desaparecer Jajaja claro después de torturarlo un poco…

SUSANA.- Negro… negrito no, te equivoques conmigo, no soy una mujer a la que puedas condicionar o ¿Acaso será que te tiembla la mano…?

NEGRO.- A mi no me tiembla la mano voy a demostrártelo…

SUSANA.- Fue un placer negro tengo que irme…

Me levante le hizo señas a Fabián, salimos lo más rápido que pudimos del Partenón claro que había estado a terrada todo el tiempo, el Negro era un hombre que imponía de alguna manera por ser quien era pero jamás titubé un segundo con eso demostrándome a  misma y ante los ojos de todos los que habían estado en esa dichosa fiesta de lo que estaba hecha todo mundo se le ponía a los pies del Negro, pero yo había tenido la osadía de no hacerlo ninguna mujer antes se había puesto al tú por tú. eso  había servido para ganarme la admiración del Negro, claro que antes de caer el Negro habría quitado del camino Susana al comandante Faverman.

En la mansión Sanmillán Alejandro se sentía abatido no sabía que pensar  no podía imaginar que estuvieran como al principio sin nada.

RODRIGO.- ¡Hijo no podemos rendirnos ahora busquemos otro detective!

ALEJANDRO.- ¡No voy a darme por vencido así de fácil! ¡Tengo que seguir buscando a mi hija! ¡Dios no me abandones, no abandones a mi hija…!

RODRIGO.- Ve con los niños,  trata de calmarte de distraerte un poco mientras hago algunas llamadas y veo quien más puede ayudarnos

Alejandro salió del despacho y fue a buscar a los niños pero solo estaban Alex y Salma. Dessireé le comento que había ido  Ana por Claudio ya que Susana le había hablado, para decirle que venía de regreso. Dessireé trato de convencerla de que lo dejara porque lo acababan de bañar pero no pudo convencerla.

Alejandro tomo en sus brazos a Alex, que seguía inquieto, Salma se había quedado dormida puso en su regazo contemplándolo sin poder evitar derramar algunas lágrimas, jamás había imaginado que el dolor por la muerte de Nayeli aunado con la desaparición de Alexandra fuera tan agudo como si miles de agujas  se clavaran en su corazón.

 

Ana.- Hija por fin llegas…

SUSANA.- ¿Fuiste por Claudio como te lo pedí?

ANA.- Si pero  debí hacerle caso a la señora Dessireé  de no sacarlo…

SUSANA.- ¿Qué ocurre?

ANA.- ¡Claudio está ardiendo en calentura! No he dejado de ponerle fomentos de agua fría pero no le baja. Y tienen muchos problemas para respirar…

SUSANA.- ¡Fabián!

Cobije a mi niño, lo tomo en mis  brazos,  baje casi corriendo las escaleras mientras seguía gritándole a Fabián

FABIÁN.- ¿Dígame mi señora?

SUSANA.- ¡Rápido el coche  necesito ir al hospital rápido muévete…! ¡tu nana llámale a  Alejandro y dile que vamos al hospital de pediatría.!

Entramos por urgencia inmediatamente comenzaron a darle atención a Claudio,  mientras aguardaba en la sala de espera, estaba muy nerviosa, esperando que saliera el medico

SUSANA.- ¿Como esta mi hijo doctor?

SAID.- ¡Neumonía señora está muy delicado él bebé! ya lo estamos a tendiendo pero solo hay que esperar a que el medicamento haga efecto.

SUSANA.- ¡No, no mi hijo no…! ¡¡Por favor mi hijo no doctor! ¡Por lo que más quiera en esta vida sálvelo por dinero no se detenga…!

SAID.- Señora estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos, le aseguro que no es cuestión de dinero, el dinero no lo es todo señora, ¡el dinero siempre esta demás cuando Dios decide en qué momento llevarnos con él!

SUSANA.- ¿Qué me está queriendo decir?

