La Maternidad...

LA MATERNIDAD.

          

NAYELI.- ¡Hola que sorpresa!

SUSANA.- ¡Hola querida!

NAYELI.- ¡Te he dejado miles de recados con Laura, no sabía que era tu asistente! Pensé no te caía bien…

SUSANA.- ¡Y no me cae pero es eficiente maneja de forma extra ordina mi agenda por otra parte una cosa es lo laboral y otra lo personal, no somos amigas ni nunca lo seremos, ella ocupa el trabajo y yo una asistente, te pido una disculpa he tenido muchísimo, trabajo he tenido que viajar a New York  voy abrir una sucursal de Velarde´s, por eso no he podido de volverte las llamadas, de hecho quisiera que tú y Dessireé desfilaran en la inauguración de Velarde´s en New York  Dessireé acaba de aceptar…

NAYELI.- ¡Me encantaría! ¿Pero para cuando seria?

SUSANA.- Pues si no pasa otra cosa, dentro de unos meses, más  o menos…

NAYELI.- ¡Hay no…! Para ese tiempo me va hacer imposible…

SUSANA.- ¿Pero acabas de decirme que te encantaría?

NAYELI.- ¡Si pero para ese entonces…!

Fue cuando el príncipe en disputa apareció, Alejandro llegaba de uno de sus restaurantes, y verme ahí su rostro se desencajo, tal vez de alguna manera, tenía un sexto sentido y sentía que algo estaba tramando, pero realmente como tal no tramaba algo, solo esperaba cuando y como dar mi estacada…

ALEJANDRO.- ¡Mi amor…!

NAYELI.- ¡Mira quien está aquí!

ALEJANDRO.- ¡Susana  que gran sorpresa!

SUSANA.- ¡Hola Alejandro! Pareciera que te molesta que este visitando a tu mujercita, escuche que te va bien  con el Márquez de Sanmillán…

ALEJANDRO.-  De ninguna manera eres amiga de mi mujer, se por ella que se conocen de toda la vida, y no soy quien prohibirle nada, y volviendo al Márquez  no puedo quejarme… estamos  renovándonos ¿Y a ti como te va?

SUSANA.- Excelente diría yo estoy trabajando en la internacionalización de Velarde´s, voy abrir una sucursal en New york, me trae tan buenos recuerdos

ALEJANDRO.-  Que bien por ti…

SUSANA.- Claro Armando me ayudado mucho…

NAYELI.- ¿Te quedas a cenar verdad? Sirve que me hablas que recuerdos te trae New York, no me habías dicho nada..

SUSANA.- ¡Claro será un placer! Nada querida ahí fue donde conocí a mi príncipe y me enamore perdidamente

NAYELI.- Perfecto voy  a  ver si ya esta lista  la cena, a ordenar que pongan la mesa no cuentes nada de ese príncipe quiero saberlo todo con permiso no tardo…

ALEJANDRO.- ¿Qué pretendes? Con tu historia de tu príncipe… que pretendes enamorando a Armando?

SUSANA.- Jajaja ¿Celoso?

ALEJANDRO.- ¡No seas estúpida!

SUSANA.- ¿En ese tono nos vamos hablar? Perfecto imbécil que quieres saber

ALEJANDRO.- ¡Armando es mi amigo y tú lo estas utilizando…

SUSANA.- ¡Claro que lo estoy utilizando cuál es tu maldito problema?

ALEJANDRO.- No lo voy a permitir  voy a decirle que…

SUSANA.- Jajaja ¿Quién es el estúpido ahora? Jajaja ¿Vas a decirle quien soy quien fuimos? ¿Cómo sabes que no estoy enamorada de él?  ¿Creías que iba a estar toda la vida enamorada de ti? Te equivocaste querido, si te ame muchísimo, con toda mi  alma pero se acabó, mi amor por ti se murió lo ahogue en el fondo del mar…

ALEJANDRO.- ¡Pues qué bueno que ya  lo superaste que todo está olvidado y…

SUSANA.- No te equivoques Alejandro, una cosa es que haya dejado de amarte y otra cosa muy distinto que lo haya superado como olvidar lo poco hombre que fuiste, jamás voy a perdonarte, voy a devolverte el dolor que me causaste, juro que voy hacerlo…

ALEJANDRO.- ¡Estás loca!

