El Robo...

EL ROBO.

Habían pasado algunos días del sepelio de Nayeli, pero para ellos parecía como si el tiempo se hubiera congelado, se podía sentir la tristeza, el dolor en cada rincón de la casa, el vacío era inmenso a pesar de que estaban Giovanni y Dessireé. Ella había tratado de darle ánimos a Silvia le ayudaba con el pequeño Alex, mientras que Giovanni trataba de hacer lo mismo con Alejandro, pero él no tenía ganas de vivir el solo quería morirse reunirse para reunirse con Nayeli, algunas ocasiones solo escuchaba a  Giovanni otras tantas trataba de distraerse con la plática. Aquella tarde se encontraban en el despacho cuando entro la niña…

ALEXANDRA.- ¡Papi…! ¡Papi!

ALEJANDRO.- ¿Qué sucede corazón?

ALEXANDRA.- ¿Dónde está mi mamá? ¡Quiero a mi mami…!

Alejandro respiro profundo, se volvió a ella la cargo y la puso sobre sus piernas.la abrazo fuertemente, tenía un nudo en el corazón, como explicarle que ella no volvería, que solo estaría en su corazón.

ALEJANDRO.- ¡Tu mami… tuvo que irse mi amor…!

ALEXANDRA.- ¿Irse? ¿A dónde?

ALEJANDRO.- ¡Al cielo… Diosito la necesita para que lo ayude a cuidar a todos los angelitos que están con él…!

ALEXANDRA.- ¿Y cuándo va a regresar?

ALEJANDRO.- ¡Ella tiene que quedarse ahí mucho, mucho tiempo porque son muchos los angelitos que están ahí…! ¡Algún día podremos volver a verla!

ALEXANDRA.- ¡Pero eso no es justo! ¿Quién va a cuidar de mi hermanito? ¿Quién  va a cuidar de mí?  ¿Quién va a cuidar de ti…? ¡No papi no llores…!

ALEJANDRO.- ¡Princesa  abrazarme muy fuerte…!

El beso su cabeza justo en ese  instante entraba Giovanni y no pudo evitar sentirse conmovido con aquella escena… donde él no podía dejar de llorar, por más que intentaba no hacerlo delante de la niña, simplemente no podía su alma estaba destrozada, su corazón roto de tanto dolor, como reparar un corazón ante tanta desgracia.

ALEJANDRO.- ¡Muñeca ve con tu abuelita anda ve a ver como amaneció…

ALEXANDRA. ¡Igual que tú llorando todo el día! ¡Ya sé iré a cortar sus flores preferidas!

GIOVANNI.- ¡De verdad que me duele verte así!¡ ¡Dessireé  y yo no sabemos qué hacer por ti, por ustedes!

ALEJANDRO.- ¡Gracias, pero no hay nada que ustedes puedan hacer…! ¡No hay nada que pueda quitarme este maldito… dolor! ¡Esta maldita rabia…! ¿Por qué nosotros? ¿Por qué  ella? ¿Qué  carajos hice? ¿Para que la vida, para que Dios me esté castigando de esta forma…?  ¿Qué va hacer de mis hijos?

GIOVANNI.-  ¡Se que… que el dolor  es indescriptible pero no es un castigo de  Dios!  Alejandro… todo tiene un porqué  y…

ALEJANDRO.- ¡Giovanni agradezco tus palabras, agradezco  que estén  aquí con nosotros en este momento! ¡Te juro que voy a estar bien, voy a salir de esto  no por mí si no por mis hijos! ¡Dios sabe que de no tenerlos a ellos ya me hubiera dado un tiro en la cabeza…!

Giovanni.- ¡Sabes que cuentas con nosotros…!

ALEJANDRO.- ¡Si lo sé ahora necesitó estar solo por favor…!

GIOVANNI.- Pero  no es bueno que estés solo…

ALEJANDRO.- ¡Lo necesito  voy a estar bien  te juro que no pienso hacer una estupidez no pienso dejar solos  a mis hijos!

GIOVANNI.- ¡Confió en ti entonces estaremos aquí un rato mas por cualquier cosa que necesiten!

ALEJANDRO.- Gracias.

