Podía decir que mientras estaba con James no creía que el mundo se me vendría a bajo, pero saber que no lo vería por mucho tiempo me costaría, todos mis días estaban marcados por su presencia, no tenía a nadie más sino a él y a mi mamá.
Estaba en mi casa sintiendo que mi corazón estaba más que destrozado, estaba siendo una tonta, sabía que había creado una dependencia de James y tal vez esto era lo que necesitaba para darme cuenta que debía amarlo, pero no ser dependiente emocionalmente, sin embargo era difícil ya que desde que nos conocimos siempre estuvo allí para mí y nunca me fallo como otras personas lo hicieron a propósito.
Mis vacaciones podía resumir que estaban siendo pésimas, en todo lo que podía pensar era que pasara un año para estar con la persona que amaba, rogaba por que llegaran las clases lo más pronto posible para sumergirme en tantas tareas para no pensar en James, sus ojos azules aparecían ante mí cada vez, no podía pensar en nadie más.
Me aliste de forma perezosa para buscar un trabajo, necesitaba ayudar en casa y que mi mente no estuviera desocupada.
—¡Mamá, Mamá! — Comence a llamarla mientras bajaba las escaleras. Sin embargo no la encontré así que supuse ya se había ido.
Cerré la puerta pensando en que ya era tiempo de madurar, aunque todos estos días no había salido, tendría que hacerlo, ya no era una niña y sentía que era tiempo de dejar de hacer berrinches.
Tome el autobús y llegue al centro de la ciudad, recorría con la mirada cada local sin un atisbo de emoción, no estaba segura de lo que quería hasta que llegue a una heladería y un cartel llamó mi atención, nerviosa entré y pregunte por el puesto de atención al cliente, antes había trabajado con mi tío, pero este decidió abrir su local en New York así que solo quedábamos mi mamá y yo en Londres de nuevo solas.
Le tendí mi currículo a una chica con una hermosa sonrisa, mientras que la que estaba a su lado me miró con desprecio, la ignoré y esperé un momento, hasta que la chica me dijo que viniera mañana, me retiré emocionada, no tenía que caminar tanto.
Mientras caminaba a casa me debatía si pasar por la casa de James o debía volver a mi casa, lo extrañaba, así que quería al menos ver otra vez el lugar donde muchas veces pasábamos el tiempo juntos.
Sabía que al llegar a casa debía escribir en mi blog este día, pienso que en algún momento podré publicar mi historia y que otras personas sepan la historia de Stella sea buena o mala, es mi historia.
Camine al otro lado de la acera, cuando me detuve por un momento, pensando en dónde estaba James en ese instante, su casa parecía ser la misma sin él, pero sin el ahí me parecía que no era la misma, mire el columpio viejo que tenía como decoración y recordé las veces en que estuvimos allí juntos, mientras reíamos, su frente lucia aun hermoso ya que su madre siempre se encargó de decorarlo con preciosas flores, algunas artificiales y otras naturales pero que la daban una esencia única.
Mientras observaba miré a un chico de espalda despiendose de alguien de adentro, cuando lo vi pensé que era James pero al escuchar su voz me di cuenta que no lo era, a pesar de que su voz era preciosa, no era él, así que comencé a caminar más deprisa sin volver a mirar hacia la casa de la persona que más amaba.
Llegue a casa aún más triste que de costumbre, el recuerdo de la espalda del chico me hizo sentir peor, solo pensaría en James por hoy, mañana debía estar concentrada en el trabajo hasta que llegaran las clases, debía mentalizarme que James ya no estaría y que solo formaría parte de mis sueños como todas las noches pero nada más por ahora.
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Estaba siendo una semana agotadora, pero agradecía el hecho de ñque últimamente muy poco pensaba en mi novio, ni siquiera me daba tiempo de ponerme triste por su ausencia, aunque quería escucharlo o simplemente sentir su olor característico.
Mientras limpiaba las últimas mesas, Sara la chica que recibió mi currículo se había vuelto muy cercana a mi últimamente, aunque todavía me era difícil llamarla amiga, aunque a ella le parecía no costarle llamarme así.
—Amiga, sabes que este fin de semana Bts se presentará al grupo Army, es decir habrá un gran concierto.... ¿Quería saber si querías ir? —Sabía que Sara era fanática de la banda de coreanos, exactamente yo no sabía nada de ellos excepto solo lo que ella me decía de ese grupo, y que Army era su club de fans, la verdad no quería ir, pero tenía que salir ya que tendríamos dos días libres por lo que no quiera lidiar con la soledad en mi casa.
—Esta bien. —Le digo con una sonrisa mientras la observo gritar de alegría.
Se va a terminar de hacer lo que falta para irnos, mientas Karem la chica que un día me miró con desprecio la ve fastidiada, en fin es una chica amargada sin saber por qué todo le parece mal, aunque siento que tal vez la vida no le ha dado tregua.
Llego a casa cansada, así que solo al tocar mi cama caigo rendida.
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El fin de semana fue una total comedia, Sara era una chica energética, había conseguido las entradas meses atrás, sin saber que yo existiría o que estaría en su vida, la chica me hacía mucha gracia, parecía una niña con juguete nuevo, se podía ver a primera vista que era una total fanática, yo solo la seguía con una sonrisa porque verla de esa forma me hacía sentir bien, muchas veces quería tener una amiga y aunque aún no confíaba de todo en ella, atesoraré cada momento como si fuera real.
Despues del concierto fuimos por una hamburguesa y un refresco que comí y deguste con gusto, hablábamos de todo un poco y sentía una conexión con la pelirroja.
—¿Todavía sigues extrañando a tu novio? — pregunto con la boca llena algo que me hizo mucha gracia.
— Señorita sabe que es malo hablar con la boca llena ¿Entonces por qué lo hace? —Alce una ceja mientras la reprendi en broma.
—Señorita conteste la pregunta —limpio su boca con una servilleta esperando mi respuesta.
Suspire
—Sigo extrañando a James por supuesto, pero no como antes, no con total tristeza, sigo creyendo que volveremos a estar juntos, yo lo amo, sin embargo estoy dejando mi dependencia emocional, ya que mi mundo giraba en torno a él. —Confesé sinceramente.
—Esta bien su noviazgo ha sido profundo por lo que me has contando, solo espero que el vuelva por ti, aunque yo no creo en el amor a distancia, en algunos casos hay excepciones.
Seguimos hablamos de todo un poco después de dejar de lado el tema de mi novio.
—Por cierto me dijiste que la semana que vienen empiezan las clases ¿verdad? — Asentí —Bien, deberías hablar con él Jefe el lunes, puedes organizar tu horario escolar, eso también puedes hacerlo, ventajas de este trabajo.
—Esta bien, así no pierdo la oportunidad de seguir aquí, este trabajo me ha ayudado bastante.
Recogimos nuestras cosas y fuimos rumbo a mi casa, Sara aparcó y luego me despidí.
Camine a mi cuarto sabiendo que mi mamá debía estar aún en el trabajo.
Así que me encontraba en mi cuarto a las 3:00 de la madrugada del día lunes sin poder dormir escribiendo en mi blog creyendo ser una celebridad a la que la gente le gustaría saber su vida.
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