SUSANA. -¡Lo estoy! Querida en que te puedo ayudar…

NAYELI.-  Nada no te preocupes la cena ya esta lista solo esperaremos un poco a que mi madre llegue ya no debe de tardar…

SUSANA.- ¡Doña Silvia! ¿Celebran algo?

NAYELI.- ¡Dentro de unos días es nuestro aniversario pero hay algo que tengo que decirles y que mejor que estas aquí…

SILVIA.- ¡Buenas noches! ¿Cómo están?

ALEJANDRO.- Suegra…  bienvenida

SUSANA.- Silvia que gusto verla

SILVIA.- Hija  últimamente te has alejado

SUSANA.- Cuestiones de trabajo ¿Pensé que viviría aquí con ellos?

NAYELI.- Alejandro se lo ha pedido muchas veces y no quiere tú crees…

SILVIA.- No de ninguna manera yo tengo mi casa

SUSANA.- Pero esta casa es enorme, Silvia debería pensarlo

SILVIA.- Tal vez cuando esté más vieja… para eso falta mucho aun…he…

.- Señora Nayeli la cena está servida, pueden pasar a la mesa…

NAYELI.- Gracias ya vamos…

Después de aquella rica cena y degustar del postre Nayeli se puso de pie  tomo su copa… no lo vi venir, fue algo que no pensé en ello, en algo tan común como eso, se me fue de las manos pero aun no era tarde para remediarlo

NAYELI.- Quiero hacer un brindis, hoy que estamos todos reunidos, que esta una de mis mejores amigas. Amor, Alejandro quiero decirte que soy una mujer muy feliz, muy plena, brindar por la amistad, por ti amiga porque encuentres el amor, por ti madre, por nosotros por este bebé…

SILVIA.- ¿Bebé?

ALEJANDRO.- ¿Cuál bebé?

NAYELI.- ¡El nuestro tonto estoy embarazada!

ALEJANDRO.- ¿Un hijo? ¿Tuyo y mío de verdad?

NAYELI.- ¡Si mi amor un hijo!

SILVIA.- ¡Un nieto que dicha!

Alejandro se levanto para abrazarla, para besarla estaba loco de felicidad. Mientras yo quería que la tierra se abriera y me tragara en ese instante era una puñalada para mi corazón, eso significaba la culminación de ese amor, no podía permitirlo mi corazón comenzó a latir fuerte mientras resurgía de las cenizas para soportar esa noticia, para fingir que compartía esa alegría de un nuevo ser, si en algún rincón de el,  había algo de vida  algo de compasión en e ese instante se extinga aun con todo lo podía de amarlo, hubiera querido matarlos ahí mismo…

SUSANA.- ¡Felicidades amiga! ¡Qué gusto me da amiga a hora entiendo!

NAYELI.- ¡Si amiga para ese entonces ya se me va a ver mi pancita!

SUSANA.- No te preocupes entiendo perfectamente… creo que es hora de irme…

SILVIA.- ¿Tan pronto…?

NAYELI.- No te vayas amiga aun hay mucho que platicar… falta me cuentes de tu príncipe es  mas mando preparar una habitación para que te quedes…

SUSANA.- ¡No puedo querida! mañana salgo de viaje, aun no preparo maletas pero no creas que me olvido de ti… no podría aunque quisiera, no podría te tengo muy presente… y hablar de ese príncipe ya n vale la pena esta muerto en todo sentido…

NAYELI.- ¡ Amor  acompañas a Susi…

ALEJANDRO.- Si claro…

SUSANA.- Con permiso  nos vemos pronto.

SILVIA.- ¡Que te vaya bien hija cuídate…me dio mucho gusto verte!

SUSANA.- ¿No puedes disimular tu felicidad verdad?

ALEJANDRO.- ¿Por qué habría de disimular? Soy el hombre más feliz del p…

SUSANA.- ¡Haces bien en disfrutar de esa felicidad querido la vida es muy corta ya ves que ¿Cómo es que dicen?... así… una ruleta, ¡Hoy estas arriba… mañana abajo…! Jajaja…

ALEJANDRO.- ¡la envidia te corroe! ¿Verdad?

SUSANA.- No es envidia pero si eso crees y te hace feliz... Yo solo digo  que es muy cierto eso de que nada es eterno. Hasta la felicidad tiene fecha de caducidad querido… ¡Hoy puedes ser el hombre más feliz,  mañana puedes ser el hombre más infeliz Jajaja…!