SAID.- ¡Su hijo está muy grave la vida de ese pequeño esta en las manos de Dios! así que le recomiendo le rece. Le implore por que le devuelva la salud.

SUSANA.- ¿Qué? ¡Maldita sea, más vale  que mi hijo se salve doctor, porque juro que voy demostrarle que su vida no está en manos de su Dios si no en las mías!

SAID.- ¿Me está amenazando señora?

SUSANA.- ¡Doctorcito le aseguro que no soy una mujer de amenazas!  Así que no sé que tenga que hacer o a quien carajos le tenga que implorar para que mi hijo se recupere, de lo contrario usted va a saber lo que es el verdadero dolor.

ALEJANDRO.- ¿Cómo esta Claudio? ¿Qué dice el médico?

SUSANA.- ¡Dice que está muy grave  que tiene neumonía!  ¡si algo me le llega a pasar me vuelvo  loca…!

ALEJANDRO.- ¡Voy a buscar al médico  si es necesario trasladarlo a otra clínica voy a pedir tengan listo el helicóptero!

SUSANA.-¡ Gracias por estar aquí Alejandro…!

ALEJANDRO.- ¡Tranquilízate todo va a salir bien  hay que tener fe en  Dios…!

Como podría tenerle fe en  Dios, si hacía mucho que renegaba de su existencia, hacia mucho que había dejado de creer en él, por tanto dolor no podría entender como Alejandro a pesar de tanto dolor él seguía  creyendo en  Dios.

SUSANA.- ¿Alejandro aun después de tanto dolor?  ¿Crees en  Dios? ¿Cómo es eso posible?

ALEJANDRO.- ¡No puedes tener idea de cuánto dolor siento en mi alma, no podría describírtelo! pero solo sé que sería estúpido de mi parte culpar a  Dios por los errores de otros, cada quien labra su destino Susana, por desgracia nos toco cruzarnos en el camino de ellos y Nayeli desde allá arriba  se que cuida de nuestra hija.

SUSANA.- ¡Jamás pensé que fueras un hombre tan fuerte que no te hayas derrumbado!

ALEJANDRO.- ¡Lo estoy me siento acabado mutilado! ¡Pero están mis hijos  y me necesitan no puedo fallarles a ninguno!

SUSANA.- ¿Y si tu hija no llegara aparecer?  ¿Has pensado en esa posibilidad?

ALEJANDRO.- ¡Por supuesto que lo he pensado!  Es algo que no me deja, pero no voy a darme por vencido, no importa que en ello se me vaya la vida y mi fortuna, voy a buscar al médico con permiso.

Mientras Alejandro buscaba al médico fui a la capilla del hospital, en el altar estaba un gran crucifijo y a lado derecho estaba un sagrado corazón de Jesús, con una mirada llena de paz y de ternura y de misericordia, me acerque hasta él, dude en hacerlo, me puse de rodillas ante él.

SUSANA.- ¡Hincarme ante ti es demasiado difícil! ¡Pero por mi hijo soy capaz de humillarme ante ti!  ¡Soy capaz de implorarte piedad, no por mí… si no por mi hijo!    Él no tiene la culpa de nada, ¡déjalo fuera de todo esto! ¡No voy a mentirte! Jajaja… ¡no podría ni siquiera fingir si existes sabes que no estoy arrepentida de todo lo que he tenido que hacer!  ¡Sobre todo que no puedo detenerme por nada  ni por nadie!  ¡Llevándote a  mi hijo, lo único que vas hacer es incrementar mi rabia y mi maldad! ¡Haz de mi lo que quieras! ¡Detenme si es que puedes! ¡Pero a mi hijo déjalo fuera él es inocente! ¡Él no tiene la culpa del odio tan grande que te tengo! ¡Del odio que tú mismo provocaste! ¡Cuántas veces te implore piedad por mi y siempre me dejaste sola!

 

ALEJANDRO.-  ¿El doctor Said Hernández?