En otra parte de la casa Silvia aun  no asimilaba del todo la pérdida de su única hija,  la manera tan brutal en que la vida se la arrebato, no podía dejar de llorar, sabia que tiene que ser fuerte que sus nietos que Alejandro la necesitan, pero el dolor es tan agudo que no puede evitar pensar en el momento en que Alejandro entro con ella en brazos, fue como si le hubieran apuñalado el corazón, ella sin dudarlo habría dado su vida a cambio de la de su hija. Después de rezar la última plegaria de la letanía se  puso de pie dejo el rosario sobre el tocador tomo un pañuelo y se limpio los ojos se sentía agotada de tanto llorar pero aun así quería seguir haciéndolo, aun que sabía que debía parar llevaba días encerrada había perdido  la noción del tiempo.  Salió hoyo el llanto de Alex se dirigió a su cuarto pensando que estaría solo  hambriento pero se llevo una grata sorpresa,  Dessireé  le estaba cambiando el pañal, no quiso interrumpir fue a buscar a  la niña la encontró cortando flores para ella, la niña se las dio y le dijo que su padre estaba en el despacho fue con  él.

Entro sin tocar  se dirigió hasta el, paso su brazo por encima de sus hombros y beso la cabeza con dulzura, le quito la copa de coñac  de la mano.

SILVIA.- ¡Ya no sigas bebiendo Alejandro hijo te entiendo muy bien1 sé que es un dolor indescriptible, ¡No hay nada que adormezca este  dolor  que nos quema por dentro! ¡Pero están los niños,  tus hijos ella no querría vernos  así…!

ALEJANDRO.- ¡Yo sé que están mis hijos! sé que tengo que tenemos que salir adelante, no sé ni cuantos días han pasado, sé que los niños están bien porque Dessireé ha estado pendiente, pero sé que ellos tienen que regresar a Paris, sé que tengo que aprender a vivir con este dolor, no sé si sea suficiente pero tengo que recomenzar hoy…

SILVIA.- ¡Si  tenemos que hacerlo tenemos que reaccionar! ¡Estaba pensando en la posibilidad de venirme a vivir a esta tu casa, claro si estás de acuerdo para…!

ALEJANDRO.- ¡Silvia esta es su casa! no tiene que pedírmelo, para nosotros será un consuelo, la necesitamos con nosotros será un placer que viva aquí.

Alejandro se levanto se dirigió a ella se abrazaron. Él se fue a su habitación se dio un baño y se metió a la cama intento dormir tratando de no pensar en ella, para poder dormir lo necesitaba, abrazo la almohada para no sentir el vacío de aquella cama  donde muchas veces hizo el amor con Nayeli.

 Al final el cansancio lo venció, se quedo dormido, a la mañana siguiente se levanto para irse a trabajar al restaurante el recibimiento que le dieron sus empleados fue conmovedor.

Le pidió a Martha que le diera todos los pendientes, había mucho que hacer pagar a los proveedores,  un sinfín de cosas.  Tocaron a la puerta  Martha  fue abrir era nada más ni menos que, si claro yo.

MARTHA.- Señor…

SUSANA.- ¿Puedo hablar contigo?.

ALEJANDRO.-  Pasa. Martha tráeme dos cafés…

MARTHA.- En seguida señor.

SUSANA. Tengo días tratando de comunicarme contigo, para pedirte una disculpa, no pude asistir al funeral de…

ALEJANDRO.- Lo sé  y lo entiendo sé que estabas en  el funeral de tu marido ¿Que deseas Susana? Tengo muchos pendientes,  no quiero parecer grosero pero una amistad entre nosotros no la hay, si estábamos en tu mal… boda era por Armando.

SUSANA.- Lo sé muy bien… pero estoy hecha trizas   he llorado como loca jamás pensé que esto podría pasarme a mi… ¡justo el día de mi boda, volví a quedarme sola! ¡Como si esto fuera una maldita maldición…!  ¡Esperando a que las autoridades  me den respuesta! ¡Esperando que agarren a esos malditos bastardos! los que no nos destruyeron la a ti a  mi hijo…

ALEJANDRO.- ¿Tú hijo de que me hablas…?

SUSANA.- ¡Estoy embarazada! ¡Armando y yo estábamos tan ilusionados y mira de pronto la vida me lo arrebato!

ALEJANDRO.- ¡No, la vida no nos arrebató nada! ¡Fueron esos malditos  pero juro por  Dios que no voy a descansar hasta ver que paguen caro todo el dolor que me han causado a mí  y a mis hijos! ¡Así se me vaya la vida en eso!

SUSANA.- ¡Yo  voy ayudarte  a conseguirlo, la muerte de Armando y de  Nayeli no quedaran impunes!

ALEJANDRO.- ¡Su pongo que no has venido nada más a eso…!