ALEJANDRO.- ¡Aquí la única persona infeliz eres tú, La única demente y amargada eres tú…!

SUSANA.- ¡Suéltame! Solo espero que de verdad seas buen padre con hijo, que no termines matándolo como al nuestro

ALEJANDRO.- ¡No seas estúpida!  Yo no mate al nuestro, termina de largarte  de una vez, por tu bien, por el bien de todos no vuelvas…

SUSANA.- ¡Idiota! No creas que vas, a deshacerte de mí así de fácil Alejandro, yo no tengo nada que perder…

SUSANA.- ¡Maldita sea…! No puede ser ¡maldita sea esa criatura! Tengo que hacer algo tienes que llorar lagrimas de sangre ¡maldito mil veces maldito…!

Tuve que viajar a New York donde Dessireé fue la reina de esa noche,  la pasarela de Velarde´s fue todo un éxito, me consolidaba como diseñadora, sí que alcanzaría fama, dinero poder, un éxito rotundo, justo haya Fabián era contactado por la escolta de MR. Jassón, un hombre con mucho poder, al menos  eso decía, la verdad es que en aquellos años era más fama que poder, era un hombre que se iniciaba en la mafia, un hombre con mucha hambre de poder y de venganza, un hombre que trabajaba de la mamo con Andrés Verastegui,  hacer negocios conmigo y Andrés, le  sería más rápido el asenso. Así que no dejaría pasar la oportunidad de aumentar su capital,  su poder, jamás le vi la cara, era importante no nos vieran juntos, menos nos relacionaran, todo era por medio de nuestros hombres de confianza, así evitaríamos cualquier riesgo, regrese a la ciudad de México… era momento de ocuparme de esa piedrita en el camino, de esa maldita piedra que estaba por nacer, Ahí en la ciudad.  Silvia había organizado una comida en Cuernavaca Morelos, para festejar su cumpleaños, asistirían algunas amistades entre ellas, por supuesto yo.

Aquella mañana Nayeli y Alejandro acordaron, que él la alcanzaba allá, porque tenía mucho trabajo en el restaurante, se despidieron con  beso. Ella estaba radiante con su embarazo, horas más tardes salía en su auto sin percatarse  que Sergio y yo la seguíamos en una camioneta, mientras Fabián iba en mi auto atrás de nosotros.

SUSANA.- ¡Llego tu hora maldita!  ¡Va hacer un placer darte el pésame, mi querido Alejandro…

SERGIO.- ¿Por qué  matarla? Si antes no…

SUSANA.- Porque antes no existía ese maldito bastardo,¡ porque se me da la maldita gana! y tu estas aquí no para cuestionarme, que no se te olvide que solo eres un maldito gato que trabaja para mí…

Seguimos detrás de ella, atravesamos toda la ciudad, en cuanto salimos a carretera, Sergio se le acerco más, ella ponía las intermitentes, para indicarle a Sergio que podía a rebasarla  , se que por medio de retrovisor trataba de vernos, iba vestida de negro con una gorra y lentes oscuros.

SUSANA. - ¡Pisa el acelerador, golpea la defensa ahora!

SERGIO. - ¡En seguida!

NAYELI.- ¡Hey…! ¿Qué le pasa a este tipo… ¡No!

SUSANA. - ¡Otra vez!

Trato de ver por el retrovisor al conductor de la camioneta solo vio a dos siluetas de negro con lentes obscuros y gorras, Sergio volvió a golpear su auto, quería desquiciarla de miedo primero, podía ver como la desesperación y el miedo se apoderaba de ella…

NAYELI.- ¡Haaa!  ¿Dios mío que pasa? ¡Ayúdame no me abandones!

SUSANA.- Jajaja maldita sufre… muérete Jajaja, sácala del camino ahora

Nayeli perdió el control del auto, este se deslizo por la terracería estrellándose  con un árbol, el motor comenzó a incendiarse… nos detuvimos en la orilla de la carretera, había mandando a Sergio con un galón de gasolina mientras lo hacía, me subí al auto en donde me esperaba Fabián, Sergio corrió a la camioneta, seguí mi camino para festejar a la cumpleañera…

SUSANA.- Jajaja tu boleto al infierno querida… Fabián vámonos, tú ya sabes que hacer…

FABIÁN. – Si mi señora…

SERGIO.- ¡Me encargo de desaparecer la camioneta!