SAID.- A sus órdenes en que puedo ayudarle…

ALEJANDRO.- ¿Cuál es el estado de Claudio Millán?

SAID.- ¿Es usted el padre? ¿Esposo de esa mujer?

ALEJANDRO.- No  doctor, no soy su padre, soy su padrino su padre era muy amigo mío pero murió, por eso es que siento una obligación moral con ese niño.

SAID.- Entiendo,  el niño esta grave lo tenemos en terapia intensiva, esperemos, que reaccioné al medicamento para poder pasarlo a terapia intermedia. La que me preocupa es la madre ¿sabe me amenazo de muerte…?

ALEJANDRO.- ¿Cómo,  De que me habla doctor…?

SAID.- ¡Quiero pensar que es la preocupación de saber a su hijo grave! porque he de serle sincero me asusto, sonó muy convincente y capaz de hacer cualquier atrocidad.

ALEJANDRO.- Le aseguro que debe estar muy asustada doctor, pero voy hablar con ella doctor le  agradezco y le encargo a ese niño por favor.

SAID.- Todo lo que  esté en mis manos,  con permiso cualquier cosa yo les informo.

 

SILVIA.- ¿Y  los niños ya se durmieron…?

DESSIREÉ.- Si doña Silvia por fin cayeron dormidos,  no se cansan es como si les dieran cuerda

SILVIA.- Lo imagino  y me da mucho gusto que se lleven bien tu nena y  Alex… y quiero aprovechar para agradecerte que te ocupes de Alex, como una madre bastante tienes ya con Salma…

DESSIREÉ.- No… no Silvia, no tiene nada que agradecerme y le juro por mi hija que no pretendo ocupar el lugar de Nayeli,  Alex siempre sabrá quién es su madre yo siempre seré la amiga de  Nayeli, se cual es mi lugar y…

SILVIA.- ¡Hija eres una gran mujer tienes un gran corazón!

DESSIREÉ.- ¡Nayeli siempre fue más que mi amiga! ¡Dios sabe cuántas cosas vivimos juntas, cuanto no compartimos! el corazón se me partió cuando murió de  no saber dónde o  con quien este  Alexandra…

SILVIA.- ¡No sabes cuantas veces he deseado morirme! yo hubiera dado mi vida por ellas sin pensarlo.  trato de hacerme la fuerte pero hay días en lo que no puedo, días en los que pienso que ya no podre seguir resistiendo, porque siento que todo se me viene encima…

DESSIREÉ.- ¡Se que no es fácil doña Silvia! sé lo que es sufrir una perdida tan grande yo pensé que jamás iba a recuperarme de la muerte de mis padres y mire aquí estoy  y mucho gracias a ustedes, Nayeli jamás me dejo sola yo jamás voy a dejarla sola como jamás dejare solos a sus nietos.

SILVIA.- Gracias hija…

Poco después Alejandro llamo para informarles sobre la salud de Claudio, fue una noche larga pero Alejandro jamás me dejo sola, así nos sorprendió el amanecer en los que no dejaron de dar vueltas en el pasillo.

SUSANA.-  ¡Soy una estúpida!  ¿Y cómo va la búsqueda de tu hija?

ALEJANDRO.- ¡Nada bien, sabes mataron al detective y a la testigo!

SUSANA.- ¡En serio…!  ¿Pero cómo fue que ocurrió?

ALEJANDRO.- No sé, no tengo idea el comandante  Faverman está investigando mi padre está en busca de otro detective no me voy a rendir…

SUSANA.- Que bueno  pienses así, que no pienses en abandonar la búsqueda de tu hija, que si algo puedo hacer dímelo por favor, espero que tu padre ya haya conseguido un nuevo detective  y tal vez hasta yo utilice de sus servicios.

ALEJANDRO.- ¿Tú, Y se puede saber para qué, necesitas tú en detective…?

SUSANA.- Te lo voy a decir; Claudio Alcántara no era mi verdadero padre…

ALEJANDRO.- ¿Cómo?