SUSANA.- ¡No claro que no! venía a pedirte un favor en nombre de Armando y  porque sé que ese era su deseo desde que supo que esperaba un hijo, me lo hizo saber, él quería que tu y Nayeli fueran los padrinos de nuestro hijo.

ALEJANDRO.-  ¿Y eso quieres tú?

SUSANA.- Si,  sé que si algo llegara a pasarme, tu serias la única persona a  quien yo podría dejarle  a mi hijo, tengo miedo, ¡Vivo  aterrada de que esos malditos vayan a regresar y quieran hacerme algo a mi  o a mi bebé…!

ALEJANDRO.-  ¿qué vas hacer?

SUSANA.- Me regrese a mi casa voy a vender la mansión de Armando, no podríamos vivir ahí, no solo porque puedan regresar ellos, ¡si no porque no quiero que el recuerdo de esa noche  me atormente no quiero volverme loca…!

ALEJANDRO.- ¡Entiendo! ¡Si, si eso quieres  no tengo ningún problema en ser el padrino de tu hijo!, ¡Pero… eso no quiere decir que tu y yo tengamos una relación amistosa!  ¡Hay cosas que no se olvidan que  no son fáciles de olvidar!

SUSANA.- ¡Se muy bien de lo que me hablas! si es muy cierto hay cosas que no se pueden olvidar, no es tan fácil como apagar la luz o cambiar de pagina,  no te preocupes en tiendo, así como entiendo que tienes mucho trabajo atrasado,  por eso me retiro,  aun así aquí estaré para lo que necesites para consolarte, cuando la tristeza y el recuerdo de tu querida Nayeli te  atormente, con permiso querido… Susana Salió de la oficina y no pudo evitar sonreír con un aire de maldad.

SUSANA.- “Jajaja este solo es el comienzo Alejandro, aun te falta saber lo que es realmente el dolor vas a querer morirte Jajaja”

 Los días siguieron su curso como si nada hubiera pasado, aun a pesar de que el dolor seguía oprimiendo el pecho de los Sanmillán no pudieron evitar que ese dolor fuera más agudo cuando Dessireé y Giovanni tu vieron que partir de regreso, Giovanni  tenía que volver al trabajo. Al poco tiempo ellos  recibían la llegada de su hija la cual llevaría el nombre de Salma, así como en México, daba a luz  a un hermoso varón al cual llevaría el nombre de mi padre Claudio.

Pasaron algunos meses de la muerte de Nayeli, si bien no habían dejado de sentir dolor habían empezado aprender a vivir con aquello esa mañana, Alejandro compro dos cadenas de oro, para que de ellas colgaran las argollas de matrimonió, la que llevaba grabado su nombre la llevaría su hija Alexandra, la otra con el nombre de Nayeli su pequeño Alex.  Aunque también compro una medalla con la imagen de la virgen de Guadalupe para su ahijado,  pues dentro de dos días seria su bautizo, Alejandro con ayuda de Silvia prepararon un  desayuno en su honor.  Sabía que  Silvia no confiaba en mí, no podía perdonarme.

 

La verdad es que yo no estaba de acuerdo  en el eso del bautizo,  pero sabía que de esa forma el compromiso  será más fuerte,  más formal, conocía muy bien cuáles eran sus sentimientos.

 En el jardín de la casa  de los Sanmillán Alejandro posaba para la foto con su ahijado en brazos, y su pequeño Alex y la niña en medio, fue un desayuno sencillo, no hubo invitados ni prensa,  como en los eventos anteriores, aun estaba  muy reciente la muerte de Nayeli. Y no quería exponer a los pequeños, en páginas de sociales.

SUSANA.- ¡Alejandro muchas gracias por el desayuno y por aceptar que seamos compadres!

ALEJANDRO.- ¡No tienes nada que agradecer Claudio siempre va a contar conmigo y con mis hijos! ¡Voy hacer más que su padrino si me lo permites!  Será  como otro hijo, claro si no te parece mal y pensando que  el día de mañana me vea como tal.

Fueron palabras que me cayeron como anillo al dedo, al parecer todo se daría tal cual lo había planeado. Al final de una u otra forma Alejandro y yo tendríamos un hijo.

SUSANA.- ¡Alejandro me tomas por sorpresa! Estaré agradecida que  veas a mí  hijo como tuyo, el necesitara… te juro que yo seré la mejor de todas las madres para tus hijos para nuestros hijos…

ALEJANDRO.- ¿Qué? ¿Estás loca que  te pasa? ¡No me malinterpretes no te estoy pidiendo matrimonio ni nada que se le parezca!  ¡Menos que seas la madre de mis hijos ellos ya tiene una!