SUSANA.-  ¡Vámonos que tengo un compromiso y aun debo de cambiarme, desaparece por unos días

SERGIO.- ¿Ya sabe dónde encontrarme?

SUSANA.- Fabián muévete, en lo que me cambio atrás de auto… llegando a la casa de campo de Silvia, busca donde quemar el vestido y la gorra, borra cualquier evidencia. Mientras el auto seguía ardiendo

             SUSANA.- Jajaja, ni si quiera vas a tener un cuerpo  que llorar Alejandro Jajaja…

Llegamos, sin ningún contra tiempo a la casa de campo de Silvia, baje preciosa en aquel vestido azul con escote halter, sombrero blanco y claro está con el regalo de la cumpleañera

SILVIA.- ¡Hija que bueno que pudiste venir!

SUSANA.- ¡Felicidades Silvia! Espero te guste lo compre con mucho cariño…

SILVIA.- ¡Gracias hija!

SUSANA.- ¿Y Nayeli?  ¡Yo pensé que ya estaría aquí!

SILVIA.- De hecho ya debería estar aquí , ya se tardo por eso le dije  que se viniera contigo si no quería esperar a Alejandro.

SUSANA.- Se que me dejo  recado con la inútil de mi asistente, pero me lo dio muy tarde, ya no pude ponerme de acuerdo con Nayeli, me fue imposible terminar temprano, tuve un almuerzo de negocios…

SILVIA.- ¡Si lo sé  hija no te preocupes…!

SUSANA.- Pero lo más seguro que se le hizo tarde o al final decidió esperar a Alejandro…

SILVIA.- Si verdad, tal vez tengas razón, voy a salir de dudas, voy a llamarle por teléfono te quedas en tu casa, no tardo ponte cómoda ve con los demás invitados de hecho hay alguien que te ha estado esperando por ti…

SUSANA.- Si  lo sé, creo saber quién es he debo confesarte que me vuelve loca…

 Mientras Silvia llamaba a  la mansión Sanmillán, para preguntar por su hijita, la angustia se apodero de ella, como un golpe en el estomago, un vuelco en su corazón, cuando una de las muchachas de servicio le dijo que Nayeli le había dado el día libre a Martin y que había salido hacia mucho tiempo, por lo tal ella ya debería estar ahí en Cuernavaca…

Llena de pavor y sin dudar llamo al restaurante,  espero a que Alejandro contestara. Él se esperaba todo menos  eso Salió de inmediato para ya. Dadas las circunstancias  Silvia cancelaba la reunión, despidió a sus amistades, solo las más cercanas con yo y, Armando nos quedamos haciéndole compañía tratando de calmarla, mientras en el fondo de mi alma imaginaba el cuerpo de Nayeli hecho cenizas, poco más tarde  Alejandro llegaba con la esperanza que solo hubiera sido un susto, que al llegar ahí ella estuviera esperándolo cuando paso por el lugar del accidente, protección civil había hecho su trabajo ni siquiera se percato, por lo que al ver la cara de Silvia, se dio cuenta que aun no sabían nada, quiera volverse loco de desesperación, sin imaginar que lo peor estaba por venir daba vueltas en la habitación mientras, Armando intentaba comunicarse con las autoridades de Cuernavaca pero la línea estaba ocupada,  Se acercó  Lucila  con Silvia temerosa con las manos sudando, con las manos inquietas…

 LUCILA.- Señora Silvia… él… teniente Carlos Faverman…

Todos los presentes voltearon, al verlo entrar, el miedo y nerviosismo se apoderaron no solo de Alejandro,  si no de Silvia, por lo que hasta yo tenía que fingir, ya sabía a qué se debía la presencia de Faverman, la pobre ingenua de  Silvia me tomo de la mano la apreté fuerte en símbolo de que estaba con ella mi preocupación,  era real Jajaja mentira en mis adentros mese sentía feliz de verlo así desecho por la incertidumbre, por el dolor por lo que espere a que el comandante Carlos asestara la estocada final…

SUSANA.-“Jajaja si sufre llora lagrimas de sangre”

CARLOS.- ¡Buenas…!  Disculpen pero  creí conveniente presentarme ante ustedes que hablarles por teléfono. Usted debe ser Alejandro Sanmillán… no es mi jurisdicción, estaba investigando otro asunto y las autoridades locales me pidieron colaborar

ALEJANDRO.-  ¡Entiendo  en que podemos ayudarlo a sus ordenes teniente…!