SUSANA.- ¡Así es mi madre le fue infiel a Claudio! aunque el siempre será mi padre pero necesito  buscar al verdadero necesito saber de dónde vengo…

Claro que le conté mi versión de las cosas, porque iba a victimizar a mi madre, si siempre fue una maldita perra conmigo, que mas daba que creyeran que anduvo de loca.

ALEJANDRO.- Entiendo, y si en cuanto sepa algo del nuevo detective yo te paso sus datos

SUSANA.- ¡Gracias por todo Alejandro gracias por estar aquí con nosotros…!

ALEJNADRO.- ¡Soy su padrino! te lo dije, él siempre va a contar con migo para lo quesea, deseo que él y Alex se vean como hermanos,  que se acompañen y cuando aparezca Alexandra  será de la misma forma al igual que Salma la hija de Dessireé

SUSANA.- Te lo agradezco enormemente, que mejor que mi hijo tenga una familia contigo es muy noble de tu parte, no quiero parecer cruel con lo mismo,  Alejandro pero has pensado en la posibilidad de que tu hija… no aparezca o incluso no esté con vida…

ALEJANDRO.- ¡No…!  ¡Jamás mi hija está viva! ¡sé que voy a encontrarla lo sé así me cueste la vida voy a encontrarla.!

SUSANA.- ¡Perdóname… soy una estúpida! ¡Lo que no quiero es que sufras más de lo que has tenido que sufrir!, que no tengas una desilusión, no se perdóname…

En ese instante salió el doctor y nos informo que mi hijo estaba fuera de peligro,  que aun se encontraba delicado pero fuera de peligro. El alma me volvió al cuerpo, Alejandro se retirándome su apoyo lo que necesitara se lo hiciera saber.

Cuando Alejandro llego a su casa su padre ya lo esperaba en el despacho con el nuevo detective, Alejandro lo puso al tanto con el material que había dejado Andrés, él se puso a trabajar inmediatamente  por otra parte Rodrigo no era un hombre de estar mucho tiempo en un solo lugar así que emprendió un viaje a Grecia estaría ahí un par de semanas y cuando se aburriera ya buscaría algún otro destino para vacacionar.

Hugo era un buen hombre, buen esposo amoroso con sus hijos, los cuales eran cuatro pequeños, maría  de diez años, Juan de siete, y dos gemelitas de dos años.

Era un hombre entregado apasionado a su profesión, él estaba muy entusiasmado con la búsqueda de Alexandra Sanmillán, se puso a trabajar inmediatamente en el caso,  fueron meses arduo  trabajo.

En esos meses el teniente Faverman fue destituido de su cargo por narcotráfico y daños contra la salud. El Negro había cumplido con su promesa.

Fue acusado por tráfico y  comercio por lo que la sentencia que le dieron fue de veinte años de prisión,  todos los argumentos que utilizo su defensa fueron en vanos, el poder con el que contaba el Negro ere imparable, Alejandro creía en su inocencia y trato de ayudarlo pero todo fue inútil,  por lo que se ofreció a estar al pendiente de su esposa y su hija Daniela.

No podía quitar el dedo del renglón, tenia vigilado a el  detective Hugo, estaba enterada de cada  paso que daba, aquella mañana, Hugo había dado con la ex amante de Sergio, la ex sirvienta de los Landero, ella estaba dispuesta a decir todo por despecho, luego que  Sergio la dejara por otra mujer, esa mañana ella abriría la boca confesando que la niña estaba en Canadá, ella lo esperaba en  un café de chinos a un costado de  la alameda de Santa María la Rivera,  poco después llego Hugo pidió un café con leche y unas conchas con  nata, mientras sacaba una foto de Alexandra para mostrársela.

HUGO.- ¿Está segura que es la misma niña? ¿Sabe donde esta?