SUSANA.- ¿Como?  ¡Ella está muerta… los niños necesitaran una!

ALEJANDRO.- ¡No te confundas Susana, el hecho de quererme hacer cargo de Claudio no significa  que tu yo…!¡Eso es estúpido…!

SUSANA.- ¿Estúpido?  ¡Aquí el único que está diciendo estupideces eres tú! ¡Cómo pretendes que adoren a una madre muerta!

ALEJANDRO.- ¡El hecho de que este muerta no la hace menos madre! ¡No pienso darles una madrasta!  ¡Si te he abierto las puertas de esta casa es por tu hijo!, que es hijo de mi  mejor amigo  todo lo que necesite Claudio contara conmigo, así que no confundas las cosas, tu yo jamás seremos nada más que compadres.

SUSANA.- ¡Aun no me has perdonado por lo que veo, yo solo quería que nos acompañáramos, los dos que damos viudos y solos  y…!

ALEJANDRO.- ¡No te confundas Susana no tengo la menor intención buscarme una mujer! y menos contigo el hecho de que sea el padrino de Claudio no significa que tu yo vamos hacer los grandes amigos, hay cosas que no se olvidan,  ¡tu hijo siempre va a contar conmigo siempre tendrá abiertas las puertas de mi casa.!

SUSANA.- ¡Yo solo quería que  corresponderte de la misma forma que tú! ¡Que tus hijos contaran conmigo! ¡Para lo quesea  si no como madre como una tía  por lo que fuimos Nayeli  y yo!

ALEJANDRO.- ¡Por Dios Susana no creas, que soy estúpido! ¡No tienes que tratar de convencerme de nada! ¡No después de tus dramas baratos! No creo en tu arrepentimiento.

SUSANA.- ¡Aquí la única estúpida soy yo  por tratar de ser otra mujer! por tratar de apoyarte, pero te juro que eso jamás pasara, solo espero que un día no te arrepientas con permiso me voy gracias por todo.

Tome a Claudio y me marcho me sentía humillada, tan herida pensando que había subestimado a Alejandro. Di por hecho que él  correría a mis brazos pidiendo consuelo.  Y estaba muy equivocada, por que tenerle más consideraciones si tan solo, me hubiese dado esa oportunidad.

SUSANA.- ¡Maldito seas Alejandro Sanmillán! ¿Aun no aprendes verdad? pero va a costarte muy caro, juro que vas a desear morirte, si crees que ya conoces el dolor estas equivocado Jajaja…

Cuando llego a mi casa le di el niño a Ana  para que lo recostara,  mientras el chofer cargaba los regalos del niño fui al  despacho tome el teléfono.

SUSANA.- ¡Hola cariño como estas…!

SERGIO.- Bien mi Reina esperando tu llamada, a quien debo de matar ahora…

SUSANA.- Jajaja  digamos que tienes que ayudar a una personita a reunirse con su madre, a Alexandra Sanmillán…

SERGIO.- ¡No hablas en serio verdad es solo una niña…!

SUSANA.- ¡Que con que sea una maldita escuincla! ¡Sus días están contados porque así lo quiero yo! ¡Por eso voy a pagarte!

SERGIO.- ¡Usted paga yo obedezco, alguna sugerencia!  ¡No se también hay que darle un tiro en la cabeza!

SUSANA.- ¡Primero secuéstrala hazlo sufrir al desgraciado! Si después deseas entregársela en cachitos, o mejor que nunca aparezca el cuerpo.

SERGIO.- ¡En este momento me pongo a trabajar en el asunto y le informo que el otro negocio va viento en popa yo le llamo cuando el trabajo este terminado!

SUSANA.- ¡Perfecto espero resultados pronto…!

Los días comenzaron  a pasar Sergio comenzó asechar la mansión  Sanmillán  aquel fatídico día había llegado. Alejandro llevo al kínder a la pequeña sin imaginar que sería la última vez que la vería, sintió un vuelco en su corazón, pensó en regresar por ella pero no lo hizo, sin imaginar que ese sentimiento de culpa lo llevaría por mucho tiempo a cuestas.

Llego al restauran donde se encontró con la sorpresa de que su padre estaba dé visita,  un hombre que se dedicaba a viajar por todo el mundo, un hombre que había heredado en vida, su único hijo, él había trabajado mucho por el Márquez.  No le gustaba estar mucho tiempo en un solo lugar.