CARLOS.- fuimos a su casa y ahí nos dieron esta dirección… Susana  gusto en verla, es una casualidad, que volvamos a vernos

SUSANA.- ¿Comandante  que ocurre?

SILVIA.- ¿Qué ocurre?  ¿Qué hace aquí?  ¿No es lo que estoy pensando verdad?

ALEJANDRO.- ¡Por Dios  teniente hable de una vez!

ARMANDO.- ¿Tiene que ver con…?

CARLOS.- ¡Me temo que sí, es sobre su esposa Nayeli Campos, señor Sanmillán…

ALEJANDRO.- ¡No… no…!  ¡Dígame que está bien!

SILVIA.- ¿Dónde está m hija? ¿Qué pasa?

CARLOS.- ¡Su hija tuvo un accidente en la carretera…!

SILVIA.- ¡No… mi hija no…!

ALEJANDRO.- ¡Dios mío no…! ¿Pero está bien?  ¿Dígame  que está bien?

ARMANDO.- ¿Esta seguro teniente?

SUSANA.- ¡Ella y el bebé se encuentran bien verdad!

CARLOS.- ¡Lamentablemente  no …!  Lamentablemente en el accidente ella murió…

ALEJANDRO.- ¡Con un carajo no… no…!

SILVIA.- ¡Dios mío… mi hija! No… no… eso no puede ser… ¡Ella está bien…! ¡Dígame que ellos están bien por amor de Dios

SUSANA.- ¿Esta seguro teniente? Tal vez haya alguna confusión

ARMANDO.- ¿Qué paso?

CARLOS.-  Parece que perdió el control del auto el motor se incendio… y… con el galón de gasolina que traía la señora el auto se propago aun más

ALEJANDRO.- ¿Qué? Galón de gasolina eso no puede ser…

CARLOS.- ¿Donde tienen su cuerpo?

ALEJANDRO.- ¡Haaa…! No… no… puede ser no…

SILVIA.- ¡Dios mío…! Mi hija mi hija no… no puede ser mi hija…no…

ARMANDO.- ¡Santo Dios!

SUSUANA.- ¡No que barbaridad no sé qué decirte Silvia para consolarte…! ¡Alejandro de verdad lo siento…!

ALEJANDRO. - ¡Necesito ver su cuerpo! ¿Donde la tienen necesito corrobóralo con mis propios ojos?

Carlos. – Lo lamento el fuego consumió todo, absolutamente todo, supimos que se trataba de su auto porque una de las placas salió volando, al momento de la colisión y su personal nos confirmo que ella iba manejando…

ALEJANDRO. - ¡No… puede ser no Dios no!!

Alejandro sentía que la vida se le iba, en ese instante no podía creer lo que le estaba pasando jamás había imaginado sentir tanto dolor, ni cuando su madre murió tal vez porque no tenía mucha conciencia en el momento que su madre murió era muy niño se preguntaba una y otra vez porque él, porque ella porque de esa manera…

Silvia por su parte estaba destrozada su única hija muerta de esa manera que no pudo más y se desmayo de la impresión, pero ahí estaba mi hombro para que llorara todo lo que tenía que llorar, mis palabras estaban de más claro está, ese hueco no podrían llenarlo con nada

ALEJANDRO.- ¿Entonces quiere decirme que voy hacer sin el cuerpo de mi esposa?

CARLOS.- Alejandro quisiera darle esa respuesta sé que es muy doloroso…

ALEJANDRO.- ¡Si no hay cuerpo pudiera ser que alcanzo a salir de auto! Debemos movernos, buscar a los al rededores… mi mujer puede estar viva Comandante…

CARLOS.- El incendio arraso con todo había restos de su bata de maternidad de ella…

ALEJANDRO.- ¡No… no…! ¡Maldita sea no…!

ARMANDO.- ¡Se que es muy difícil pero tienes que ser muy fuerte!

ALEJANDRO.- ¡No… no puedo no quiero! Quiero morirme no me importa nada más en este mundo…

SUSANA.- ¡Alejandro sé que es duro pero la vida sigue y ustedes tienen que seguir voy a comunicarme con Dessireé…!

