Capítulo 8

Las clases me siguen abrumando, sobre todo matemáticas, soy buena en ellas pero las guías que mandan son solo excusas para reventarnos la cabeza.

Al menos James habla más conmigo, los chicos no se despegan de él, sé que no le gusta depender de los demás, pero debe de saber que no esta sólo.

Me dirijo a la cafetería del diablo, pues le puse ese nombre por que siempre alguien "popular" que quiere hacerse el chistosito y dejar en ridículo a cualquiera, yo era uno de sus blancos cuando podían, aprovechaban el momento cuando James o sus amigos no estaban, no soy una persona agresiva pero cuando puedo me defiendo o al menos lo hago ahora.

Me desprecian por ser Venezolana y por ser una niña genio, pero no he visto eso como burlas, estoy orgullosa de mí país y de mi "condición" como muchos dicen.

—... Venezuela es un país en crisis, un país con un presiente de mier..., dicho en mis propias palabras — dice Stacy con toda su ira, me vio entrar y aprovecho el momento mientras observa su despampanante teléfono — ...pues todo el mundo lo sabe, por eso la gente de su propio país huyen de él, saben lo terrible que es vivir allí y pasar hambre, esto lo asegura una chica venezolana, que se mudó a Londres: Stella Rivas —esto último  me desorbita, todos me miran y empiezan a reírse mientras otros me ven con lastima.

—¿Qué? ¡Yo nunca escribiría algo así! —miro con rabia a Stacy quitándole el teléfono, lo veo y no puedo creerlo.

—Tu no, pero yo sí, lo escribí yo, pero te hice un favor, es la mera verdad. Pobre de ti que tuviste que nacer en ese país y pasar hambre ¿No es por eso que huiste de allí? —me deja sin palabras, no puedo decir por que me mude aquí, no la contrarió — ¿No es verdad? —insiste —lo vez eres una muerta de hambre, por eso estás con James, por su dinero —nunca pensé en ello, jamás lo haría por eso. Mis ojos empiezan a cristalizarse, mientras escuchó los murmullos de todos.

Camino buscando un asiento sólo donde pueda comer en paz,  en esta estúpida cafetería, me dirijo hacia una mesa vacía como si nada de esto me afectará.

—Oh, quien diría que eres una trepadora y una muerta de hambre...—me dice una chica que ni siquiera conozco.

—Si no tienes que comer, puedo decirle a mi madre que te dé de las sobras de nuestra comida — escupe sus palabras, un chico de ojos verdes y en su rostro puedo ver repugnancia.

Intento no escucharlos pero la atmósfera de la sala es demasiado pesada para quedarme callada.

—¡BASTA YA! No soy una muerta de hambre, no estoy con James por su dinero, no me avergüenzo de mi país, no huí de allí, solo vine acá para conocer, para vivir otro ambiente para saber que se siente vivir en este maldi$@ país — sé que he perdido la cordura pero no me importa voy a desahogarme y no pienso parar, miro a Stacy con rabia mientras me acerco a ella — pero me equivoque, este es un país de mier..., no crean que por que tal vez tienen una mejor situación que mi país, son mejores que ellos. Es más muchos de los que huyen de mi país son mejores que todos ustedes juntos, ellos saben que es la humildad, lo que es luchar, lo que es seguir adelante, conocen lo que es el hambre y la abundancia. Lo que es tender su mano a los demás. Ellos no ven distinciones como ustedes.

Los observó a todos y se han callado, he dado en el blanco de la razón, en su estúpido racismo. Miro a Stacy con toda la rabia posible, me acerco a ella y sólo digo lo primero que sale de mi boca — al menos, no soy una Per*$@ como tú.— No logró controlarme y la empujo, tomando sus cabellos en mis manos, cae al suelo y me subo en ella a golpearla con toda mi ira.

—¡Stella, Stella, pará! —escuchó su voz pero no me detengo, éste me jala de la cintura, quitándome de encima de la rubia — ¡BASTA! — lo empujo he intento volver a golpearla, pero me sostiene mas fuerte, la escuchó maldecir por lo bajo.

—Me las vas a pagar estúpida —escupe la rubia molesta y sangrando por la nariz.

Al menos le hice daño para que no se meta más conmigo, se que la ira no me deja pensar las cosas bien, pero me harte de sus burlas y rechazo, odio que se metan con mi país, amo el lugar de dónde vengo.

—¡Ey! ni se te ocurra, ya ella te dejo claro que solo gruñes pero no muerdes per$*@ —le dice Albert.

—Eres un idiota resentido — Se gira caminando como si modelara

—Quisieras tu andrajosa —Albert le devuelve, es tensa la situación  cuando estan en la misma sala. Se odian a muerte y eso ya lo sabía.

Mi ira es mayor cuando James me saca del lugar, no quiero salir, pero me carga en su hombros y me lleva a la fuerza mientras pataleó.

—¡Bajame, James bajame! Ella se lo merecía —me baja y en sus ojos miró la furia, pero no dice nada, como veo que no dice nada, me volteó para irme, no quiero estar con nadie por ahora.

—Esta no era la forma, no debías hacerlo así —me dice cuando le doy la espalda, me volteó para encararlo, veo sus ojos azules y el mar apacigua mi ser —estas molesta, lo sé pero estás no son las maneras para solucionar los problemas.

—¿Si? Mira quién lo dice, ¿quién golpeo a Max para defenderme? no puedes decir algo y hacer lo contrario. — sé que le han dolido mis palabras pero no voy a callarme más.

—Bien, entonces llevate a todo el mundo por el medio, haz lo que quieras — se gira y me deja consternada, pensé que tendría algo más que decir, pero no esto.

Me encierro en el lavabo, lloro para mis adentros, no entiendo el por qué la gente humilla a los demás sin pensar en que dañan a otros.

Luchó conmigo misma, siento un poco de paz al defenderme o tal vez es sed de venganza que alimenta mi ego, no lo sé, pero se siente bien o al menos eso pienso.

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KLResplandor

KLResplandor

Recomendación: No es necesario que censures las malas palabras 😅

2024-05-15

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