.-  ¡Claro que es la misma mocosa,  se donde está, estoy dispuesta a soltarle toda la sopa! ¡Pero necesito ver cuánto dinero van adarme de recompensa, necesito pelarme de aquí, tengo miedo  de que pueda pasarme algo!

HUGO.- Le aseguro que el señor Sanmillán, está dispuesto a darle lo que pida pero necesitamos estar seguros de que usted dice la verdad.

.- Mire señor detective,  no tendría por qué mentir,  Sergio y yo éramos amantes, se quien fue la mujer que le pago por matar a la escuincla, de hecho ella cree que está muerta  no sabe que la vendió, que se la llevaron a Canadá.

HUGO.- ¿Quién es esa mujer? 

.- ¡Es la modista… la dueña del grupo textil Velarde´s ella mando matarla…!

HUGO.- ¿Qué? ¿Está segura de lo que me está diciendo?

A fuera del café  en la acera de enfrente, de un auto negro se bajaron varios tipos vestidos de negro detrás de Fabián,  se metieron al café  se acercaron a Hugo y a Dulce

FABIÁN.- ¡Buenos días detective Hugo,  muy ricas esas conchas con nata!

HUGO.- ¿Lo conozco?

FABIÁN.- ¡No  detective,  mi señora  desea verle con urgencia necesita le ayude a buscar a su padre!

HUGO.- ¿Y quién es su señora?

FABIÁN.- ¡La señora Susana Alcántara Velarde…!

HUGO.- ¡Lo siento pero en este momento no puedo atenderla estoy desayunado con mi novia!

A Hugo no le quedaba duda que quien estaba detrás de la desaparición de Alexandra Sanmillán, pensó que diciendo que estaba con su novia podría protegerla a ella y sobre todo a él pero para su desgracia yo era una mujer demasiado astuta, siempre iba un paso a delante de todos los demás.

FABIAN.- ¿Su novia, su esposa sabe de la existencia de la señorita…?

DULCE.- ¡Bueno pues atienda  a la señora y luego nos vemos…!

FABIÁN.- Señorita, sabemos quién es usted  y su gran error es haber sido la amante de Sergio, encontrarse tan despechada, tan despechada, no es bueno usted también tendrá que acompañarnos.

DULCE.- ¡No…!  ¡yo no se dé quien me habla, será mejor que me deje ir o tendré que gritar…!

FABIÁN.- Sera mejor que sea un poquito inteligente señorita y salgamos de este lugar bien, con una sonrisa en los labios de lo contrario dudo que salga de este  lugar con vida…

HUGO.- ¿Nos está amenazando?

FABIÁN.- ¡Sera mejor que nos demos prisa detective, porque mi señora tiende a desquiciarse con la impuntualidad.!

Fabián le hizo señas a uno de sus hombres para que pagara la cuenta salieron del café y subieron al auto quien se dirigió al estacionamiento de Velarde´s  mientras Hugo era escoltado a mi elevador privado el cual llegaba directo a mi despacho, Fabián llevaría a otro lugar a la ex amante de Sergio.

HUGO.- ¿A dónde la van a llevar?

DULCE.- ¡ayúdeme no me deje por favor!

HUGO.- ¿Que le van hacer?

FABIÁN.-Detective preocúpese por usted, le aseguro que ella va estar bien ella dejara de tener preocupaciones, le aseguro que adonde va no podrá estar en mejor lugar Jajaja…

SUSANA.- ¡Detective Ramírez buenos días lamento haber interrumpido sus conchas con nata y su café con leche…!

HUGO.- ¿Que le  van hacer a…?

SUSANA.- ¡Detective… detective…! ¡Aquí las preguntas las hago yo!  Le aseguro que hay cosas mucho más importantes que la ramera esa, ella solo  tendrá que ser responsable de sus actos, por tratarse de pasar de lista… espero que usted mi apreciable detective  sea lo suficientemente inteligente Jajaja…

HUGO.- ¿Entonces es cierto que usted está detrás de la desaparición de Alexandra Sanmillán…?