 Hasta a mí me había dejado pensando Alejandro con eso de que no había restos del cuerpo y si esa infeliz estaba vivía, como es que había podido salir del auto, estaba inconsciente cuando Sergio dejo el galón de gasolina, como es que tuvo tiempo, no podía estar viva tenía que estar muerta.  Horas después  en la ciudad de México en la mansión Sanmillán, se hacían compañía Silvia Y Alejandro había sido una noche larga, solo estábamos los más allegados a la familia, hablando de lo grande que había sido, teniéndola presente con recuerdos, estaba harta de escuchar y escuchar lo maravillosa y buena gente que era, no tenían su cuerpo para llorarle, para velarla, todo sería un acto simbólico, Faverman esperaba los resultados de los forenses, Para él no le quedaba claro cómo o porque había perdido el control del auto, no tenían un cuerpo que velar, pero tenían una caja vacía, a la que le lloraban

La noticia de que la Belleza Imperial había muerto calcinada corrió como pólvora, de eso yo me hice cargo, todos los diarios hablaban de la noticia, querían  acercarse a Sanmillán o a Silvia pero ellos  no habían querido dar la cara estaban muy dolidos, con la vida destrozada. Silvia en claustrada en una habitación, Alejandro en el estudio queriendo cerrar los ojos y al abrirlos despertar de un mal sueño, el sepelio de una caja vacía con algunas de sus pertenencias fue verdaderamente patético, pero querían un lugar donde llorarle, fue cansado llorar y fingir en cuanto todo eso termino Dessireé regreso a Paris con su banquero, todo pasa y por fin ese funeral había pasado pero ellos aun no podían asimilarlo… Estaba en la mansión Alcántara, Laura llegaba para ver algunos asuntos relacionados con Velarde´s

LAURA.- ¿Estas muy contenta?

SUSANA.- ¡Claro que si  soy una mujer muy feliz!

LAURA.- ¿Acaba de morir Nayeli era tu amiga, Tú  no tienes que ver con… con…?

SUSANA.-  Ya te habías tardado en preguntar querida Jajaja pero tu curiosidad fue más grande que tu miedo ¿verdad?

LAURA.- Es que aun quiero pensar que lo que me contaste es mentira y que el accidente de Nayeli solo es una casualidad…

SUSUANA.- ¡Lamento decepcionarte querida, pero todo es verdad, no tenia por que decirte una mentira de ese tamaño, no debería quedarte duda alguna de quien soy en realidad, si yo mate a Nayeli Jajaja yo la vi arder, fue tan fácil… no tienes idea de cuanta satisfacción me causo ver el auto en llamas… cuanta satisfacción  me causo verlos destrozados… verlos sufrir… así destruidos se lo merecían…

LAURA.- ¡Por Dios! No puedo creerlo… Susana…

SUSUANA.- A hora no querida, veamos lo de los nuevos patrocinadores, porque ya esta lista la nueva temporada… …

MARTIN.- ¿Hoy tampoco quisieron comer? Llevan días así…

JUANA.- Doña Silvia muy apenas la probó y él señor Alejandro no probo nada que injusta puede ser la vida a veces Martin.

MARTIN.- Si, y uno no sabe ni cómo ayudarlos no hay nada que pueda consolarlos imagino el dolor de perder a su esposa y a su hijo…

JUANA.- Lo sé, no queda más que pedirle a Dios les de resignación, que la señora Nayeli y su criatura estén con él en su santa gloria…

MARTIN.- Juanita, están tocando el timbre…

JUANA.- ¡Seguro es uno de eses periodistas… no entienden ayer todo  el día estuvieron tocando!

MARTIN.- Parece que no se va a cansar nunca de tocar.

JUANA.- ¡Pero van a oírme esos periodistas desalmados!

MARTIN.- Te acompaño…

JUANA.- No aquí espérame, vas a ver qué no van a quedarles ganas de volver…

Salió por la cocina cruzo todo el jardín el timbre podía escucharse a lo lejos y lo molesto que era su insistencia, Juana iba molesta iba pensando una a una cada palabra que les diría aquellos periodistas insensibles… se acercó al portón.

JUANA.- ¿Que no en…? ¡Santo Dios! ¡Virgen purísima! ¡No me espante señora! por lo que más quiera…

-. ¿Espantarte?  Levántate y déjanos pasar…

JUANA.- ¿No es el fantasma de…?

-. ¡Por supuesto que no soy ningún fantasma, tócame  mira!