RODRIGO.- ¡Dios  hijo ven acá déjame  abrazarte por qué carajos no me hablaste, porque has preferido vivir esto solo!

ALEJANDRO.- ¡Papa todo fue tan rápido, no tuve cabeza para nada! aparte que nunca duras mucho tiempo en es mismo lugar…no tienes idea de lo difícil de lo doloroso que no puedo superarlo, me entregado de lleno al trabajo a los niños para terminar agotado y poder dormir para no pensar, en cómo la mataron aun esta tan presente esa imagen ella en mi regazo…

RODRIGO.- Se dé que me hablas, sé lo que es perder al amor de tu vida, a tu compañera la madre de tus hijos, yo siempre pensé que tu madre  y yo terminaríamos juntos en nuestra vejez, aun que Renata no murió de manera violenta aun me duele.

ALEJANDRO.- Si lo sé mi madre solo fue a dormir, aquella noche me arropo aun cuando ya no era un chiquillo…

RODRIGO.- Ya eras un jovencito pero para ella seguías siendo su niño, su bebé…

ALEJANDRO.- Si, a veces  me incomodaba, esa noche fue la última vez que lo hizo me arropo, no sin darme un beso, levanto su mano y me dijo adiós, se estaba despidiendo y no me di cuenta, ¡De haberlo sabido hubiera corrido a ella para abrazarla para besarla para suplicarle que no me dejara…!

RODRIGO.- Si lo sé porque también se despidió de mi se durmió y jamás despertó pero piensa que tal vez  Renata y Nayeli estén juntas…

RODRIGO.- ¿Y los niños como están?

ALEJANDRO.- bien la niña aun no lo asimila del todo,  de alguna forma es un alivio,  Alex es un bebé, doña Silvia me ayuda mucho con ellos,  porque no llegaste  a la casa

RODRIGO.- Por que el vuelo que venía de Roma venia algo retrasado, nos hubiéramos cruzado en el camino  no quería dejar pasar más tiempo, necesitaba verte abrazarte, pedirte perdón por no estar aquí contigo cuando más me necesitabas.

ALEJANDRO.- ¡No necesito tenerte cerca para saber que estás conmigo papá…!

RODRIGO.- ¡Anda llévame con ellos!

ALEJANDRO.- Alexandra está en la escuela, pero solo déjame ver unos pendientes  y vamos por ella

RODRIGO.- No te preocupes  me da gusto ver como a crecido, El Márquez de Sanmillán, voy aprovechar  para desayunar en lo que tu terminas,  me muero por ver a mis nietos.

En el jardín de niños,  los niños disfrutaban de su recreo, Alexandra se encontraba cerca de la reja comiéndose una manzana.

SERIGIO.- ¡Hola princesa!

ALEXANDRA.- ¡Hola…!

SERGIO.- ¿Por qué estas tan solita?

ALEXANDRA.- ¡Hoy no quiero jugar  con nadie  ni con Yadira!

SERGIO.- ¿Y  por qué  no quieres jugar?

ALEXANDRA.- ¡Hoy me siento triste  extraño a mi mami!

SERGIO.- ¿Y sabes dónde está tu mami?

ALEXANDRA.- ¡En el cielo cuidando angelitos pero yo quiero  que ya regrese!

SERGIO.- ¿Y te gustaría verla?

ALEXANDRA.- ¡Si pero el cielo está muy lejos, siempre volteo para ver cuando se asome  pero nunca he podido verla!

SERGIO.- ¡Yo te puedo ayudar a que la veas!

ALEXANDRA.- ¿De verdad?

SERGIO.- ¡Hasta puedo llevarte con ella!

ALEXANDRA.- ¡Llévame, llévame con mi mami!

Sergio tuvo la habilidad para envolver al  escuincla,  ella inocentemente pensó que podría ver a su mamá, el saco una ganzúa, para abrir la reja.

ALEXANDRA.-  ¡Voy a pedirle permiso a mi maestra!

SERGIO.- ¡No tenemos tiempo el  avión que va al cielo ya se va!  ¡Si nos tardamos ya no podremos ir con tu mami!

ALEXANDRA.- ¿Y  mi papi…?

SERGIO.- ¡En el camino le llamamos anda que se hace tarde…!

