Intenciones...

CHAD

Estoy en la habitación de juegos que tengo en casa de mis padres con mis hermanos y el pequeño Felipe. Es un amor este niño. Me ha ayudado a darle una paliza a mis hermanos Alex y Andrew, que creo que jamás en la vida habían recibido. Estamos ahí concentrados en el juego donde ya por 5ta vez ganamos en equipo Felipe y yo, pero Alex y Andrew seguían insistiendo en que les estábamos haciendo trampa. Los 3 adultos parecíamos de la misma edad de Felipe, discutiendo y volviéndonos unos absolutos ñoños y pendejos que estamos bastante mal de la cabeza, sobre todo los hermanitos Volkov que seguían perdiendo una y otra vez.

Llegó el momento en el que Felipe salió de la habitación a hablar algo con su mamá. Apenas él salió, mis hermanitos de inmediato me comenzaron a cuestionar. A ver... Dinos la verdad hermano. ¿Por qué estabas tan insistente con que la doctora se quedara? -Preguntó Alexey- Te gusta la Doc. ¿No es cierto? Afirmó Andrew mirándome con cara de... Te conozco y sé que esa mujer te gusta... Por lo que no me quedó más remedio que admitirlo frente a ellos.

Aaaaaaggghh... Está bien, sí, me encanta esa mujer. Es hermosa, apasionada por su trabajo, es excelente madre... -Dije admitiendo mi situación- Pero el detalle está en que no sé cuál es su estado civil, no sé si hay un señor Ferreira, o si tiene a alguien más en su vida. Otra cosa es que no sé si yo también pueda llegar a gustarle. Son muchas cosas... -Suspiré un tanto abatido- Pero si eres mucho pendejo hermano... -escupió Alex con cierto enojo- De que sirve que tu hermano mayor sea uno de los mejores hackers del país si no haces uso de esa ventaja? Me recriminó mi hermano.

Es cierto, -admití con vergüenza- Pero es que pensé que ibas a burlarte de mí cuando te lo dijera. ¿Y quién soy yo para burlarme de tus gustos hermano? Me refiero a que yo me casé con mi deliciosa cachorra y a ti no te importó que fuese una mujer curvy, ¿Por qué me tendría que importar a mí a quien escoges para estar contigo? A la doctora se le ve que es una buena mujer. Solo hay que averiguar si existe el señor Ferreira. -Habló mi hermano haciendo que mi corazón se infle en mi pecho- Cuando ya Alex estaba a punto de ir por sus cosas, el pequeño Felipe quien había estado escuchando toda la conversación sin que nos diésemos cuenta, me dijo: O ¿por qué no me lo preguntas directamente a mí? El corazón me saltaba en el pecho y por poquito me desmayo... ¿Qué? Oye amigo, no sé que escuchaste, pero son temas de adultos, tu tranquilo... -Quise suavizar la situación, pero Felipe quien es sumamente inteligente para su edad, me interrumpió y me dijo: Escuché absolutamente TODO lo que hablaron. Y si de verdad te gusta mi mamá, dime primero cuáles son tus intenciones con ella. Porque, solo por una noche mi mamá no va a estar dispuesta a eso. En realidad no creo que esté en búsqueda de ninguna relación. Felipe me deja con la boca abierta. Este niño definitivamente es una joya preciosa. Tiene una mente tan madura y aunque sigue siendo un pequeño, nada le quita ser activo y hacer cosas de niño a lo inteligente y ágil mentalmente que él es. Pero voy a aprovechar eso a mi favor y sé que con él tendré a un gran aliado...

Bueno, -dije sentándome bien en mi silla- Seré muy claro contigo que eres el HOMBRE DE LA CASA. Me encanta tu mamá, me parece la mujer más hermosa del planeta, desde su voz hasta ustedes 3 me parece que son divinos. Es inteligente y lista, es respetuosa, sus ojos me hechizan, en fin... Que te puedo decir, me encanta tu mamá. -Terminé con mi pequeño discurso mirando a los ojos verdes del pequeño frente a mí- Ok, me convences, en realidad han pasado muchos hombres queriendo tener algo con mi mamá desde que está viuda. El hombre que me engendró murió en un accidente de auto hace más de año ya. Desde esa vez muchos quisieron tener algo con ella. La cosa es que mi mamá quedó MUY lastimada. Y aparte, tiene 3 hijos. No cualquier hombre tiene la valentía de gustarle una mujer con hijos y lo que me acabas de decir es que te gusta no solo mi mamá, sino que nosotros 3 también. Me agrada como piensas Chad. -Contestó el niño dejándonos a Alex, Andrew y a mí con la boca que nos llega al piso de lo sorprendidos que estamos- Aunque hay cosas que todavía no entiendo, como por ejemplo, como te gustamos nosotros si no nos conocemos muy bien que digamos, pero imagino que viste que somos hermosos y muy inteligentes... -presumió el pequeño y nosotros 3 solo soltamos la risa- Sí, son muy guapos los 3, pero tus hermanitas las 2 se parecen más a tu mamá, así que ellas siempre serán las más hermosas... Aaaaaaggghh ¡ese par, siempre robándome el crédito! Vociferó el pequeño y todos estallamos en risas Naaah mentira, sé que mis hermanas y mi mamá son unas bellezas, y por eso, como el hombre que soy, debo cuidarlas y hacer lo que mi papá NO hizo.

Noté el dolor en sus ojitos y en sus palabras cargadas de resentimiento, por lo que llamé su atención, entonces le dije... Ya que usted es el hombre de la casa, responsable por esas bellezas, ¿me concedes el honor de comenzar a cortejar a tu mamá? Prometo no lastimarla y cuidarla a ella y a ustedes 3. Me miró y sus ojitos verdes me miraron con emoción y me dijo: Siempre y cuando prometas incluirnos en planes divertidos a mis hermanas y a mí, como por ejemplo este de hoy, tenemos un trato. Ahora sí querrás solamente salir con ella, entonces NO. ¿Qué me dices? ¿Trato? Dijo extendiendo su manito derecha en mi dirección. Okey, -Dije estrechando su mano- te prometo incluirlos en la mayoría de los planes, pero debes también regalarme algunas veces con ella solitos. Ahora te pregunto... ¿Tenemos trato?

El niño me miró como sopesando mis palabras y me dijo: de 10 salidas te regalo 3 a solas con ella. Las otras 7 deberá ser con nosotros 3 también y a hacer cosas divertidas. Nada de teatro, opera, o cualquiera de esas cosas aburridas que hacen los adultos. ¡Guácala! -Hizo un gesto de asco para luego decirme ¿Trato? Ok -Dije moviendo su manito- Trato hecho jamás desecho Señor Ferreira. Ahora sigamos dándole la paliza de la vida a mis futuros tíos que por cierto son un asco en esto. Dijo haciendo como si Alex y Andrew no estuviesen allí observando la escena anonadados por la astucia del pequeño de 9 años frente a nosotros.

Carajo hermano, ¡salió mejor para hacer tratos que yo! Dijo un sorprendido Alexey mientras Andrew y yo tan solo nos reímos. Y de pronto Alex como si algo se hubiese encendido en su cabeza, dijo Dejaré que Alexander pase mucho tiempo con este pequeño para que le enseñe a ser tan bueno como lo es él a tan corta edad.

Nos comenzamos a reír y seguimos en lo nuestro, pero yo con la alegría de saber que no hay nadie que estorbe en mi camino y que tengo el permiso del pequeño hombre de la casa. Mi futuro pinta cada vez mejor y eso me pone de muy buen humor.

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