Termino de organizar todo para mañana, como dijo Sara ya he organizado mi horario de clases y del trabajo, espero que esto me consuma pero no demasiado.
Cuando James me dijo que estudiaría Psicología, creí estaríamos juntos en esto sin embargo, mañana debía enfrentarme a la universidad sola, esperaba que todo saliera bien y que no fuera el blanco para burlas de nuevo, esperaba con ansias que fuera diferente.
Escucho cuando mamá toca a mi puerta y le digo que pase.
—Hija ¿estas emocionada, nerviosa o ambas ? —Sonríe al sentarse en la cama y ver mis cosas organizadas.
—Creo... que todo a la vez, espero que mi primer día me vaya bien, es volver a superar una etapa nueva y con personas desconocidas, pero estaré bien.
—Yo se que lo harás bien, ¿has sabido algo de James? —Su pregunta me pesa, desde que se fue no hemos podido contactarnos y eso me sienta mal.
—No, la verdad es que no hemos podido hacer ningún contacto, no se como hacer, le he escrito por WhatsApp, pero ayer vi que su número no existe ya, imagino que ya esta en España. Así que no se nada de él.
—Esta bien, seguro te extraña igual que tú a él, en algún momento buscará la forma de contactarte. —besa mi frente y me da las buenas noches.
Mi último pensamiento va hacia la persona que más amo en este mundo, sin saber donde estará ahora.
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Mis ojos se abren perezosamente, mientras que mi alarma ya ha sonado varias veces y yo sin hacerle caso, le digo 5 minutos más, hasta que me doy cuenta que voy tarde, así que me levanto deprisa y tropiezo torpemente con la punta de la cama, ahogo un grito, sintiendo una punzada de dolor en mis dedos.
Corro al baño, salgo deprisa, vistiendome en 10 minutos con un pantalón ajustado vinotinto y una camisa del mismo color de cuello de tortuga con una chaqueta negra y unos botines negros, pensado en si me maquillo o no, termino haciendo un maquillaje sencillo y me dejo el cabello suelto.
Tomo mi bolso y salgo apresurada sabiendo que llegare tarde a mi primera clase. Me despido de mamá y corro a la parada, no espero mucho tiempo cuando llegua el autobús, subo y ruego para que se apresure.
Llego a mi destino, miro las instalaciones sin prestar mucha atención, camino tan rápido como puedo, mientras ojeo mi horario y busco cual será mi salón, me siento perdida, pero sin muchas ganas de pedir ayuda, hasta que me topo con Albert quien me sonríe, algo inusual en él.
—Stella, ¿cómo estas? ¿estas perdida?
—pregunta sabiendo la respuesta, no se como lo hace pero pareciera que conoce los pensamientos de todos.
—Hola Albert, la verdad que sí.
—Dame tu horario —Se lo tiendo y me mira preocupado —Vas tarde, ven sígueme.
Caminamos deprisa por los largos pasillos de la universidad, siento un manojo de nervios.
Llegamos a una puerta y Albert suspira aliviado, pero cuando mira de nuevo al pasillo su pequeña sonrisa se desvanece, me toma de la mano y me empuja hacia el salón.
—Toma, busca un asiento deprisa antes de que el profesor Henry entré, apresúrate. — Me mira nervioso y sigue su camino casi corriendo, camino hacia un asiento vacío sin mirar a las personas a mi alrededor, al sentarme, entiendo el por qué de la reacción de Albert.
—Algunos alumnos tienden a llegar tarde el primer día de clases y no soy muy tolerante con las personas que se quieren hacer más listos que yo. —Me pongo nerviosa sabiendo que fui la última en entrar y se que de seguro este hombre me humillara delante de todos.
—¿Verdad Señorita Hoffman? —La chica enfrente de mi comienza a temblar y veo como baja su cara humillada
—Yo... yo... —No termina de hablar cuando un chico entra y se pará enfrente del profesor.