Alexandra le dio la mano, él la cargo para subirse a una camioneta verde  pues apenas tenía tiempo, ahí a dentro le dieron una jugo el  cual contenía un somnífero, Alexandra no tardo en quedarse dormida,  para que Dulce una empleada domestica de los Landero y amante de Sergio,  la mudara de ropa le recoge el cabello necesita camuflaje arla cara  para que pueda salir de la país por medio de papeles falsos..

En la colonia Roma  en una casona muy antigua  donde Vivian Eduardo y Ángela dueños de una considerable fortuna  donde  casi lo tenían todo, una vida cómoda llena de lujos pero aun así el dinero no les había dado la oportunidad de ser  padres,  habían agotado todos los tratamientos posibles, incluso en el extranjero sin conseguirlo jamás, su deseo por ser padre los llevaba  a un camino sin salida…

Siempre creyeron en la versión de Dulce y de Sergio una niña desamparada y abandonada por su madre,  necesitaba una familia,  un cuento muy bien contado, todo estaba listo así como los papeles falsos de la niña, claro los Landero estaban tan desesperados por un hijo que creyeron que todo estaba en orden,   en el consejo de  que había que sacarla pronto del país por aquello de que la supuesta madre, quisiera recuperarla o pedirles dinero y ellos ya habían pagado demasiado por esa niña.

EDUARDO.- ¡Mi vida  ya tienes todo listo no deben de tardar!

ÁNGELA.- ¡Si ya tengo todo listo estoy tan nerviosa tan emocionada! ¡Aun no sé si es un sueño, me muero ya por tenerla en mis brazos!

EDUARDO.- ¡Amor no es un sueño, por fin vamos a tener una hija nuestra hija!

ÁNGELA.- ¡Entonces vámonos  para el aeropuerto! ¡No quiero que se nos haga tarde muero por abrazar a mi hija!

 

Norma.- Niños  guarden silencio por favor, el recreo ya termino ¿alguien sabe donde esta Alexandra?

YADIRA.- ¡Hoy no quiso jugar maestra  se sentía triste  por lo de su mami!

NORMA.- ¿Pero donde esta…?

FERNANDA.- ¡Yo la vi con un señor en la reja de atrás!

NORMA.- ¿Con don Fermín?

FERNANDA.- ¡No, era otro señor que le dio un jugo y se la llevo…!

NORMA.- ¡Dios mío! ¿Fernanda estás segura de lo que estás diciendo?

DANIEL.- ¡Es cierto maestra yo también lo vi que se la llevo…!

NORMA.- ¿Y porque no me avisaron?  ¡Dios mío…!

Norma salió corriendo hacia el patio trasero y si encontró el candado abierto corrió a la dirección entro sin tocar la puerta. Era ya demasiado tarde…

LUCIA.- ¡Por Dios Norma que forma de entrar así a la dirección…!

NORMA.- ¡Es una emergencia!  Señora directora alguien forzó la reja de atrás y se llevo a la niña Sanmillán

LUCIA.- ¿Que  dices?

NORMA.- ¡Que alguien se llevo a Alexandra…! ¡Fernanda y Daniel vieron un sujeto llevársela la reja está abierta…!

LUCIA.- ¡Eso no puede ser!  ¡Debe estar escondida en algún lugar de la escuela  vamos a buscar a Fermín, para que la busque por toda la escuela…!

NORMA.- ¡No… lo único que estamos es perdiendo tiempo! hay que hablarle a don Alejandro  a la policía, ¡no sabemos en manos de quién este, el peligro que corra!

LUCIA.- ¡Dios nos meteremos en un gran lio  si los de más padres se enteran!

NORMA.- ¡Por Dios como puede ser tan estúpida!

LUCIA.- ¿Como te atreves hablarme de esa manera? ¡Esto te va a costar un acta administrativa!

NORMA.- ¡Haga lo que quiera no me importa! ¡Soy yo la que va acusarla por negligencia!

LUCIA.- ¿Que vas hacer? ¡Suelta ese teléfono!

MARTHA.- ¡Don Alejandro perdón que entre así pero es importante!

ALEJANDRO.- ¿Que pasa Martha…?

MARTHA.- ¡Esta en la línea la maestra de Alexandra!  ¡Dice que es urgente que ya llamo a la policía! que al pare…

Alejandro sintió como una puñalada en su corazón, un dolor agudo… un golpe en la boca del estomago, como si le hubieran dado un derechazo

ALEJANDRO.- ¿La policía Dios que ocurre pásamela  ya…?

NORMA.- ¡Don Alejandro…!

ALEJANDRO.- ¿Que ocurre  mi hija está bien…?