SUSANA.- ¿Qué más le conto esa ramera…?

HUGO.- ¿Entonces eso es cierto?

SUSANA.- ¡Por su bien, al grano detective, que sabe de esa maldita escuincla!

Hugo no necesitaba imaginar  que los hombres de Fabián desaparecerían de la faz de la tierra a Dulce, y si no estaba nada equivocado días después aparecería el cuerpo de ella en un canal, donde lo único que llegaría a ser era parte de las estadísticas sobre asaltos a mano armada.

Dulce solo alcanzo a decirle donde estaba la niña y que estaba viva, el sabía que Canadá era inmensa seria buscar una ajuga en un pajar, ocultarme lo que esa crida le había confesado era asegurar la vida de Alexandra, era una moneda al aire y él se la iba a jugar.

HUGO.- Qué la niña está muerta…

SUSANA.- ¿Que más…?

HUGO.- ¡Nada mas… iba a decirme donde ella y el tal Sergio tiraron el cuerpo, pero llegaron sus hombres!

SUSANA.- ¿Esta seguro detective? por que puede salirle muy caro que trate de verme la cara…

HUGO.- ¡No creo que hay mucha diferencia, de todas formas va a matarme…!

SUSANA.- Seria muy fácil para mí pero… mmm  no, sería muy fácil Jajaja lo ideal sería verte morir de dolor lentamente, saber que pudiste evitarlo y que no hiciste nada.

HUGO.- ¿A qué se refiere señora? ¿Porque tanto rodeo? ¡Termine de una vez con todo esto… si va amatarme hágalo de una vez…!

SUSANA.- Jajaja… ¡sé que soy una maldita…! ¡pero no es mi interés quitarte de en medio  a menos que tú insistas en que lo haga!…

HUGO.- ¿Entonces qué es lo que quiere…?

SUSANA.- Se que si tu, mueres,  será muy sospechoso, y Alejandro  buscara otro detective, sé que no va a rendirse en la búsqueda de su hija,  y no puedo seguir desapareciendo detectives no crees, necesito que deje de buscarla

HUGO.- ¿Usted… la mato…?

SUSANA.- ¡La verdad es que me hubiera gustado hacerlo! ver poco a poco como se le iba la vida entre mis manos, pero no, yo le page al infeliz de Sergio para que lo hiciera ignoro el por qué involucro a esa pobre estúpida, pero sé que ella ya no es un problema para mi…

HUGO.- ¿También la mando matar…?

SUSANA.- No soy una mujer que corra riesgos, ni deje cabos sueltos, pero ese no es el punto el punto es…

HUGO.- ¿Si dice que no quiere matarme, como puede confiar en que yo guardare silencio…?

SUSANA.- ¡Dejemos  de formalismos Hugo! ¿Crees que una mujer como yo puede darse el lujo de ser estúpida…? lo peor que puedes hacer es subestimarme… ¡la criada esa era un peligro, era estúpida! ¡Quiero pensar que eres más inteligente, que esa pobre infeliz! ¡Sabes que te conviene, sabes que soy capaz de darte donde más te duela, antes de que puedas abrir la boca!

HUGO.- ¡Estúpido no soy señora!

SUSANA.-  Jajaja ¡Qué bueno que no lo eres! ¡Tienes una esposa linda, tus cuatro hijos van a un excelente colegio!

HUGO.- ¿Cómo  me ha investigado?

SUSANA.- ¡Que irónico  verdad… él cazador resulto cazado! Jajaja… ¡tu mujer se llama Alicia y tus gemelitos son encantadores, querido…! ¡y qué decir de los más grandes ¿quieres que te diga que día nacieron…?

HUGO.- ¡Por favor! ¡Ellos nada tienen que ver en esto mi familia no…!

SUSANA.- ¡Veo que por fin nos vamos entendiendo cariño…! ¡Es tan sencillo y fácil que incluso vas asegurar el futuro de tus hijos…!