Juana se levanto y con mucho temor, tomo el brazo de ella, Don Pancho no podía dejar de burlarse de Juana con eso del fantasma…

JUANA.- ¡Es que dijeron que usted se había quemado!

.- Gracias a Dios y a Don Pancho estoy viva ¿Pero ya vas  a dejar pasarnos?

JUANA.- ¡Si… si pase señora Nayeli!  El Señor y su madre han estado muy tristes

NAYELI.- Si lo imagino no pude comunicarme, en el rancho de Don Pancho no hay teléfono, pásele  Don Pancho,  no se quede afuera está en su casa…

Nayeli tomo del brazo a Pancho mientras Juana corrió a la casa gritando como loca… claro ejemplo de un milagro, de un capricho de Dios, al hacerme esta jugarreta, pero no estaba dispuesta a darme por perdida…

JUANA.- ¡Señor Alejandro…! ¡Doña Silvia!

MARTIN.- ¿Qué pasa mujer porque esos gritos?

JUANA.- ¡La señora…!  Nayeli…

MARTIN.- ¿Qué ocurre con ella?

JUANA.- ¡Esta viva! ¡Viva! ¡Doña Silvia… señor Alejandro…!

MARTIN.- ¿Qué? ¡Estás loca…!

En el estudio Alejandro despertó de su letargo al escuchar los gritos de Juana, puso la fotografía de su amada sobre el escritorio junto con la copa de coñac, se levanto camino hacia la puerta molesto ya por los gritos de Juana abrió molesto la puerta…

ALEJANDRO.- ¡Con un carajo Juana! ¿Quieres darme una explicación por que tanto maldito escándalo?

NAYELI.- ¡Solo está emocionada de verme no la regañes!

Un escalofrió invadió el cuerpo de Alejandro, temeroso de que el dolor lo hiciera escuchar a  Nayeli volteo poco a poco… fue tanta la impresión que se mareo un poco fue como si la vida le volviera al cuerpo…

ALEJANDRO.- ¡Mi amor…! ¡Chiquita… mía…!

 Sin pensarlo un segundo corrió abrazarla para percatarse que no era una ilusión, la beso grito de felicidad levanto la vista al cielo agradeciéndole a Dios aquel milagro…

SILVIA.- ¿Qué está ocurriendo?

NAYELI.- ¡Solo que aun no era mi tiempo de partir madre, aun tengo cosas que hacer aquí…!

SILVIA.- ¡Hija… de mi vida! ¡Bendito seas padre  santo…! Mi amor yo pensé que habría de morirme de dolor…

ALEJANDRO.- ¡Amor no sabes cómo he llorado! ¡Quería darme un tiro en la cabeza para no sentir más dolor…!

NAYELI.- ¡No… ni de broma digas eso…! Sabes  que todos vamos a morir un día y si yo muero primero tú tienes que seguir adelante, tú tienes que vivir tienes que sacar a delante a este bebé…

SILVIA.- ¡No hables de esa amanera hija, es como si tuvieras la seguridad que vas a morir tu primero…!

NAYELI.- ¡Madre es lo único seguro en esta vida la muerte!

ALEJANDRO.- Ya no hablemos de eso por favor, voy hablarle al médico para que te revise

NAYELI.- ¡Estoy bien! Quiero presentarles a  Don Pancho el me saco del auto antes de que se incendiaria…

ALEJANDRO.- ¡Don Pancho mi gracias! ¿Qué puedo hacer por usted lo que sea?

PANCHO.- ¡No es Pá tanto patrón!

SILVIA.- ¿Pero qué fue lo que paso hija?

NAYELI.- ¡No se madre! Eran dos tipos vestidos de negro, empezaron a golpearme el coche perdí el control y cuando desperté estaba en casa de Don Pancho y su mujer…

PANCHO.- ¡Pero de que la querían matar a la niña Nayeli es cierto! aquellos jumentos se detuvieron cuando el auto se incendio y no hicieron nada Pá ayudarla patrón…

ALEJANDRO.- ¡Matarla!  Desde hoy no vuelves andar sola, voy a contratar  quien te cuide día y noche si es necesario…

SILVIA.- ¡Por favor hijo! Te lo voy agradecer mucho…

ALEJANDRO.- ¿Y el bebé como esta? ¿Está bien?