NORMA.- ¡No se  don Alejandro…!

ALEJANDRO.- ¿Como que no sabe?  ¿Que carajos pasa con mi hija hable de una vez?

NORMA.- ¡Alguien forzó la reja de atrás y se la llevo! ¡la policía ya viene en camino!

ALEJANDRO.- ¡Con un carajo! ¿Cómo que se la llevo? ¡No… no Dios mío no puede estar pasándome esto no!… salgo para ya en este momento…

Alejandro salió del despacho le dio instrucciones a Martha fu a buscar a su padre que terminaba de tomarse el café, salieron lo más rápido que pudieron a la escuela de la escuincla quien estaba ya muy lejos.

RODRIGO.-  ¿Estás listo hijo…? 

Vio los ojos de Alejandro llenos de lágrimas a punto de desbordarse y supo que todo estaba mal que la desgracia volvía a dar otro golpe, otra estacada por parte mío,

RODRIGO.- ¿Hijo que pasa…?

ALEJANDRO.- ¡No sé bien papá acaban de llamarme de la escuela de Alexandra que un tipo se la llevo!

RODRIGO.- ¡Dios vamos hijo  ya le hablaste a la policía!

ALEJANDRO.- ¡Le dije a Martha que se comunicara con el teniente Faverman y que me alcanzara  haya Dios quiera que todo esté bien…!

Sergio entregaba  a Alexandra en brazos de Ángela  que aun dormía… con los documentos de  la niña, con el nuevo nombre Valeria Landero

ÁNGELA.- ¡Mi hija  Dios mío gracias por fin soy madre…!

SERGIO.- ¿Y el resto…?

EDUARDO.- Aquí los tiene. Los papeles de la niña… ¿Ya está todo en orden verdad?

SERGIO.-  ¡Por supuesto! don Eduardo aquí tiene la nueva acta de nacimiento como el pasaporte  todo en orden para que se vayan ahora mismo del país para que esa loca no trate de acercarse.

ÁNGELA.- ¿Y cómo se llama mi  hija?

SERGIO.- Su nombre es Valeria, Valeria Landero Álvarez,  no se preocupe si en un principio  no entiende por el nombre la loca de su madre la llamaba de mil formas menos por su nombre como siempre estaba drogada

ÁNGELA.- Entiendo  qué bonito el nombre de nuestra Valeria.

EDUARDO.- Bien gracias por todo Sergio ¡Dios te bendiga  por la dicha de hacernos hoy padres! nos vamos están anunciando nuestro vuelo.

ÁNGELA.- ¡Gracias que Dios te bendiga…!

Sergio se dio la media vuelta para irse pues en la camioneta lo esperaba Dulce, mientras ellos caminaban hacia la sala de espera, donde los pasajeros con destino a Canadá comenzaban abordar el avión.

Eduardo mostró los pasaportes de los tres y sin ningún problema pasaron. Donde en Canadá tenían una gran finca.

En el jardín de niños  cuando llegaron,  no tenía mucho tiempo que había llegado la policía la cual había inspeccionado el lugar  así como los alrededores,  sin ningún resultado  poco después llegaba el teniente Faverman.

ALEJANDRO.- ¿Dónde está mi hija? ¡Necesito una explicación es usted responsable de la seguridad de cada uno de los niños…!

LUCIA.- ¡Trate de calmarse por favor  don Alejandro  entiendo que…!

ALEJANDRO.-¿Que me calme? ¡Dios…! ¡Como se atreve a pedirme eso cuando a usted solo le ha preocupado el prestigio de su escuela!  La señorita Norma ya me contó, pídale  a Dios que mi hija a parezca pronto ¡porque de lo contrario se va a arrepentir, porque voy a demandarla por negligencia!

LUCIA.- ¡Basta don Alejandro! ¡No le permito más que me grite y menos que me amenacé es lamentable lo ocurrido!  en cuanto a la señorita norma voy a encargarme de quesea despedida…

ALEJANDRO.- ¡Usted no es nadie  aquí  señora directora! aquí la única  incompetente es usted, pero todo mundo va a saber quién es  usted. ¡Voy a encargarme que la despidan a usted!

RODRIGO.- ¡Hijo… trata de calmarte necesitamos calmarnos para pensar!

En ese instante entro el teniente Faverman. Quien les dijo que ya había mandado que cualquier persona que tratara de salir con una niña con la descripción de Alexandra y con uniforme  los detuvieran. Había interrogado a los pequeños pero no había podido conseguir una descripción del sujeto.

