Esperanza...

Mientras Leah está aún sin procesar muy bien lo que está pasando en su vida, con 2 hombres que están haciendo estragos en su vida, para nuestro Chad, las cosas van a paso de tortuga, pero con firmeza. Chad fué MUY inteligente y se comenzó a ganar primero a los niños.

Él personalmente le avisó a Priscila que días eran los que él tenía las terapias con su mamá para que ellos se animaran a ir con ella. De esa manera ella podía pasar más tiempo con Leah dándole consejos de belleza, y el increíblemente astuto Felipe, podía seguir jugando con sus costosos juguetitos, que a la hora del té, para Chad poco importaban si era en bien de conquistar a su hermosa doctora. Así que ahora su papá estaba haciendo su trabajo y preguntándole a la peque Paola a dónde quería ir... Para Brandon el súper Papá, o mejor dicho súper Mamá, nada quedaba grande. Y mientras Papá Nate se hacía cargo de hacer sentir a la doctora a gusto, Chad se colocaba su ropa cómoda, que por cierto le quedaba de infarto y uno de sus perfumes que lo hacían oler como si su sudor fuese sagrado... Antes del accidente, Andrew y él, tenían largas jornadas de prácticas en el gimnasio de cualquiera de las casas, por lo que esa ropa exhibía sus perfectos y MUY bien definidos músculos. Ya con las terapias él se sentía mucho mejor de lo que aparentaba estar. Pero eso sería algo que él tendría muy bien escondido. Escondido al menos hasta que lograra enganchar a la doctora Ferreira.

Bajó las escaleras rogando que sus esfuerzos en algún momento (no muy lejano) rindiera frutos. Al llegar al pie de la escalera, la vio allí, riendo con su papá Nate. Este sonreía y tomaba un trago, relajado, mientras Natalia tomaba un jugo, al parecer le gustaban los jugos verdes y unas galletitas de las que la Nana hacía. Para él, la escena fué mágica. Se imaginaba esa misma situación, pero ella sentada en sus piernas, envuelta por los fuertes brazos de él y que la sonrisa de ella fuese plena. Él había visto que muchas veces ella sonreía, pero esa sonrisa no iluminaba esas esmeraldas que tiene por ojos. Alejó los pensamientos y siguió acercándose discretamente, pero en eso volteó y vio a Brandon jugando con la pequeña Paola afuera, su papá Brandon también se veía feliz. Chad mejor que nadie sabía que Brandon era feliz haciendo felices a todos a su alrededor, ese era el ángel que él tenía. Al mirar hacia la habitación de juegos, se acercó un poco, y adentro se escuchaba al pequeño Felipe discutir con Priscila y con Leah. Movió la cabeza negando y riendo al saber que ese pequeño era la competición hecha carne. Por un momento se imaginaba otra escena, él y ella sentados en una tumbona cerca de la piscina, y los niños jugando y discutiendo, siendo una verdadera familia.

Sonrió esperanzado, él no se daría por vencido y poco o nada le importaba que esos 3 pequeños no fuesen sus hijos de sangre. Él sabía perfectamente que para amar a alguien NO se necesitan lazos de sangre, sino la intención de amar, cuidar y respetar a ese otro ser humano al que uno ha decidido llamar su familia. Con la decisión de seguir adelante con su plan, llegó al estar donde seguían los adultos conversando. Buenas, papá, Doctora Natalia. Dijo con su característico tono grave de voz.

Natalia...

¡Santos cielos! -Dije en mis adentros- ¿Cómo es posible que alguien se vea así de hermoso estando convaleciente? Este hombre es un bombón de chocolate. Mira esos músculos...

Debí obligarme a dejar de mirarlo porque si no se darían cuenta de que me quedé como una estúpida comiéndome con la mirada ¡a mi paciente! ¿Qué te pasa Natalia? Eso es muy poco profesional... ¡Deja de mirarlo como si jamás hubieses visto hombre antes en tu vida! Esto de tener más de un año sin marido me está pasando factura.

Siempre fuí una mujer sexualmente activa, en realidad, el idiota de Felipe me intentó introducir en el mundo del sadomasoquismo, pero no me gustó, el único que disfrutó fué él. Así que le dije que ya no lo haríamos más. Se enojó y me dejó sin sexo por varias semanas. No me importó porque la idea de tener intimidad es el disfrute de ambos, no solamente de uno, así que me mantuve firme en mi decisión... Pero ¿Por qué estoy pensando en eso? Aaaaaahhhh si, porque mi paciente está más bueno que el pan y al parecer yo estoy pasando el verano más horrible de mi existencia.

Me dispersé por un momento, pero intenté volver a la realidad lo más pronto posible y que los caballeros aquí presentes no se diesen cuenta de lo que por mi calenturienta mente está pasando. Buenas... Dije sintiendo mi voz temblorosa y agitada. ¡Cálmate Natalia Ferreira! Calma esas hormonas que te están azotando justo en este momento.

La sonrisa ladina que se formó en el rostro de Chad, me hacía pensar que él sabía lo que estaba pasando por mi mente. Podía sentir mis mejillas arder por la vergüenza. De todas formas, con la poca dignidad que me queda, me disculpo con el señor Nate y me voy con Chad hacia el gimnasio que posee la casa. En el camino, voy reflexionando en que me va a tocar buscar con que calmar mis alocadas hormonas, para que esta embarazosa situación no se vuelva a repetir.

Chad...

Cuando hice mi entrada triunfal saludando a mi papá y a Natalia, ví, que NO le soy indiferente. Sonrío porque veo la batalla interna que está librando justo en ese momento. Miro a mi papá quien me guiña un ojo, mientras que ella demoró unos segundos esa batalla mental, hasta que con voz temblorosa, contestó al saludo. Se disculpó con mi papá y comenzó su camino hacia el gimnasio. Mi padre me mira y me dice bajito... ¡Ve por ella tigre! Sonrío y niego con la cabeza por sus palabras, pero así es mi papá Nate, no es una bomba de tiempo como papá Brandon, pero definitivamente también tiene su toque de humor y sarcasmo. Voy justo detrás de ella viéndola pensativa, abro la puerta del gimnasio y le hago seña para que entre primero. Entró y siguió caminando nuevamente, pero seguía demasiado dispersa. No miró el borde de las colchas que estaban en el piso y se tropezó, casi se cae, pero afortunadamente, yo estaba allí cerquita y me dio para agarrarla y no permitir que se golpeara. Quedamos mirándonos fijamente mientras la sostenía con mi lado derecho. Esos ojitos esmeralda me cautivan y me pierdo en ellos. Segundos después, ella intentó moverse, la ayudé a recomponer la postura y quedamos cerquita, me provocó robarle un beso, pero iré despacio, sin espantarla, sabré ganarme su corazón y ya comencé mi plan a conquistar primeramente a sus hijos. En realidad me encanta saber que no le soy completamente indiferente y de esa esperanza me voy a aferrar...

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Mujerones... Que pena con ustedes. Estuve bastante perdida, pero tuve a mi bebé hospitalizada con principio de neumonía. Estuve con ella un día completo, 26 horas metida en el hospital con ella, ya gracias a Dios está en tratamiento, así que por esa razón estuve bastante ausente. Espero me sepan comprender. Un beso para todas... 😘🙏🏻💕🥹