HUGO.- ¿Qué quiere señora?

SUSANA.- Vas a tener que ingeniártelas para que Alejandro se crea el cuento, al grado de que se olvide de la maldita búsqueda, para eso tendrás mi apoyo incondicional, él tiene que  estar seguro que a la mocosa la sacaron del país, eso va a hacer cosa tuya… después de eso tendrás que largarte del país con todo y tu familia  pero con la firme consigna de que siempre vas a estar vigilado, siempre tendrás que tener en cuenta que las oportunidades solo se presentan una vez en la vida, que si tu dejas pasar esta vas a lamentarlo el resto de tus días, lo que te quede de vida no será suficiente para lamentarlo, no habrá día que no desees morirte por que el dolor de saber muertos a tu hijos, jamás te dejara ni un instante….

HUGO.- ¿Pero eso no va hacer nada fácil?

SUSANA.-  ¡Ese es problema tuyo para eso voy a darte el dinero suficiente! y cuando tengas que largarte  del país te daré aun mas… pero…

HUGO.- ¿Entonces usted, tiene que ver  con las demás desgracias del señor Sanmillán?

SUSANA.- Vas a saber solo lo que yo solo quiera contarte…

Hugo.- ¿Puedo marcharme ya?

SUSANA.- ¡Aun no querido falta algo! ¡Necesito me busques a un maldito bastardo… Rogelio Santibáñez! tengo entendido que estuvo preso en el penal de Santa Martha, por ahí  es que puedas  empezar la búsqueda quiero saber dónde y con quien vive el maldito…

HUGO.- ¿Algún otro dato sobre…?

SUSANA.- ¡Si tuviera otro dato te aseguro que no te pediría que lo busques!  En cuanto más pronto mejor, quiero verlo a la cara tenerlo frente a frente es hora de que pague…

HUGO.- ¿Pagar?

SUSANA.- Jajaja claro pagar, él es mi verdadero padre, hay mucho tiempo que debe de recuperarme de pagarme… en fin ve hacer tu trabajo, y mucho cuidado con querer pasarte de listo, no se te olvide que tu querida mujercita la tengo vigilada… Fabián entrégale el portafolio con el dinero…

FABIÁN.- ¡Como usted ordene mi señora, Señor detective por aquí…!

SUSANA.- ¡Sera bueno que lo escoltes hasta su oficina  o su casa no vaya hacer la de malas y vayan asaltarlo! Jajaja…

Hugo se sentía entre la espada y la pared,  se sentía impotente al saberse acorralado, quería salir corriendo a decirle la verdad a Alejandro, como a las autoridades, publicar en todos los medios  que clase de mujer era, pero si algo amaba en la vida era a su mujer y a sus hijos, considerando que ella era el amor de su vida, todo lo que habían tenido que pasar y sufrir para poder estar juntos, tener los hijos que tenían, si bien entendía la desesperación de Sanmillán,  antes de ser detective  era padre, no podría ni siquiera imaginar tener un hijo perdido, sería un dolor que jamás podría soportar. Por  lo tal jamás expondría a sus hijos haría lo que fuera con tal de liberarlos de mis garras, tendría que callarse, tendría que ser  mi cómplice, y si lo mejor sería irse del país.

Se dirigió  al Márquez de Sanmillán,  en cuanto más pronto lo hiciera sería mejor para todos su consuelo era que algún día el tiempo pusiera cada cosa en su lugar, y la  niña volviera con su padre y su familia, pues era un hecho que la creía muerta, cuando en realidad estaba vivía esa sería la mejor forma de protegerla pues si me hubiera  dado cuenta que ella vivía  no dudaría en desaparecerla definitivamente.

En el Márquez de Sanmillán Alejandro veía  a unos proveedores, pero se sentía inquieto no podía concentrase del todo, en todo momento había tenido presente a Nayeli y a su hija, siento un vuelco en el corazón  cuando la secretaria le informo que estaba Ahí el detective Hugo.