 

LAURA.- Te busca un tal Sergio, le dije que estabas ocupada  pero está muy…

SUSANA.- ¡Hazlo  pasar que esperas! Déjame a solas con el…

SUSANA.- ¡Que noticias me tienes…!

SERGIO.- ¡Vengo por  mi pago…!

SUSANA.- ¡Eso quiere decir…!

SERGIO.- ¡La escuincla ya  se fue de viaje con su madre…!

SUSANA.- ¡Tan rápido… se supone que pedirías rescate!

SERGIO.- Voy hacerlo  sufrir, Solo que se me paso el sedante y pues ya no despertó la niña creo fue una dosis muy fuerte

SUSANA.- Jajaja ¡Estupendo!  ¡Quiero verte la cara maldito cuando sepas que su hija jamás regresara…! bien  muy bien mi querido Sergio…

Me levanto abrí a la caja fuerte saque varias fajillas de dinero, las puse frente a él, me sentía satisfecha, sin saber, que el muy ladino me había dado una puñalada por la espalda pero era algo que había que pagar.

SERGIO.- ¿Algún otro trabajito alguien más que deba irse de viaje…?

SUSANA.- ¡Por lo pronto no! ¿Qué  hiciste con el cadáver…?

SERGIO.- ¡Ahí lo traigo!  ¿Quieres verlo…?

SUSANA.- No.  Lo que tienes que hacer a hora es que no aparezca su cadáver,  que mejor sufrimiento no podrá tener el maldito segundo de alivio,  sin encontrarla jamás  se irá consumiendo de dolor, Jajaja así que más te vale que no aparezca su cuerpo…

SERGIO.- ¡Le juro por Dios que nunca aparecerá…!

SUSANA.- ¡Eso espero! a las ocho te daré el resto necesito que pases a mi casa

SERGIO.- Bien ahí estaré  sin falta señora…

 Alejandro y Rodrigo llegan a la mansión Sanmillán. Silvia está en la sala con el pequeño Alex, sin imaginar lo que se venía, pensaba que era una maldición

SILVIA.- Rodrigo que gusto tenerlo aquí… ¿Qué pasa…?  ¿Dónde está la niña? 

Alejandro se llevo la mano a la boca para no gritar mirando así arriba tratando de buscar una respuesta con la esperanza de que Dios le responda… de que pudiera despertar de esa maldita pesadilla.

SILVIA.- ¿Qué ocurre?  ¡Dios mío  me estas asustando Alejandro!  ¿Donde está  Alexandra…?

RODRIGO.- Todo va a salir bien hijo te lo aseguro…  mi Alex que hermoso esta…

SILVIA.- ¿Donde está Alexandra?

ALEJANDRO.-  ¡No… sé donde esta!

SILVIA.- ¿Cómo que no sabes? ¿Donde está Alexandra…?

RODRIGO.- ¡Alguien… al parecer un tipo se la llevo…!

SILVIA.- ¡Dios santo…! ¡No puede ser!   ¡hay que hacer algo Alejandro…!

ALEJANDRO.- El comandante Faverman ya esta buscándola, mando una circular al aeropuerto y centrales de autobús.

SILVIA.- ¡Dios mío ten piedad de nosotros! ¡Esto es demasiado! tenemos que hacer algo mas Alejandro no podemos  esperar a que el comandante Faverman  la encuentre.

RODRIGO.- ¡Eso es cierto hijo, tengo un viejo amigo que podría ayudarnos!

ALEJANDRO.- ¿Quien puede ayudarnos?

RODRIGO.- Andrés Montes,  él es detective privado, podrá llevar una investigación a parte de la de Faverman; si quieres puedo llamarlo a hora,  para que lo veas cuanto antes…

ALEJANDRO.- ¡Si lo quesea así tenga que gastarme toda la fortuna Sanmillán  en ello…!

RODRIGO.- Bien  voy al despacho con permiso.

 

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Comments

Martha Padilla

Martha Padilla

Susana es un demonio salido del mismo infierno, porque no puedo entender cómo puede haber tanta maldad en un ser humano

2024-05-07

1

Mary Cabrera

Mary Cabrera

es un monstruo esa mujer, no le basto matar a su madre quien en últimas era muy mala y bueno ya pagó, por qué hacer tanto daño por una obcesionado con alguien que la detesta y le produce asco.

2024-01-18

1

Margarita Acuña Cerda

Margarita Acuña Cerda

pero que mujer más mala

2023-10-18

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