Nueva vida...

Algo bueno que tuve yo es que NUNCA me cambié mi apellido. Siempre fuí la doctora Ferreira. Jamás la doctora Alves. Mis cuentas bancarias eran aparte y mis ingresos fueron siempre míos. En Brasil tenemos la costumbre de que los hijos pueden decidir que apellido usar. Los míos habían decidido utilizar el de su padre. El apellido Alves les daba el estatus en el club, en el colegio, casi a todo lugar donde llegábamos, pero ese mismo día en la mañana, cuando mi hija se levantó, me dijo algo que me dejó más que sorprendida. Mami... Quiero utilizar tu apellido de ahora en más. Ya no quiero ser una Alves. Espero que me apoyes mamãe (mami) Sus palabras me dejaron más que sorprendida. A sus 13 años, mi hija es increíblemente madura y hermosa. No pude decir nada, solo la abracé. Estuve a punto de quebrarme, pero no, no lo haré. Voy a ser fuerte por ellos y por mí misma.

Yo sé que me perdí en varias partes del camino, sé que me perdí a mi misma en el momento en el que decidí complacer a mi marido mientras que el muy maldito me ponía los cuernos con esa oportunista. Así que no más, la bondadosa Natalia se fué. Ahora queda la doctora Ferreira, la eminencia en ortopedia y recuperación de la movilidad, y la mamá de Priscila Felipe y Paola Ferreira... Simple y sencillamente me voy a enfocar en mi pasión y mis hijos que tanto me necesitan. Y eso lo haré comenzando de 0. En otro lugar, en otro país.

Afortunadamente una de las cosas en las que Felipe y yo estuvimos de acuerdo fué en enseñar a nuestros hijos a hablar inglés. Nosotros por nuestra profesión debemos aprenderlo y pues yo me enamoré del inglés desde pequeña. Así que al sugerírselo a Felipe aceptó sabiendo que era una de las mejores decisiones. Cuando crecieran, queríamos enviarlos a buenas universidades.

Pensando en eso, recordé que entre los mails que me llegan pidiéndome formar parte de diferentes hospitales, pues había visto una propuesta MUY buena y sustanciosa en la gran manzana, en New York. No la había rechazado, pero tampoco había aceptado, simplemente la había dejado ahí, en standby ¿Me arriesgaría y comenzaría una nueva vida en ese lugar del mundo o a dónde iría? Algo dentro de mí me decía que aceptará y escribiera viendo si se me iba a dar una oportunidad como esta. NYU Langone Hospital se dirige a usted Doctora Natalia Ferreira con el fin de su reclutamiento por ser una de las mejores ortopedistas con especialidad en recuperación de la movilidad de Sur América... Leí y releí las páginas que me habían mandado y decidí hacer la llamada. Mi mejor amiga (la única que aún conservo desde la universidad, la única que ha estado allí para mí) que está trabajando allá como la mejor cardiologa del hospital, fué quien les propuso que me reclutaran, porque ella sabía de los problemas que estuve enfrentando con Felipe. Con tantas cosas no he podido hablar con ella, pero ahora sí debo hacerlo...

Llamada...

_Hola Sandra…

_Nataaaa... Que alegría oírte. Tenías días perdida. No me habías hablado.

_Sandra, eeehhh... Amiga debo decirte algo...

_¿Qué pasó? ¿Se murió la vieja insufrible de tu suegra? O ¿fué el idiota de Felipe que ahora sí terminó de entrar a la era andropausica? -Decía riéndose-

_Felipe murió. -Dije después de unos segundos y por otro minuto más la línea se mantuvo en silencio-

_Nata, no sé qué decir... No sé si decirte lo siento cuando la verdad es que no hay nada más alejado a eso. Me alegra que te hayas librado de esa escoria humana. -Dijo con una profunda y sentida amargura- Eras DEMASIADA mujer para él.

_Sandra, tu crees que todavía haya posibilidad de trabajar allí en New York contigo? Tengo....-Dije tratando de contener el llanto que amenazaba con salir- Necesito... irme de aquí. -Dije finalmente-

_Envía inmediatamente todo lo que te dice el documento que te enviaron por correo Natalia. Apenas lo hagas, me escribes.

_Ya estoy enviándolo.

_Perfecto, debo irme. Voy de inmediato a la junta directiva a que revisen tus documentos.

_Gracias amiga... Si nos vemos debemos ir por una copa juntas.

_Y si lo haremos. Alista todos los documentos de mis niños. Nos veremos en un par de semanas.

Fin de la llamada.

Bueno... Ya todo estaba hecho. Espero que sí se me den las cosas. Inmediatamente, terminé mis llamadas, y me fuí a los entes de extranjería a sacar los nuevos documentos de los niños. Unos dónde aparecieran como Ferreira y no como Alves.

¿Por qué desean cambiar el apellido Alves por el Ferreira? Están siendo sugestionados por su madre para hacerlo? Sentí una punzada en mi corazón por hacerlos pasar por eso, pero ellos mismos así lo pidieron.

Hasta que Felipe dijo algo que me sorprendió: Porque el señor que era nuestro padre murió, y la familia de él no nos quiere. Por eso preferimos usar el apellido de nuestra madre. Infló su pecho y yo tan solo pude suspirar para contener las lágrimas. A mis niños les está afectando tanto esto y todo por la estupidez de Felipe.

A mi pequeña princesa de 6 añitos, le hicieron su trámite sin mayor problema, cosa que agradecí. Mis 3 hijos entraron allí siendo los hermanitos Alves y salieron siendo los hermanitos Ferreira. Salimos y fuimos por un helado, a una plaza comercial que nos quedaba cerca. Salimos y nos devolvimos al hotel.

Pasó una semana más en la que los niños fueron al colegio, pero les comenzaron a hacer bullying por todo lo que había pasado con su padre y el escándalo que formaron mi ex suegra y la mujercita esa que se buscó Felipe. Definitivamente, la muerte del infeliz ese nos había cambiado la vida de una forma desastrosa. Los retiré de ese colegio y ese mismo día me llamo Sandra diciendo que me enviaría los tickets de avión para irnos a New York.

2 días después con nuestras maletas llenas de ropa y de sueños, nos encontrábamos de camino al aeropuerto para procurar comenzar de nuevo, siendo nosotros 4 nuestro refugio y dónde mis 2 hijos mayores estaban seguros qué nadie los molestaría por ser quienes eran y mi bebé... Mi nena tan solo deseaba de que New York quedara cerca de Disney para que en nuestras primeras vacaciones fuésemos allí. Abordamos el avión, tuvimos la dicha de sentarnos todos juntos, que cabe destacar es muy raro en un vuelo comercial, pero era como si el universo estuviese de nuestra parte, ahí conspirando a nuestro favor, dándonos un respiro de toda la desgracia que los había cubierto últimamente. Nos tomamos una foto, la puse como mi fondo de pantalla y cuando comenzamos a despegar le dije a mis hijos...