Alejandro  se disculpo con los proveedores y le pidió a  su secretaria se hiciera cargo para poder atenderlo, se dirigieron hacia una mesa apartada de bullicio.

ALEJANDRO.- ¡Hugo  por favor no haga tan larga esta agonía…!

HUGO.-  ¡En verdad lo siento!

ALEJANDRO.- ¡Lo puedo sentir… lo veo en sus ojos no hay buenas noticias…  ¿Está muerta mi hija?  

HUGO.- ¡Su hija vive  señor Sanmillán pero…!

ALEJANDRO.-   ¿Está seguro de que vive? ¿Qué ocurre entonces?

HUGO.- ¡Ella vive… se lo aseguro…!

ALEJANDRO.- ¡Gracias  a Dios…! ¿Dónde está?

HUGO.- Las pistas  que encontré  me  llevaron a que la sacaron del país rumbo a España

ALEJANDRO.- ¿Cómo?  ¡Dios santo España eso está muy lejos! pero imagino  que ya tiene los nombres de  quien la sacaron… voy  a salir hoy mismo para España…

HUGO.- ¡Alejandro…. Tengo algunos contactos en España!  hay una mujer que coincide con las características  de la mujer que se llevo a la niña, quedaron de enviarme el video del aeropuerto y la niña que llevaba al parecer es su hija…

ALEJANDRO.- ¡Dios…! ¿Y qué estamos esperando…?

HUGO.- Entraron con papeles falsos,  con el nombre Dolores González y Roció González el nombre de la niña  pero no hay rastros de  ellas  les envié fotos de su hija  tengo que ser muy sincero lo más probable  es que ellas ya no se encuentren en España  solo queda esperar si la publicación de las fotos de  su hija arroja una pista mas…

ALEJANDRO.- ¡Dios mío No,  no puede ser…!

HUGO.- ¡En cuanto tenga alguna pista  me comunicare con usted porque aquí en México ya no hay nada que hacer…!

ALEJANDRO.- ¡Dígame cuanto es lo de sus honorarios…!

HUGO.- ¡No es nada señor  Alejandro…! yo puedo esperar  deje ver qué  resultados tenemos en España.

ALEJANDRO.- ¡Que voy hacer si mi hija no vuelve aparecer…

Hugo salió del restaurante con un nudo en la garganta, pero él no podía hacer otra cosa  ante todo estaba la vida de sus hijos y su mujer. Se dirigió a su despacho tenía que armar bien la mentira por cualquier cosa que pudiera pasar, había un video muy borroso de una señora con una niña, difícil de identificar, por lo que esa búsqueda en España no generarían nada absolutamente nada, mientras terminaba de darle forma  a esa mentira se dedicaría a buscar a Rogelio Santibáñez. Pensaba en darle una pista para que el buscara en Canadá, también una opción era irse para allá con su familia y de forma discreta seguir buscándola

Los días fueron pasando uno tras otro, sin que nada pudiera de tenerlos, cual chorro de agua que baja por la pendiente de una montaña todo se había dado para que Sanmillán  creyera semejante patraña.

Días después  se presento en Velarde´s  para entregarme,  un informe muy especifico sobre mi verdadero padre,  después de eso me trague el cuento de que la mejor opción para él y su familia era Canadá, pensé que entre más lejos era, mejor, de saber cuál era su verdadera intención lo había mandado desaparecer con todo y su familia, no hubiera dejado rastros de ellos, a Alejandro le dijo que por cuestiones familiares tendrían que ir a Canadá, y  el no supo interpretar las señales de Hugo, el seguiría buscando en España, por medio de un colega recomendado por el propio Hugo y claro nunca habría una pista, al menos dejaría de buscar en México, donde podía encontrar algo, y eso ya lo había conseguido, que siguiera buscando en España, la mocosa nunca aparecería.

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