Capítulo 18

Sabrina despertó con un fuerte dolor de cabeza, miró a su alrededor y vio los juguetes de Mavie, lo que aumentaba aún más la opresión en su pecho. Se levantó, se cambió de ropa y después de desayunar fue al banco con su madre e Ieda en busca de un préstamo. Recorrieron todos los bancos de la ciudad, pero no conseguían el crédito suficiente, lo que las dejaba cada vez más desesperadas. Finalmente se dirigieron al hospital en un intento de ver a Mavie de nuevo, pero todavía no era posible; su hija seguía sedada en la UCI.

Ella regresó a casa y se conectó a internet buscando alguna ayuda, mientras Ieda intentaba pedir prestado a amigos, Soraia rezaba una oración y todas se encontraban muy tensas. Mientras tanto, Don Mauricio se hallaba en el resort, ansioso y algo estresado por toda la situación. Tomaba un whisky y fumaba un cigarrillo, pensando en Sabrina y en todo lo que estaba sucediendo, deseando que ella se rindiera a él de cualquier forma, pero ella no lo hacía, incluso necesitada económicamente, lo que le causaba tormento. Sus pensamientos se interrumpieron cuando María Luiza Menecucci entró en la oficina de su hermano con una sonrisa en el rostro, después de haber tocado suavemente la puerta.

- ¿Puedo pasar\, amore? - María Luiza dijo sonriendo y entrando a la sala.

- Por supuesto\, Malu\, no sabía que habías vuelto de las vacaciones en Egipto - Don Mauricio expresó sorprendido al verla.

- Volvimos hace dos días del viaje familiar\, los niños no pueden faltar tanto a la escuela\, es más complicado viajar en época de clases\, tú no lo sabes porque aún no tienes hijos - Malu comentó acercándose a su hermano para darle un beso cariñoso en la mejilla.

- ¿Y cómo están mis sobrinos? - Don Mauricio preguntó tras devolver el saludo.

- Están bien\, Miguelito quería mucho conocer las pirámides\, quedó completamente fascinado con todo; Aninha estuvo un tanto mimosa por el calor\, pero fue estupendo tener ese momento en familia\, necesitábamos unas vacaciones - Malu narró mientras entregaba su teléfono celular con fotos a Don Mauricio para que viera a los niños\, y se sirvió un whisky\, completando también el vaso de su hermano.

- Estos niños son hermosos\, menos mal que se parecen a ti y no al desgraciado de tu esposo - Don Mauricio comentó mientras miraba las fotos en el celular.

Malu se sentó frente a Don Mauricio, tomó un cigarrillo de su mesa y lo encendió disfrutando de su whisky.

- Me alegra que hayan disfrutado del viaje\, Malu - Don Mauricio señaló devolviéndole el celular.

- Mucho\, he vuelto con las energías renovadas\, pero he venido aquí porque realmente necesito pedirte un favor - Malu indicó mientras fumaba su cigarrillo.

- ¿Qué favor? - Él preguntó tomando su trago de whisky.

- Quiero que le des un trabajo de nuevo a Miguel\, está con la autoestima baja y estar en casa todo el tiempo\, dijo que no quiere estar mantenido por mí\, sé que quiere ser un hombre mejor para mí y para los niños - Malu explicó.

- Pero fuiste tú quien pidió despedirlo porque Miguel viajaba mucho visitando nuestros hoteles y resorts\, claro que no va a admitir que le gusta vivir a tus expensas\, se hace el tonto - Don Mauricio apuntó.

- Sé que te lo pedí\, pero fue porque necesitaba que estuviera más presente con los niños; él es un excelente ingeniero\, tú lo sabes\, déjalo encargarse de las obras y mantenimiento aquí en el resort\, no necesita volver a viajar como antes y con horarios reducidos\, por favor - Malu solicitó cortésmente.

- Malu\, ¿quieres que pague a tu esposo para mantenerlo unas horas fuera de casa? Tú deberías trabajar aquí en el Resort y él también\, no voy a contratar a ese inútil; si quiere trabajar aquí será como un empleado más y a jornada completa\, como los demás.

- Mau\, cuando tengas hijos lo entenderás\, quiero que él también se sienta útil\, te estaré tan agradecida\, y tus sobrinos también\, por seguir cerca de su padre - Malu dijo tocando la sensibilidad que él tenía por los hijos de ella.

- No entiendo cómo una mujer increíble como tú se involucró con un inútil como Miguel\, pensaré en qué puedo hacer\, pero hasta entonces ya te pago una buena pensión para sostener a tu marido - Él exclamó.

- Con hijos casi no alcanza para nada\, pero aún cuento con la ayuda de papá\, así que no te cargaré con mis problemas - Malu señaló terminando su bebida y apagando su cigarrillo.

- Podrías pedirle que trabaje con tu padre - Don Mauricio dijo con ironía.

- Lo intenté\, pero sabes que él tiene una pésima impresión de Miguel\, de hecho\, de todos\, tu padre odia a todos\, eres parecido a él - Ella comentó levantándose.

- No nos gustan las personas sin principios\, de todos modos toleramos a Miguel por ti.

- Y te lo agradezco\, de hecho voy a preparar una cena en casa hoy\, ¿podrías venir? - Malu preguntó.

- No\, estoy resolviendo unos asuntos importantes\, pero otro día lo arreglamos - Él contestó terminando su bebida.

- De acuerdo\, lo arreglaremos\, los niños extrañan al tío Mau - Malu dijo con una sonrisa en su rostro.

- Prometo que iré a verlos en cuanto tenga un momento\, dile a Miguel que venga a trabajar mañana\, puede supervisar la reforma que haremos en el hotel\, que hable con Camila - Mauricio afirmó.

- Ahhhh eres maravilloso\, estoy segura de que le encantará la noticia\, mañana temprano ya estará aquí - Malu dijo abrazando a su hermano.

- Está bien\, ahora suéltame que tengo una junta - Él dijo seriamente.

- Está bien\, me voy\, quiero recoger a los niños en la escuela - Malu expresó despidiéndose.

- Hasta luego\, Malu - Él dijo despidiéndose de ella.

Mientras Malu salía de la oficina, él pensó en cuán diferente era Sabrina de cualquier otra mujer que había conocido, tan fuerte y valiente a pesar de tener tan poco. Pensó en Malu, que fue criada por su padre desde pequeña, que siempre tuvo todo y a su hermano nunca le costó nada, pero se enamoró de un chico al que ellos nunca aprobaron, sabía de las crisis en el matrimonio de ellos y le preocupaba, pero no podía hacer nada mientras ella no lo permitiera.

Esta es María Luiza, de 29 años, hija de Lorena y de un mafioso que ya falleció; fue criada desde los nueve años como hermana de Don Mauricio, ambos se tienen mucho cariño. Ella es completamente obsesionada por su esposo Miguel.

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