NAYELI.- ¡Esta bien… solo se asusto un poco pero está bien te lo aseguro…!

SILVIA.- ¡Aun así voy a llamarle al doctor para que venga y te revise, solo así voy a estar más segura…!

ALEJANDRO.- ¡Si… por favor Silvia!  Ve a descansar amor…

NAYELI.- ¡Los que deben descansar son ustedes yo estoy bien…! Mira nada más como estas tienes días que no te rasuras, así que a darte un baño ahora mismo Alejandro Sanmillán

ALEJANDRO.-  ¿Huelo mal…?

NAYELI. - ¡Ve a bañarte cariño! Yo estoy bien

 ALEJANDRO. - Eso tendrá que decirlo el médico, yo voy a quedarme con Don Pancho necesito que el teniente Faverman lo escuche que investigue quien o quienes son esos malditos que atentaron contra ti…

PANCHO.- Pos si está en mi patrón cuente  con ello…

ALEJANDRO.- Gracias  Don Pancho no voy a cansarme de agradecérselo toda mi vida… ¿ya comió?

PANCHO.- ¡No  patrón…

ALEJANDRO.- Entonces acompáñeme a cenar que tengo mucha hambre  venga está en su casa. ¡Juanita…!

JUANA.- Si señor  mande usted…

ALEJANDRO.- ¡Por favor sírvenos algo de cenar!

JUANA.- ¿En el comedor?

ALEJANDRO.- ¿Dónde más?  Así que apresúrate por favor.

 

LAURA.- ¿Quieres que vaya organizando la presentación de la temporada?

SUSUANA.- ¡Si  encárgate de una vez, no quiero que andemos a las carreras a la mera hora.

LAURA.- Yo me encargo que todo salga como quieres.

SUSANA.- Ya quita esa cara… estas así desde que…

LAURA.- No está bien lo que hiciste… pobre de Silvia… ella siempre se ha portado bien contigo… porque lo haces

SUSANA.- Jajaja  Por el simple gusto de joderles la vida, si no fue mío no será de otra… quieres oír como esta desecha la pobre de Silvia…

Tome el teléfono, pensando que como siempre estaría hecha un mar de lagrimas, deseosa de morirse para irse a encontrar con su hijita, pero vaya que la sorpresita me la llevaría yo, fue un golpe en el estomago, un maldito golpe bajo por parte de ese ser que llaman Dios

LAURA.- No… ¿Qué haces?

SUSANA.- ¡Cállate está sonando! Silvia hablaba para ver cómo te encuentras,  ya sea que estas, desecha pero tienes que resignarte por muy doloroso que sea…

SILVIA.- ¡Hija estaba desecha, solo quería morirme! ¡Pero paso un milagro hija…! ¡Un milagro…!

SUSANA.- ¿Un milagro?

SILVIA.- ¡Nayeli está viva hija… viva!  Te das cuenta lo maravilloso que es Dios…

SUSANA.- ¿Queeé? ¡Viva eso no puede ser!

SILVIA.- ¡Pareciera que no te da gusto que  preferirías que estuviera muerta…!

SUSUANA.- ¡No…no…! Solo es la sorpresa, no sabes cómo  me alegro salgo para allá… necesito verla con mis propios ojos

LAURA.- ¡Te quedaste muda…Susana…!

SUSANA.- ¡No puedo creer que esa maldita este viva! ¿Cómo carajos es que se salvo?

LAURA.- ¡Vaya…! ¿Qué cosas no…? ¡Se te fue la sonrisa querida…!

SUSANA.- ¡Cállate…! Será mejor que te vayas tengo que salir… necesito ver con mis propios ojos que esa  está viva… ¿Cómo fue que salió del maldito coche?

LAURA.- Cuando tenga listo lo de  las cotizaciones te aviso con permiso…

Casi de tras de Laura, me fui yo con rumbo a la mansión de los Sanmillán claro que parecía sorprendida y feliz delante  de ellos. Y lo estaba aun no podía creer cuanta suerte podía tener esa maldita, pero no estaba dispuesta a quitar el dedo del renglón, sabía que tenía que pensar con la cabeza muy fría tenía que ver cómo iba  asestar mi siguiente golpe.

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Comments

Martha Gomez

Martha Gomez

Esa mujer mata por odio, venganza, Obsesión. No acepta, que Alejandro no la quiere. Es maquiavélica.

2024-04-30

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