—Profesor... Henry, no tiene que ser severo con mi hermana ha sido mi culpa, si quiere regañar a alguien aquí estoy yo, mi hermana no tiene la culpa por llegar tarde. —Lo desafía, con una mirada penetrante, cuando detalló al chico algo en él me hace recordar a James, sus ojos son azules, su perfil es parecido a él, su cuerpo atlético, sus labios rosados, cabello lacio cayendo por su frente, hace juego con su esencia, juraría que es mi novio, pero algo en el me hace darme cuenta que no es James, es más bajo que él y su mirada penetrante y oscura me hace darme cuenta que su aura no se compara en nada a la de James.
Así que lo medito, es su hermanastro, debe serlo, su parecido es demasiado como para no serlo.
El profesor Henry lo mira de forma retadora, pero luego se calma y le indica que se siente, haciendo que la atmósfera se aliviane, el chico camina hacia su hermana y le dice que se calme, luego va hacia a su asiento.
Lo miro de reojo sin poder evitar hacer comparaciones en mi mente, imagine a James estudiando conmigo, pero en su lugar esta su hermanastro y su hermana, que cruel podía ser la vida, sin pensarlo estaba cerca de ellos pero tan lejos, no los conocía, así que tampoco debía juzgarlos.
El chico gira su cabeza hacia donde estaba haciéndome sentir como una espía, así que giré mi cabeza hacia el pizzaron tratando de concentrarme, al terminar la clase, el chico sale disparado del aula, mientras su hermana recoge sus cosas, sin querer alguien tropieza con ella haciendo que sus cuadernos y bolso caigan al piso, la chica sigue su camino sin detenerse a ayudarla.
—Te ayudo —La ayudo a recoger sus cosa mientras le sonrió
—Gracias...
—Stella, me llamo Stella. —Le tiendo mi mano, que con gusto la estrecha.
—Soy Annett Hoffman, pero me dicen Ann, es más fácil, menos complicado... Oh, creo que he hablado de más, siempre tiendo a extenderme, sé que es una mala costumbre, pero siempre lo ha... Lo siento otra vez. —Me río por lo sincera que es.
—Tranquila, a veces tiendo a decir lo que pienso, pero otras veces me callo por que se que a las personas no les gusta... digo no a todo el mundo —Me corrijo para no hacerla sentir mal
—¿Sabes cuál es la siguiente clase o donde será? La verdad llegue tarde por qué no soy de aqui y no conozco nada.
—Tranquila yo soy de aquí, pero es mi primera vez que vengo a esta universidad.
Nos dirigimos a la salida cuando Albert llega.
—Damisela la vine a escoltar a su siguiente clases —me dice sin sonreír, aunque intente ser gracioso, siempre dice las cosas seria y eso hace que deje de ser chistoso.
—Albert, ella es Ann, vamos a la misma clase.
—Bien las escoltaré a ambas. Hoy te ayudaré a que consigas cada una de tus aulas sin perderte. Disculpa por lo de hace un rato, el profesor Henry es muy severo, el le dio clases a mi hermano mayor, así que se de sobra cuán malo puede volverse con algún alumno que incumpla sus reglas. —Ann y yo nos miramos de reojo sin decir nada, a pesar de eso noto su vergüenza por lo que pasó esta mañana, si su hermano no hubiera entrado tal vez la hubiera humillado en enfrente del salón.
—Bueno es aquí, nos vemos en la próxima clase, Stella si necesitas algo me avisas ¿Esta bien?
Asiento con una sonrisa y entro buscando algún lugar desocupado.
—Stella siéntate aquí —Me dice Ann sonriendo, miro a la izquierda donde se encuentra mi asiento a su hermano, mirando hacia la ventana, trago saliva al sentarme en medio de los dos.
La clases transcurren lentas, a pesar se eso me acomplo rápido y cuando nos indican cuales son las primeras actividades, Ann me dice para hacerlas juntas. Su hermano la mira pero no dice nada. Albert nos busca en cada clase para llevarnos a la siguiente a pesar de ser tan serio, su belleza capta muchas miradas femeninas, sin embargo este último no presta atención y camina con toda la elegancia que posee.
Me despido de Ann y Albert al terminar la jornada de clases, para irme directo a la heladería, quien me espera con mucha emoción es Sara que quiere que le cuente como fue mi primer día.
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